Bienvenidos al Nº 8

Esta edición correspondiente al mes de octubre, salió a la calle hace casi un mes con 24 páginas, es decir, 8 páginas más. Esperamos que puedan disfrutarlas tanto, como nosotros lo hacemos al armarlas.
Este fin de semana ya estará saliendo a la calle la edición Nº 9, es decir, la correspondiente a Noviembre.
Abrazo para todos.
Los esperamos siempre.

Contratapa


Ma, mamá, mamita, gracias por la vida*

Por Alejandra Tenaglia

Portadoras de respuestas, dadoras de vida, fuentes incansables de preguntas, creadoras de sentidos, autoras de frases inconfundibles, llegando siempre un poco más allá de sus fuerzas y abriendo caminos sin más herramientas que su amor infinito; aquí están, ellas son, inefables y únicas: las mamás.

¿A dónde vas?... Llevá abrigo… ¿Con quién?... Volvé temprano… ¿A qué?... Siempre soy la última en enterarme… ¿No?... Vení acá que te estoy hablando… ¿Estás comiendo sano?... Ya vas a tener hijos y me vas a entender… ¿¡Estás comiendo!?... Así estás bien… ¡No le hagas caso!... Lo digo yo que soy tu madre… ¿Quién va a saber más que yo?... A mí no me cuesta nada… ¿Por qué siempre después-después-después?... Dejá… ¿Así no es mejor?... En dos minutos lo hago… ¿Lo caliento un poquito?... Mirame a la cara cuando te hablo. ¡¿QUIÉN dijo eso?! Para saber… ¿Quién?-¿Quién?-¿Quién?... Me va a escuchar, cuando lo encuentre, vas a ver… ¡Ni se te ocurra!... Andá a tu cuarto. ¡Despacio! Yo sé lo que hago… ¡Apagá las luces, por favor!... Mirá cómo dejaste el piso… ¿Podés bajar un poquito la música?... Cortá el césped… ¿Me harías un mandado?... No tires las cosas en cualquier lado... ¿Querés que te lo alcance?... Ya mismo si querés… ¿Te puedo ayudar?... Como vos quieras… ¿Necesitás algo?... Explicame... ¿Cargosa por qué?... Hice el postre que te gusta… ¿Cómo estás?... Compré lo que me pediste… ¿Cómo te sentís?... Me contó un pajarito… ¿Es cierto?... Mirá vos… ¿Desde cuándo…? Tu madre que reviente… ¿Te trata bien?... Ni para sustos se gana… ¿A qué se dedica?... No grites que no soy sorda… ¿Y si se quedan en casa?... Cerrá la puerta de la heladera. ¿Acá quién los va a molestar?... Ordená tus cosas. ¿Y si le hablo yo?...  Nadie te tocó nada. ¿Querés que le diga a tu padre…? No me contestes… ¡Sos chica todavía!... Un poquito aunque sea… ¿Ves?... Sos hermosa cuando sonreís… ¿Llorando qué ganás?… Pavota… ¿Tenés ropa para lavar?... Andá, andá… ¿Qué hago de comer?... Nadie me ayuda en esta casa... ¡No soy sirvienta de nadie!... Cuando seas grande me vas a dar la razón… ¿Así vas a salir a la calle?... Esperá que te acomodo el cuello… ¡Te va a ir bien!… Caminá bien derecha, no tengas vergüenza de ser alta… ¡Peinate!... Suerte… ¡Vos podés!... Llamame... ¡¿Oíste?!... Por mí no te preocupes… ¡Yo me arreglo!… Cuidate. ¡Divertite! No es para vos… ¡Basta!... Yo sé lo que te digo… ¡Disfrutá! Decile que sí… ¡Haceme caso!... Le digo yo… ¡Qué cara che…! No sé, decime vos… ¿Nena, me queda bien esto?... Yo decía…. ¡Ya sé que ya no sos una nena!... Todo pasa… ¡Para mí sos mi nena! Tranquila… ¿Nunca te conté…? A mí también… ¿Pero por qué?... A todos alguna vez… ¿Qué es lo que te pasa?... El que dice que no, miente. ¿Qué querés hacer?... Si a vos te parece… ¡Lo que sea!... Contame que soy tu madre... ¡Ni en broma lo digas!... Perdoname… ¿Metida?... Yo pensé que… ¿Y si probás…? Andá a descansar, mirá los ojos que tenés… ¿Hablo yo o pasa un tren?... No seas así… ¿A dónde te llevó?... No me grites… ¿Quién más había?... Sí, ya sé… ¿A qué hora te llamo?... Ya pasó… ¿No entendés cuando te hablo?... No fue nada... ¿Sabés cuánto te quiero?... Ni me acuerdo... ¿No es mucho?... Hay cosas más importantes. ¿Te pensás que no me di cuenta?... Vos sos lo único importante… ¡Ojo!... Escuchá lo que te digo… ¡Ojito!... El camino es difícil… ¿Querés que te acompañe?... Te puedo llevar… ¿Tenés miedo?... Mientras yo viva… ¿Así está bien?... Siempre voy a estar… ¿Querés más?... Siempre-siempre-siempre voy a estar… ¿Llegaste bien?... Aun cuando no esté…


*A todas las mamás, en su día.

Antes del cierre


Muestra pictórica

Biblioteca Popular Chabás

El domingo 26 de septiembre a las 19 hs se inauguró en la sede de Biblioteca Popular Chabás la muestra pictórica de los expositores Luis Alberto Jaime y Fabrizio Tirante.
Jaime nació en Rosario el 20 de abril de 1942 y se graduó como Maestro en Artes Visuales en la Escuela Provincial de Artes Visuales de Rosario.
Tirante nació el 10 de septiembre en Voghera, Italia y se graduó como Odontólogo en la anteriormente llamada Universidad Nacional de del Litoral, hoy Universidad Nacional de Rosario.
Habiéndose conocido en el Colegio Dante Alighieri y compartido no sólo el curso sino también el banco, estos amigos se reencontraron muchos años después. Fue entonces cuando Luis Alberto Jaime, que se había dedicado al estudio y práctica del arte pictórico, se convirtió en maestro de su ex compañero de secundario. Hoy, juntos, realizan muestras cada vez que se les presenta la oportunidad de exponer aquello que hacen.


