Ciclos
Por
Alejandra Tenaglia
Poco después de asomar
el sol con su claridad a cuestas, quien asoma por la puerta que da al patio, es
Doña Ana. Entrecierra un poco los ojos, para intensificar la mirada, al tiempo
que extiende su rostro en dirección al montón de hojas verdes; aún así, la
distancia y su miopía pueden más. Apoyando una mano en la pared, asegura su
parada -es que la cadera viene jugándole malas pasadas-; y repite el gesto
aguzando la vista. Parece no lograr su cometido. Baja el escalón con un paso
cauto. Nivela sus pies al ras del jardín y recién entonces, con andar
arrastrado, tal como si llevara comprimidos los dedos en el interior de las
chinelas, avanza hacia la planta. Ya frente a ella, sonríe mirando de derecha a
izquierda y de arriba abajo. Un “aaaayyyyyy”
es acallado por su propia mano que tapa su boca. Es que, ha florecido el
geranio… La mujer, que habíase inclinado para observar en primerísimo plano los
espléndidos ramilletes, supera la presión que siente en su cintura y sin perder
nunca la alegría que su rostro expresa, se yergue. Entonces, con las palmas de
la mano hacia arriba, dice un apenas audible “gracias”, mirando al cielo. No
sabe a quién le habla. Escéptica de chica y ni hablar de grande, Doña Ana es,
no obstante, una convencida de que algo muy superior a nuestro entendimiento,
hay allí donde no podemos ver... Y que parte de esa fuerza ininteligible, se
hace manifiesta en la puja constante con la que la naturaleza ejercita sus
ciclos. Año tras año, cuando llega su momento, la planta cumple. Sus hijos han
jugado en sus lindes, maltratándola sin intención ni conciencia. Toto, su
marido, revisaba y extinguía los caminos de hormigas que afrentaban su belleza,
amenazando además su existencia. Frida, la perra, recibió un par de
zapatillazos hasta entender que allí no debía ir a jugar; aunque siguió haciendo
pozos peligrosamente cercanos y ya ni eso, porque ciega y vieja, sólo cumple su
papel de fiel ladera de su dueña. Los hijos la visitan ahora domingo de por
medio y a Toto es ella quien lo visita en el cementerio, todos los sábados.
Tanta vida se ha tragado el tiempo y tanta muerte ha lanzado como flechas
cargadas de tinieblas. Sin embargo, los geranios continúan su ritual, estación
tras estación. Y quizás por esa continuidad o porque es cierto que la humildad
no es un punto de partida sino de llegada, Doña Ana disfruta en grande, lo que
antes podía pasar como un detalle más, en medio de rutinas orientadas hacia
metas enclavadas en marquesinas centelleantes. Como el agua fresca que calma su
sed de madrugada, al pie de la heladera y con la puerta abierta; como el
acostarse en sábanas recién puestas, tersas como no lo estarán al día
siguiente; como el “te quiero” que sus nietos le regalan con una frecuencia
inusitada en sus hijos; como el sabor del primer mate de la mañana, espumoso y
fuerte como a ella le gusta a pesar de su gastritis; como el grito que nombra
su nombre desde el otro lado del tapial del patio, con el que su vecina Gladys
insiste hasta que ella contesta, para luego preguntar “¿estás bien?… Es que hace un par de días que no te veo”. Como la
compañía que le brinda el programa radial con el que tanto se ríe y se informa
y se enoja y dialoga, hoy ya empezado, sin que la mujer haya encendido el
aparato…
Lo que el tiempo me enseñó - "Nano" Donés
ENTREVISTAS 2016
Por Alejandra Tenaglia
Casi cinco décadas a cargo de un
transporte a Buenos Aires, en el cual además de
trasladar cosas, han viajado muchísimas
personas a las que gentilmente aceptaba llevar, lo han hecho conocido por
demás. Tiene 75 años, se llama Eduardo Alberto Donés, pero usted y yo
sabemos muy bien, que referimos a “Nano”.
Preséntese
en 3 oraciones, que resuman lo que usted cree que mejor lo define.
Es
difícil hablar de uno mismo. Supongo que la mayoría de la gente, ante esta
pregunta dirá que es o intentó ser una buena persona: solidario, trabajador,
buen hijo, buen padre. Mentiría si no reconociera que eso ha sido lo que yo
pretendía, aunque muchas veces no lo haya logrado.
¿Qué
es lo que primero recuerda, cuando piensa en sus padres?
Mi padre fue un tipo humilde, maravilloso, sensacional y
mi mejor amigo. Mi madre fue una mujer de carácter fuerte, se tuvo que bancar
una casa con 4 varones y sin la tecnología de ahora que simplifica mucho el trabajo.
De todos los familiares, excluyendo a sus padres, ¿hay
alguno con quien haya tenido o tenga especial afinidad?
Con la mayoría de mis familiares tuve buena relación. Con
mis hermanos, de diez. En cuanto a especial afinidad, creo que la he tenido y
la tengo con un primo, “Nene” Capozucca, ¡un tipazo! Charlábamos mucho.
Solíamos ir a cazar y pescar.
¿Estudió?
¿Recuerda a algún/a maestro/a en especial?
Cursé
solamente la escuela primaria. Recuerdo a varios de mis maestros por lo
afectivo y por la dedicación. Enseñaban con el alma, sin fotocopia ni
computadoras.
