Tapa Noviembre


Ciclos

Por Alejandra Tenaglia


Poco después de asomar el sol con su claridad a cuestas, quien asoma por la puerta que da al patio, es Doña Ana. Entrecierra un poco los ojos, para intensificar la mirada, al tiempo que extiende su rostro en dirección al montón de hojas verdes; aún así, la distancia y su miopía pueden más. Apoyando una mano en la pared, asegura su parada -es que la cadera viene jugándole malas pasadas-; y repite el gesto aguzando la vista. Parece no lograr su cometido. Baja el escalón con un paso cauto. Nivela sus pies al ras del jardín y recién entonces, con andar arrastrado, tal como si llevara comprimidos los dedos en el interior de las chinelas, avanza hacia la planta. Ya frente a ella, sonríe mirando de derecha a izquierda y de arriba abajo. Un “aaaayyyyyy” es acallado por su propia mano que tapa su boca. Es que, ha florecido el geranio… La mujer, que habíase inclinado para observar en primerísimo plano los espléndidos ramilletes, supera la presión que siente en su cintura y sin perder nunca la alegría que su rostro expresa, se yergue. Entonces, con las palmas de la mano hacia arriba, dice un apenas audible “gracias”, mirando al cielo. No sabe a quién le habla. Escéptica de chica y ni hablar de grande, Doña Ana es, no obstante, una convencida de que algo muy superior a nuestro entendimiento, hay allí donde no podemos ver... Y que parte de esa fuerza ininteligible, se hace manifiesta en la puja constante con la que la naturaleza ejercita sus ciclos. Año tras año, cuando llega su momento, la planta cumple. Sus hijos han jugado en sus lindes, maltratándola sin intención ni conciencia. Toto, su marido, revisaba y extinguía los caminos de hormigas que afrentaban su belleza, amenazando además su existencia. Frida, la perra, recibió un par de zapatillazos hasta entender que allí no debía ir a jugar; aunque siguió haciendo pozos peligrosamente cercanos y ya ni eso, porque ciega y vieja, sólo cumple su papel de fiel ladera de su dueña. Los hijos la visitan ahora domingo de por medio y a Toto es ella quien lo visita en el cementerio, todos los sábados. Tanta vida se ha tragado el tiempo y tanta muerte ha lanzado como flechas cargadas de tinieblas. Sin embargo, los geranios continúan su ritual, estación tras estación. Y quizás por esa continuidad o porque es cierto que la humildad no es un punto de partida sino de llegada, Doña Ana disfruta en grande, lo que antes podía pasar como un detalle más, en medio de rutinas orientadas hacia metas enclavadas en marquesinas centelleantes. Como el agua fresca que calma su sed de madrugada, al pie de la heladera y con la puerta abierta; como el acostarse en sábanas recién puestas, tersas como no lo estarán al día siguiente; como el “te quiero” que sus nietos le regalan con una frecuencia inusitada en sus hijos; como el sabor del primer mate de la mañana, espumoso y fuerte como a ella le gusta a pesar de su gastritis; como el grito que nombra su nombre desde el otro lado del tapial del patio, con el que su vecina Gladys insiste hasta que ella contesta, para luego preguntar “¿estás bien?… Es que hace un par de días que no te veo”. Como la compañía que le brinda el programa radial con el que tanto se ríe y se informa y se enoja y dialoga, hoy ya empezado, sin que la mujer haya encendido el aparato…


Lo que el tiempo me enseñó - "Nano" Donés

ENTREVISTAS 2016

Por Alejandra Tenaglia

Casi cinco décadas a cargo de un transporte a Buenos Aires, en el cual además de
trasladar cosas, han viajado muchísimas personas a las que gentilmente aceptaba llevar, lo han hecho conocido por demás. Tiene 75 años, se llama Eduardo Alberto Donés, pero usted y yo sabemos muy bien, que referimos a “Nano”.

Preséntese en 3 oraciones, que resuman lo que usted cree que mejor lo define.
Es difícil hablar de uno mismo. Supongo que la mayoría de la gente, ante esta pregunta dirá que es o intentó ser una buena persona: solidario, trabajador, buen hijo, buen padre. Mentiría si no reconociera que eso ha sido lo que yo pretendía, aunque muchas veces no lo haya logrado.

¿Qué es lo que primero recuerda, cuando piensa en sus padres?
Mi padre fue un tipo humilde, maravilloso, sensacional y mi mejor amigo. Mi madre fue una mujer de carácter fuerte, se tuvo que bancar una casa con 4 varones y sin la tecnología de ahora que simplifica mucho el trabajo.

De todos los familiares, excluyendo a sus padres, ¿hay alguno con quien haya tenido o tenga especial afinidad?
Con la mayoría de mis familiares tuve buena relación. Con mis hermanos, de diez. En cuanto a especial afinidad, creo que la he tenido y la tengo con un primo, “Nene” Capozucca, ¡un tipazo! Charlábamos mucho. Solíamos ir a cazar y pescar.

¿Estudió? ¿Recuerda a algún/a maestro/a en especial?
Cursé solamente la escuela primaria. Recuerdo a varios de mis maestros por lo afectivo y por la dedicación. Enseñaban con el alma, sin fotocopia ni computadoras.

¿Trabaja aún?
Ya no tengo el transporte, y aunque siempre hago algo, trato de realizarlo lo más tranquilo posible.

¿Qué trabajos ha realizado?
Mi primer trabajo fue de lavacopas en la inauguración de American Bar de Magnato Morelli (hoy Coyote), allá por el año 1950. Trabajé en Riba y León, en la esquina del hoy bar 717, que era un almacén; y en la heladería que funcionaba en el local donde estaba la Cooperativa Núcleo. Con mis hermanos tuvimos reparto de hielo, vendí pescado, fui al campo de gallinero, fui verdulero y en el año 1962 empecé con el transporte a Buenos Aires, que tuve 48 años.

