Ser mujer
Por Alejandra Tenaglia
Harta
de ver noticias en los medios, de mujeres asesinadas o violadas o sobreviviendo
a golpizas propinadas por hombres con quienes, en la mayoría de los casos,
tienen o han tenido una relación afectiva. También por desconocidos, claro. Y
ni hablar de los padres, hermanos, tíos y demás familiares sanguíneos o políticos,
sumergiendo nenas en infiernos ardientes e indelebles, siempre a la sombra de
alguna complicidad por cobardía.
Harta
de ver jóvenes masacradas que luego son descartadas en bolsas de residuos a la
vera de algún camino, como quien se desliga de un envoltorio de galletitas que
se ha vaciado.
Harta
de escuchar historias de empujones, cachetadas, patadas, piñas ejecutadas por
maridos disconformes con tal o cual proceder de sus compañeras. Minimizadas,
esas historias, por propios y ajenos, como si pertenecieran al folklore natural
de hogares que van desde el porcelanato al piso de tierra, ofrendando un
espectáculo que repite su esencia aunque cambie el escenario y el sonido ambiente.
Harta
de las sentencias emitidas por hombres, según las cuales: “una mujer de verdad
tiene que ser… así o asá”. Frase replicada por cientos de mis congéneres,
lamentablemente.
Harta
de que no podamos evolucionar hacia el respeto mutuo, más allá de los genitales
que portemos. Harta de que se siga festejando al mujeriego como un “vivo”
bárbaro, mientras a la mujer que despliega igual papel se la llama, lisa, llana
y despectivamente: puta.
Harta
de ver gráficas fotoshopeadas para lograr siluetas consideradas “ideales”, que
vehiculizan creencias disparatadas acerca de la perfección humana.
Harta
de los programas de televisión que siguen usando a chicas semi desnudas como
decorados silenciosos que reflejan un paradigma degradante.
Dolorosamente
harta de ver imágenes de nenas en posturas supuestamente sexys, que parecen
ofrecerse como un pote de yogurth en la góndola de las redes sociales.
Ser
mujer, es ser.
Ser mujer
es, simplemente, ser.
No
hay que tener piernas lindas tetas
grandes cola redondeada rostro estandarizado pelo espléndido modales determinados
por tres o cuatro cráneos que se piensan que hay posibilidad alguna de
convertirnos en muñequitas articuladas a medida de sus fantasías. No. Hay que
simplemente ser.
Tampoco
hay que hacer esto o aquello para
ganarse ese título. No se es más mujer porque se lave, planche, cocine, limpie,
cosa, todo muy bien y sin chistar porque ese listado figura entre los deberes
innatos que algunos otros cráneos, nos endilgaron como requisitos
indispensables para ser valoradas. Más abrir las piernas siempre que el hombre
lo pida, claro.
¿Cuántos
tipos abusados conocen, por haber salido a la calle con una remera apretadita?
¿Qué muerte masculina fue justificada por haberse ido el muchacho de mochilero
o por hacer dedo o por sonreír demasiado o por dar charla a una mujer
desconocida? ¿Son muchas o pocas las madres que les repiten a sus hijas que lo
importante es ser buenas personas, mientras se acomodan una y otra vez el
cabello frente al espejo? Que sus nenas bajen unos kilitos o vistan a la moda,
¿les importa tanto como que cultiven el intelecto o se expresen a través de las
artes? ¿Por qué las revistas de mayor venta, son esas en las que aparecen como
famosas chicas que lograron ese podio teniendo sexo ante las cámaras de Gran
Hermano o casándose con un futbolista? Algo no anda bien. Algo hay que cambiar.
Algo hay que desarticular en ese imaginario perverso que aún rige en pleno
siglo XXI.
Rompamos
con tanto mandato nefasto que coarta libertades, impide el florecimiento de
personalidades, esconde autenticidades detrás de hipócritas caretas que
propician de a montones insatisfacciones e infelicidad, y además matan. Sí,
matan. Una mujer muere cada 30 horas por estos mandatos que no podemos
desterrar. Y no intento aquí un manifiesto feminista ni en contra de los
hombres. Es un pedido asexuado, un llamado a la reflexión general, un ruego si
es necesario. Abramos la cabeza, por favor.
Ser
mujer o ser hombre, es ser humano.
Nada
más, ¡y nada menos que eso!
Lo que el tiempo me enseñó / Mabel A. Barbich
ENTREVISTAS
2016
Por Alejandra Tenaglia
Seguimos recopilando
respuestas de hombres y mujeres mayores de 70 años. Ellos, que tanto tienen
para enseñarnos. Porque el tiempo, con su solo andar ininterrumpido, va
llenando los bolsillos de la experiencia. Día tras día, mes tras mes, año tras
año, elegimos a qué dedicar nuestro tiempo y como consecuencia de ello, con qué
enriquecernos.
El nombre de nuestra presente
entrevistada es Mabel Ángela Barbich de
Pistacchia, sin embargo para muchos chabasenses fue, es y será siempre “la
señorita Mabel”. Guardo cálidos recuerdos de su voz en el aula y la caminata
paciente entre los bancos de la 208. Así que de más está decirles que es un
gusto para mí tener en estas páginas, a
sus 78 años, a mi seño de la
primaria.
Preséntese
en 3 oraciones, que resuman lo que usted cree que mejor la define.
Soy
maestra normal nacional.
Trabajé
32 años en la enseñanza primaria, pre escolar y nocturna primaria para adultos.
Volvería
a estudiar de maestra, pues estar con niños y jóvenes y no tan jóvenes, llenó
mis expectativas, ¡fue tan hermoso!
¿Qué
es lo que primero recuerda, cuando piensa en sus padres?
Mis
padres fueron mi guía y mi sostén. Los amo por todo lo que hicieron por mí.
De
todos sus familiares, excluyendo a sus padres (es decir abuelos/as,
hermanos/as, primos/as, tíos/as, etc.) ¿hay alguno con quien haya tenido o
tenga especial afinidad?
Tengo
muy gratos recuerdos de mis cuatro abuelos, tíos y primos. Siempre tuve muy
buena relación con ellos. Jugábamos mucho, a tener un almacén, a la pelota con
mis primos, porque eran todos varones y yo la única mujer; a caminar de la casa
de mis abuelos hasta la del tío, ambos vivían en el campo. Mirábamos cuises,
pájaros, en el trayecto; ¡un placer de caminata!
¿Estudió?
¿Recuerda a algún/a maestro/a en especial? ¿Qué recuerda de ella/él?