¿Trabaja
aún?
Ya
no tengo el transporte, y aunque siempre hago algo, trato de realizarlo lo más
tranquilo posible.
¿Qué
trabajos ha realizado?
Mi primer trabajo fue de lavacopas en la inauguración de
American Bar de Magnato Morelli (hoy Coyote), allá por el año 1950. Trabajé en
Riba y León, en la esquina del hoy bar 717, que era un almacén; y en la
heladería que funcionaba en el local donde estaba la Cooperativa Núcleo. Con
mis hermanos tuvimos reparto de hielo, vendí pescado, fui al campo de
gallinero, fui verdulero y en el año 1962 empecé con el transporte a Buenos
Aires, que tuve 48 años.
¿Hay alguno de esos trabajos que, de poder volver el
tiempo atrás, no volvería a hacer?
Para mí el trabajo fue una adicción. Todos me enseñaron
algo. No reniego de ninguno.
Si
fuera posible, ¿cambiaría algo de su niñez?
Mi
niñez fue muy simple. Nos divertíamos jugando al fútbol con todos los pibes del
barrio en el campito donde hoy está mi casa (San Martín e/ Rosario y Urquiza) y
en el del frente. A la noche nos juntábamos en la esquina donde hoy está la
Comuna a charlar y jugar hasta que aparecían don Luna y Paniagua, dos agentes
de ronda, que nos mandaban a dormir. Nada cambiaría.
Si
pudiera elegir una habilidad con la que contar a partir de mañana al despertar,
¿cuál sería?
Mago
o puntero derecho para estar en la Primera de Huracán.
¿Qué
características debe tener una persona para que usted quiera tenerla como
amiga?
No creo que uno esté buscando defectos o virtudes para tener
a alguien de amigo. Simplemente se da.
¿Hay
algo que mirando hacia atrás se reprocha no haber hecho?
Tal
vez no haber estudiado. Había que viajar a Casilda y los números no daban.
¿Qué
le da vergüenza?
Ver
a los que se robaron todo y aparecen en la TV como si nada. Vergüenza e
indignación.
Llorar,
¿sirve?
Es
algo natural. Las lágrimas aparecen generalmente ante un gran dolor o alegría.
No sé si sirve.
¿Hay
temas con los que no le gusta que se hagan chistes?
Me molesta el humor que humilla y degrada a otras personas.
¿Ha
deseado más de lo que ha tenido o ha tenido más de lo que ha deseado?
El
tiempo me fue trayendo cosas que jamás soñé tener, ya sea en lo material como
en lo afectivo. ¡Bienvenidas sean!
¿Qué
es lo que señalaría como un gran logro suyo?
Tal
vez haber podido mantener durante casi 50 años mi transporte, entrar en lugares
impensados y lograr infinidad de amigos.
¿Cuál
es el momento más difícil que le tocó atravesar?
Sin dudas la muerte de algunos seres muy queridos.
Mencione
3 cosas que le gusta hacer.
Viajar principalmente al mar y embarcarme para pescar, criar
canarios, reunirme con los ex colimbas de mi compañía y una más: ir a ver a
Boca en la Bombonera con mi hijo y mi nieto.
¿Qué
lo maravilla?
Ver a mis nietos más chicos usando la computadora y los
celulares con la facilidad que yo no logro.
¿A
qué le tiene miedo?
A que alguna vez vuelva a gobernar el kirchnerismo. Salvo que
todo lo que se está sabiendo, sea mentira…
¿Hay
algo en particular que lo emocione?
Los almuerzos de los domingos cuando estamos los 15 en la
mesa.
¿Qué
es lo que más le agradece a la vida?
Eso precisamente, la familia. Mis hijos, que aunque a veces
chocamos, tenemos una buena relación. No así con mis 7 nietos, con los cuales
la relación es ¡maravillosa!
¿Un
consejo para los más jóvenes?
Que sean buenas personas, respetuosas, que estudien y que
siempre den las gracias.
A
usted, el tiempo, ¿qué le enseñó?
La vida va pasando y
te va enseñando muchas cosas buenas y no tanto. Respetar a los demás tiene
prioridad.
Máquina del tiempo / Mujeres poetas y traductoras
Por Ana Guerberof
ana.guerberof@gmail.com
Idea Vilariño fue poeta, traductora,
profesora, letrista, crítica literaria. Raramente concedía entrevistas, muy celosa
de su intimidad, aun cuando la lectura de sus poemas desvela aspectos íntimos
de su vida, de sus amores, de su vejez. Me subí a la máquina del tiempo e
intuyo que accedió a ser entrevistada porque me creyó una loca que decía venir
de un futuro cercano y que había leído su poesía con entusiasmo.
En su familia convivían la literatura y la música. Se la conoce, en
especial, por sus poemas, pero además ha sido letrista de canciones importantes
en la historia de Uruguay como Los orientales.
Creo que cuando volvieron Los Olimareños del exilio y cantaron Los
orientales, la mayoría de los allí congregados que coreaban eufóricos no sabían
que la letra era mía. Pero sí, la música es una parte fundamental, era lógico
que escribiera algunas letras que acompañaba con el piano.
Sus letras muestran su compromiso político con la izquierda. Se quedó en
Uruguay durante la dictadura, y fue afín a la revolución cubana.
Siempre he intentado vivir con coherencia mi militancia de izquierdas. No
la he cambiado, he sido combativa de una manera pacífica, digamos.