En el estadio


Por Enrique Medina
Ya dentro del estadio, Ballena-Gris pregunta: ¿por dónde entran los barrabravas? Virulón, que siempre se las sabe todas, le indica el Oeste. Entonces vayamos al Este, responde bromista. Y nos sentamos cómodos porque nos hemos adelantado al resto de la gilada. Ricardo, destapa las gaseosas. Y Virulón, grandote y bailarín como Virulazo a quien debe el apodo, nos cuenta su última gira en el espectáculo que produce junto a una pareja de cómicos nuevos que ninguno de nosotros conoce y a los que él les augura un futuro exitoso.
-        Son tan buenos que los dos hasta estudian derecho…
-        ¡Para cuando derecho vayan en cana!... Ja…
-        No. Para nada. Pero sí se meten mucho en política, como el radical, ¿cómo se llama?..., ese.  Y el Beto Brandoni y la Roy y tantos… Ni hablar de Evita. Bué, los actores siempre anduvieron en política. Y es normal. Al fin y al cabo se mueven para hacer el bien, para ayudar a la gente purificándole el alma y aliviándoles el corazón. Ni hablar de Hugo del Carril, ni de Discépolo. Si hasta Parravicini fue concejal. Como Don Atilio. ¿Saben quién fue Don Atilio?... Qué van a saber ustedes. Nadie sabe, ni Don Anselmo Marini ni la barra de fanáticos que sigue su audición de tangos que es una delicia. Yo le mandé una carta para que hiciera una encuesta entre los oyentes y preguntara quién fue Don Atilio y qué es El Mate Amargo. Ni me dio bolainas. Insistí  mandando una cerificada por si la anterior se había perdido. Y de paso le escribí que su secretaria, una tal Paulita Divina, dice “contestor” y debe decir contestador automático. Seguramente, como ellos están en el noveno piso y los ascensores casi nunca andan, la carta pudo haberse agotado en los escalones y por eso no llegó hasta el noveno… ¿Qué?... No, no es ser irrespetuoso, incluso en la carta especifiqué que hacía la corrección con respeto y buenísima onda. Pero, claro… Sí, tenés razón, cada vez somos más ignorantes, más brutos y encima nos enorgullecemos de serlo. Ni hablar de las publicidades ni de los zócalos de la televisión donde a las faltas ortográficas suman una pésima sintaxis y una falta de concisión asombrosa de tan chocante y elemental… Sí, tenés razón: ¡es una barbaridad, mi viejo!... Mirá que resaltar “holgadez” como si fuera una piolada en lugar de holgura, es una barbaridad… Si hasta los locutores más famosos dicen “serviría” en lugar de sirviera, “habrían” en lugar de hubieran…

Y Virulón, dale que dale, continúa en la suya sin parar, como un impertérrito y escéptico remendador de inexactitudes legales. Ricardo, que aún consigue sacar del bolsillo los cigarrillos prendidos, está en otra, y fuma y fuma como en el tango, mirando la nada que le llena el vacío del alma al sentirse abandonado por un amor que nunca pudo ser y que él construyó, vanidosamente, sin plan B ni redes de contención. Para sacarlo del dolor clavado en el pecho aventuro un resultado en el partido que veremos. Me mira como se mira al sepulturero que nos deberá enterrar y me recrimina:
-Me importa un carajo el fútbol, un carajo…
-¿Entonces qué hacés acá?
-¿Qué decís?... ¡Es cosa tuya!... Me habré caído de otro cuento. Qué sé yo… Últimamente estás confundiendo mucho tus historias... Seguramente soy un personaje que se te ha escapado de otro texto. Y vos tenés tan atribulada la razón que ya no sabés a quién das y a quién quitás con tal de quedarte con lo mejor del relato. Sos muy arbitrario. Así es fácil escribir. ¿Por qué me cargás a mí tus rollos y derrotas?…

      Escapo hacia adelante concentrándome en la hipálage del ambiente donde las gradas del estadio festejan la aparición de los jugadores. Lo miro a Virulón ya metido en el barullo del estruendo y le pregunto: ¿Quién es Don Atilio?, sabiendo que no puede escucharme y que es una pregunta fuera de clima, así que me concentro y miro a los jugadores entrando a la cancha y me pongo de pie y aplaudo y abro la boca para gritar. Y grito gritando tripas y sangre… Grito y grito, sin darme cuenta de que estoy sin voz, ni vos.