Sí,
estudié. De la escuela primaria, que fue la 208, recuerdo al Sr. Ariel
Martínez, fantástico docente, muy trabajador y siempre haciendo cosas para que
estudiáramos…
¿Trabaja
aún?
No
trabajo. Ya me jubilé.
¿Ha
tenido otros trabajos en su vida?
Trabajé
siempre de docente.
Si
fuera posible, ¿cambiaría algo de su niñez?
Nada
cambiaría de mi niñez, fui muy feliz…
¿Qué características
debe tener una persona para que usted quiera tenerla como amiga?
Pienso
que a los amigos no se los elige, a veces surgen en el momento menos pensado y
otros son de toda la vida.
Llorar,
¿sirve?
Llorar…
sí, a veces me sirve; soy muy sensible.
Mencione
3 cosas que le gusta hacer.
Tejer.
Andar
en bici y en moto.
Durante
el verano ir a acuagim.
¿Qué
la maravilla?
Me
maravillé cuando conocí las Cataratas, fue fantástico, los ojos no te alcanzan,
te llenan el alma. Ese fue un sueño que pude hacer realidad…
¿A
qué le tiene miedo?
No
tengo miedo, es algo que mi madre me enseñó.
¿Hay
algo en particular que la emocione?
Ahora,
en esta edad, ver a mis nietos, los amo…
¿Qué
es lo que más le agradece a la vida?
La
familia que tengo.
¿Un
consejo para los más jóvenes?
Mi
consejo es que estudien y sean buenas personas.
A
usted, el tiempo, ¿qué le enseñó?
El
tiempo me enseñó que con constancia se consigue lo que nos proponemos y que
nunca se debe bajar los brazos.
Máquina del tiempo / Mujeres intérpretes
Por Ana
Guerberof
ana.guerberof@gmail.com
Intérprete es la persona que explica a otras, en lengua que entienden, lo dicho en
una lengua que les es desconocida. Es decir, por medio oral y no escrito (que
es el traductor). Estamos a principios del SXVI, son tiempos de la conquista y
Hernán Cortés ha llegado a lo que conocemos hoy como México. ¡Dios nos pille
confesados! (literalmente). Pero, ¿cómo se comunica Cortés con los habitantes
de América? En esta máquina se los contamos.
¿Malinche, Malintzin, Malinalli o Doña Marina?
Una mujer intérprete y en esas fechas. ¿Cómo aprende el español o castellano?
Malintzin, es mi nombre.
¡Qué difícil de resumir! Yo era esclava del cacique maya Tabscoob, pero mi
lengua materna era el náhuatl. Cuando Hernán Cortés triunfa en la Batalla de
Centla, los caciques nos dan a otras diecinueve mujeres y a mí como regalo a los
españoles. Cortés me entrega a Alonso Hernández Portacarrero que era pariente
suyo. Entonces, me bautizan como Marina.
¿Y cómo
se convierte en la intérprete oficial del ejército español?
De allí nos trasladamos
hacia el interior y cuando llegaron los embajadores de Moctezuma, Jerónimo
Aguilar que había sido el intérprete hasta entonces, no entendía la lengua de
los aztecas: el náhuatl. La única que la hablaba allí era yo. En un principio,
Hernán hablaba con Jerónimo en español; Jerónimo, conmigo en maya, y yo, en
náhuatl con los embajadores.
Y la
relación con el conquistador se estrecha…
Como aprendo rápidamente el
español, Cortés se da cuenta de que yo le serviría no sólo como intérprete del
náhuatl sino de nuestra cultura. Le ayudé a comprender nuestra forma de
relacionarnos y de negociar; a cambio, me prometió favores y la libertad. Los
españoles no traían a sus mujeres, así es que nosotras nos convertíamos en sus
esclavas en todo, en la cama también. Era así, ni lo cuestionábamos.
Pero
usted tenía un talento natural para las lenguas porque no existían las clases…
¿Clases? No, no. Me di
cuenta con la práctica que yo comprendía en unas semanas lo que otros tardaban
meses. Mi familia era una familia noble, así es que yo tenía una formación más
completa que mis compañeros. Además, tenía buen oído y, sobre todo, necesitaba
o anhelaba mejorar mi situación.
¿Cuándo
acaba su labor de intérprete y su relación con Cortés?
Cortés conquista
Tenochitlán y controla el territorio dominado por los aztecas. Tuvimos un hijo,
Martín, pero no me lo dejaron. Lo enviaron a España. Cuando Hernán enviudó de
su mujer, Catalina, no se casó conmigo sino que me organizó un casamiento con
Juan Jaramillo y, tal como me había prometido, me dio la libertad.
¿Sabe
que en la actualidad la palabra «malinche» se asocia con alguien que traiciona
a su pueblo?
¡Qué curioso! Cortés
recibió el apoyo de muchos otros, como los totonacas, tlaxcaltecas y otomíes
que querían sublevarse contra Moctezuma porque ignoraban que los españoles se
convertirán en sus dominadores y los apoyaron. Yo sólo era la intérprete.
Nosotros creímos, al principio, que Cortés era
el dios Quetzalcoátl, pero, luego, nos dimos cuenta de que no…
¿Qué le
sorprendía de esta cultura que conoció tan de cerca?
Me llamaba la atención que
hablaban mucho, mucho más que nosotros. En las charlas de Hernán Cortés con
Monctezuma sobre su religión yo tenía que resumir para no causar una mala
impresión. Además, nos explicaban cómo era el camino correcto que les había
marcado su dios, nos bautizaban, pero, en realidad, ellos mismos no seguían
estas leyes, que eran muy estrictas. Pienso que tenían muchas contradicciones y
máscaras. ¿Esto sigue así?
Sí, creo
que, en el fondo, sigue así. Cuando hay guerras e invasiones, tampoco se trata
mucho mejor a las mujeres que en su tiempo, Malintzin. Y, a veces, cuando
existe una crisis política también culpan al intérprete o al traductor. Pero la
esclavitud… mejor me callo.
Se cree
que la Malinche murió con 27 años a causa de la viruela, uno de los virus que
importaron los conquistadores y que se convirtió en una de las claves para la
conquista del continente.
Novelando casos / Lo que el dolor dice en el cuerpo
LO QUE EL DOLOR DICE EN EL CUERPO
Por Carina Sicardi / Psicóloga / casicardi@hotmail.com
Cuando
pienso mi práctica profesional, no lo hago desde la soledad de un consultorio.
Por un lado, nunca tuve consultorio particular, sino que fui parte de
instituciones de salud en las que traté de trabajar en equipo con el resto de
los profesionales que la conformaban. Por otro, la novela familiar del paciente
nos atraviesa con otros personajes de su historia que, en tanto fantasmas,
traspasan los muros y aparecen, ayudándonos a escribirla.