La canción y el poema, con música de Zitarrosa, me recuerda a sus Poemas de
amor que dedicó a Juan Carlos Onetti. ¿Es el amor un despedirse?
Precisamente, la canción se basa en un poema de ese libro que se llama
Canción [Quisiera morir / ahora / de amor / para que supieras / cómo y cuánto
te quería. / Quisiera morir / quisiera / de amor / para que supieras.]. Y
contestando a tu pregunta, sí, de alguna manera la vida es un despedirse de lo
que vivimos, de esos mismos recuerdos, de nosotros, de la fuerza del cuerpo. El
amor, que es una parte intensa de esa vida, se rige por esas leyes. En el
momento de amar, sabemos que esa intensidad pasará, que nosotros pasaremos, y,
en ese sentido, es un despedirse, sí.
Me interesa su faceta como traductora. Lo hacía del francés y del inglés,
ganó numerosos premios y tradujo, durante veinte años, obras de Shakespeare que
se representaron con éxito en el teatro. ¿Fueron estas obras sus traducciones
favoritas?
Siempre traduje a Shakespeare por encargo, no por decisión propia. Sin
duda, son obras magníficas, pero era una actividad ardua que me devoraba el
tiempo, me pasaba horas tratando de encontrar el significado correcto, la
palabra adecuada. Es difícil traducirlo, ni siquiera en las versiones en inglés
se aclaran con el significado. Yo siempre intenté ser fiel al texto, pero ante
todo que el actor pudiera recitar algo próximo al público.
Ha hablado de la esclavitud de la traducción.
Sí, es un trabajo en el que estás sometido a lo que quiere decir el autor y
que requiere de un gran esfuerzo para trasmitir eso mismo en tu lengua. Soy muy
fiel cuando traduzco.
Ha publicado libros de crítica literaria donde analiza la poética, como su
análisis de las organizaciones vocálicas de los poemas de Rubén Darío. ¿Cómo
surge este conocimiento profundo de la poesía?
Mi padre, que era poeta, nos leía poemas del Siglo de Oro español en voz
alta y yo aprendí a escuchar, y a crear poemas con rima y métrica de acuerdo a
la música de las palabras cuando era aún una niña. Estuvo siempre ahí, no
surge.
Reeditó sus libros de poesía Nocturnos, Poemas de amor y Pobre Mundo, e
incluyó nuevos poemas en cada edición. ¿Cuál es su proceso de escritura?
Los reedité porque me parecieron los menos malos y que, de alguna manera,
el tema era el mismo, así que añadía a esos libros otros poemas posteriores. Yo
escribo en un cuaderno o en un papel que encuentro, no planifico ni espero un
momento en que el poema está acabado, sino que escribo de una forma más o menos
espontánea, agarro lo primero en lo que puedo escribir y lo hago, y lo repito
para ver su ritmo.
Mi libro favorito es el último, No, porque, así como el título, logra
condensar en pocas palabras sentimientos complejos que nos llegan como dardos
finos que luego nos alumbran.
Mi poesía se ha condensado con el tiempo, quiero decir de una manera que
sea sencilla, al igual que habla la gente, como todas las letras de los buenos
tangos que nos dicen con un lenguaje llano lo que sentimos con cierta habilidad
creativa.
Dice que no hay esperanza, la tachan de oscura, sin embargo, su poesía no
desmoraliza.
Sí, no soy optimista. Me sorprende que me lean precisamente por eso, porque
soy oscura. Quizás no desmoraliza porque todos queremos que alguien comparta
con nosotros esa desesperanza, ese desaliento que sentimos porque estamos
solos. No lo sé.
Idea Vilariño murió en Montevideo a
los 89 años. Catorce personas asistieron a su funeral. Ella no lo hubiera
querido de ninguna otra manera.
Cine y series -
Por Lorena
Bellesi / bellesi_lorena@hotmail.com
PATEAR EL TABLERO
“CAPITÁN
FANTÁSTICO”
Harto
de los valores hipócritas, superficiales y consumistas del mundo capitalista, Ben (Viggo Mortensen, genial) elige, junto a su esposa Leslie, alejarse de una urbanidad
caníbal, que atenta contra la integridad humana a través de absurdos modos de
existencia o mecanismos de opresión y control, como la escuela. Por eso,
prefiere educar a sus seis hijos –tres varones, tres mujeres entre dieciocho y
cinco años, aproximadamente- en el indómito territorio del bosque, distante de
las tecnologías o el dinero como formas de vinculación. Una dura rutina física
(escalar, defensa personal con armas blancas, entre otras) y la asignación de
lecturas selectas forman parte de una instrucción peculiar e individualizada. En
Capitán Fantástico (Captain
Fantastic) las conductas están
sustentadas en dos axiomas de raigambre ideológica: “Nos definen nuestras
acciones, no nuestras palabras” y “El poder para el pueblo. Abajo el
sistema”. Ante tales afirmaciones se entroniza la libertad, la verdad, la
sinceridad como baluartes en la formación de los más jóvenes. Si el más pequeño
pregunta qué es un pedófilo, la respuesta es la del diccionario, no hay
evasivas. El argumento de una novela, “Lolita”, no es “interesante”; Ben
persuade a sus hijos a que sean críticos, a que defiendan cada una de sus
intervenciones o discrepancias. Él no tiene un trabajo formal, está presente,
los escucha.