Directo al corazón


Constructores*

Por Alejandra Tenaglia

Los centros de estudios de todos los niveles, además de formar la voluntad, alimentar el espíritu, proporcionar conocimientos y estimular los descubrimientos, propician la sociabilidad, generando la oportunidad de relacionarnos con más gente que aquella que nutre nuestro círculo familiar. Es por eso que, no son pocos los casos, en los que estos recintos del saber han sido cunas de amores.
Los protagonistas de esta historia se conocieron en una de las tantas Facultades dependientes de la Universidad Nacional de Rosario. El azar, la casualidad o el destino los unió en un mismo grupo constituido a los fines de elaborar un trabajo, en la cátedra de Análisis Proyectual. Desde ese instante hasta esta primavera de 2010 que ha llegado algo mojada, han pasado quince fornidos años.
En aquel 1995 cursaban el segundo año de Arquitectura. Allí, en el complejo conocido como “ciudad universitaria”, por primera vez, se miraron. Y se presentaron. Y trabajaron juntos. Y desde entonces compartieron noches de estudio, tardes de charlas, mañanas apuradas por cumplir en tiempo y forma con la entrega de maquetas, planos, y corolarios varios. También compartieron sus afectos, esto es: se hicieron amigos de los amigos que cada uno tenía, conocieron padres, hermanos, primos, y hasta las respectivas parejas.
Pero siempre siempre –hoy mirando hacia atrás, lo afirman con claridad-, sintieron una afinidad especial. Y nunca nunca, a pesar de ello, y de tantos momentos importantes convividos, y de tantas fiestas -en las que Baco suele propiciar la negligencia-, hubo una transgresión de ese fuerte vínculo que fueron construyendo, ladrillo sobre ladrillo, año tras año.
El tiempo siguió corriendo con sus mil sucesos. Viajes, idas y vueltas, descubrimientos, amores, mudanzas, afrentas, cansancios, cambios de planes y reincidencias constantes. También llegó el momento en que recibieron el diploma que los definía como arquitectos. Ella por entonces, ya tenía un hijo y había vuelto a su pueblo junto a sus padres, hasta que supo generar un espacio propio donde además instalar su estudio profesional. Él comenzó a trabajar en esa ciudad que mora a la vera de un río.  
Hubo lapsos en blanco, sin noticias ni visitas, en los que simplemente las circunstancias los distanciaban, con esa naturalidad que tiene la vida para llevarnos de la mano por bifurcados caminos. Luego, llegaba un comentario, un encuentro inesperado o una reunión de ex facultativos en la que volvían a cruzarse. Siempre con la distancia correcta y límpida de los amigos.
Hasta que un día el caballero llamó a nuestra dama para avisarle que iría a su pueblo, a su casa, a visitarla. Habitual viajero, la ayudó a armar las valijas con las que ella iría de excursión al sur del país; se convirtió luego en el asador de una reunión en la que no sólo estaba ella sino también sus amigas, que fueron llegando como casi todos los sábados, sin temor a molestar intimidad alguna. Es que hasta entonces él no era más que “un amigo rosarino de la Facultad”. 
Con pasos firmes, la noche avanzó despejando el escenario en el cual, quedando los protagonistas en soledad, se despidieron hasta el día siguiente, sin más… Sin embargo, Morfeo, dios griego del sueño, moraba por otras colinas. Y Eros, preparaba el terreno en el que el acercamiento no se hizo esperar. Ya frente a frente, él confesó su amor y besó a la dama. Y aunque la confusión inicial que implicó el cambio de roles, les provocó hasta temor, cada día ratifican ese instante en el que se animaron a probar, a saber, a sentir qué había al otro lado de la línea que los tenía siempre sujetos a ella y mirando hacia el otro lado, con curiosidad y deseo.
Es el hombre de mi vida, el abrazo del que no me quiero ir nunca más, repite ella. Destaca además su simplicidad, su profundidad, la convicción en sus valores y la habilidad para solucionar problemas mundanos y aquellos que portan más ornamentos. Él suele reprenderla por ser caprichosa y egoísta, pero lo que con más vehemencia señala, es que es su sol de todos los días…
Hoy, como suelen hacer los enamorados, interpretan el pasado, leen sus gestos, devanan hipótesis, hilvanan hechos… Disfrutan de esta primavera que los encuentra tomados de la mano, unidos casi retroactivamente, planificando un futuro juntos, diseñando proyectos; haciendo maquetas, croquis y planos, esta vez, nada más y nada menos, que de sus propias vidas.

* Basado en una historia real cuyos protagonistas han pedido la reserva de sus nombres.

Paisajismo


Como se diseña un jardín

Por Verónica Ojeda - Técnica en Parquización Urbana y Rural

Grande o pequeño, un jardín es el lugar en donde entramos en contacto con la naturaleza.
Para diseñar dicho espacio, deberemos tener en cuenta el emplazamiento, las características del terreno base del lugar, la topografía, etc. Algunas de estas características de podrán ser de utilidad en nuestro proyecto, otras quizás deberán disimularse. Nuestro terreno tendrá una forma rectangular, cuadrada, etc.; una orientación que nos permitirá determinar los momentos de sol y sombra. También serán determinantes los vientos, la existencia o no de medianeras.
Otro factor muy importante a la hora del diseño es la arquitectura de la vivienda, esto dará como resultado un espacio armónico, me pego a las formas o busco un contraste.
En el momento del trazado de las formas del patio puedo adoptar el recorrido de las paredes, un terreno rectangular extremadamente largo puede ser recorrido por formas curvas y dar más dinamismo a la escena.
Con la vegetación se puede cortar la horizontalidad de una fachada, también dar profundidad a un pequeño patio interno y que parezca más amplio, etc.
La parte más interesante la da siempre el cliente que es quien define el uso, para mirar, para jugar, para tomar sol, la pérgola para el asadito y demás costumbres.
Lo ideal es que el patio o jardín cubra muchas necesidades y usos, la versatilidad estará dada por la zonificación, la elección de los solados, el mobiliario elegido,  macetas y demás elementos que formen parte del jardín.
No se olviden, estamos en primavera, hay una planta que nos está esperando….