Así
conozco a María Rosa, como derivación del traumatólogo, quien comienza a presentarla
diciéndome: “viene todas las semanas con
un dolor nuevo”.
María
Rosa tenía en el momento de la primera entrevista, 57 años. Docente de
tecnología a la que le faltaban algunos años para jubilarse, ya que había
comenzado a ejercer “ya grande”, según ella.
Casada
desde hacía 38 años con su novio “de toda
la vida”, con quien había tenido tres hijos varones. Vivían sus dos padres
aun, a los que ella visitaba todos los días, a veces por placer, para compartir
momentos con ellos; muchas otras porque “era su deber”, para eso la habían
educado, para hacer lo que corresponde.
Su
padre, había sido, según su discurso, un conocido sindicalista, y para ella, un
grande. Contaba con ochenta años.
“Yo vine porque me mandó el Doctor”, me dijo cuando llegó por primera vez
a consulta. Su mirada desconfiada, repasaba como sin prestar atención, cada
detalle del lugar. Tenía una venda elástica que le cubría la mano derecha. Hago
esta salvedad de la forma en la que se presentó, pensando en el lugar del deseo
en la terapia.
“A mí me duele todo, me encanta ir a
trabajar, pero mis compañeras me rechazan porque seguro creen que soy vieja. Yo
no soy como ellas que son jóvenes y tienen plata, soy humilde”.
Amaba
a sus hijos. El mayor estaba casado, con dos hijos a los que ella cuidaba
cuando su nuera trabajaba. Con él tenía una relación “normal, pero podría venir un poco más y no sólo cuando me necesita”.
El
del medio vivía en Rosario, separado, comenzando una nueva relación. “Eso no corresponde, mi nuera era buenísima,
y sigo teniendo contacto con ella, la llamo todas las semanas”. Con él
había discutido porque ella no aceptaba esta situación.
El
menor, también ponía distancia, había buen trato pero eran María Rosa y su
marido quienes lo visitaban, rara vez era a la inversa.
Y
ella se quedaba esperando. Siempre. A esos hijos que no venían a su casa como a
ella le gustaría. Que no tenían la vida que ella había trazado y soñado para
ellos. ¿Por qué? ¿En qué había fallado ella en la educación que les dio, si con
el ejemplo les demostraba a diario que el deber y el respeto por los padres era
prioridad?
Esos
hijos huían de una madre que demandaba desde su lugar de hija. Poniendo
distancia desde el silencio y desde la falta de escucha. Como las maestras de
su escuela, que tampoco querían escuchar sus quejas diarias de que todo le
dolía.
Le
dolía el cuerpo no sexuado, porque la madre le decía: “si hacés eso con tu marido, todos se darán cuenta porque te queda olor
a hombre”.
Le
dolía la muerte de su padre a los 83 años “porque
podría haber tenido 10 años más para vivir”. Decidiendo conscientemente
engordar hasta que la ropa de su padre le quedase bien, para parecerse a él y
que no desapareciera. Literalmente usaba su ropa…
Le
dolían los cambios, que no aceptaba porque “las
cosas son como deben ser”.
Le
dolía vivir.
“Nadie me cree que me duele todo”.
Sí,
María Rosa, como no creerte, si está tan claro que el cuerpo hablaba por lo que
aun no podías poner en palabras. Es verdad, te duele todo, o casi…
Cine y series
UN NUEVO ROUND
“CREED:
CORAZÓN DE CAMPEÓN”
Por Lorena Bellesi / bellesi_lorena@hotmail.com
El
veterano actor Sylvester Stallone una vez más se pone en la piel de su ya
legendario personaje, el pugilista Rocky
Balboa, para dar una interpretación magnífica de un hombre que ha vivido,
que ha peleado, ganado y perdido, sobradamente. Su andar, su rostro,
testimonian el paso del tiempo, los achaques de un cuerpo cascado que atesora
la invaluable sabiduría de la experiencia. Cuarenta años transcurrieron desde
el estreno de la película original, aquella que supo seducir al público y a la
crítica, la que dio comienzo a una saga de irregulares resultados. En esta
oportunidad, el joven director Ryan Coogler (es su segunda cinta) devuelve la
magnética mística al cuadrilátero, a los exigentes entrenamientos físicos y
mentales, a la cómplice relación entre maestro y discípulo.
El
protagonista es Adonis Creed (un
prometedor Michael B. Jordan), un joven de puños firmes, resuelto a ser un
boxeador como su padre; se pone de relieve, entonces, la idea de dar curso a
una dinastía cuyo heredero siente la necesidad de continuar con su legado. Esta
simple, segura decisión recae en una historia muy triste, él nunca conoció a su
papá, Apollo Creed, quien murió en el
ring durante una fatal pelea. A pesar de la resistencia de su madrastra -quien no
soportaría sufrir otra vez-, Adonis
se muda a Filadelfia dispuesto a lograr que Rocky,
el mejor amigo de su progenitor, lo entrene. El vínculo entre ambos será cada vez
más resistente e imprescindible, el deterioro físico del mentor encuentra
placebo en el sostén del novato muchacho, quien afronta la inseguridad de
cargar con un apellido de tanta trascendencia.
Creed: corazón de campeón tiene un formato similar a
muchos otros films, sin embargo, transmite una auténtica emoción, una nostalgia
significativa vista a trasluz de su antecesora. Tampoco es anacrónica, su
director se encarga de remozar una historia clásica y efectiva. Entretiene,
conmueve con alguna que otra obviedad.
ESTRENOS FEBRERO 2016
Entre los
destacados del mes de febrero, hay variedad y calidad:
1. Anomalisa, de Charlie Kaufman y Duke
Johnson; Estados Unidos; animación para adultos.
2.
Carol, de Todd Haynes; Estados Unidos; drama.
3.
Mi gran noche,
de Alex de la Iglesia; España; humor absurdo.
4.
Deadpool,
de Tim Miller; Estados Unidos; humor, superhéroe.
5.
En primera plana (Spotlight),
de Tom McCarthy; Estados Unidos; drama (Oscar a Mejor película).
6.
Zootopia, de Byron Howard, Rich Moore y Jared
Bush; Estados Unidos; animación.
7.
El hijo de Saúl (Saul fia), de László Nemes; Hungría; drama histórico (Oscar a Mejor
película extranjera).
8.
Creed,
de Ryan Coogler; Estados Unidos; saga Rocky Balboa.
9.