Un hecho trágico los obliga a abandonar su
rudimentario hogar, irremediablemente los hijos más grandes cuestionan su
atípica forma de vivir ante la incapacidad de adaptarse a las normas de la
sociedad moderna. Son adolescentes que hablan esperanto pero ignoran que Nike
es una marca deportiva. No celebran Navidad sino el día de Noam Chomsky, cuánto
más conveniente es recordar a un luchador
de los derechos humanos que a un individuo de fantasía como Papá Noel,
argumenta el padre. El director y guionista Matt Ross no procura ilustrar un
bucólico e idílico plan familiar a lo Ingalls, la tensión deviene en la
desarticulación entre los intereses de los mayores y los más chicos. La
posibilidad de ir a una universidad sumamente prestigiosa promueve el enfrentamiento,
por ejemplo. El cariño del actor Viggo Mortensen por nuestro país es algo
conocido por la gran mayoría, es fanático de San Lorenzo, un gesto en la escena
final de esta bellísima película lo convierte, definitivamente, en un auténtico
ciudadano argentino.
ESTRENOS DEL MES DE OCTUBRE
Dispares
propuestas consiguen una tibia respuesta del público:
1.
“Por
siempre amigos” (Little Men) de Ira Sachs; Estados Unidos y Grecia; comedia
dramática.
2.
“Las inocentes”
(Les inocentes) de Anne Fontaine;
Francia y Polonia; drama histórico.
3.
“El
invierno”
de Emiliano Torres; Argentina; drama.
4.
“La
lección” (Urok) de Kristina Grozeva y Petar
Valchanov; Bulgaria; drama.
5.
“Loca
alegría”
(La pazza di gioia) de Paolo Virzì;
Italia; comedia.
6. “Miss Peregrine y
los niños peculiares” (Miss Peregrine's
Home for Peculiar Children) de Tim Burton; Estados Unidos; aventuras.
7.
“La
bahía”
(Ma Loute) de Bruno Dumont; Francia y
Alemania; comedia.
8.
“El
contador”
(The Accountant) de Gavin O'Connor;
Estados Unidos; drama.
9.
“Existir
sin vos. Una noche con Charly García” de Alejandro Chomski; Argentina;
documental.
10. “Un hombre perfecto” (Un homme idéal) de Yann Gozlan; Francia; thriller.
MASTER OF NONE
SERIE
ESTADOUNIDENSE, NEFTLIX
Aziz
Ansari produce, escribe y protagoniza esta lúcida comedia sacando totalmente provecho
de su origen indio. El personaje principal se llama Dev, vive en Nueva York y procura conseguir trabajo como actor; es
consciente de su indisimulable aspecto perteneciente a una minoría, de su
acento singular al pronunciar en inglés y de la debilidad estadounidense por
los estereotipos. Es un treintañero inseguro en sus relaciones románticas,
entusiasta de las nuevas aplicaciones, un degustador nato. Cada episodio plantea
alguna temática particular, más allá de darle continuidad a la historia de Dev y sus amigos. El matrimonio, la
paternidad, la fidelidad, el sexismo en la industria televisiva, la historia de
los padres inmigrantes son algunos de los principales asuntos que originan
agudas conversaciones provistas de humor y crítica.
La
segunda temporada se estrena en el 2017, solo diez capítulos de media hora cada
uno componen la primera. Master of none
es un show televisivo muy popular en Estados Unidos ya que es un producto
directo de su mentalidad. A pesar de eso, realmente se disfruta plenamente.
Libros / Reedición de "El Duke"
Por
Carlos Marcos y José María Marcos
La
reedición de esta obra de Enrique Medina fue realizada por Galerna bajo el
cuidado de
Alejandra Tenaglia. En el prólogo, a cargo de Carlos y José María Marcos, puede hallarse la fibra que el libro tensa así como la audacia del autor de Las Tumbas, al delinear ciertos perfiles en plena dictadura militar. Es por ello que compartimos a continuación, el texto completo que anticipa en sutiles filetes, esta dura novela.
Alejandra Tenaglia. En el prólogo, a cargo de Carlos y José María Marcos, puede hallarse la fibra que el libro tensa así como la audacia del autor de Las Tumbas, al delinear ciertos perfiles en plena dictadura militar. Es por ello que compartimos a continuación, el texto completo que anticipa en sutiles filetes, esta dura novela.
PRÓLOGO
Los tíos representan la posibilidad de contar
con una visión ampliada de los padres. En 1976, cuando nosotros teníamos apenas
4 y 2 años, la portada de la primera edición de El Duke estuvo a cargo de un tío nuestro: el artista plástico Jesús
Marcos (Salamanca, 1938). Radicado en Buenos Aires, Jesús posee una reconocida trayectoria,
al igual que su primo Alejandro Marcos (Salamanca, 1937), pintor residente en
París, quien a su vez recibió a Enrique Medina cuando sus textos comenzaban a
traducirse en Francia. Varias décadas después, dos hermanos Marcos nos cruzamos
en el camino de Medina, como admiradores y ávidos lectores de su obra. Se sabe
que el viento distribuye las barajas, y esta vez, nos entregó una carta brava
con la figura del mítico Duke, entre reyes, caballos y sotas. Hicimos lo
posible para estar a la altura de la partida al prologar esta nueva edición, en
honor a esta triada: Jesús, Alejandro y, si acepta este título, el tío Enrique.