¿Hay alguno de esos trabajos que, de poder volver el tiempo atrás, no volvería a hacer?
Para mí el trabajo fue una adicción. Todos me enseñaron algo. No reniego de ninguno.

Si fuera posible, ¿cambiaría algo de su niñez?
Mi niñez fue muy simple. Nos divertíamos jugando al fútbol con todos los pibes del barrio en el campito donde hoy está mi casa (San Martín e/ Rosario y Urquiza) y en el del frente. A la noche nos juntábamos en la esquina donde hoy está la Comuna a charlar y jugar hasta que aparecían don Luna y Paniagua, dos agentes de ronda, que nos mandaban a dormir. Nada cambiaría.

Si pudiera elegir una habilidad con la que contar a partir de mañana al despertar, ¿cuál sería?
Mago o puntero derecho para estar en la Primera de Huracán.

¿Qué características debe tener una persona para que usted quiera tenerla como amiga?
No creo que uno esté buscando defectos o virtudes para tener a alguien de amigo. Simplemente se da.

¿Hay algo que mirando hacia atrás se reprocha no haber hecho?
Tal vez no haber estudiado. Había que viajar a Casilda y los números no daban.

¿Qué le da vergüenza?
Ver a los que se robaron todo y aparecen en la TV como si nada. Vergüenza e indignación.

Llorar, ¿sirve?
Es algo natural. Las lágrimas aparecen generalmente ante un gran dolor o alegría. No sé si sirve.

¿Hay temas con los que no le gusta que se hagan chistes?
Me molesta el humor que humilla y degrada a otras personas.

¿Ha deseado más de lo que ha tenido o ha tenido más de lo que ha deseado?
El tiempo me fue trayendo cosas que jamás soñé tener, ya sea en lo material como en lo afectivo. ¡Bienvenidas sean!

¿Qué es lo que señalaría como un gran logro suyo?
Tal vez haber podido mantener durante casi 50 años mi transporte, entrar en lugares impensados y lograr infinidad de amigos.

¿Cuál es el momento más difícil que le tocó atravesar?
Sin dudas la muerte de algunos seres muy queridos.

Mencione 3 cosas que le gusta hacer.
Viajar principalmente al mar y embarcarme para pescar, criar canarios, reunirme con los ex colimbas de mi compañía y una más: ir a ver a Boca en la Bombonera con mi hijo y mi nieto.

¿Qué lo maravilla?
Ver a mis nietos más chicos usando la computadora y los celulares con la facilidad que yo no logro.

¿A qué le tiene miedo?
A que alguna vez vuelva a gobernar el kirchnerismo. Salvo que todo lo que se está sabiendo, sea mentira…

¿Hay algo en particular que lo emocione?
Los almuerzos de los domingos cuando estamos los 15 en la mesa.

¿Qué es lo que más le agradece a la vida?
Eso precisamente, la familia. Mis hijos, que aunque a veces chocamos, tenemos una buena relación. No así con mis 7 nietos, con los cuales la relación es ¡maravillosa!

¿Un consejo para los más jóvenes?
Que sean buenas personas, respetuosas, que estudien y que siempre den las gracias.

A usted, el tiempo, ¿qué le enseñó?

La vida va pasando y te va enseñando muchas cosas buenas y no tanto. Respetar a los demás tiene prioridad.

Máquina del tiempo / Mujeres poetas y traductoras

Por Ana Guerberof
ana.guerberof@gmail.com


Idea Vilariño fue poeta, traductora, profesora, letrista, crítica literaria. Raramente concedía entrevistas, muy celosa de su intimidad, aun cuando la lectura de sus poemas desvela aspectos íntimos de su vida, de sus amores, de su vejez. Me subí a la máquina del tiempo e intuyo que accedió a ser entrevistada porque me creyó una loca que decía venir de un futuro cercano y que había leído su poesía con entusiasmo.