Más allá del horizonte…

 
Por Carina Sicardi

“Ahí me di cuenta que al universo no le importa qué nos pasa. Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre”. Estas palabras, que, enfrentadas por primera vez, parecen cargadas de negativismo, son sin embargo de Fernando Parrado, un sobreviviente del tan mentado accidente aéreo de los Andes.
Leerlo me remontó a uno de los momentos vividos en un hospital en el que trabajaba. Yo llegaba como casi todos los viernes, después de sesenta kilómetros de un recorrido que, aunque conocido, me despertaba siempre un interrogante diferente, quizás estrategias inconscientes para distraer a la rutina, o mi inagotable imaginación.
Era verano. El gigante muñeco multicolor de la entrada al pueblo invitaba a los famosos y alegres carnavales congregando a la gente de la zona. Alegría, ilusión, espuma, máscaras, carrozas y música que propician el alejamiento de toda tristeza.
El hospital recién despertaba. Olor a café recién hecho, ventanas abiertas recibiendo el aire mañanero que parece menguar los fantasmas de la noche, tan temida en esos ámbitos hospitalarios que, en la oscuridad, parecen más grandes aún. Cambio de guardias, enfermeras y médicos que, pese al cansancio, comparten un momento de compañerismo además de los informes sobre los pacientes.
Después del saludo cotidiano, me dirijo al consultorio, esperando encontrar a mi paciente (siempre llego unos minutos tarde). Sin embargo, una mujer con la mirada fija en la forma que dibujan los viejos mosaicos, ocupaba el asiento del rincón.
Siempre dudo ante estas situaciones. Preguntar si me esperan a mí a veces me parece un acto de egocentrismo, y no hacerlo parece descortesía. En este caso, ella me ahorra toda decisión. Levanta la mirada y me pregunta:
-        ¿Vos sos mamá?
-        Sí -le respondo.
-        ¿Podés decirme entonces cómo puede ser que sigan con la organización del carnaval si mi hijo murió hace quince días?
La misma pausa que pareció eterna en aquel momento, es la que me acompaña hoy cuando lo escribo; no sabía cómo seguir. De hecho, no recuerdo exactamente cómo siguió el episodio, pero sí lo que pensé: la indiferencia del mundo.
“¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?”, sigue Parrado. Cuando el dolor nos agobia se asemeja a esa tremenda imagen de nieve y montañas a 360 grados, sin dirección, sin rumbo, sin objetivos ni estrategias.
“El dolor pierde poder enajenante si adquiere significado en un proyecto”, afirma la psicóloga Lidia Fernández. Es allí donde aparece el otro. Ese otro que quizás no sean todos los de un pueblo entendiendo nuestro dolor y compadeciéndose. Ni un país entero con banderas a media asta, ni gente vestida de negro (¿para qué, si es nuestro mundo solitario el que perdió el color?).
Es ese otro que proyecta con nosotros, que nos acompaña con su silencio, que no nos obliga a comer pero sin embargo nos sigue alimentando, que no dice palabras o frases fabricadas, que nos respeta. “Ámenme un poco menos y respétenme un poco más”, decía el escritor, ensayista y pedagogo argentino Jaime Barylko.
Ese otro que no nos apura pero no nos abandona, que abre la ventana, que detiene la mirada, que no pide explicaciones, que no pregunta…
Hasta que llega ese momento en el cual descubrimos que estamos vivos incluso a pesar de nosotros mismos, que todo es parte de esta historia que seguimos escribiendo, de nuestra historia; que un episodio, aunque marque un antes y un después en nuestras existencias, no es la vida entera, que lo que parecen 360 grados de montañas y nieves, por la redondez de la Tierra, no lo es.
Llegar al horizonte es un imposible, pero intentarlo, nos permite cambiar el paisaje y aprender a disfrutar de él.

  

Baldosa floja


Mujeres y algo más

Carlos es un hombre al que la gente define, por varias cuestiones, como excéntrico. Sin embargo a la hora de expresar sus molestias, parece no distar demasiado de la opinión de sus congéneres, sobre todo cuando refiere a las féminas. Pactamos un nuevo encuentro, que se publicará en la próxima edición.

Por Alejandra Tenaglia

A mí me molesta la gente que te llama mil veces al celular, siempre agregando algo más, y algo más, y algo más. Es como si tuvieran una diarrea verbal, ves el número o el nombre en la pantallita por quinta vez en el día ¡y no lo podés creer! O te acaban de llamar y arrancan con los mensajes, uno, dos, tres… ¡veinticinco!, ¡preguntando pavadas! Y yo, o porque nos relaciona el trabajo o porque es familiar o conocido de tal, trato de ser cortés, moderado, pero me muero de ganas de llamarlos y decirles: ¡Dejame en paaaaaz! ¡Harto me tenés! ¡Hartoooooo! ¡Por qué no aprendés a tocar la guitarra, el piano, la flauta, la tierra de las macetas en vez estar dale que dale con los deditos en ese bendito aparato! ¿Eh, tengo o no tengo razón? Viejo, te vuelven loco… Me hacen acordar a una de las cosas que más me enferma de las mujeres: esa pretensión que tienen de que uno les esté todo el tiempo encima, atento a lo que sienten o necesitan, dispuesto a escalar el Aconcagua en pleno invierno para conseguirles el chocolate nuevo que vieron en la tele, sin un rollo en ningún lugar del cuerpo tengas la edad que tengas, cancheramente vestido, seduciéndolas hasta cuando tomás mate, y encima, guarda con que profesional o laboralmente no seas exitoso o no augures un futuro promisorio, porque ahí nomás te dejan... ¿Vos me entendés lo que te digo? ¿En qué momento trabajás si tenés que cumplir con todo lo otro que esperan de vos? Por eso yo ya aprendí, me dedico a mi trabajo porque es lo primero, me da de comer, me gusta, no me abandona ni me mete los cuernos ni me pide imposibles... Y a las mujeres se los hago saber: lo primero es el laburo; se la bancan, bien; no se la bancan, que busquen otro salame que las apantalle. Mujer-mujer, que realmente valga esas cinco letras, la verdad que no hay muchas. Ahora lo primero que les importa, a todas, pero a todas todas eh, hasta a la menos materialista, es que tengas auto. A pie podés sacar a pasear el perro, de una mina olvidate. Y eso que hay algunas que, te soy sincero y no quiero ofender a nadie pero, ¡no pueden exigir nada! Y no hablo de si es linda o fea, porque eso es muy personal, hay gustos para todos… Me refiero a otra cosa. A mí me puede parecer hermosa una y a mi hermano otra, pero yo creo que a todos los hombres nos molesta por ejemplo que las mujeres no se depilen, que anden con el pelo sucio… el pelo es muy importante, casi te diría que determinante... También me molesta que se metan en el baño cuando estoy yo, así, como si nada… ¡epa nena! Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Que uno haya… bueno… no significa que agarre tanta confianza… Eso y que me desautorice en público, son dos motivos iguales de importantes a la hora de meditar: la tomo en serio o no…
Después hay cosas que me molestan de la gente en general: la hipocresía, la doble moral, esos que resaltan siempre lo negativo y cuestionan todo cuando en su perra vida han hecho nada. Son pesimistas por gusto, no tienen ni un triste argumento de lo que andan pregonando pero hablan y hablan y hablan... Habría que echarlos de todos lados, no darles cabida, que se vayan juntitos a relamerse la ponzoña a una isla lejana, vas a ver cuando se empiecen a morir de hambre como se ponen a hacer algo útil y descubren que la vida es así, uno trata de hacer las cosas bien, pero la perfección, no existe…
También hay cosas que me molestan de los amigos, esas te las cuento después, ahora me tengo que ir. Y gracias eh, debe ser la primera vez que yo hablo más que la mujer que tengo enfrente…   


Fragmentos


Viene el hombre ciego al mundo,
cuartiándolo la esperanza,
y a poco andar ya lo alcanzan
las desgracias a empujones;
¡la pucha, que trae liciones
el tiempo con sus mudanzas!