Todos han sido y son nuestros referentes.
El
rostro de la violencia
Enrique Medina es uno de los autores
imprescindibles para mirar el rostro inasible de la violencia. Constructor de
historias con vísceras que muchos escritores de su tiempo desecharon, supo
conmocionar al universo literario en 1972 con la publicación de la novela Las tumbas, que describe la crueldad y
la opresión dentro de los institutos de menores en Argentina.
Desde aquel entonces, el autor se ocupó de
buscar palabras para nombrar los pesares de las mujeres y los hombres
olvidados, muchos de los cuales integran un engranaje que los mantiene vivos a
costa de que no intenten hacer algo diferente de lo que se espera de las
bestias de carga.
El Duke es parte de este
linaje y se publicó en 1976 cuando ya estaba en marcha la más sangrienta
dictadura argentina. Descripción del clima de una época y de un accionar que el
Estado transformaría en método, fue prohibida por el gobierno militar el 27 de
diciembre de 1976 y recién regresó a la calle con la restauración de la
democracia.
En la reedición de 1984, Geno Díaz
(1926-1986) ubicó al autor entre lo más significativo de la literatura
testimonial latinoamericana y señaló: “Fueron diez años de ignominia. Muchos
habrán de escribir sobre todo eso. Lo grotesco y lo espantoso. Pero Enrique Medina,
en el centro del vórtice lúgubre, publicó El
Duke. Dijo su palabra en carne viva en plena dictadura. Cuando el precio a
osadías tales podía ser la tortura o la muerte. Hacía falta tener mucho valor.
Y Medina lo tuvo”. Hoy, con un pasado que nos apunta con dedos amenazantes y
uñas llenas de tierra, esta historia nos sigue permitiendo espiar en el
estómago de un gigante que devora seres humanos y vomita criminales.
Los
destinos astillados
Con multiplicidad de recursos, Medina recrea
las desventuras de un boxeador retirado, que se gana la vida torturando y
asesinando. Nacido en una villa, alguna vez acarició la gloria, fue tapa de
revistas y se sintió campeón, aunque una mala noche lo dejó afuera del
ring-side y se convirtió en matón. Habiendo alcanzado el punto de no retorno,
no le quedó otra que vivir en guardia y salir adelante a base de ganchos, cross
y jabs, aliviando su conciencia con un poco de whisky.
Novela donde el cuerpo se manifiesta con su
voracidad sexual, sus exudaciones, la descomposición, el hambre, el dolor, la
fragilidad, El Duke muestra cómo se
gesta un monstruo con la complicidad del poder, que simultáneamente crea a los
aldeanos que saldrán con antorchas a restituir un orden que sólo genera
injusticias y nuevos horrores.
El boxeador evita opinar. La vida es un
viaje. La muerte, el regreso. Sabe que para huir debe correr y tratar de que no
lo atrapen. Si algo se le interpone en su camino, usará los puños o un arma si
tiene a mano. Como perro de la calle, encontrará comprensión en las bestezuelas
que viven entre penumbras, en alguna maldita ratita que pueda prestarle su oído
durante una larga agonía.
Por ciertas descripciones, se nota que el
narrador de la novela siente misericordia hacia el Duke, sus cómplices, los
asesinos, la gente de la calle, de la villa, los golpeadores, la mafia, las
prostitutas, los desesperados, los bárbaros, la gente rota, los destinos
astillados. Esto no le dificultó tener la impiedad necesaria para componer este
gran libro, concebido con la brutalidad, el desconcierto y la misma belleza con
que somos arrojados a la vida.
Novelando casos - Ser una
Por Carina Sicardi / Psicóloga
La
vida nos presenta permanentemente la oportunidad de decidir, lo que sea, desde
el detalle más pequeño a las instancias que cambiarán para siempre el camino
que hasta ese momento recorrimos.
Después
de once años de trabajo en el SAMCo de Chañar Ladeado, con muchas vivencias y
hermosa gente que conocí y por la que guardo un cariño inmenso, decidí tomar el
cargo que por concurso ganado, se me otorgaba en dos de las salitas
asistenciales de Firmat. Gran experiencia. Ese viernes, con el dolor que
generan las despedidas, saludé a mis compañeros y casi sin mirar atrás, el auto
avanzaba alejándome del lugar que hasta ese instante era “mío”, y ya no.
En
una de esas salas, una mañana de invierno, esperaba Perla su turno, prolija y
celosamente guardado por María, la secretaria. Cuando llegué (tarde, como
siempre), Perla levantó la mirada y me sonrió de un modo estereotipado, como
quien sabe que es parte de ser bien educado, mostrar ese gentil gesto en señal
de saludo.
Así
nos conocimos. Perla tenía una hermana gemela, Mónica; eran extremadamente
parecidas físicamente. Hija de padres mayores, por lo cual los 28 años la
encontraron cuidando a su madre “que ya es grande y me necesita”; también a su
abuela materna. Su padre había fallecido siendo ella pequeña.
Vale
aclarar que debo pensar y obligarme a escribir en forma individual y no de a
dos la historia de Perla, ya que en su discurso parecía no distinguirse el
límite entre una y otra. Así transitaban la vida, dos o nada.