En su familia convivían la literatura y la música. Se la conoce, en especial, por sus poemas, pero además ha sido letrista de canciones importantes en la historia de Uruguay como Los orientales.
Creo que cuando volvieron Los Olimareños del exilio y cantaron Los orientales, la mayoría de los allí congregados que coreaban eufóricos no sabían que la letra era mía. Pero sí, la música es una parte fundamental, era lógico que escribiera algunas letras que acompañaba con el piano.
Sus letras muestran su compromiso político con la izquierda. Se quedó en Uruguay durante la dictadura, y fue afín a la revolución cubana.
Siempre he intentado vivir con coherencia mi militancia de izquierdas. No la he cambiado, he sido combativa de una manera pacífica, digamos.
La canción y el poema, con música de Zitarrosa, me recuerda a sus Poemas de amor que dedicó a Juan Carlos Onetti. ¿Es el amor un despedirse?
Precisamente, la canción se basa en un poema de ese libro que se llama Canción [Quisiera morir / ahora / de amor / para que supieras / cómo y cuánto te quería. / Quisiera morir / quisiera / de amor / para que supieras.]. Y contestando a tu pregunta, sí, de alguna manera la vida es un despedirse de lo que vivimos, de esos mismos recuerdos, de nosotros, de la fuerza del cuerpo. El amor, que es una parte intensa de esa vida, se rige por esas leyes. En el momento de amar, sabemos que esa intensidad pasará, que nosotros pasaremos, y, en ese sentido, es un despedirse, sí.
Me interesa su faceta como traductora. Lo hacía del francés y del inglés, ganó numerosos premios y tradujo, durante veinte años, obras de Shakespeare que se representaron con éxito en el teatro. ¿Fueron estas obras sus traducciones favoritas?
Siempre traduje a Shakespeare por encargo, no por decisión propia. Sin duda, son obras magníficas, pero era una actividad ardua que me devoraba el tiempo, me pasaba horas tratando de encontrar el significado correcto, la palabra adecuada. Es difícil traducirlo, ni siquiera en las versiones en inglés se aclaran con el significado. Yo siempre intenté ser fiel al texto, pero ante todo que el actor pudiera recitar algo próximo al público.
Ha hablado de la esclavitud de la traducción.
Sí, es un trabajo en el que estás sometido a lo que quiere decir el autor y que requiere de un gran esfuerzo para trasmitir eso mismo en tu lengua. Soy muy fiel cuando traduzco.
Ha publicado libros de crítica literaria donde analiza la poética, como su análisis de las organizaciones vocálicas de los poemas de Rubén Darío. ¿Cómo surge este conocimiento profundo de la poesía?
Mi padre, que era poeta, nos leía poemas del Siglo de Oro español en voz alta y yo aprendí a escuchar, y a crear poemas con rima y métrica de acuerdo a la música de las palabras cuando era aún una niña. Estuvo siempre ahí, no surge.
Reeditó sus libros de poesía Nocturnos, Poemas de amor y Pobre Mundo, e incluyó nuevos poemas en cada edición. ¿Cuál es su proceso de escritura?
Los reedité porque me parecieron los menos malos y que, de alguna manera, el tema era el mismo, así que añadía a esos libros otros poemas posteriores. Yo escribo en un cuaderno o en un papel que encuentro, no planifico ni espero un momento en que el poema está acabado, sino que escribo de una forma más o menos espontánea, agarro lo primero en lo que puedo escribir y lo hago, y lo repito para ver su ritmo.
Mi libro favorito es el último, No, porque, así como el título, logra condensar en pocas palabras sentimientos complejos que nos llegan como dardos finos que luego nos alumbran.
Mi poesía se ha condensado con el tiempo, quiero decir de una manera que sea sencilla, al igual que habla la gente, como todas las letras de los buenos tangos que nos dicen con un lenguaje llano lo que sentimos con cierta habilidad creativa.
Dice que no hay esperanza, la tachan de oscura, sin embargo, su poesía no desmoraliza.
Sí, no soy optimista. Me sorprende que me lean precisamente por eso, porque soy oscura. Quizás no desmoraliza porque todos queremos que alguien comparta con nosotros esa desesperanza, ese desaliento que sentimos porque estamos solos. No lo sé.


Idea Vilariño murió en Montevideo a los 89 años. Catorce personas asistieron a su funeral. Ella no lo hubiera querido de ninguna otra manera.


Cine y series -

Por Lorena Bellesi / bellesi_lorena@hotmail.com

PATEAR EL TABLERO

“CAPITÁN FANTÁSTICO”


Harto de los valores hipócritas, superficiales y consumistas del mundo capitalista, Ben (Viggo Mortensen, genial) elige, junto a su esposa Leslie, alejarse de una urbanidad caníbal, que atenta contra la integridad humana a través de absurdos modos de existencia o mecanismos de opresión y control, como la escuela. Por eso, prefiere educar a sus seis hijos –tres varones, tres mujeres entre dieciocho y cinco años, aproximadamente- en el indómito territorio del bosque, distante de las tecnologías o el dinero como formas de vinculación. Una dura rutina física (escalar, defensa personal con armas blancas, entre otras) y la asignación de lecturas selectas forman parte de una instrucción peculiar e individualizada. En Capitán Fantástico (Captain Fantastic) las conductas están sustentadas en dos axiomas de raigambre ideológica: “Nos definen nuestras acciones, no nuestras palabras” y “El poder para el pueblo. Abajo el sistema”. Ante tales afirmaciones se entroniza la libertad, la verdad, la sinceridad como baluartes en la formación de los más jóvenes. Si el más pequeño pregunta qué es un pedófilo, la respuesta es la del diccionario, no hay evasivas. El argumento de una novela, “Lolita”, no es “interesante”; Ben persuade a sus hijos a que sean críticos, a que defiendan cada una de sus intervenciones o discrepancias. Él no tiene un trabajo formal, está presente, los escucha.
Un hecho trágico los obliga a abandonar su rudimentario hogar, irremediablemente los hijos más grandes cuestionan su atípica forma de vivir ante la incapacidad de adaptarse a las normas de la sociedad moderna. Son adolescentes que hablan esperanto pero ignoran que Nike es una marca deportiva. No celebran Navidad sino el día de Noam Chomsky, cuánto más conveniente es recordar a un  luchador de los derechos humanos que a un individuo de fantasía como Papá Noel, argumenta el padre. El director y guionista Matt Ross no procura ilustrar un bucólico e idílico plan familiar a lo Ingalls, la tensión deviene en la desarticulación entre los intereses de los mayores y los más chicos. La posibilidad de ir a una universidad sumamente prestigiosa promueve el enfrentamiento, por ejemplo. El cariño del actor Viggo Mortensen por nuestro país es algo conocido por la gran mayoría, es fanático de San Lorenzo, un gesto en la escena final de esta bellísima película lo convierte, definitivamente, en un auténtico ciudadano argentino.
ESTRENOS DEL MES DE OCTUBRE
Dispares propuestas consiguen una tibia respuesta del público:
1.    “Por siempre amigos(Little Men) de Ira Sachs; Estados Unidos y Grecia; comedia dramática.
2.    Las inocentes (Les inocentes) de Anne Fontaine; Francia y Polonia; drama histórico.
3.    “El invierno” de Emiliano Torres; Argentina; drama.
4.    “La lección” (Urok) de Kristina Grozeva y Petar Valchanov; Bulgaria; drama.
5.    “Loca alegría” (La pazza di gioia) de Paolo Virzì; Italia; comedia.
6.    “Miss Peregrine y los niños peculiares” (Miss Peregrine's Home for Peculiar Children) de Tim Burton; Estados Unidos; aventuras.
7.    “La bahía” (Ma Loute) de Bruno Dumont; Francia y Alemania; comedia.
8.    “El contador” (The Accountant) de Gavin O'Connor; Estados Unidos; drama.
9.    “Existir sin vos. Una noche con Charly García” de Alejandro Chomski; Argentina; documental.
10.  “Un hombre perfecto” (Un homme idéal) de Yann Gozlan; Francia; thriller.