De: “El Gaucho Martín Fierro”, Cap. II, del escritor argentino José Hernández, nacido el 10 de noviembre e 1834  y fallecido el 21 de octubre de 1886.

Demoliendo mitos


¿Pelos y uñas siguen creciendo después de la muerte?

Tratar este mito es escabroso por el dolor que produce la pérdida de seres queridos, y por el morbo a que puede dar lugar. Por ello nos referiremos a él de un modo simple y breve.
Es completamente falso. Para tal crecimiento se requiere de la actividad de células vivas. Lo que sucede es que, la piel se deshidrata y encoge, la masa corporal va desapareciendo y entonces pelos y uñas quedan más expuestos de lo que lo estaban en vida. Parece que han crecido, pero en realidad se trata sólo de una ilusión óptica.

Postales


Película muda

Por Marcela Rodríguez Zampa
marcelaurarodriguez@hotmail.com

Hace unos minutos el viejo banco de madera estaba solo, durmiendo su siesta al sol. Ahora es el escenario en el que se desarrolla esta historia que no es mi historia, sino la de ellos. Película muda. En colores. Los dos, ella y él, cargan con su adolescencia y su mochila. Ella llora, quizás sobreactuando un poco su angustia. Él enciende un cigarrillo y se acomoda el largo flequillo. Estoy a una cierta distancia. No los oigo. Pero no los oigo porque, además, no están hablando. Todo se desarrolla en una serie de gestos gastados y, hasta cierto punto, convencionales. Están aprendiendo los recursos del melodrama que luego irán perfeccionando en su vida adulta y matrimonial. Él intenta pasar su brazo por sobre los hombros de ella, pero ella, ofendida, reticente, rechaza el abrazo y esconde su cara entre las manos, un poco para subrayar la intensidad del llanto, otro poco para disimular la flagrante falsía de esas lágrimas que no convergen en un llanto; mucho menos, intenso. Y la escena sigue. Avances y retrocesos, vanas súplicas y fingido desprecio. Hasta que llega el beso del final. Real. No como el de las telenovelas. Real. Ese beso es tan real que el guión que estaban actuando queda reducido a un bollo de papel en el fondo del cesto de un libretista frustrado. Sólo queda el viejo banco de madera como testigo mudo de la definitiva reconciliación. El universo recupera su equilibrio y yo vuelvo mi mirada al libro que estaba leyendo.


Estética


MICRODERMOABRASIÓN CON PUNTAS DE DIAMANTE

Por Guadalupe Donés Cosmetóloga

La microdermoabrasión es un peeling mecánico totalmente seguro y controlado, que actúa en distintos niveles de profundidad.
En el gabinete cosmetológico se procede siempre a nivel de epidermis, barriendo el estrato córneo, acelerando así el proceso natural de descamación de la piel.
Por medio de una bomba de vacío la piel será literalmente “aspirada” por una cánula, que en su extremo contiene la punta de diamante. El desplazamiento de esta cánula provocará la exfoliación.
Se lo puede indicar en pieles jóvenes o maduras, con marcado signo de envejecimiento cutáneo.
Puede implementarse solo o combinado con peelings químicos.
Tomando los recaudos necesarios, el peeling mecánico puede realizarse durante todos los meses del año.

Universo danza


Árabe

Por Florencia Abbas

Para poder bailar esta danza se necesita de una mujer con ganas de conectarse mejor con su mundo interno, de aprender a aceptar su cuerpo para amarlo más. Poco a poco, animado por el encanto de la música, el cuerpo revelará en un movimiento  suave de hombros, en un golpe de caderas, en una bella ondulación, un destello de placer que hará que el mundo exterior se diluya, embriagándonos una serenidad absoluta.
Este arte nos da la posibilidad de trabajar los grupos musculares en forma aislada,  prestando atención a uno o a otro, mejorando de este modo nuestra conciencia corporal.
La inmensa variedad rítmica nos permite desarrollar diferentes aspectos o  capacidades. Así, por ejemplo, el solo de percusión hace protagonistas a los movimientos pélvicos y al trabajo abdominal. El taxim a la calidad del movimiento, suave y expresivo en el torso y el rostro. El uso del velo mejora la postura, la coordinación y la fuerza de brazos. El uso del sable favorece el equilibrio y la concentración. El ritmo de saidi nos da la posibilidad de realizar desplazamientos, saltos y giros en una danza llena de fuerza.
Es apropiada y apta para mujeres de todas las edades y de cualquier contextura.
Quizá lo más singular sea que se trabaja desde el interior, de forma que la belleza física nace no como un fin, sino como una consecuencia.