Costó
que Perla fuera ella y no “la melli”, costó que pudiera enfrentar cada día
intentando ser una, mirarse en el espejo y reconocerse no siendo tan solo una
mitad, que era como se percibía. Como si cada una hubiese tomado una potencialidad
y le hubiese regalado la mitad a la otra. Entonces, sólo se podía restar: la
mitad de inteligente, de bella, de seductora, de imaginativa, de aceptada. Casi
nada se podía sin la otra parte, hasta ese día en que, sin Mónica, estaba
esperando su turno para comenzar terapia, para intentar encontrar su identidad.
No fue
poca la culpa que la decisión le generó. ¿Cómo salir de esa dualidad sin sentir
que la piel nueva duele si se expone al sol por primera vez? ¿Cómo permitirse
ser feliz si su hermana seguía en la oscuridad de la cueva?
Infinidad
de cuestionamientos iban develando verdades guardadas en el baúl de los
recuerdos familiares, cuyas llaves poseía su mamá. Esa mamá que las necesitaba
como dos mitades, que haría que nunca se fueran de su lado porque debían
cuidarla, tal como era su deber… Si así no lo entendían, unos golpes certeros,
físicos y psíquicos, se lo recordarían a diario.
Invisibles
para el mundo exterior. Un sistema escolar que ni siquiera las veía, con o sin
problemas intelectuales. Ni el bajo rendimiento hizo que alguien detuviera la
mirada en ese mundo que cada vez más, se resguardaba de a dos. Salir de allí,
¿para qué?
Pero
Perla se animó. Poco a poco, con el miedo y el dolor que le provocaba ser ella
misma, un día se descubrió soñando con una carrera universitaria. Y con eso, la
posibilidad de conocer gente nueva. También logró vivir sola. Ella, en quien
nadie apostó nunca, logró apostar por ella misma. Hechas de nueve lunas y sin
ninguna luna…
A
veces la culpa hace que mire hacia atrás, con la esperanza de ver a su hermana
dejando el pasado. Pero enseguida recuerda lo que le costó el despegue y sigue,
pese a todo, sigue. Descubriendo el mundo y su mundo, tan hostil en el adentro
como fuera. Es que, empezó a mirarse, aunque aun no haya dado con esa otra
mirada que decida detenerse en ella.
Antro musical - Virus
EN EUROPA NO SE CONSIGUE
Por
Nico Raterbach
Rebobinemos.
Esta columna surgió con el fin de desentrañar la muerte de nuestro rock. La
autopsia de un cadáver, que goza de buena salud. Estas son necrológicas de una
historia rica en personajes y canciones. Y como el año, la columna agoniza. En Virus, la banda de los hermanos Moura, gastamos
las últimas balas en la originalidad y genialidad que tuvo el Rock Nacional.
Nacieron en la cuna de oro del rock argento, la Plata, en el 80. Compartieron
con Sumo una peculiaridad, le bastaron pocos años para dejar un puñado de
discos con canciones geniales. Cuando los escenarios estaban poblados (salvo
excepciones del under) de grupos que jugaban a demostrar que la música era para
iluminados, virtuosos y acólitos de la dictadura, Virus propuso rock bailable, crítico y escénicamente impactante.
Esto les acarreó al inicio, ingratitudes y naranjazos de un público al que le
costaba asumir que el mundo cambiaba. Con Virus
el new wave inglés que luego deslumbraría a obsecuentes de lo extranjero, nacía
en Argentina antes que en Londres. Es arriesgado decirlo, pero tal vez, ellos
fueron los primeros en crear un género. Época de las grandes disqueras; al
igual que ahora, la independencia de las bandas no existía, sólo grababan
aquellas bendecidas con ciertos talentos. Y vaya si Virus
los tenía. WaduWadu, su disco debut, se transformó en álbum de culto para un
grupo de consumidores elitistas de rock nacional. La puesta en escena, con
Federico Moura y las sutilezas de sus letras al frente, era la esencia de la
banda, una imagen original, naif, que se imponía y destacaba entre los
congéneres de esa era. Para el 82, ya sonaban bastante. Un detalle destacable
para un grupo que fue cuestionado por la banalidad de su música: se negaron a
tocar en el festival de la solidaridad Latinoamericana organizado por Galtieri.
Los Moura, tenían (y tienen) un hermano desaparecido. Párrafo aparte,
avergüenza leer los nombres de los que sí participaron y aun le cantan a la
libertad. La presencia de un líder carismático como Federico, con su
sensualidad ambigua, su discreta lejanía con el público, su montaje escénico
perfecto, garantizaba un magnetismo paradójico. Él logró imponerse sin hacerlo,
y escapar de la atracción gravitacional de una banda que sonaba perfecta sin
cantante y aún mejor con su voz. Teclados creando colchones que hipnotizan,
arreglos geniales, guitarras que desubican al oyente por su extemporaneidad, un
resumen muy amarrete de lo que Virus fue.
Parecería que la banda hubiera hecho un pacto con el diablo, algo usual en el
ambiente. Lanzaron un disco por año, todos exitosos, hasta el 87, cuando
Federico muere de SIDA. En un par de años el rock nacional había tenido más
mártires de los necesarios, y la muerte de Moura, un año después de la de Luca,
fue muy significativa. Hasta el hartazgo, podemos repetir el mantra de las
cosas no creadas que perdimos con cada muerte y lamentarnos infinitamente. La
banda continuó con Julio en voz, manteniendo la esencia, pero con una muy
pesada carga de reemplazar lo irreemplazable, de vivir de añoranzas en un constante
homenaje. Ningún grupo, creo, puede sobrevivir una pérdida de esta magnitud.