MASTER OF NONE
SERIE ESTADOUNIDENSE, NEFTLIX
Aziz Ansari produce, escribe y protagoniza esta lúcida comedia sacando totalmente provecho de su origen indio. El personaje principal se llama Dev, vive en Nueva York y procura conseguir trabajo como actor; es consciente de su indisimulable aspecto perteneciente a una minoría, de su acento singular al pronunciar en inglés y de la debilidad estadounidense por los estereotipos. Es un treintañero inseguro en sus relaciones románticas, entusiasta de las nuevas aplicaciones, un degustador nato. Cada episodio plantea alguna temática particular, más allá de darle continuidad a la historia de Dev y sus amigos. El matrimonio, la paternidad, la fidelidad, el sexismo en la industria televisiva, la historia de los padres inmigrantes son algunos de los principales asuntos que originan agudas conversaciones provistas de humor y crítica.
La segunda temporada se estrena en el 2017, solo diez capítulos de media hora cada uno componen la primera. Master of none es un show televisivo muy popular en Estados Unidos ya que es un producto directo de su mentalidad. A pesar de eso, realmente se disfruta plenamente.


Libros / Reedición de "El Duke"

Por Carlos Marcos y José María Marcos

La reedición de esta obra de Enrique Medina fue realizada por Galerna bajo el cuidado de
Alejandra Tenaglia. En el prólogo, a cargo de Carlos y José María Marcos, puede hallarse la fibra que el libro tensa así como la audacia del autor de Las Tumbas, al delinear ciertos perfiles en plena dictadura militar. Es por ello que compartimos a continuación, el texto completo que anticipa en sutiles filetes, esta dura novela.

PRÓLOGO
Los tíos representan la posibilidad de contar con una visión ampliada de los padres. En 1976, cuando nosotros teníamos apenas 4 y 2 años, la portada de la primera edición de El Duke estuvo a cargo de un tío nuestro: el artista plástico Jesús Marcos (Salamanca, 1938). Radicado en Buenos Aires, Jesús posee una reconocida trayectoria, al igual que su primo Alejandro Marcos (Salamanca, 1937), pintor residente en París, quien a su vez recibió a Enrique Medina cuando sus textos comenzaban a traducirse en Francia. Varias décadas después, dos hermanos Marcos nos cruzamos en el camino de Medina, como admiradores y ávidos lectores de su obra. Se sabe que el viento distribuye las barajas, y esta vez, nos entregó una carta brava con la figura del mítico Duke, entre reyes, caballos y sotas. Hicimos lo posible para estar a la altura de la partida al prologar esta nueva edición, en honor a esta triada: Jesús, Alejandro y, si acepta este título, el tío Enrique. Todos han sido y son nuestros referentes.

El rostro de la violencia
Enrique Medina es uno de los autores imprescindibles para mirar el rostro inasible de la violencia. Constructor de historias con vísceras que muchos escritores de su tiempo desecharon, supo conmocionar al universo literario en 1972 con la publicación de la novela Las tumbas, que describe la crueldad y la opresión dentro de los institutos de menores en Argentina.
Desde aquel entonces, el autor se ocupó de buscar palabras para nombrar los pesares de las mujeres y los hombres olvidados, muchos de los cuales integran un engranaje que los mantiene vivos a costa de que no intenten hacer algo diferente de lo que se espera de las bestias de carga.
El Duke es parte de este linaje y se publicó en 1976 cuando ya estaba en marcha la más sangrienta dictadura argentina. Descripción del clima de una época y de un accionar que el Estado transformaría en método, fue prohibida por el gobierno militar el 27 de diciembre de 1976 y recién regresó a la calle con la restauración de la democracia.
En la reedición de 1984, Geno Díaz (1926-1986) ubicó al autor entre lo más significativo de la literatura testimonial latinoamericana y señaló: “Fueron diez años de ignominia. Muchos habrán de escribir sobre todo eso. Lo grotesco y lo espantoso. Pero Enrique Medina, en el centro del vórtice lúgubre, publicó El Duke. Dijo su palabra en carne viva en plena dictadura. Cuando el precio a osadías tales podía ser la tortura o la muerte. Hacía falta tener mucho valor. Y Medina lo tuvo”. Hoy, con un pasado que nos apunta con dedos amenazantes y uñas llenas de tierra, esta historia nos sigue permitiendo espiar en el estómago de un gigante que devora seres humanos y vomita criminales.