Tendencias


¿MODA = FRIVOLIDAD?
Les propongo adentrarnos en esa pequeña palabra: “moda”, para poder conocer un poco más de ella, sin dejarnos llevar por las connotaciones sociales que muchas veces la definen como frívola.
Para ello debemos comenzar por conocer su significado. El vocablo “moda” viene del francés “mode” y este a su vez viene del latín “modus”, que quiere decir modo o a medida. Pero “la moda” no se limita sólo al significado de la palabra, es mucho más amplia que eso. También se refiere con ella a las tendencias repetitivas, ya sea de ropa, accesorios, tecnología, etc., que marcan o modifican la conducta de una persona. Asimismo podríamos decir que la moda es una elección, realizada en función de criterios de gusto y/o estéticos.
En términos de indumentaria, se refiere a las tendencias de cada época, incluyendo a los géneros (telas) que la gente adopta o toma, para así generar un estilo. De este modo expresa las costumbres de las épocas o lugares específicos. Las tendencias son las mismas en todos lados, pero cada lugar, de acuerdo a sus necesidades o costumbres, las adapta. Por ejemplo, la tendencia de esta temporada esta puesta en un revival de los ‘80, pero sólo tomando la parte marinera de esa época. En cada lugar el diseñador tomará de esa tendencia lo que crea que se va a adaptar al usuario. Algunos pueden optar sólo por los colores de lo marinero; otros por las rayas; y otros ya de manera más literal, quizá los botones, las charreteras, y demás variables.
En resumen, la moda es una tendencia de consumo compuesta de diversos estilos que pueden haber sido influenciados por variados aspectos.
Teniendo en cuenta lo dicho, ¿podemos decir que la moda es frívola o que quien la usa lo es, cuando aunque sea indirectamente todos nos vemos afectados por ella? Sólo podemos elegir lo que alguien ya nos impuso con anterioridad. Quizá a mí no me gusta la moda marinera, pero me gustó ese sweater o ese color, y de esta manera termino participando de la tendencia, aunque no lo desee.
El sistema de la moda nació con las formas de la alta costura y con el consumo exclusivo de las clases poderosas, en el cual no sólo participaban las mujeres sino también los hombres, quienes escogían géneros y avíos (botones y demás detalles) que muchas veces eran de oro y llevaban grabados sus escudos, lo que daba una connotación aun mayor de su poder. Con el prêt-à-porter la producción de la indumentaria se industrializó y, por lo tanto, amplió el espectro de consumo a los sectores medios. Luego, el desarrollo de la indumentaria masiva influyó en la  democratización del sistema, ya que a partir de entonces cualquier persona o grupo podía consumir el modelo en vigencia. Desde entonces, las diferentes tribus urbanas se posicionaron como líderes de tendencia.
Para terminar, podemos afirmar que el fenómeno de la moda se vale de la transformación y vive de los cambios que se generan mediante la incorporación de la novedad. Cada uno adoptará aquello que más refleje su personalidad, haciendo así de las prendas no sólo un atavío frívolo, sino una expresión más de su propio y singular modo de andar por la vida.

Por Vanesa Lujan Miretto
vanem9@hotmail.com

Mercado Inmobiliario Rural




El acceso a bienes inmobiliarios rurales, la evolución de la productividad, la parcelación de la tierra, la baja o suba del valor de los precios de los campos y lo que sucede en otros países, son algunos de los temas a los que refiere en el presente informe Gerardo Raimunda, Asesor Inmobiliario con 29 años de experiencia en la materia.

Referencia empresarial
“Servicios Inmobiliarios Rurales”, cuyos propietarios son Gerardo y Néstor Raimunda, asesora desde 1981 a una amplia cartera de clientes de todo el país, sobre la mejor manera de transformar en rentable las operaciones de compra y venta de campos. Actualmente esta empresa se encuentra fusionada con “Dunod Propiedades” (de la localidad de Rosario), en la prestación de asesoramiento profesional sobre la compraventa de inmuebles rurales con aptitudes agrícolas, ganaderas y agrícolas-ganaderas en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Chaco,  Entre Ríos, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán y otras.

Análisis de un enigma

Por Gerardo Raimunda

Dentro de la permanente obstinación de profesionalizarme, he tomado cursos, charlas con economistas y excelentes colegas; de cada buen profesional he extraído conceptos que me fueron haciendo entender cosas que parecían inentendibles. Uno de los enigmas más grande en el sector era: ¿Por qué cada vez son más pero menos rentables las pequeñas unidades de campos? Siempre traté de inculcarles a mis hijos la toma de conciencia sobre el concepto de  propiedad, que no es otra cosa que valorar lo que uno hereda o compra. Cuando en las generaciones que nos antecedieron existía algún “líder” o “iluminado” que ayudado por una Ley Agraria, podía comprar o heredar una unidad, no sólo la mantenía por iluminado sino porque la familia era una empresa que trabajaba de “sol a sol”, o sea, lograban la rentabilidad de su campo con el trabajo. Hoy debido a la implementación de nuevas técnicas, genéticas, costos, etc., se depende de la actualización de información, planificación, concientización y de la profesionalización. Si uno quiere obtener buenos resultados en un buen jugador de fútbol, tenis, polo o en un buen domador de caballos, una buena y recomendada estrategia sería entrenar a estos desde chicos. Eso trasladado al  campo significa que si de un día para otro nos dijeran: “acá tenés este campo, cuidalo, administralo y hacelo rentable”, es como si a una persona a los 30 años, sepa o no andar a caballo, lo sentamos en el mismo y le damos un rebencazo en el anca. Todos sabemos qué resultado obtendríamos. Debemos formar desde muy corta edad a colaboradores, empresarios y gente que tenga en claro los conceptos de propiedad y de herencia. Tomemos de nuestras familias, amigos, conocidos, ejemplos de quienes en los últimos 80 años hayan sido propietarios de fracciones de campos, y veremos cuántos por distintas razones, hoy no  sólo no tienen esa fracción de campo sino que no mantuvieron ni por cerca lo que hoy valdría dicha fracción. Tal vez antiguamente una de las premisas era la preservación del patrimonio y el poder mantener a la familia: alimentación, salud, educación en algunos casos, y pocos, muy pocos lujos. El progreso trajo algunas dificultades en ese objetivo. La falta de un buen asesoramiento a nivel profesional o gubernamental, dejó sin brújula a los herederos, y atrapados por los brillos -a veces lógicos de una sociedad de consumo-, dejaron su chacra y se vinieron al pueblo. Recuerdo que cuando era chico, hace 50 años, acompañaba a mi papá Felipe Raimunda a los campos a poner inyecciones o a nebulizar a algún enfermo; me encantaba, porque siempre mientras él hacia su trabajo, alguien me llevaba a ver los animales, gallinas, pollos, patos, pavos, toros, vacas, ovejas, caballos, chanchos, chivos, quintas, plantas de frutas, nueces, etc. Todavía guardo en mis recuerdos la cantidad de cosas que le regalaban a mi viejo, por su forma de ser y por la molestia de haber ido hasta el campo a atender a quien lo necesitaba. Esto incidió directamente en los precios inaccesibles de todos estos productos que hoy se compran: verduras, frutas, huevos, carne, nueces, etc. Obviamente que no sólo esto afectó a no poder mantener las fracciones originales, sino que al no estar más ese “patriarca” o “iluminado”, sus generaciones posteriores no valoraron sus sacrificios y dividieron esas fracciones tentados por los dulces de la inconducta del no trabajo o de los trabajos menos pesados, además de la tentación de altas tasas de intereses en entidades bancarias. Las mismas entidades que de un día para el otro, por leyes dictadas por políticos habilitados -por no decir corruptos-, se quedaron con el  producto de la venta de esas fracciones (Ley 18.188, Desagios, Corralitos, etc.) o por inflaciones encubiertas: 1 gramo de oro en la década del 30 era 1 U$S, hoy un gramo de oro es más de 40 U$S. O sea que el U$S se desinfló 40 veces.
Evolución productiva de los últimos años
Uno de los factores fundamentales que benefició fuertemente la producción, fue la aparición de la siembra directa, que  permitió recuperar y conservar los suelos y retener mucho más la  humedad de  los mismos. También debemos reconocer que los propietarios y los ingenieros agrónomos se profesionalizaron y supieron aprovechar la información científica y la tecnología. Sin duda estos avances beneficiaron mucho más a la agricultura que a la ganadería. Es muy poco lo que evolucionó la producción ganadera respecto a la agricultura y en nuestra actividad decimos que vemos muchos ingenieros ricos y  veterinarios pobres. Esto también tiene aplicación con los valores de los campos. Quien invierte hoy en un campo agrícola lo hace con  la convicción de que obtendrá rentabilidad positiva; y quien invierte en un campo de cría, en su generalidad lo hace para no perder su capital ganadero, o porque no le alcanza su disponibilidad para inversión en un campo agrícola o para refugiarse en tierra y no quedar devaluado.    
Escenario actual del mercado inmobiliario rural