Así, grabaron algunos discos más y volvieron a escena con más ojos en la
taquilla que en el talento, con reuniones post mortem y algunos shows. Virus, la banda que introdujo mucho al
rock nacional, merece ser oída. En sus canciones se oye sutilmente parte de ese
latido de lo que alguna vez fue, el maravilloso rock argento. Van 3:
“Cantante
Farsante” (WaduWadu-1980)
“Amor
descartable” – (Relax-1984)
“Tomo
lo que encuentro” (Locura-1985)
El cómo del qué - La congorosa y la acidez gástrica
Por
Romina Bianchini / Farmacéutica – Dra. en Cs. Químicas
La
congorosa es una planta originaria de
América del Sur que crece en climas subtropicales o templados, y puede llegar
hasta los cinco metros de altura. Es conocida también como concorosa, molle espinoso o maiteno.
Para
aprovechar sus propiedades medicinales se utilizan la corteza, las hojas y las
raíces. Puede ser empleada como diurética, antiséptica, bactericida y
analgésica. Sin embargo, lo más destacado de esta planta es su poderoso efecto
antiácido. Su extracto acuoso es capaz de
neutralizar efectivamente los ácidos gástricos, debido a ello las hojas
de esta planta se utilizan con mucho éxito para el tratamiento de la gastritis
y de la úlcera gástrica. Ayuda a regular la producción de ácido clorhídrico por
el estómago, siendo muy útil para el tratamiento de úlceras de origen nervioso,
presentando también actividad cicatrizante en el caso de úlceras estomacales.
Las
hojas de congorosa han sido utilizadas
desde hace siglos por las poblaciones indígenas adicionándolas a la yerba mate.
Antiguamente era común que la yerba contuviera entre 10 y 15 % de hojas de congorosa, lo cual ayudaba a evitar la
acidez y gastritis que el mate provocaba en algunas personas. Sin embargo,
tiempo después, a pesar del positivo efecto terapéutico que ello significaba,
esto comenzó a considerarse una “adulteración” de la yerba mate. Por lo que
actualmente la yerba ya no contiene hojas de congorosa.
Además,
las hojas de esta planta actúan como calmante, especialmente cuando los dolores
tienen su origen en úlceras gástricas, de garganta, o en las encías. En estos
últimos dos casos se utiliza en forma de buches.
Es
usada también como depurativo, especialmente en personas que están dejando o
dejaron el alcohol o el tabaco, puesto que la congorosa ayuda a eliminar los
residuos resultantes de su consumo. Se emplea también para reducir la
frecuencia de los calambres y para tratar problemas bronquiales, asma y
bronquitis.
En
algunas mujeres las infusiones de congorosa pueden reducir la fertilidad. Dicho
efecto ha sido empleado como método anticonceptivo, sin embargo esta
disminución no es total y en la actualidad se dispone de métodos mucho más
efectivos y seguros. También es importante destacar que este efecto desaparece
en cuanto se suspende la utilización de la planta.
Modo de empleo
Las
hojas y el tallo de esta planta pueden ser preparados en cocimiento, infusión,
o bien pueden ser agregados al mate en casos de enfermedades gastrointestinales
como úlceras sangrantes, dolor de estómago, de intestino y cólicos. También
resulta beneficiosa en casos de hipertensión arterial, dolores articulares,
para desintoxicar, para facilitar la salivación y para el alivio del asma. Por
su parte la raíz en cocimiento se recomienda como diurético.
La
infusión de las hojas aplicadas externamente se ha utilizado con muy buen
resultado como cicatrizante y antiséptico, en especial en casos de acné y
eczemas.
En
forma de emplasto también se recomienda en casos de cáncer de piel.
Precauciones y advertencias
Su
uso no está recomendado en niños, mujeres embarazadas, o en etapa de lactancia.
Tampoco se recomienda su uso en aquellas mujeres que estén planeando concebir
un hijo. De todas formas, siempre se recomienda consultar al médico y/o farmacéutico
antes de comenzar a utilizarla.
Centro de Cuidado Infantil
YA FUNCIONANDO
El
viernes 28 de octubre se inauguró en Chabás un Centro de Cuidado Infantil, tal
como hay en otra treintena de localidades a lo largo de toda la provincia de
Santa Fe, pero siendo el primero del departamento Caseros. Se trata de una
apuesta para dar contención a niños de entre 0 y 4 años, cuyos padres deben
salir a trabajar, brindándoles un ambiente adecuado y sin ningún costo, ya que
son gratuitos. De un cupo de 40, ya hay 38 anotados que realizan su periodo de
adaptación. Visitamos el lugar.
Por
Alejandra Tenaglia
INAUGURACIÓN
En el predio del
Parque Centenario, lindero al Albergue Comunal “Eduardo Domínguez” donde
funciona el Centro de Cuidado Infantil (CCI), se realizó el 28 de octubre a las
15 hs, la inauguración oficial de esta propuesta que el gobierno de la
provincia de Santa Fe viene concretando en distintas localidades de la
provincia, y que, gestionada desde el gabinete comunal que preside Lucas
Lesgart, es también ahora una realidad en Chabás.
