La ciencia... y la astrología



Por Ana Guerberof
ana.guerberof@gmail.com

Desde España
La serie estadounidense The Big Bang Theory (de la que soy ferviente admiradora) comienza cuando Penny se muda a su nuevo departamento y conoce a Sheldon y Leonard, dos científicos superdotados de la universidad de CalTech en Pasadena, que tienen algún que otro problema de relación social, en especial con las mujeres. En este primer episodio y, de hecho, en muchos de ellos, Sheldon (el peculiar personaje interpretado por Jim Parsons) se burla de la astrología. Cuando Penny al presentarse dice que es Sagitario y agrega que quizás esto ya explica mucho de ella, él le responde: “Sí, nos dice que participas del delirio cultural colectivo que cree que la aparente posición del sol con respecto a constelaciones, definidas arbitrariamente, en el momento de nacer de alguna manera afectan a nuestra personalidad”.
Recientemente, quizás por la crisis económica y de valores imperante, observo una cierta tendencia a desacreditar a la ciencia, a los datos objetivos en favor de creencias “positivas” o casi “mágicas” de superación personal apoyadas a veces en “descubrimientos científicos” donde no cabe ni la enfermedad ni las adversidades propias del mundo en que vivimos y de aquel en que vivieron nuestros antepasados y, tal como pinta la cosa, en el que vivirán las generaciones futuras. Es evidente que la actitud que tenemos ante distintos hechos pueden modificarlos y hasta incluso marcar las oportunidades que se presentan, pero llegar al extremo de afirmar que nuestro pensamiento puede curar enfermedades y modificar eventos (fuera de nuestro control) valiéndose de cualquier teoría (como la de las cuerdas) es exagerado y puede resultar incluso peligroso si se juega con nuestra salud física y mental.
Las personas se enferman, la máquina deja de funcionar, los países entran en crisis. Claro que tenemos tendencia a somatizar y que, según qué dolencias, cabe un abanico de opciones de tratamiento, pero de ahí a atormentarse pensando qué hicimos mal o cómo hacer para controlar la enfermedad sin recurrir a la medicina “tradicional”, es arriesgado en exceso. ¿Por qué descartar su experiencia y resultados? La ciencia no es infalible, es cierto. Las personas, ergo los científicos, se equivocan, pero existen tratamientos con resultados más que probados y que sin embargo son descartados por otras “medicinas alternativas” más en boga pero casi sin resultados demostrados.
¿Por qué cuando la medicina cura más que nunca, las personas decidimos abrazar otras creencias y rechazar los datos más evidentes? ¿Será porque existe una necesidad de control en situaciones que no lo tienen? Estamos a merced de otros factores y entonces es más fácil creer que con tan solo desearlo nos curaremos de un cáncer o permaneceremos jóvenes o nos pagarán más. Un deseo de ser omnipotente a la vez que eterno. Creer que si las cosas van mal es tu propia y única responsabilidad y que si eres una persona positiva no enfermarás y tendrás todo lo que siempre has deseado. Y no digo que una actitud positiva ante la enfermedad no nos ayude a superarla o vivirla. Pero me parece una forma perversa del capitalismo, individualista en extremo, creer que todo depende de nuestra fuerza interior y de nuestra actitud y que nada tiene que hacer el Estado para garantizar a todos un trato igualitario en educación y sanidad o que no necesitamos la ayuda de los otros para superar la adversidad o sencillamente para vivir. “Primero quiérete a ti mismo y todo irá bien”, rezan algunos libros de autoayuda. Eso está muy bien, y en cierto modo es evidente, pero si vives en un mundo que te odia, no estoy tan segura de que todo vaya a ir tan bien.
Es posible acudir a los especialistas sin dejar de sentir curiosidad científica e intentar buscar la mayor cantidad de datos objetivos u opciones para solventar nuestros problemas. Lo demás me parece, tal como diría Sheldon, sencillamente un delirio colectivo que sólo conduce a la oscuridad.

1 comentario:

  1. Hola Ana, estoy de acuerdo "en parte" en lo que dices. Hago una analogía, lo que es la búsqueda interior, el desarrollo personal, el control 'mental', positivismo, para una mejora, al nivel que sea es como el uso de una "crema hidratante para quitar manchas" por ejemplo. Para que funcione, la crema que sea, hay que seguir todo un proceso y que necesita "tiempo y persistencia". No se puede querer ver los resultados cuando se termina el bote, según la piel que tengas puede que necesites años para ver algún resultado. Y puede que al final de algún tiempo te des cuenta que esa crema no te va; igual ves algunos resultados pero.... y hay que seguir buscando. Como ya tendrás alguna experiencia, tendrás algún proceso selectivo de que esa vez, probablemente, te dará más resultados. Pero, es un trabajo constante...Lo que no se puede es querer "quick fixes", y eso sirve tanto para lo holístico como para lo 'tradicional'.

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