El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra; Colombia, Argentina y Venezuela; drama.
10.
Brooklyn,
de John Crowley; Reino Unido, Canadá e Irlanda; drama.
DOWNTON ABBEY
SERIE BRITÁNICA, ITV
Seis
años atrás la televisión británica emitía el primer capítulo de la serie
dramática Downton Abbey, temporadas
sucesivas la consolidaron como una IMPERDIBLE dentro de la grilla nacional e
internacional. Ambientada en 1912, el inicio del siglo XX ofrece el modelo de
época para retratar los pormenores de los Crawley,
una aristocrática –típica- familia inglesa que vive en una impresionante
mansión en la campiña, cuya preocupación inicial se centra en cuestiones de
herencia. Mary, Edith y Sybil son las
tres hijas de Sir Robert y dada su
condición de mujeres no pueden recibir ningún bien; si no quieren perder Downton deben idear algo. Además, la
serie no se enfoca sólo en esto, con una rígida y espectacular recreación de
época retrata la jerarquización de clase vigente en ese momento. Escaleras
arriba, la noble familia, sus pares; escaleras abajo, la servidumbre. Ambos
mundos obedecen a un estricto sistema de normas que los afecta por igual, que
les impide una plena libertad; los dos están fuertemente amarrados a una
sociedad que impone ciertas conductas morales inherentes a la hidalga cuna o
una obediencia leal por parte de los plebeyos.
Lo
fatídico no discrimina ni lujo excesivo ni bondadosos personajes. A su vez, la
trama se ve afectada por los cambios históricos, por ejemplo, el impacto de la
Primera Guerra Mundial en Inglaterra. No hay polarización entre buenos ni
malos, algunos son más intolerantes que otros, pero todo se resuelve
rápidamente. Los diálogos ofrecen un impecable juego de razonamiento coherente,
inteligente, hasta humorístico. Se destaca, en este punto, el personaje
interpretado por la querida Maggie Smith, la abuela viuda, quien se resiste a
dejar atrás el privilegio de la nobleza acorralado por una burguesía cada vez
más preponderante. Creada por Julian Fellowes, en el 2015 se emitió su última
temporada, poniendo fin al retrato de una época compleja, perdida.
Libros p/grandes y chicos
GRAMÁTICA DE LA
ALEGRÍA
ARNALDO
CALVEYRA
Por Julieta Nardone
Arnaldo
Calveyra (1929-2015) fue un entrerriano que escarbó y escarbó en el castellano;
y aunque la mayoría de sus libros asomaron primero en francés, su poética se
nutre de la lengua que aprendió en su pueblo, Mansilla, donde pasó los primeros
años de vida. Aquel horizonte de alegría era su modo de pensar el mundo. Una
alegría nada ingenua, una felicidad como tesoro, final de un largo andar en la
esperanza de encontrarla: “Quiero vivir
allí donde vivas, lanzarme al vacío, seguir contigo, como un avión que tuviera
tus alas”.
La
“Poesía Reunida” (Adriana Hidalgo, 2008), desafiante de los límites de los
géneros literarios, tiene un fondo de gozo continuo que desata una imperiosa liviandad,
un pasar sin lastre, donde el esfuerzo se saborea por estar a gusto,
naturalmente, tal como el sol en las flores, el rocío en la gramilla. Consustanciados,
al igual que la madera en el palito,
si se nos permite injertar un verso de Gelman.
Cabe
decir entonces, que el resplandor de la poética de Calveyra proviene de una
conexión que vive entre dos lugares (Francia-Argentina); a partir de ese
aquí-allá emerge una cuarta dimensión a la que el poeta se entrega, se deja tomar
con sólo abrir su ventana parisina y “ver” el campo entrerriano. Al igual que
ese horizonte, la escritura saca al
sujeto más allá de sí mismo, lo arrima hacia ese instante “en que la persona
cesa como persona para volverse presa de lo abierto”. Separado de la
actualidad, en el afuera del tiempo físico, desplazándose en las
intersecciones, logra observar la experiencia como fenómeno que acontece, que
se transforma. Probablemente por esta misma razón, se haya dicho del escritor
que tomaba el mundo como biografía; relato que hace audible la conversación entre las plantas, entre los
astros, entre los hombres, entre los niños: “Ya sé, tienes que creerlo, yo muero todavía, ya me animo al amor con
los ojos abiertos, yo lindo todavía, alambrada mía, río de sonda que me paras
en dos patas de conseja camino hacia tus bocas, dame de esas lámparas que
pasan, de esas estelas que se apagan al hallarse, llévame para siempre conmigo
fuera mío, no me dejes que yo entre más en tantas casas sin hallarte…”
La
forma de laconismo y la melodía ligera, liviana y hasta pura, que manifiestan
sus versos, componen una mirada plena de buen humor, sutil e innegablemente cierta.
Sensaciones etéreas y movedizas dan abrigo a la posibilidad de entrar a un
misterio más hondo, un misterio sin intriga: “si pudiera salirme de mi nombre, entrarme en el trébol con su oferta
de imanes…”
Cada
palabra, dotada de su temperatura justa, parece nombrar por primera vez. Un
delicado pulso marcado por frases breves y que asume el silencio como índice necesario.
Alerta a cuanto lo rodea y fiel al “cuchicheo” de su intimidad, se libera de
los peligros del adjetivo y las apoyaturas lógicas del lenguaje, tal vez, como
observó Mastronardi, para no falsearse,
para que no enturbie la nativa inocencia de su palabra. Parece, en
definitiva, un llamado a buscar más claridad, quizás, movilizado por la voluntad
de llegar a lo que es el mundo, que tampoco
es tan grande, que es mucho más chico de lo que uno cree cuando lo enfrenta
(según opinaba el propio escritor): “Ignorante
del porqué de la tarde, del porqué estar sentado, por qué el impulso que lo
lleva a absorberse, a mostrarse ante las hojas, a deambular, a desaparecer
casi…”
La
retórica de la obra de Calveyra evoca en forma de destellos el habla rural de
la gente de aquellos paisajes de infancia. Una poesía que nos envuelve en una
atmósfera familiar aunque también peculiar, y nos hace desplazarnos de nuestro
aquí y ahora para experimentar una suerte de comunión general: “…abriendo maizales con el canto al canto.
Los perros lo toreaban a Dios de tan visible”.
LITERATURA INFANTIL
En un ensayo titulado “Caminos personales del humor”, Luis
Pescetti (escritor, músico y humorista argentino) indaga: “Pero, ¿qué más me ha dejado el humor? Me ha permitido seducir, reparar un error,
defenderme, atacar, hacer amigos y enfrentar enemigos. Flotar; algunas veces
volar, pero por lo menos flotar. No hundirme, y hundir. Relatar el dolor sin
que duela. Hacer catarsis; pero también hacer un carnaval”.