Los destinos astillados
Con multiplicidad de recursos, Medina recrea las desventuras de un boxeador retirado, que se gana la vida torturando y asesinando. Nacido en una villa, alguna vez acarició la gloria, fue tapa de revistas y se sintió campeón, aunque una mala noche lo dejó afuera del ring-side y se convirtió en matón. Habiendo alcanzado el punto de no retorno, no le quedó otra que vivir en guardia y salir adelante a base de ganchos, cross y jabs, aliviando su conciencia con un poco de whisky.
Novela donde el cuerpo se manifiesta con su voracidad sexual, sus exudaciones, la descomposición, el hambre, el dolor, la fragilidad, El Duke muestra cómo se gesta un monstruo con la complicidad del poder, que simultáneamente crea a los aldeanos que saldrán con antorchas a restituir un orden que sólo genera injusticias y nuevos horrores.
El boxeador evita opinar. La vida es un viaje. La muerte, el regreso. Sabe que para huir debe correr y tratar de que no lo atrapen. Si algo se le interpone en su camino, usará los puños o un arma si tiene a mano. Como perro de la calle, encontrará comprensión en las bestezuelas que viven entre penumbras, en alguna maldita ratita que pueda prestarle su oído durante una larga agonía.

Por ciertas descripciones, se nota que el narrador de la novela siente misericordia hacia el Duke, sus cómplices, los asesinos, la gente de la calle, de la villa, los golpeadores, la mafia, las prostitutas, los desesperados, los bárbaros, la gente rota, los destinos astillados. Esto no le dificultó tener la impiedad necesaria para componer este gran libro, concebido con la brutalidad, el desconcierto y la misma belleza con que somos arrojados a la vida.


Novelando casos - Ser una

Por Carina Sicardi / Psicóloga

La vida nos presenta permanentemente la oportunidad de decidir, lo que sea, desde el detalle más pequeño a las instancias que cambiarán para siempre el camino que hasta ese momento recorrimos.
Después de once años de trabajo en el SAMCo de Chañar Ladeado, con muchas vivencias y hermosa gente que conocí y por la que guardo un cariño inmenso, decidí tomar el cargo que por concurso ganado, se me otorgaba en dos de las salitas asistenciales de Firmat. Gran experiencia. Ese viernes, con el dolor que generan las despedidas, saludé a mis compañeros y casi sin mirar atrás, el auto avanzaba alejándome del lugar que hasta ese instante era “mío”, y ya no.
En una de esas salas, una mañana de invierno, esperaba Perla su turno, prolija y celosamente guardado por María, la secretaria. Cuando llegué (tarde, como siempre), Perla levantó la mirada y me sonrió de un modo estereotipado, como quien sabe que es parte de ser bien educado, mostrar ese gentil gesto en señal de saludo.
Así nos conocimos. Perla tenía una hermana gemela, Mónica; eran extremadamente parecidas físicamente. Hija de padres mayores, por lo cual los 28 años la encontraron cuidando a su madre “que ya es grande y me necesita”; también a su abuela materna. Su padre había fallecido siendo ella pequeña.
Vale aclarar que debo pensar y obligarme a escribir en forma individual y no de a dos la historia de Perla, ya que en su discurso parecía no distinguirse el límite entre una y otra. Así transitaban la vida, dos o nada.
Costó que Perla fuera ella y no “la melli”, costó que pudiera enfrentar cada día intentando ser una, mirarse en el espejo y reconocerse no siendo tan solo una mitad, que era como se percibía. Como si cada una hubiese tomado una potencialidad y le hubiese regalado la mitad a la otra. Entonces, sólo se podía restar: la mitad de inteligente, de bella, de seductora, de imaginativa, de aceptada. Casi nada se podía sin la otra parte, hasta ese día en que, sin Mónica, estaba esperando su turno para comenzar terapia, para intentar encontrar su identidad.
No fue poca la culpa que la decisión le generó. ¿Cómo salir de esa dualidad sin sentir que la piel nueva duele si se expone al sol por primera vez? ¿Cómo permitirse ser feliz si su hermana seguía en la oscuridad de la cueva?
Infinidad de cuestionamientos iban develando verdades guardadas en el baúl de los recuerdos familiares, cuyas llaves poseía su mamá. Esa mamá que las necesitaba como dos mitades, que haría que nunca se fueran de su lado porque debían cuidarla, tal como era su deber… Si así no lo entendían, unos golpes certeros, físicos y psíquicos, se lo recordarían a diario.
Invisibles para el mundo exterior. Un sistema escolar que ni siquiera las veía, con o sin problemas intelectuales. Ni el bajo rendimiento hizo que alguien detuviera la mirada en ese mundo que cada vez más, se resguardaba de a dos. Salir de allí, ¿para qué?
Pero Perla se animó. Poco a poco, con el miedo y el dolor que le provocaba ser ella misma, un día se descubrió soñando con una carrera universitaria. Y con eso, la posibilidad de conocer gente nueva. También logró vivir sola. Ella, en quien nadie apostó nunca, logró apostar por ella misma. Hechas de nueve lunas y sin ninguna luna…

A veces la culpa hace que mire hacia atrás, con la esperanza de ver a su hermana dejando el pasado. Pero enseguida recuerda lo que le costó el despegue y sigue, pese a todo, sigue. Descubriendo el mundo y su mundo, tan hostil en el adentro como fuera. Es que, empezó a mirarse, aunque aun no haya dado con esa otra mirada que decida detenerse en ella.