En el contexto de la crisis mundial, muchos colegas sostenían que se venía una gran baja en los valores de los campos, pero yo me alineaba entre los que opinábamos que los campos no iban a bajar o si lo hacían sería en un mínimo porcentaje.
Mi análisis se fundamentaba de alguna manera o partía del siguiente razonamiento: Argentina no exporta elementos suntuarios o de lujo, sino que produce y exporta alimentos, y eso en mayor o menor medida iba seguir siendo demandado, primero porque aún existen muchos países pobres que necesitan imperiosamente alimentos; y por otro lado porque tenemos un cliente muy importante como China, cuya población no está dispuesta a perder la calidad alimentaria lograda en estos últimos años.
1°) Argentina exporta fundamentalmente productos agrícolas y comodities que son los que un mundo superpoblado, aun en crisis, no puede dejar de consumir.
2°) China tiene 1.300 millones de habitantes y sigue creciendo a una tasa promedio del 10% anual en los últimos 10 años.
Hoy el mercado me está dando la razón, los campos no bajan de valor. Reconozco que se concretan muy pocas operaciones, pero los vendedores, a pesar de casos fortuitos como la sequía, la baja rentabilidad, la lucha en que los metió el gobierno, defienden a brazo torcido pero con éxito los valores de sus propiedades.
En la vereda de enfrente están los inversores, quienes quieren hacer valer su dinero pero no es fácil encontrar lo que buscan, porque en este momento no existen en venta campos agrícolas importantes y al precio del oferente.
En resumen puedo decir que, el contexto en lo inmediato sería el siguiente: poca rentabilidad, debido a la  alta carga impositiva y altos costos de insumos y laboreos; poca oferta de campos importantes a precios razonables; retracción de compradores locales para campos chicos y/o medianos y aparición de grandes inversores extranjeros para campos importantes.
En vísperas de un próximo año eleccionario, sería interesante que el gobierno empiece a trazar pautas mas lógicas y claras para el sector, y entonces recién ahí podremos saber cómo sigue la película. Pero una vez más reitero, los campos de Argentina seguirán conservando su valor.
La tendencia alcista que se viene registrando todos estos últimos años, va a seguir, muy a pesar de algunos factores fortuitos (fenómenos climáticos) o de la falta de proyectos y apoyo a nivel político gubernamental. 
Son muy pocos los países que actualmente ofrecen campos en venta, y entre esos pocos la Argentina es uno de los mejores por razones de calidad de tierras y climas.
En EE.UU. los campesinos están cómodos con subsidios estatales, ayudas crediticias, etc., sus números son altamente positivos. En Europa casi no existen fracciones productivas en venta. Incluso en países que tienen condiciones similares a las nuestras, en cuanto a calidad de tierras, como es el  caso de Nueva Zelanda y Australia, hace  años que casi no hay  campos en venta, sus productores están sustentados por gobiernos con políticas programadas, rentables y previsibles, con excelentes índices de exportaciones, etc. y la gran mayoría de lo que había en venta en esos mercados fueron comprados por inversores externos con capitales originarios de Europa y Asia, inversores japoneses, chinos y coreanos que compran campos para producción y como método para combatir el stress. 
En el mercado mundial de campos sólo hay ofrecimientos de ventas en América del Sur: Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, en ese orden de importancia. Y por supuesto nuestro país cautiva a los inversores por varias razones, como la diversidad de sus climas, alta tecnología  disponible y aplicada, la calidad de profesionales, la variedad de producciones alternativas, etc. Pero  Argentina  se conoce como un país incierto y de posturas extremas, con gobiernos que no logran plasmar una política de estado coherente y continua. De una política privatizadora con estrecha relación con los EE.UU. y otros países del primer mundo, pasamos entre gallos y medianoche a políticas de estatización de servicios y empresas, en alineamiento con países como Venezuela y Bolivia, nos exponemos al aislamiento y a renegar de la globalización con cierres intempestivos  de exportaciones agropecuarias, retenciones que oscilan del 15% hasta el 44% y  móviles, según la demagogia, estrategia de campaña o la necesidad de cada gobernante.
A pesar de todo esto me animo a decir que, la demanda es buena y puede mejorar, porque los productores locales de cereales (principalmente soja), quienes hoy están con bolsones de cereal y silos llenos en sus campos, cuando los vendan van a invertir diversificadamente. Los exitosos deportistas (tenis, fútbol, básquet, polo, etc.) están trayendo algo de su dinero al país y los inversores extranjeros siguen viniendo. Opino que más haya de toda esta coyuntura financiera internacional, los campos mantendrán su valor.
Finalmente lo que quiero dejar sentado, es que los campos de Argentina van a seguir demandados a través del tiempo, porque nosotros podemos producir los alimentos que el mundo demanda y lo sabemos hacer, por nuestra capacidad técnica y humana. Sería importante que no seamos los últimos en enterarnos de que podemos ser los primeros.                      