Desde esa tónica festiva, la novela “Te amo, lectura
(Natacha)”, invita a chicos y grandes. La trama comienza con una tarea que
solicita la maestra para la siempre dudosa “promoción” de la lectura. La
actividad termina en una batalla entre dos equipos (las chicas y los varones),
en la que cada una de estas filas defenderá el libro propuesto: El Principito
versus Tom Sawyer. Los chicos, se inspiran y envalentonan con las aventuras de
Tom para salir a medirse con el mundo. Las chicas, por su parte, imaginan
situaciones donde se involucran entre conjeturas y suspiros en las propias
experiencias del tierno y
En ambos casos, el malentendido, pero sobre todo el
asombro, es lo que los congrega alrededor del libro.
Antro musical / Ritmo mundial
(WORLD BEAT)
Por
Nico Raterbach
Los
intercambios culturales producen cosas maravillosas, vale la pena recordarlo.
Vamos por un minuto a Inglaterra, fines de los setenta. Los inmigrantes
jamaiquinos se integran con los jóvenes ingleses de las barriadas pobres. Desde
los sesenta los caribeños cultivaban dos géneros musicales (entre otras cosas):
el reggae y el ska. Las primeras canciones de Bob Marley estaban dentro de este
último género, si bien se lo conoce por el primero. Vale la pena escuchar a un
lampiño y joven Marley tocando canciones memorables como “Mr. Judge” o “One cup
of coffee” en este ritmo. Florecieron bandas mixtas de jóvenes blancos y afros
por montones, algunas épicas como The Specials, Madness, etc. Por Argentina, la
juventud aun se desperezaba de la dictadura. Unos pibes bien, que eran los
únicos que podían conseguir discos importados, se jactaban de hacer pogo en el
piso de arriba del departamento de los Alsogaray al ritmo de estas bandas.
Algunos se conocían de frecuentar
recitales de Sumo o Los Violadores. Hacían esta música, con una estética
que rompía el molde del rocker tradicional argento, algo que personalmente,
celebro. Unos rugbiers que sin saber tocar bien, siendo benévolos, se animaban
al escenario con un nombre un tanto ajeno a la escena también: “Cadillacs 57”.
Una fecha a mediados de los ochenta, el dueño de un boliche los promocionó como
“Los Fabulosos Cadillacs” y allí, se le dio nombre definitivo a una de las
bandas más legendarias de la música nacional. Letras crudas, simples,
superficialmente pasatistas, pero con un contenido de crítica profunda al “está
todo bien” del rock vernáculo de la vertiente más comercial, que sólo le
cantaba al amor y los ojos de las muchachas. Los primeros discos, si bien
desprolijos y con algún que otro tema para el olvido, ya mostraba el perfil
creativo superlativo de Vicentico (voz) y el Sr. Flavio (bajo). Un par de
generaciones empezaron a beber sus primeras cervezas y fumar todo lo que se cruzaba,
al ritmo del ska Fabuloso. Habían incluido en escena -y esto no es un detalle
menor-, otros instrumentos: percusiones, vientos, teclados. Con esa
confluencia, llegan a nuestros días, en cada fiesta que se precie de tal,
varios clásicos impecables, entrañables. La experimentación los llevó a
explotar ritmos más distantes a sus raíces, como el rap, de la mano de uno de
sus integrantes, Luciano Jr. (actualmente se lo conoce como el Tirri) que luego
se alejó en buenos términos de la banda, y al que le dedicaron el tema “Caballo
de madera”; también incursionaron por ritmos caribeños y otros furcios. Ese
camino los llevó a tocar con invitados de lujo como Celia Cruz, Debbie Harry; a
ser producidos por los Talking Heads, a compartir escenario con los Red Hot,
Cypress Hill; a cantar con Rubén Blades y muchos otros. Varios méritos tienen
los Fabulosos, y tal vez, el más desapercibido es, haber sido los pioneros del “World
Beat”, de la fusión de estilos, hecha con estilo, incluso antes que los Mano
Negra y también con resultados excelentes. Los tardíos ochenta fueron de ellos,
y en los noventa se consolidaron como una banda que tenía mucho más que un hit
por álbum. Nos han dejado 16 discos, algunos épicos, otros bastante más
caprichosos y con el objetivo de llenar y vaciar bateas. Sí, voy a decirlo, “La
marcha del golazo solitario” me parece un bodrio. Porque justificar un álbum
con un “es experimental, vos no entendés”, es una estupidez. Pero seguramente
bailamos ska frenéticamente, nos emborrachamos hasta el ridículo o besamos
amores fugaces en nuestra vida, al ritmo del son rabioso, de los bronces
oportunos, hipnotizados por la seductora tristeza escénica de Vicentico. Y de
verdad, muchas de sus canciones, son verdaderamente algunas de las que sabemos
todos. Elegir tres temas entre tantas maravillas, es un tonto privilegio.
Ilustrar la obra de estos enormes músicos tan acotadamente, es también un acto
injusto. Por eso pedí ayuda a un amigo para continuar el criterio de selección
de buscar entre aquellas más olvidadas, o menos taquilleras, pero no por ello
menos maravillosas y verdaderamente representativas del estilo Cadillac.
Gracias Simón, tenés razón con “aun los escuchamos cantar”. Los invito a que no
se les ponga la piel de gallina con “Basta de llamarme así”, la canción de
Vicentico para su hermana fallecida. Me da pudor pero debo dejar fuera “Gallo
rojo”. Vamos con esta lista amarreta en
número, que chorrea ritmo mundial por todos lados.
“Basta de llamarme así”, álbum “Bares
y fondas” (1986, relanzado en 2008 en “La Luz del ritmo”)
“Aun los escuchamos cantar”, álbum “Yo
te avisé” (1987)
“Saco Azul”, álbum “Rey azúcar” (1995)
El cómo del qué / El yacón y la diabetes
Por Romina Bianchini / Farmacéutica – Dra. en Cs. Químicas
El
yacón es una planta originaria de Perú. Posee una raíz carnosa de sabor dulce
muy recomendada para las personas que padecen diabetes.
Según
la Organización Mundial de la Salud, la diabetes es una enfermedad crónica que
aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo
no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que
regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la
hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña
gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos
sanguíneos.
