Paso
Por Alejandra Tenaglia
Parada
en
el
comienzo de la rayuela,
la piedra en la mano,
el corazón palpitando.
Sólo queda llegar al cielo.
Por
casual azar, por gracia divina, por firme decisión, por encarnada convicción,
por espontánea inclinación, por racional labor, por sabiduría ancestral, por
aprendizaje barrial, porque el tiempo es un bien escaso y la vida un misterio
aún sin explicar, porque no sabemos nada del más allá ni del antes de acá, es
que quizás seamos siempre un poco niños, dando un paso de umbral a umbral. Adultos
que piedra en mano y deseo en alto, vuelven a intentarlo una y otra vez con la
ilusión renovada y la mirada plagada de emoción; aunque las canas, aunque los
dolores, aunque los fracasos, aunque los faltazos; aunque al primer vistazo
todo parezca lejano, ajado, ajeno. Un fervor propio, un singular estupor,
constituyente y constituido para siempre, puja su suerte, reclama su día,
quiere volver a ver el sol. A veces no lo logra; a veces, no. Cerrojos aquí,
allí y por debajo también, tirado el manojo de llaves por la ventana, y
entonces el carcelero, ahora preso, se bifurcó. Se lo perdió, por chambón.
Usted,
¿lanzó su piedra? Entonces avance y deje de quejarse que a los saltos andamos
todos. Y sobre todo porque después, me toca a mí otra vez.
Lo que el tiempo me enseñó - Hilda Olmedo
ENTREVISTAS 2016
Por Alejandra Tenaglia
Esta gran mujer que ya vio pasar 81 inviernos, fue por más de 30 años,
enfermera.
Muchos de esos años trabajó en un sanatorio casildense, donde vio
nacer, literalmente, a gran cantidad de vecinos de Chabás y otras localidades
de la región. Después de entrevistarla, me enteré por mi madre que también en
mi llegada al mundo, estuvo presente la querida Hilda Olmedo. Gallarda y atenta, nos abrió sus puertas…
Preséntese
en 3 oraciones, que resuman lo que usted cree que mejor la define.
Soy
simple, sencilla y solidaria.
Me
gusta tejer.
Me
gustan los animales, especialmente mis perros: León y Malevo.
¿Qué
es lo que primero recuerda, cuando piensa en sus padres?
Cuando pienso en mi padre recuerdo cómo le gustaba
trabajar, él era Policía.
Cuando pienso en mi mamá, recuerdo lo mucho que nos
cuidaba a mí y a mi hermano Juan Carlos; lamentablemente ella murió muy joven.
De todos sus familiares, excluyendo a sus padres, ¿hay
alguno con quien haya tenido o tenga especial afinidad?
A quien más recuerdo es a una de mis primas, se llama
Elia, nos gustaba jugar y bailar, es el recuerdo de mi infancia en Laborde
(provincia de Córdoba).
¿Estudió?
¿Recuerda a algún/a maestro/a en especial?
Mis
estudios fueron la escuela primaria. Mi escuela se llamaba Sagrado Corazón de
Jesús, en Laborde.
Recuerdo
a la Señorita Nelly Baggini, era muy buena, ella me hizo y regaló el vestido
para que haga mi primera Comunión.
¿Trabaja
aún?
Ahora
estoy jubilada.
¿Qué
trabajos ha hecho?
Trabajé siempre de enfermera, hasta mi jubilación.
¿Hay alguno de esos trabajos que, de poder volver el
tiempo atrás, no volvería a hacer?
Volvería a elegir ser enfermera.
Si
fuera posible, ¿cambiaría algo de su niñez?
No. Gracias a Dios tuve una linda niñez.
Si
pudiera elegir una habilidad con la que contar a partir de mañana al despertar,
¿cuál sería?
Me gustaría haber aprendido a andar en bicicleta, ja ja…
¿Qué
características debe tener una persona para que usted quiera tenerla como
amiga?
La persona tiene que ser honesta y no ser falsa.
¿Hay
algo que mirando hacia atrás se reprocha no haber hecho?
Me reprocho no haber estado más con mis hijos, porque tenía
que ir a trabajar. Mucho tiempo viajé a Casilda, trabajaba en el Sanatorio San Luis
y eso hacía que pasara muchas horas fuera de casa.