En su discurso el
Presidente Comunal recalcó que esta gestión era uno de los proyectos al que
refirieron en época de campaña, dada la necesidad que habían detectado, de un
espacio destinado a cuidar a niños pequeños mientras sus padres salían a
trabajar, tratándose de casos en los cuales no podían afrontar el costo de un
maternal o de atención particular.
El acto contó con la
presencia del Ministro de Trabajo y Seguridad Social de la provincia Julio
Genesini, del Secretario de Trabajo Decente Juan Cruz Giménez, del diputado provincial
Gabriel Real (Partido Demócrata Progresista), además de autoridades comunales,
docentes y alumnos de las escuelas, así como familias usuarias del Centro, que
ya por la mañana había comenzado a funcionar.
EL CCI
Convenio
A lo largo de la
provincia de Santa Fe existen una treintena de estos Centros, siendo el de
Chabás el primero del Departamento Caseros.
Visitamos el lugar en
pleno funcionamiento, hablamos con las docentes y consultamos al Presidente
Comunal Lucas Lesgart y a la Trabajadora Social que se encuentra en el área de
Promoción Social y Trabajo de la Comuna, Belén Daró.
Así pudimos saber que
el Centro de Cuidado Infantil surgió mediante un convenio firmado entre el
Presidente Comunal, el Ministerio de Trabajo
de la Provincia y el Director provincial de Trabajo Decente. Dicho convenio es
un acuerdo mediante el cual, el Ministerio de Trabajo asumió el compromiso de
aportar partidas para alimentos y sueldos. La Comuna aporta el inmueble, costo
de servicios, seguros, se hizo cargo de la remodelación del espacio y de
comprar lo necesario para que se lleven a cabo las actividades (mobiliario,
cunas, etc.).
Personal
El personal a
cargo del CCI son 4 docentes: Marilina Menna, María Belén Martínez, Cintia
Santillán y se incorporará Julieta Cotognini.
Además,
cuatro mamas cuidadoras: Marcela González, Catalina Acuña, Evelyn Aguirre y
Celeste Flores, quienes se encargan de la preparación de alimentos, limpieza
del establecimiento, como también de colaborar con el cambio de pañales.
Periodo de adaptación
El periodo de
adaptación está previsto que dure un mes aproximadamente, pero eso, como nos
explicó la docente Belén Martínez, depende del grupo, de las necesidades de los
pequeños y de cómo van transitando ese periodo.
Al momento de
mi visita (4 de noviembre) hacía una semana que habían comenzado a trabajar, y
ya los niños se quedaban solos, con algunas mamás esperando afuera de la sala 1.15
hs, que es el tiempo que allí permanecen durante la adaptación.
Horario de funcionamiento
Cuando el
periodo de adaptación se dé por concluido, el horario de funcionamiento del CCI
será de 8 a 12.15 hs. Y la idea es que tenga continuidad, esto es, que no se
cierre en ningún momento del año ya que el motivo por el cual se origina el
CCI, es una necesidad que no se extingue en el año. Lo que sí, tendrán, según
pudimos saber, es un periodo vacacional mínimo.
¿Cuándo se puede ingresar?
Los niños
pueden inscribirse e ingresar en cualquier momento del año, esto es, cuando sus
adultos a cargo estén necesitando que concurran al establecimiento, dado que el
fin del CCI es permitir que los padres puedan cumplir sus jornadas de trabajo con
la tranquilidad de que sus hijos queden en un lugar seguro, con los cuidados
adecuados que garantizan su correcta alimentación, higiene, salud, formación y
estimulación acorde a su edad.
Inscripción
Para
inscribir o asesorarse, hay que dirigirse a la oficina de Promoción Social y Trabajo
de la Comuna (Rosario casi Lavalle).
Ni la
inscripción ni la asistencia al CCI tiene costo alguno.
Requisitos
En cuanto a
los niños, sólo hay que presentar DNI y carnet de vacunación. En cuanto a los
padres, inicialmente deben ser aquellos que necesiten cumplir con la jornada
laboral y no tengan la capacidad de afrontar el costo de un maternal privado
para dejar a sus hijos mientras cumplen con estos trabajos.
Talleres
Además de la
tarea central, que consiste en el cuidado adecuado de los niños, se prevé la
realización de talleres con los padres, donde se trabajarán límites, entre
otros temas, así como el control nutricional y odontológico.
También,
según nos comentaron, se ha acercado gente para colaborar en forma
desinteresada, por lo que se irán implementando actividades a lo largo del
tiempo.
COMENTARIO
FINAL
El
establecimiento es confortable, bello el espacio en el cual ha sido emplazado
(el Parque Centenario) y necesaria su existencia, lo que se deduce simplemente
del haber cubierto casi completamente el cupo, desde su misma apertura.
Ojalá los
chabasenses sepamos cuidarlo. Los padres, valorarlo. Y la Comuna articularlo
con otras iniciativas encaminadas a que, quienes aún no tienen trabajo o lo
tienen de manera discontinua o informal, puedan aprovechar esta oportunidad
para formarse o acceder a opciones más sólidas.
La existencia
de una Dirección Provincial llamada de “Trabajo Decente”, con la cual, según
narró Lesgart, se firmó el convenio para la instalación del CCI en Chabás, deja
en claro que se trata de cuestiones interconectadas y dependientes. Esa teoría
que lo prevé en nominaciones e instituciones, es la que hay que poder hacer
carne en cada hogar.
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