La
raíz del yacón resulta excelente para los diabéticos, debido a que el tipo de
azúcar que contiene posee muy pocas calorías, no es asimilado por el organismo
humano; por lo tanto no llega al torrente sanguíneo y no aumenta los valores de
azúcar en sangre. Esta raíz tiene un sabor dulce agradable, muy parecido
al de la manzana, y se consume como fruta fresca o después de un
período de secado al sol. Expuesto al medio ambiente se oxida muy rápido,
aunque no pierde su sabor y propiedades.
Se ha descubierto que el
yacón es un alimento probiótico, es decir, que contiene una fibra no digerible
que en el intestino grueso es utilizado por bacterias intestinales benéficas. Entonces
el yacón ayuda a incrementar la microflora que se encuentra en la última parte
del intestino grueso; tener altas poblaciones de esas bacterias, permite
regular a otras bacterias no tan beneficiosas que producen compuestos tóxicos.
El
yacón también mejora la asimilación del calcio en el organismo; sintetiza
vitaminas del complejo B, las cuales están encargadas de mantener en buenas
condiciones el sistema nervioso y cuida la salud mental.
Otra
propiedad del yacón es que fortalece el sistema inmunológico, reduce
significativamente el nivel de colesterol y triglicéridos.
Esta
raíz aporta poca cantidad de calorías, con lo cual es posible incorporarla en
una dieta hipocalórica. Por su contenido de fibra brinda saciedad, contrarresta
el estreñimiento y ayuda a perder peso. Su consumo crónico reduce la pérdida de
calcio y fósforo en los huesos.
La
acción hipoglucemiente (que reduce los valores de azúcar en sangre) se debe
principalmente a las hojas. Éstas estimulan al páncreas en la producción de
insulina. Es importante destacar que las personas con hipoglucemia no deberían
consumir yacón o productos elaborados con el mismo.
¿Cómo consumir el yacón?
Existen
dos posibilidades: comer el tubérculo o las hojas. En ambos casos se aprovechan
distintas propiedades.
Tubérculo: La raíz es considerada una fruta. Puede
consumirse fresca o deshidratada, en forma de hojuelas, puede prepararse jarabe
de yacón o harina. El jarabe puede usarse como endulzante de bebidas, ensaladas
de frutas o postres.
Se
aprovechan sus propiedades beneficiosas para el funcionamiento del colon, para
la constipación; posee además la ventaja de que puede ser consumida por
personas diabéticas y ayuda a bajar de peso.
Hojas: Son muy útiles para tratar la
diabetes. Además tienen propiedades antioxidantes y adelgazantes. Pueden
conseguirse en forma de cápsulas o bien prepararse en infusión o tintura. Se
recomienda consumir el preparado luego de las principales comidas.
Problemáticas sociales locales
¿QUÉ
DETECTAN LAS INSTITUCIONES?
Por Alejandra Tenaglia
¿Cuáles son las principales problemáticas sociales que
advierten las instituciones en Chabás, actualmente? Esos nudos de conflicto, ¿han
ido cambiando con el tiempo? ¿Qué es lo que se hace desde esos lugares, a donde
los ciudadanos se acercan en busca de ayuda, ya sea por cuestiones de salud,
protección, asistencia o apoyo espiritual? Hablamos con los responsables de
cada área, para saber qué detectan a través de su labor diaria.
Policía,
SAMCo, Iglesia, Secretaría de Promoción Social y Trabajo de la Comuna son,
dejando de lado los ambientes educativos, los principales receptores de
demandas sociales y por ello, quienes mejor pueden transparentar la situación
actual en Chabás. El trabajo diario que llevan a cabo los pone de cara a las
problemáticas y conflictos que la ciudadanía padece, cuyas causas son siempre múltiples
y complejas, al igual que las posibles soluciones.
Poner
el foco en ellas, reconocerlas, estudiarlas y abordarlas, son pasos necesarios
e indispensables para un cambio hacia adelante en calidad de vida.
Por
el contrario, cuando estas situaciones se esconden por el motivo que sea; o
peor aún, cuando se naturalizan como si las cartas ya estuvieran echadas y nada
podría hacerse al respecto, es cuando tal vez más lejos estamos de erradicar
los males que aún innominados, ignorados o eludidos, siguen ahí emitiendo su
tic tac silencioso que recién se evidenciará al convertirse en explosión.
Los
establecimientos educativos tanto de nivel inicial, primario y secundario, así
como el Gabinete de la Cooperativa Eléctrica, no fueron consultados para el
presente informe porque es tanta la cantidad de datos que ellos pueden aportar,
debido a su rol específico y al contacto diario con cientos de chicos y sus
familias, que merecen un tratamiento por separado, a lo cual nos comprometemos
para otra ocasión.
Vamos
ahora con la información que pudimos recabar en las instituciones locales
mencionadas en el comienzo de esta nota.
Algunos
de los datos obtenidos, ciertamente, quizás llamen su atención, puesto que aún
en los tiempos que corren, permanece muchas veces en los pueblos esa creencia
de que “hay cosas” que ocurren siempre en “otra parte”, distante en kilómetros
y en gravedad. A veces es así. Otras estamos sumidos en nuestra burbuja
personal y no vemos, lo que también aquí, a la vuelta de casa, es ya parte de
la realidad en la que estamos inmersos aunque no nos demos cuenta.
SAMCo CHABÁS
Ps. Mauricio Stábile / Director
¿Cuáles son las
principales problemáticas sociales que a través del SAMCo, han podido advertir
en Chabás?
Abusos, violencia de género, acoso escolar, jóvenes en
conflicto con la ley, maltrato y violencia familiar, madres adolescentes y
adicciones son algunas de la principales problemáticas sociales. Con el
transcurso de los años estas demandas se han ido incrementando
considerablemente, tanto en cantidad como en gravedad. Y no sólo son propias de
Chabás sino síntomas productos de la compleja realidad social en la que
vivimos.
¿De qué modo trabajan
ustedes sobre esas problemáticas?
Algunas
de estas problemáticas se abordan de manera individual y en otras se realiza un
abordaje multidisciplinario donde convergen Médicos Clínicos, Trabajadora
Social, Psicólogo, Psiquiatra, no sólo con especialistas del Hospital sino
también fuera del mismo con otros profesionales.
También
hay una interconsulta permanente con Acción Social de la Comuna y un espacio de
encuentro con el Gabinete Psicológico de la Cooperativa Eléctrica.
El
abordaje interdisciplinario y los equipos de trabajo se plantean como una
urgencia en el momento de la intervención con el paciente.
COMISARÍA 4ta.