Llorar,
¿sirve?
Llorar
sí sirve, uno puede desahogarse y exteriorizar lo que siente.
¿Hay
temas con los que no le gusta que se hagan chistes?
No me gusta que se hagan chistes con los defectos de las
personas.
¿Ha
deseado más de lo que ha tenido o ha tenido más de lo que ha deseado?
He tenido siempre más de lo que he deseado y soy muy
agradecida por eso.
¿Qué
es lo que señalaría como un gran logro en su vida?
Un gran logro es haber trabajado en lo que me gustaba y que
la gente, me aprecia y reconoce por eso. Fui enfermera durante más de treinta
años y aún hoy mucha gente me dice que “lo traje al mundo” o que les coloqué
los primeros aritos o que estuve presente en alguna operación suya o de algún
familiar.
¿Cuál
es el momento más difícil que le tocó atravesar?
Los momentos más difíciles que me tocó atravesar fueron las
enfermedades de mis seres queridos.
Mencione
3 cosas que le gusta hacer.
Aprovechar el tiempo (antes no lo podía hacer).
Estar en mi casa.
Escuchar radio.
¿Qué
la maravilla?
Me maravillan mis cinco nietos, cuando vienen a saludarme.
Cuando ellos logran hacer lo que les gusta. Cuando triunfan o logran sus
objetivos.
¿A
qué le tiene miedo?
Le tengo miedo a la soledad.
¿Hay
algo en particular que la emocione?
Como dije anteriormente, me emocionan los logros de mis
nietos.
¿Qué
es lo que más le agradece a la vida?
Lo que más le agradezco a la vida es mi familia, mis hijos,
mis nietos, mis nueras.
¿Un
consejo para los más jóvenes?
El consejo que les daría a los jóvenes es que estudien, que
sean buenas personas y que se alejen de todo lo que pueda perjudicarlos.
A
usted, el tiempo, ¿qué le enseñó?
El tiempo me enseñó a
vivir el día a día, siempre de la mejor manera.
Máquina del tiempo / Mujeres primatólogas
Por Ana Guerberof
ana.guerberof@gmail.com
Existen tres eminencias en el estudio
de los primates: Jane Goodall, especialista en chimpancés, Biruté Galdikas, en
orangutanes, y la ya fallecida Dian Fossey, en los gorilas de las montañas.
Dian adquirió fama mundial gracias a su libro “Gorilas en la niebla”, más tarde
llevado al cine con Sigourney Weaver en el papel protagónico. Aprovechando que
visitaba a los gorilas en Biwindi (la parte del parque natural que pertenece a
Uganda), decidí subirme a mi máquina del tiempo y entrevistarla.
Dian, es un honor conocerla. Sus estudios en este campo han hecho posible
que no se extinguieran los gorilas a finales del SXX como se vaticinaba y que
la población crezca. ¿Cómo nace esta pasión por los gorilas?
Me alegra saberlo teniendo en cuenta que la población disminuía de forma
dramática cuando me trasladé a Ruanda. Mi pasión comenzó cuando leí los libros
del zoólogo George Schaller sobre los gorilas. En 1963, decidí pedir un
préstamo y recorrer varios países de África para ver la fauna salvaje. Regresé
a Estados Unidos, pero supe que tenía que volver.
Usted era terapeuta ocupacional, trabajaba con niños autistas, pero el
conocido antropólogo Louis Leakey le consigue una ayuda de la fundación Wilkie
para estudiar a los gorilas en Congo. ¿Cómo lo consigue sin tener experiencia?
Se dieron varios factores: no había muchas personas dispuestas a dejarlo
todo, adentrarse en la selva en condiciones realmente difíciles y pasarse
varios años observando gorilas; además, el doctor Leakey pensaba que una mujer
tenía una serie de características que facilitaba esta labor (así había
ocurrido con Jane en Tanzania), y, finalmente, mi entusiasmo y perseverancia no
le dejaron alternativa.
¿Es cierto que se quitó el apéndice para poder ir?
Sí. Leakey me lo pidió para ponerme a prueba, pero yo le creí… ahí se dio
cuenta de que yo iba en serio.
