Deportes / Firmamos el repechaje

Por Sebastián Muape / sebasmuape@gmail.com


Es éste uno de los títulos más tristes que me ha tocado elegir, sin dudas. A horas de un partido trascendente de eso que llaman “selección nacional” frente a Perú de local, para luego ir a buscar puntos a Ecuador en la última fecha de las eliminatorias, debemos tragarnos este caramelo de ajo y asumir, que una instancia de repesca con Nueva Zelanda, sería la carta salvadora para ir a Rusia el año que viene. Triste. Desolador. Merecido.

Jugados dieciséis partidos en la fase eliminatoria, el combinado argentino marcha quinto, posición que comparte con Perú; por detrás de Brasil, Uruguay y Colombia. Por si ese dato fuera poco nefasto, le agrego otra lágrima: Argentina tiene 16 goles a favor, dos más que Bolivia, uno menos que Paraguay y dos goles menos que Venezuela, que va último en la tabla y que apenas cosechó ocho puntos hasta acá y de los cuales dos, fueron logrados frente al equipo de Messi, producto de haber empatado en ambas rondas.
Por eso me da un ataque de risa cuando aseguran que cambiando de estadio, el equipo va a mejorar. Los números del seleccionado son patéticos, flacos, paupérrimos, cómicos. Los delanteros más caros del mundo, no superan al último de la tabla. No me jodan con que la Bombonera es la solución, ojalá así fuera. A esta altura las eliminatorias deberían ser un tour nacional, para que la gente de todas las provincias tenga la posibilidad de aplaudir a los jugadores (únicamente en caso de tener ganas de aplaudir, está claro) y sin embargo estamos penando como nunca.
Sampaoli y Beccacece se la pasan viajando a Europa, comen asados con Messi y Mascherano, visitan a Biglia y Banega, toman cerveza con Romero y se comen un guiso con Agüero. Como resultado de la gestión, el Kun se va de joda a Holanda, un recital de Maluma, un taxista que le erra al asfalto tal como hace Sergio con el arco rival (en la selección, está claro; en el City la mete hasta con la panza) y se pega un tremendo palo. Fisura de costilla y se pierde lo que queda del año. Claramente la función del DT delivery no estaría resultando del todo. Como contrapartida, hace más de diez días que Gareca está entrenando con jugadores del medio local y la liga peruana posterga los partidos de aquellos equipos que ceden jugadores a la selección. Vaya diferencia entre quienes se toman el encuentro como algo histórico y los que estuvieron de joda a días del mismo suceso.
Icardi o Benedetto son las variantes que se barajan para reemplazar al fiestero de Agüero. Hasta ahora, ninguno de los dos mostró gran cosa, con la salvedad de que el de Boca jugó apenas unos minutos y al “pata de lana” no le llegaron prácticamente pelotas a la zona caliente del área contraria.
Dice Sampaoli que,  hablando con los principales referentes del plantel, notó que están preocupados y con una sensación de alarma por la situación que se está viviendo. ¡Qué revelación! ¡El visionario Sampaoli! ¡Recibamos con aplausos la verdad iluminada! También reconoció el pelado éste, que sobre los jugadores históricos pesa un bloqueo mental, producto de la durísima crítica social a la que son sometidos (a partir de acá es opinión mía) estos mercenarios, que lo único que saben hacer es despilfarrar el prestigio logrado durante décadas.
¡Cuánto verso, por favor! ¡Qué manera de abrir el paraguas por si quedan fuera del Mundial! Lo único que falta es que responsabilicen a la gente por criticar a este equipo que pierde con cualquiera. Todo chamuyo amigo mío, todo verso, todo mentira. El vestuario más camarillero de la historia del fútbol argentino, busca en mariconeadas corporativas, las excusas para lo tristes que son dentro de la cancha.
RIVER SÍ, BOCA NO
Rosario Central eliminó a Boca de la Copa Argentina, tal lo sucedido en las semis del año pasado. Pese al enorme esfuerzo del árbitro Fernando Rapallini por ayudar al equipo de la Ribera, no cobrando un penal gigante que además era tarjeta roja para Pablo Pérez por último recurso, Central le ganó por la mínima y festejó cantando: “poné a Ceballos la p…que te parióóóóó”, en clara alusión a otro choreo histórico a manos del mismo rival en la final de 2015. Al equipo del mellizo le queda el torneo local y no más competencia internacional por el momento; nada festejará este año, salvo que se case algún integrante del plantel o alguna otra situación por el estilo.
River le metió ocho goles al peor equipo que se haya visto en años, Jorge Wilstermann de Bolivia. A los tres minutos y tras el uno a cero de Scocco, se sabía que la serie se daba vuelta. Veremos si el equipo del Muñeco Gallardo guardó algo para el bravísimo Lanús, rival de semifinales los días 24 y 31 del corriente. La otra llave la disputarán Gremio de Brasil y Barcelona de Ecuador.
A LA B NOMÁS
Guido Pella, Diego Schwartzman, Andrés Molteni y Máximo González fueron los valientes que pusieron la cara, intentando la proeza de mantener el Grupo Mundial, frente a Kazajistán en la presente edición de Copa Davis. No se pudo. Bravo igual. Después de 16 años ininterrumpidos en el máximo nivel, a partir del 6 de abril de 2018 comenzarán a jugar la segunda fase del grupo americano y allí enfrentarán al ganador de Chile y Ecuador. Una vez logrado el ascenso, allá por septiembre próximo, si es que ocurre, seguramente Del Potro dejará de pasear con modelos y volverá para salir en las fotos correspondientes.
Por su parte del 24 al 26 de noviembre de este año, Francia y Bélgica disputarán la final. Básicamente se trata de dos equipos de pechos fríos, ocho barras de hielo se jugarán la gloria; pero como tiene que haber un ganador, nos vamos a inclinar a pensar que los franceses van a festejar, porque son locales y porque en su historia hubo valientes que supieron ganar el Mundial del Tenis.
LOS PUMAS
Mientras escribo estas líneas, por la penúltima fecha del “Campeonato de Rugby 2017”, el seleccionado argentino se prepara para ser aplastado nuevamente por los All Blacks. Esta vez en cancha de Vélez… está todo dado señor; estadio, Los Pumas y enfrente Nueva Zelanda. La prensa especializada habla de “intento de milagro”, directamente. Desde acá insistimos, mientras se les caiga la baba con el Haka, mientras tengan de ídolos a los de negro y mientras hablen de milagros, no van a ganar jamás, jamás, jamás. Federer y Nadal pierden; Hamilton pierde; el Real Madrid pierde; una vez perdió Alí, otra los Chicago Bulls con Jordan y hay más ejemplos. Todos pierden alguna vez contra alguien, salvo los All Blacks contra Los Pumas. A los jugadores, periodistas especializados e hinchas les digo: ¡Bajen el poster de la pared si quieren ganar! Si siempre triunfaran los favoritos, no existiría el deporte, aunque el seleccionado argentino de Rugby haga todo lo posible por demostrar lo contrario. Con este periódico en la mano, ya saben que la derrota anunciada no tardó en llegar…


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