Rafael Barrios / Comisario
Lucas Dal Lago / Subcomisario
¿Cuáles son las principales problemáticas
sociales que han podido advertir ustedes en Chabás, a través de las denuncias o
de los llamados de la gente a la Comisaría?
La
problemática social que nos encontramos con mayor frecuencia son los conflictos
de índole familiar o de convivencia entre vecinos. En donde los mismos han
comenzado a ser de mayor gravedad en cuanto a las agresiones, que comienzan
siendo verbales, teniendo en algunos casos desenlaces en las agresiones
físicas. La violencia es un fenómeno complejo que tiene múltiples causas y a la
vez estas causas se relacionan entre sí. La formación policial específica y
sistemática en violencia doméstica es aún un tema pendiente.
¿Cuál es el rol que ustedes cumplen, ante
esos casos?
Nuestro
rol es intervenir ante cualquier situación de violencia doméstica que se le
presente a la persona. Tratar de dar una respuesta u orientarla en las acciones
a seguir y dejar como primer mensaje que: cualquier momento es bueno para
iniciar una denuncia por malos tratos, aunque los hechos sucedan desde tiempo
atrás o aunque ya se hayan realizado otras denuncias. Nadie tiene derecho a
maltratar a otra persona y no existen excusas para ello. Quien sufre los malos
tratos no es culpable. Puede recibir apoyo de instituciones y personas
especializadas en violencia doméstica. Informarla sobre los recursos
comunitarios a los cuales puede acudir. Informar a la persona sobre sus
derechos y en la medida de las posibilidades, explicar claramente los pasos que
se van a seguir y el alcance de la intervención policial.
En
los casos en que la persona exprese temor o culpa por lo que le ocurrirá al/la
denunciado/a, ayudarla a deslindar su responsabilidad de las consecuencias de
lo que suceda. Un aspecto esencial para lograr una intervención policial
efectiva es el conocimiento de la normativa vigente…
PARROQUIA SAN JOSÉ
Hugo Miniello /
Sacerdote
¿Cuáles son las
principales problemáticas sociales que a través de la Iglesia, puede advertir
en Chabás?
Me preocupan la desintegración
familiar, el deterioro de la cultura del trabajo, el vertiginoso aumento del
consumo de drogas y de los juegos de azar (por ejemplo: el casino), la
expansión de la agresividad y la violencia en casi todas partes, los hechos de
inseguridad y la banalización de la sexualidad...
¿De
qué modo trabajan desde la Iglesia sobre esas problemáticas?
En primer lugar desde la prédica, la
educación y la concientización. También desde Cáritas se trata de ayudar a las
personas y familias con problemas.
¿Cuántos años hace que
está al frente de la Iglesia de Chabás? En todos esos años, ¿ha notado cambios
en la problemática social?
Hace 25 años que estoy en Chabás. Creo
que estas cosas se han ido agravando aquí y en todo nuestro país.
ÁREA DE PROMOCIÓN SOCIAL
Y TRABAJO / Comuna de Chabás
Belén Daro / Trabajadora
Social
¿Cuáles
son las principales problemáticas sociales que a través de la Secretaría de
Acción Social, han podido advertir ustedes en Chabás, en estos casi 3 meses de
trabajo, y de qué modo se ocupan de ellas?
La problemática principal que
visualizamos claramente, es el tema del desempleo, que es transversal a todas
los demás problemas sociales (salud, vivienda educación).
A nivel personal, son muy graves las consecuencias
del desempleo; entre ellas están la pérdida de autoestima, la frustración, la
depresión, la ansiedad, las conductas adictivas, la desestabilización en las
relaciones familiares.
El trabajo brinda a las personas la
posibilidad de lograr ingresos, por tanto acceder a bienes y servicios, y así
satisfacer sus necesidades. En la medida que logren satisfacer sus necesidades,
mejoran su nivel de vida. Es por este motivo que, cuando pensamos el área, ya
no la imaginamos como un lugar de asistencia, si bien es una pata importante y
se continúa sosteniendo a las familias que más lo necesitan. Pero pensamos en
un área de Promoción Social y Trabajo, donde trabajemos en forma conjunta con
las personas que tienen una problemática determinada, tratando de empoderarlas,
de ayudar a que salgan de ese estado de asistencia, para que puedan abordar
otro modo de vida, brindarles oportunidades para manejar esa situación de
privación o vulnerabilidad. No es una tarea fácil la que nos hemos planteado. Al
presente, estamos trabajando en coordinación con Producción, apoyando a algunos
emprendedores locales, y a su vez tenemos planificado para este año trabajar en
capacitación en diferentes oficios, lo cual brinda herramientas para enfrentar
el mundo laboral. Las capacitaciones se articulan con la demanda de los
sectores productivos y las necesidades de formación de los trabajadores
desocupados.
¿Cómo está conformado el
equipo de trabajo que liderás?
La Secretaría de Promoción Social y
Trabajo está compuesta por cuatro
mujeres. Y si bien yo estoy a cargo, también la conforman Rosana Noriega, Ángela Salata y la Lic. en
Trabajo Social Marina Moya. De todos modos quiero aclarar que no creo en una
forma de trabajo piramidal, el trabajo es conjunto, las decisiones las discutimos
y las tomamos entre todas. Realmente se armó un excelente equipo de trabajo,
sobre todo porque la fortaleza que cada una de mis compañeras tiene, está dada
por las ganas, la garra y la creatividad para afrontar los tiempos difíciles
por los cuales transitamos.
Libre asociación - Vuelven
Por Carlos Bonino
carlosgbonino@gmail.com
Seguimos
en el horno, igual prefiero transpirar antes que temblar, dijo un chileno
mientras abrazaba la lámpara de pie. ¡Qué asquerosas son las publicidades de
antimicóticos! Hagan algo con más onda, tipo el Chaqueño zapateando y diciendo
“no es por la Manaos es por los hongos”. Una lástima que no sigan pasando las
del tránsito lento, hay tantos accidentes…
En
la sociedad moderna lo que hay son contradicciones, una es que cada vez hay más
programas culinarios y más rotiserías. Un libro de cocina y un ventilador se
parecen porque los dos tienen paleta. ¿Y el queso? En el pie de atleta. En
agosto se vienen los juegos olímpicos y “que
se vengan los chicos de todas partes,
que estén los de la Luna y los de Marte”. Y el resto de los días también,
porque empezaron las clases.