Una vez en Kabara, sola y sin experiencia, ¿cómo comienza el estudio?
Con la ayuda inicial de Alan y Joan Roots, una pareja de fotógrafos que
había conocido en mi primera visita a los gorilas, y de Sanwekwe, un rastreador
experto, gracias a quien conocí los primeros tres grupos de gorilas; más
adelante yo misma formaba al personal.
Se produce una crisis interna en Congo y la detienen dos semanas. En su
libro explica que huyó gracias a su Land Rover y al huevo de una de sus
gallinas…
Mentí diciendo que tenía dinero en Uganda para registrar mi Land Rover en
Congo y cuando hice tantos aspavientos con el primer huevo de una de mis
gallinas pensaron que estaba loca y me dejaron pasar la frontera; huí al hotel
de Walter Baumgärtel quien me protegió.
La han tratado de loca, de bruja, de racista, de persona difícil…
He luchado con las armas a mi alcance para poner en práctica una
conservación activa (en contraposición a una teórica), es decir, educar a la
población local y facilitar que tengan una vida digna, organizar un turismo muy
controlado y patrullar de forma constante el parque para detener a los
cazadores furtivos.
Tras su detención se trasladó a Ruanda donde crea el centro de
investigación de gorilas de montaña Karisoke.
Lo que hice fue cruzar la frontera y establecerme en Virunga donde estudié
a cinco grupos de gorilas, sus relaciones familiares, comportamiento,
vocalizaciones, etc. También descubrí los principales problemas para su
supervivencia: los cazadores furtivos, la invasión de sus tierras, una
administración sin formación…
En su libro explica la estrecha relación que estableció con muchos de los
gorilas. Algunos estudiantes y visitantes de Karisoke la acusan de preferir a
los animales antes que a las personas.
No todos los que quieren estudiar la vida animal están preparados para
pasar las incomodidades, aislamiento y dedicación necesarios. Yo siempre me
sentí como en casa, pero he visto a muchas estudiantes y asistentes que no se
adaptaron a este tipo de vida…
De su relación con tantos gorilas: Digit, Coco, Pucker, Uncle Bert, Simba… ¿qué
es lo que más le ha impactado de este animal?
Cada hora con los gorilas me producía una inmensa satisfacción. Pero
todavía recuerdo la primera mirada de aceptación de Peanuts -2 años más tarde
me dio la mano-, ver crecer a Digit hasta convertirse en un imponente espalda
plateada, ayudar a que Coco y Pucker sobrevivieran. Me fascinaba los intensos
lazos familiares en los grupos, la protección de sus crías hasta incluso morir
para salvarlas.
Dian, si le dijera que su vida corre peligro en estas montañas, ¿se iría?
Sé que soy una persona incómoda, pero no me iría nunca…
Dian Fossey pasó sus últimos 18 años
en Karisoke estudiando a los gorilas y luchando para su conservación. El 26 de
diciembre de 1985 alguien entró en su cabaña y la asesinó con un machete. Las
exactas circunstancias de su asesinato no se han esclarecido aún. Está
enterrada junto a aquellos gorilas que perdieron la vida a manos de cazadores
furtivos.
Cine y series
Por Lorena
Bellesi / bellesi_lorena@hotmail.com
ENCUENTROS, DESENCUENTROS Y
REENCUENTROS
“LEJOS
DE ELLA”
La
lejana China con sus costumbres y tradiciones milenarias siempre resulta
atractiva, enigmática. Frente a ella nuestra condición de extranjero, muchas
veces, se potencia. “Lejos de ella” (Shan he gu ren) aterriza en nuestro país
directamente desde aquellos lares, una creación del director Jia Zhang-ke, quien
se propone contar en tres episodios historias personales desde la forma del
dilema. Ubicados en cronologías distantes (1999, 2014, 2025) cada apartado
tiene un hilo conductor –no una protagonista-, una hermosa, generosa y simpática mujer cuyo
rol se adapta al momento exacto de su edad: es codiciada, es hija sufriente, es
madre.