Antro musical - Virus

EN EUROPA NO SE CONSIGUE


Por Nico Raterbach
Rebobinemos. Esta columna surgió con el fin de desentrañar la muerte de nuestro rock. La autopsia de un cadáver, que goza de buena salud. Estas son necrológicas de una historia rica en personajes y canciones. Y como el año, la columna agoniza. En Virus, la banda de los hermanos Moura, gastamos las últimas balas en la originalidad y genialidad que tuvo el Rock Nacional. Nacieron en la cuna de oro del rock argento, la Plata, en el 80. Compartieron con Sumo una peculiaridad, le bastaron pocos años para dejar un puñado de discos con canciones geniales. Cuando los escenarios estaban poblados (salvo excepciones del under) de grupos que jugaban a demostrar que la música era para iluminados, virtuosos y acólitos de la dictadura, Virus propuso rock bailable, crítico y escénicamente impactante. Esto les acarreó al inicio, ingratitudes y naranjazos de un público al que le costaba asumir que el mundo cambiaba. Con Virus el new wave inglés que luego deslumbraría a obsecuentes de lo extranjero, nacía en Argentina antes que en Londres. Es arriesgado decirlo, pero tal vez, ellos fueron los primeros en crear un género. Época de las grandes disqueras; al igual que ahora, la independencia de las bandas no existía, sólo grababan aquellas bendecidas con ciertos talentos. Y vaya si  Virus los tenía. WaduWadu, su disco debut, se transformó en álbum de culto para un grupo de consumidores elitistas de rock nacional. La puesta en escena, con Federico Moura y las sutilezas de sus letras al frente, era la esencia de la banda, una imagen original, naif, que se imponía y destacaba entre los congéneres de esa era. Para el 82, ya sonaban bastante. Un detalle destacable para un grupo que fue cuestionado por la banalidad de su música: se negaron a tocar en el festival de la solidaridad Latinoamericana organizado por Galtieri. Los Moura, tenían (y tienen) un hermano desaparecido. Párrafo aparte, avergüenza leer los nombres de los que sí participaron y aun le cantan a la libertad. La presencia de un líder carismático como Federico, con su sensualidad ambigua, su discreta lejanía con el público, su montaje escénico perfecto, garantizaba un magnetismo paradójico. Él logró imponerse sin hacerlo, y escapar de la atracción gravitacional de una banda que sonaba perfecta sin cantante y aún mejor con su voz. Teclados creando colchones que hipnotizan, arreglos geniales, guitarras que desubican al oyente por su extemporaneidad, un resumen muy amarrete de lo que Virus fue. Parecería que la banda hubiera hecho un pacto con el diablo, algo usual en el ambiente. Lanzaron un disco por año, todos exitosos, hasta el 87, cuando Federico muere de SIDA. En un par de años el rock nacional había tenido más mártires de los necesarios, y la muerte de Moura, un año después de la de Luca, fue muy significativa. Hasta el hartazgo, podemos repetir el mantra de las cosas no creadas que perdimos con cada muerte y lamentarnos infinitamente. La banda continuó con Julio en voz, manteniendo la esencia, pero con una muy pesada carga de reemplazar lo irreemplazable, de vivir de añoranzas en un constante homenaje. Ningún grupo, creo, puede sobrevivir una pérdida de esta magnitud. Así, grabaron algunos discos más y volvieron a escena con más ojos en la taquilla que en el talento, con reuniones post mortem y algunos shows. Virus, la banda que introdujo mucho al rock nacional, merece ser oída. En sus canciones se oye sutilmente parte de ese latido de lo que alguna vez fue, el maravilloso rock argento. Van 3:
“Cantante Farsante” (WaduWadu-1980)
“Amor descartable” – (Relax-1984)
“Tomo lo que encuentro” (Locura-1985)


El cómo del qué - La congorosa y la acidez gástrica

Por Romina Bianchini / Farmacéutica – Dra. en Cs. Químicas
  
La congorosa es una planta originaria de América del Sur que crece en climas subtropicales o templados, y puede llegar hasta los cinco metros de altura. Es conocida también como concorosa, molle espinoso o maiteno.
Para aprovechar sus propiedades medicinales se utilizan la corteza, las hojas y las raíces. Puede ser empleada como diurética, antiséptica, bactericida y analgésica. Sin embargo, lo más destacado de esta planta es su poderoso efecto antiácido. Su extracto acuoso es capaz de  neutralizar efectivamente los ácidos gástricos, debido a ello las hojas de esta planta se utilizan con mucho éxito para el tratamiento de la gastritis y de la úlcera gástrica. Ayuda a regular la producción de ácido clorhídrico por el estómago, siendo muy útil para el tratamiento de úlceras de origen nervioso, presentando también actividad cicatrizante en el caso de úlceras estomacales.
Las hojas de congorosa han sido utilizadas desde hace siglos por las poblaciones indígenas adicionándolas a la yerba mate. Antiguamente era común que la yerba contuviera entre 10 y 15 % de hojas de congorosa, lo cual ayudaba a evitar la acidez y gastritis que el mate provocaba en algunas personas. Sin embargo, tiempo después, a pesar del positivo efecto terapéutico que ello significaba, esto comenzó a considerarse una “adulteración” de la yerba mate. Por lo que actualmente la yerba ya no contiene hojas de congorosa.
Además, las hojas de esta planta actúan como calmante, especialmente cuando los dolores tienen su origen en úlceras gástricas, de garganta, o en las encías. En estos últimos dos casos se utiliza en forma de buches.
Es usada también como depurativo, especialmente en personas que están dejando o dejaron el alcohol o el tabaco, puesto que la congorosa ayuda a eliminar los residuos resultantes de su consumo. Se emplea también para reducir la frecuencia de los calambres y para tratar problemas bronquiales, asma y bronquitis.
En algunas mujeres las infusiones de congorosa pueden reducir la fertilidad. Dicho efecto ha sido empleado como método anticonceptivo, sin embargo esta disminución no es total y en la actualidad se dispone de métodos mucho más efectivos y seguros. También es importante destacar que este efecto desaparece en cuanto se suspende la utilización de la planta.