Agradecimiento
Esta satisfactoria actividad lleva como sustento fundacional y fundamental a las relaciones que ya tenemos y que quedaron luego de operaciones realizadas, consultas, asesoramientos, estimaciones, etc., Nuestra experiencia nos indica que un alto porcentaje de operaciones realizadas tuvieron la efectiva participación de las mencionadas relaciones; unas recomendándonos a algún amigo, familiar, conocido, compañero de trabajo; otras haciéndonos llegar noticias y datos para poder seguir ayudando con esta atrapante actividad como es la venta de inmuebles urbanos y rurales. Es por eso que aprovecho la ocasión para dar un eterno reconocimiento y agradecimiento a todos mis amigos y clientes; y muy en especial a dos de las personas que más me ayudaron y me ayudarán a incrementar día a día mis conocimientos: mi hermano, Néstor Hugo Raimunda; y mi amigo y colega Andrés Gariboldi, propietario de Dunod Propiedades, a quienes tendré considerados por siempre como grandes referentes. Aprovecho también para homenajear a mi papá, que me sirvió de ejemplo y me enseñó ante todo a ser una buena persona. ¡Gracias Felipito!


RAIMUNDA Gerardo Alberto
areacampos@dunod.com.ar
www.dunod.com.ar
Córdoba 2434 - ROSARIO 
3 er. Piso  0341 4204500


Oficina CHABAS
Moreno y M. Servera - CHABAS
 03464 480638

03464 156 82 764

Con la mano en el pecho


MI SEGUNDA MAMÁ…

Solemos afirmar: “madre hay una sola”. Pero también seguramente hemos dicho alguna vez: “es mi segunda mamá”, refiriendo a personas de nuestro entorno familiar o con quienes simplemente nos une un afecto sincero y filial, sin ningún lazo de consanguinidad. De esas mujeres que extienden su amor más allá de sus propios hijos, tratan estas entrevistas.

¿Hay alguien a quien consideres como tu “segunda mamá”?

Marina Moya / 34 años
Mis abuelas, Elda Jalil y la “Gallega” Moya, por lo que aprendí de ellas, lo que me pudieron transmitir. Y también fue como una segunda madre durante mucho tiempo, la señora que nos cuidaba cuando éramos chicas, la “Pelu” Salas, que nos ayudó en muchas cosas cotidianas que tienen que ver con la crianza.

Jésica Charry / 24 años
No, en mi caso por suerte siempre tuve a mi mamá, que fue la única que me ayudó y me apoyó en todo. Se llama María Elena.

Maricel Molina / 25 años
Mis hermanas, Alejandra y Daniela. Porque mi mamá se separó de mi papá cuando éramos chicas y se fue, entonces me criaron ellas, yo en ese momento tenía 6 años. Y como papá era camionero y estaba siempre en Ceres, yo estaba sólo con ellas.

Romina Raimunda / 24 años

“Marica” Mariani, la mamá de mi amiga Yayi Graziosi. Porque en la adolescencia, que es una etapa que marca a todo el mundo, yo estaba mucho con Yayi, éramos re amigas, me quedaba siempre a dormir en su casa. Y Marica era una persona muy especial, era una mujer tierna, dulce, abierta, cariñosa, acogedora… Muchas cosas que no me animaba a hablar con mi mamá, las charlaba con ella. Y cuando murió sufrí un montón. La verdad que yo la adoraba.

Aldo Marinelli / 35 años

Sí, ya no está, pero mi abuela, Dina Vilches. Porque mi mamá siempre trabajó mientras nosotros éramos chicos, y mi abuela como toda abuela, era el reemplazo. Ella nos cuidaba, nos daba de comer, nos llevaba a la escuela. Y en la actualidad mi suegra, Estela Urrestarazu, porque hace un montón de cosas por mí.

Verónica Collado / 27 años

Graciela Pascuaré, porque pasé toda la infancia en su casa. La heladería de mis padres estaba a 20 o 30 metros de ella, así que yo me instalaba ahí y pasaba la semana en su casa. Comía, me bañaba, dormía.

Andrea Roxana Infante / 36 años

Fuera de mi mamá (Nelia Nilda Bara) que me ayudó siempre, sobre todo cuando nacieron los chicos, la que me ayudó en todo momento fue mi tía Liliana. Yo perdí dos embarazos y ella estuvo siempre que la necesité, en lo que fuera. Y mi suegra, Herminia Briganti, también.

Mauricio Hernán Briganti / 36 años

Mi abuela, Ángela Folio de Briganti, la mamá de mi papá. Porque yo nací, me crié y viví hasta los 25 años con ella y con el resto de mi familia, claro. Pero cuando estábamos en el campo, además de mi mamá, me cuidaba ella. Mi abuela es como mi segunda madre. Hasta que me casé y mi fui a vivir a otra parte,  viví siempre con ella.

María Paula Olmedo / 37 años

En el momento más importante de tu vida que es cuando tenés un hijo, yo tuve al lado mío a mis amigas, Mónica Pesaresi, María Soledad Alday, y una amiga de Sanford que se llama Roxana. Ellas estuvieron muy cerca de mí. Mi mamá ya había fallecido hacía unos años. Pero en ese momento el que ocupó el lugar que ocupa una madre, te digo la verdad, fue mi marido.
   
María Soledad Alday / 37 años

Mis tías, Sandra Simonetta y Cuqui Cotognini. A las dos las siento como segundas madres. Porque ellas están siempre, siempre que ha pasado algo han estado cerca mío, compartí muchas cosas en la niñez, me enseñaron mucho. La Cuqui me enseñó a coser, a hacer cosas manuales, a trabajar en la librería, y un montón de cosas más. Y con mi tía Sandra siempre vivimos muy cerca, compartimos muchas cosas, y nos hacía de comer, hacía asados, nos reuníamos. Ellas dos y mi mamá son las tres mujeres más representativas para mí.