La
manera de divertirse va cambiando. Hoy si no tenés una Play parece que nada
tiene sentido. Sin embargo las calles tienen uno y hasta a veces dos. Al revés
de las parejas, muchxs tienen dos y a veces una. La Play se parece a un vaso,
porque con la primera jugás y con el otro, jugo. De maracuyá se usa ahora,
también se usan los pantalones tiro alto y quedan horribles. En fútbol los
tiros altos también son feos pero en rugby son buenos. ¡Qué se puede esperar de
un deporte donde sacar la pelota afuera puede ser positivo! Habría que inventar
un test de embarazo con la voz de un policía que diga: “Positivo”, “Negativo”.
Antes
He Man tenía el poder, ahora la espada de Grayskull es el control remoto. Y el
enemigo para ver la tele tranquilo, son los mosquitos. La tele y el mosquito se
parecen porque a los dos los apagás con la mano. Cuando vivía en Rosario y
dejaba un departamento, la duda era: ¿le damos una mano o dos? Otra vez la
dicotomía entre el uno y el dos. En una asociación libre sale varias veces lo
mismo, ahí deberemos poner el acento; quedaría más o menos así: “unó”, “dós”. Tres
tristes tigres sería en este caso un traba teclados.
Volvió
El Zorro a la tele y las mochilas a circular por el pueblo. La máscara y los
cuadernos. Como Sarmiento, que luchó con “la
espada, con la pluma y la palabra”. Las mochilas son como los CDs porque en
los dos podés guardar carpetas. Con los discos no era así, ahí sólo se podía
poner música o carne picada si eran de empanada. La empanada de verdura ¿es
dietética? Una vaca come verdura toda su vida y engorda. Si al toro le dicen
“estás gordo como una vaca”, ¿lo tratan de homosexual? ¿Y si a la vaca le
gritan: “estás fuerte como un toro”? Algunos dudan si existen los marcianos,
otros si existe Dios y todos se preguntan cuál es el punto ideal de la pava
eléctrica para que el mate no se lave. ¡Volvamos a la pava tradicional!, dijo
el pavo después de una aventura con un avestruz ninfómana. Hablando de plumas,
aún no me metí con la farándula nacional. Hay poco. Sin Marcelo no hay escándalos.
Todo se limita a la pelea entre Barbie y Fede. Poca cosa es el marido de
Adriana Aguirre cantando “Rosa Rosa”. ¿Qué nació primero, la flor o el color?
Para mí que fue el huevo y no me importa qué animal lo puso. Nunca supimos si a
la turuleca le dejaron poner diez. Tampoco nos enteramos si Pepe dejó de saltar
y fue a donde lo llamaban. Pobres niños, las canciones nunca se resuelven, las
películas siempre continúan en otra secuela y Xuxa vende cremas antiarrugas. Lo
único que falta es que El Chavo se gane el Quini 6 y se descubra que la bruja
del 71 es Mirtha. La máscara de pepinos, ¿lleva tomate y cebolla?
De reojo - Mandato
Por Sebastián Muape / sebasmuape@gmail.com
Los sábados a la mañana Sandro lleva a Maxi al
polideportivo. Caminan ocho cuadras, colectivo, tren y más cuadras. Los viajes
en la semana son más relajados, Maxi hace como un año que empezó a ir solo y
siempre se encuentra con alguno de los muchachos de las categorías mayores y
hay tiempo para uno de milanesa con gaseosa. Los sábados son distintos; si
fuera por él, esa hora y pico se pondría los auriculares y listo, pero para
Sandro es el tiempo de machacar sobre las fallas y las debilidades que ve en el
juego de su hijo. No sólo en la forma de pegarle a la pelota o saltar a
cabecear, también insiste con el futuro y con que esta puede ser una
oportunidad única para la familia. Revisa en la revista “El otro Fútbol” las
formaciones de los equipos que sigue y al reconocer algún apellido cercano,
parece enervarse; al joven jugador en cambio lo reconfortan esas noticias,
guarda buenos consejos de los muchachos, sobre todo acerca de no darle pelota a
los padres, que para eso están los entrenadores y que nunca un padre puso o
sacó a tal o cual jugador. Vos decile
todo que sí, pero escuchá al Técnico, no seas gil…
Sandro presiona con lo mal que anduvo el pibe en la
prueba del año anterior, cuando lo citaron en Talleres. En tu vida vas a volver a pisar una cancha como esa, dejaste pasar la
oportunidad tristemente, me gasté una fortuna en los botines, en el viaje, ¡¿Y
para qué, eh?! ¡Para qué, decime! Esta vez el pendejo no va a intentar
explicarle a su padre, que el que lo marcó era el cinco titular de la tercera,
que es profesional, que lo recagó a patadas y que a los tres minutos lo
desinfló de un codazo, porque estaba defendiendo su puesto. Boludeces, tiene dos piernas igual que vos,
no me vengas con mariconeadas. No le va a repetir que cuando vas a una
prueba no te pasan una pelota y si te la dan viene larga o alta, para que el
defensor te revuelque; y que cuando la perdés te gritan a propósito, no sea
cosa que el DT no se entere de la cagada que te mandaste.
Los reclamos siguen. Mirá
Carriego, Evaristo, Spina, el Tarta, ¡esos meten! Pero claro, ellos tienen
necesidades de verdad, hambre; todos jugando el Argentino, cobrando buena guita
y viviendo en la pensión del club, en cambio el señorito enamorado del “Poli”, te
gusta más jugar entre cascotes que sobre la gramilla, tenés miedo de extrañar, la
verdad es que no te entiendo.
Mirando por la ventanilla con ganas de pegar el salto, advirtiendo
que la señora que va sentada enfrente decodificó hace rato el entuerto, calculando
cuánto le falta en años para mandar a cagar a su padre, al fútbol, a los videos
del diez de Vélez, a los partidos televisados del sábado a la noche -mientras
los pibes escuchan música en la esquina- y a todas las tribunas, alambrados,
charlas técnicas y mandatos del mundo, Maxi
sigue en silencio y apretando fuerte el botinero se anticipa a la frase que
viene, escuchar antes de escuchar, tragar saliva (Mirá Maximiliano, si
realmente)…
- Mirá Maximiliano, si realmente no levantás cabeza, si no
te tomás en serio el fútbol, yo dejo de bancarte, no estamos para tirar la
guita; hablo con Emilio, te mete en la herrería y listo, ya no sos un nene.
Late
profundo Maxi, igual que cuando va a empezar a rodar la pelota.
- ¿Cuántos partidos jugaste en Primera vos? –pregunta a
su padre.
- Me rompí el rotuliano a los 14, que si no…
- ¿Cuántos?
- Ninguno.
El joven asiente en silencio con su cabeza y vuelve a
mirar hacia el paisaje móvil del conurbano, pensando en vaya uno a saber qué…
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