Modo de empleo
Las hojas y el tallo de esta planta pueden ser preparados en cocimiento, infusión, o bien pueden ser agregados al mate en casos de enfermedades gastrointestinales como úlceras sangrantes, dolor de estómago, de intestino y cólicos. También resulta beneficiosa en casos de hipertensión arterial, dolores articulares, para desintoxicar, para facilitar la salivación y para el alivio del asma. Por su parte la raíz en cocimiento se recomienda como diurético.
La infusión de las hojas aplicadas externamente se ha utilizado con muy buen resultado como cicatrizante y antiséptico, en especial en casos de acné y eczemas.
En forma de emplasto también se recomienda en casos de cáncer de piel.

Precauciones y advertencias
Su uso no está recomendado en niños, mujeres embarazadas, o en etapa de lactancia. Tampoco se recomienda su uso en aquellas mujeres que estén planeando concebir un hijo. De todas formas, siempre se recomienda consultar al médico y/o farmacéutico antes de comenzar a utilizarla.    


Centro de Cuidado Infantil

YA FUNCIONANDO



El viernes 28 de octubre se inauguró en Chabás un Centro de Cuidado Infantil, tal como hay en otra treintena de localidades a lo largo de toda la provincia de Santa Fe, pero siendo el primero del departamento Caseros. Se trata de una apuesta para dar contención a niños de entre 0 y 4 años, cuyos padres deben salir a trabajar, brindándoles un ambiente adecuado y sin ningún costo, ya que son gratuitos. De un cupo de 40, ya hay 38 anotados que realizan su periodo de adaptación. Visitamos el lugar.

Por Alejandra Tenaglia

INAUGURACIÓN
En el predio del Parque Centenario, lindero al Albergue Comunal “Eduardo Domínguez” donde funciona el Centro de Cuidado Infantil (CCI), se realizó el 28 de octubre a las 15 hs, la inauguración oficial de esta propuesta que el gobierno de la provincia de Santa Fe viene concretando en distintas localidades de la provincia, y que, gestionada desde el gabinete comunal que preside Lucas Lesgart, es también ahora una realidad en Chabás.
En su discurso el Presidente Comunal recalcó que esta gestión era uno de los proyectos al que refirieron en época de campaña, dada la necesidad que habían detectado, de un espacio destinado a cuidar a niños pequeños mientras sus padres salían a trabajar, tratándose de casos en los cuales no podían afrontar el costo de un maternal o de atención particular.
El acto contó con la presencia del Ministro de Trabajo y Seguridad Social de la provincia Julio Genesini, del Secretario de Trabajo Decente Juan Cruz Giménez, del diputado provincial Gabriel Real (Partido Demócrata Progresista), además de autoridades comunales, docentes y alumnos de las escuelas, así como familias usuarias del Centro, que ya por la mañana había comenzado a funcionar.

EL CCI
Convenio
A lo largo de la provincia de Santa Fe existen una treintena de estos Centros, siendo el de Chabás el primero del Departamento Caseros.
Visitamos el lugar en pleno funcionamiento, hablamos con las docentes y consultamos al Presidente Comunal Lucas Lesgart y a la Trabajadora Social que se encuentra en el área de Promoción Social y Trabajo de la Comuna, Belén Daró.
Así pudimos saber que el Centro de Cuidado Infantil surgió mediante un convenio firmado entre el Presidente Comunal, el Ministerio de Trabajo de la Provincia y el Director provincial de Trabajo Decente. Dicho convenio es un acuerdo mediante el cual, el Ministerio de Trabajo asumió el compromiso de aportar partidas para alimentos y sueldos. La Comuna aporta el inmueble, costo de servicios, seguros, se hizo cargo de la remodelación del espacio y de comprar lo necesario para que se lleven a cabo las actividades (mobiliario, cunas, etc.).
Personal
El personal a cargo del CCI son 4 docentes: Marilina Menna, María Belén Martínez, Cintia Santillán y se incorporará Julieta Cotognini.
Además, cuatro mamas cuidadoras: Marcela González, Catalina Acuña, Evelyn Aguirre y Celeste Flores, quienes se encargan de la preparación de alimentos, limpieza del establecimiento, como también de colaborar con el cambio de pañales.
Periodo de adaptación
El periodo de adaptación está previsto que dure un mes aproximadamente, pero eso, como nos explicó la docente Belén Martínez, depende del grupo, de las necesidades de los pequeños y de cómo van transitando ese periodo.
Al momento de mi visita (4 de noviembre) hacía una semana que habían comenzado a trabajar, y ya los niños se quedaban solos, con algunas mamás esperando afuera de la sala 1.15 hs, que es el tiempo que allí permanecen durante la adaptación.
Horario de funcionamiento
Cuando el periodo de adaptación se dé por concluido, el horario de funcionamiento del CCI será de 8 a 12.15 hs. Y la idea es que tenga continuidad, esto es, que no se cierre en ningún momento del año ya que el motivo por el cual se origina el CCI, es una necesidad que no se extingue en el año. Lo que sí, tendrán, según pudimos saber, es un periodo vacacional mínimo.
¿Cuándo se puede ingresar?
Los niños pueden inscribirse e ingresar en cualquier momento del año, esto es, cuando sus adultos a cargo estén necesitando que concurran al establecimiento, dado que el fin del CCI es permitir que los padres puedan cumplir sus jornadas de trabajo con la tranquilidad de que sus hijos queden en un lugar seguro, con los cuidados adecuados que garantizan su correcta alimentación, higiene, salud, formación y estimulación acorde a su edad.
Inscripción
Para inscribir o asesorarse, hay que dirigirse a la oficina de Promoción Social y Trabajo de la Comuna (Rosario casi Lavalle).
Ni la inscripción ni la asistencia al CCI tiene costo alguno.
Requisitos
En cuanto a los niños, sólo hay que presentar DNI y carnet de vacunación. En cuanto a los padres, inicialmente deben ser aquellos que necesiten cumplir con la jornada laboral y no tengan la capacidad de afrontar el costo de un maternal privado para dejar a sus hijos mientras cumplen con estos trabajos.
Talleres
Además de la tarea central, que consiste en el cuidado adecuado de los niños, se prevé la realización de talleres con los padres, donde se trabajarán límites, entre otros temas, así como el control nutricional y odontológico.
También, según nos comentaron, se ha acercado gente para colaborar en forma desinteresada, por lo que se irán implementando actividades a lo largo del tiempo.