La
actriz Tao Zhao encarna a un personaje de su mismo nombre, Tao, una joven sonriente, atenta, que en el primer episodio
comparte la amistad con dos amigos quienes disputan entre ellos su amor. Desde
el arranque queda claro que las decisiones personales tienen un “costo”, desembocan en consecuencias
irreversibles para el uno y el otro. Todo comienzo es prometedor, auspicioso
aunque luego devenga en puro desengaño. El desencanto en diversas variantes,
forma parte de la trama, se desprende como algo inherente a la vida. Los
valores comienzan a marchitarse cuando el dinero capitalista devora la amistad
o el amor. En “Lejos de ella”, batalla cara a cara la tradición contra la
prosperidad económica ambiciosa, materialista de un mundo globalizado. Esta
circunstancia es llevada a un extremo absoluto, a tal punto que en el último
episodio padre e hijo no comparten el mismo idioma, deben apelar a una
traductora para comunicarse. El film no usa el paso del tiempo únicamente para
contar sobre la vida de los personajes, invoca a la futurología con el
propósito de hacer ver un mañana atroz. En el inicio Tao recibe al nuevo siglo bailando “Go west” con sus amigos, en la juventud ese “juntos, iniciaremos un nuevo camino” no deja de ser esperanzador;
veintiséis años después vuelve a sonar la misma canción, pero ahora en soledad.
Con imágenes ensoñadoras, música nostálgica, el director nos concede una
película profunda, quizá pesimista, humana.
PRINCIPALES ESTRENOS DE
JULIO
Llegan
desde distantes rincones del mundo y cada uno representa géneros variados:
1.
“Sangre
de mi sangre”
(Sangue del mio sangue) de Marco
Bellocchio; Italia, Francia y Suiza; drama.
2.
“Ocho
ovejas”
(Hrútar) de Grímur Hákonarson;
Islandia; drama.
3.
“Bajo
el sol”
(Zvizdan) de Dalibor Matanic; Croacia;
drama romántico.
4.
“Dos
tipos peligrosos”
(The Nice Guys) de Shane Black;
Estados Unidos; acción.
5.
“El
buen amigo gigante”
(The BFG) de Steven Spielberg;
Estados Unidos; infantil.
6.
“La
inocencia”
de Eduardo de la Serna; Argentina; documental.
7.
“Florence”
(Florence Foster Jenkins) de Stephen
Frears; Francia y Reino Unido; biográfica.
8.
“La vida secreta de tus mascotas” (The
Secret Life of Pets) de Chris Renaud y Yarrow Cheney; Estados Unidos; animación.
9.
“La
helada negra” de
Maximiliano Schonfeld; Argentina; suspenso.
10.
“La última ola”
(The Wave) de Roar Uthaug; Noruega; catástrofe.
LUTHER
SERIE BRITÁNICA, BBC ONE
Con
sólo 17 capítulos repartidos en cuatro temporadas, la serie británica Luther logró posicionarse como una de
las favoritas del público mundial. El nombre del programa coincide con el del
protagonista, un policía duro de las calles londinenses, el agente John Luther, quien no tiene reparo
alguno en poner en práctica métodos controvertidos para resolver casos
apremiantes. Interpretado extraordinariamente por Idris Elba, en cada emisión Luther es presionado por la falta de
tiempo, a trabajar contra reloj. Deduce, especula e investiga junto a su
equipo; sabe cómo funciona la mente de un criminal, realiza un análisis
psicológico de cada comportamiento delictivo, lo cual significa una poderosa
ventaja. No hay aparatosas persecuciones, ni vuelcos o tiroteos larguísimos;
hay eficaces diálogos, razonamientos, lógica. En el primer capítulo conoce a su
fiel amiga, Alice Morgan (Ruth
Wilson), una astuta parricida, quien se convertirá
en su fiel camarada. Circunstancia paradójica, vínculo no permitido por las
leyes escritas, ligamen amarrado naturalmente entre semejantes.
Cada
episodio conjuga el abrumador suspenso característico del policial negro con
las circunstancias personales del detective, un ser atormentado por la
frustración de un divorcio que lo deja totalmente desamparado como así también
lo vuelve temerario. La lluviosa Londres contemporánea, una vez más es el escenario
perfecto, la aliada ideal para contar increíbles historias sobre criminales
inusitados que hacen todo lo posible por no ser atrapados por el inclemente John Luther.
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