PIEL Y FRÍO
Ante la temporada de frío es necesario cuidar especialmente la piel. Este órgano, el más extenso del cuerpo, nos protege tanto de las agresiones externas como de la hidro-evaporación interna.
El frío, el viento y la humedad contribuyen a resecar la piel. La calefacción emite sustancias que provocan la muerte de células cutáneas y juega en contra a la humedad natural de la piel. También el vestirse con más cantidad de ropa entorpece el proceso de transpiración de la piel y la eliminación de células muertas.
Algunos consejos para proteger nuestra piel del frío:
- Beber dos litros de agua al día. La hidratación comienza desde adentro hacia afuera.
- Evitar el uso de agua muy fría o muy caliente en la ducha. Esto traumatiza la piel y puede causar el rompimiento de vasos sanguíneos.
- Mantener la temperatura de la calefacción a niveles razonables.
- Mantener la humedad natural de la piel aplicando un producto hidratante.
Por Guadalupe Donés
Cosmetóloga
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