COMENTARIO FINAL
El establecimiento es confortable, bello el espacio en el cual ha sido emplazado (el Parque Centenario) y necesaria su existencia, lo que se deduce simplemente del haber cubierto casi completamente el cupo, desde su misma apertura.
Ojalá los chabasenses sepamos cuidarlo. Los padres, valorarlo. Y la Comuna articularlo con otras iniciativas encaminadas a que, quienes aún no tienen trabajo o lo tienen de manera discontinua o informal, puedan aprovechar esta oportunidad para formarse o acceder a opciones más sólidas.
La existencia de una Dirección Provincial llamada de “Trabajo Decente”, con la cual, según narró Lesgart, se firmó el convenio para la instalación del CCI en Chabás, deja en claro que se trata de cuestiones interconectadas y dependientes. Esa teoría que lo prevé en nominaciones e instituciones, es la que hay que poder hacer carne en cada hogar. 


De reojo - Yo, héroe

Por Sebastián Muape / sebasmuape@gmail.com
  
Soy chico, soy niño, soy nene, soy pibe, pibito. Soy dulce, soy tierno, soy hijo, hermanito. Soy salita de colores, salitas de las blancas; soy sábanas, peluche, pólar y algodón. Soy los labios rojos de mamá, los brazos peludos de papá. Soy semilla, mejilla, arrumaco, soy vida. Soy planeta, galaxia, cometa, asteroide. Soy cuentos, dibujitos, hamacas y pelotero. Soy el viejito, la boina del viejito y las palomas, soy las miguitas. Soy la play y el sonajero. Soy un castillo entero. Soy helado, tobogán y arenero. Soy el sol, la nieve, soy nube y aguacero. Soy un grillo, alguacil, mariposa y gorrión. Soy bichito, torcaza, gallo y león. Soy un león. Soy todos los leones. Soy los tiburones, todos los tiburones. Soy los océanos, el deshielo, soy represa, soy la playa tibia y el río enojado y saltarín de las pendientes. Soy los pies de los veraneantes, soy un bosque virgen, soy un caminante. Soy lo que quiero, soy eso. Soy Batman, Thor, soy Goku, soy el hombre de acero, el nene de acero. Soy Chicho, soy Stéfano, soy el mismo; el de acero. Soy el que tiene huevos. Soy dios, el dios valedero, el que pisa, el que mira, el que llora. Soy el dios que siente, el que sonríe, el que abraza, el que lucha, el valiente. Soy un guerrero, tengo espada, adarga, cimitarra, escudo y caballo negro. Tengo caballo compañero, soy un conquistador de almas, el pirata de tus veleros, el invasor risueño de tus sueños, un ocupa de tus pensamientos. Si me mirás, sonreíme. Nada de reflexivos ni serios. Subite a mi risa, volá en mi flequillo, nadá en mis oyuelos. Si venís, descansá en mi pecho, trepá por mi cuello y dormí en mi pelo. Abrime la ventana que soy el viento. Yo te muestro el nido de mi amigo, el cóndor. Yo soy ave de montaña, soy cría de águila, soy la estrella fugaz que parte el cielo. Soy agua pura, soy agua helada, soy agua de mil glaciares, soy agua antigua; eso. Soy indispensable. Soy los tres deseos, un millón de deseos. Yo soy tus deseos, bailo en tus oraciones, duermo en tus rezos. Soy rocío en la madrugada, soy el último bondi, carambola a tres bandas, soy el lento esperado, soy el ancho de espadas. Yo te abrazo, te creo, te elevo, te sublevo, te traigo y te llevo. Te beso, te abrigo, te tengo, te libero. Subime el volumen que soy el tango, cantame de pie que soy el himno, tarareame; canción de cuna, canción de cuna en silencios. Soy las brasas de tu hogar, soy la manta en ventisqueros, soy ocaso en el palmar, soy un poema verdadero. Soy una copa de tinto, soy un maestro severo, soy la borra de tu taza, el pan tibio y el invierno. Soy las circunstancias, el ida y vuelta, el traqueteo. Soy el 10 del equipo, yo la paro y juego. Llevo la cinta, la magia, el banderín y el trofeo. Yo soy el trofeo, todos los trofeos. Yo soy el podio, la bandera a cuadros, donde mueren los lamentos. Soy mis amigos de las redes y todos sus besos. Soy 18.500. Soy el centro de mesa, el vals, soy el escenario pintoresco. Soy un teatro itinerante, una calesita de barrio, un carnaval de club, de los de antaño. Soy el aro encendido, soy el equilibrista primero. Soy el mago y el conejo. Soy un domador de recuerdos. Llevo una flor en mi ojal, me paro bajo el farol, soy un guapo ancestral, soy un laburante de puerto. Soy un brote natural, soy el vientre y soy el pecho, soy el polen de papá, soy la almohada y soy el lecho. Soy una mirada universal, soy la sonrisa vital y la ofrenda terrenal. Yo soy Chicho Grosso, el gigante pequeño; yo regalo valor.