UNA EPIDEMIA MUNDIAL PARA EL AÑO 2025
DIABETES MELLITUS
Por Dr. Jorge Botello
La diabetes es una de las enfermedades no comunicables más comunes, siendo la cuarta causa de muerte en los países desarrollados. Hay más de 194 millones de personas con diabetes en el mundo y la incidencia crece, se triplicó desde 1985. Se estima un aumento a 333 millones para el año 2025; concretamente en América del Sur, aumentaría el 85 por ciento. Estos son datos de la Federación Internacional de Diabetes y están al alcance de cualquiera que entre a su sitio web.
Existen varios tipos de diabetes: la diabetes tipo 1 es la dependiente de insulina, del joven generalmente; la tipo 2 básicamente es la del adulto, que en general no depende de insulina, pero es esta segunda el motivo de la presente nota.
Esta diabetes -que representa el 90-95% de las personas que padecen la enfermedad-, conocida como diabetes no insulinodependiente, diabetes tipo 2 ó diabetes de comienzo en el adulto, incluye a las personas con resistencia a la insulina y generalmente tiene deficiencia relativa (no absoluta) de insulina. Esto significa que, al menos al comienzo, y con frecuencia durante toda su vida, estas personas no necesitan tratamiento con insulina para sobrevivir.
Causas
Probablemente hay muchas causas de este tipo de diabetes. Aunque la etiología específica no se conoce, no hay destrucción inmunológica de las células ß (que son las células del páncreas que producen la insulina), y los pacientes no tienen ninguna de las otras causas de diabetes. La mayoría de estos pacientes son obesos, y la obesidad por sí misma causa cierto grado de resistencia a la insulina. Los pacientes que no son obesos según los criterios tradicionales, pueden tener un porcentaje mayor de grasa corporal distribuida principalmente en la región abdominal.
También existe asociado a la Diabetes Mellitus, lo que conocemos como síndrome metabólico (síndrome es un conjunto de signos y síntomas clínicos), que corresponde a la asociación de hipertensión arterial (lo que llamamos comúnmente, tener “presión alta”), dislipemia (aumento del colesterol y de los triglicéridos en sangre), hiperuricemia (aumento del ácido úrico), todo agravado si además asociamos el stress y el sedentarismo. Esto es el síndrome metabólico, que junto con la diabetes hacen un cóctel bastante siniestro si no se toman conductas para evitarlo.
Consecuencias
La evolución en los años de ésta enfermedad, produce a su vez enfermedad en todas las arterias del organismo: las finitas como un pelo, que son los capilares; y también los gruesos vasos arteriales, que se traduce en enfermedad ateroesclerótica; en las arterias coronarias que irrigan al corazón, produciéndose el conocido infarto de miocardio; en los nervios, produciendo la neuropatía periférica, que es un cuadro doloroso muy importante de miembros inferiores por enfermedad de sus nervios; en el fondo de ojo (retina), esto se llama retinopatía diabética y lleva a la ceguera; también ataca los riñones y produce lo que se conoce como nefropatía diabética, que conduce a la insuficiencia renal; también aparecen con los años las amputaciones de miembros por enfermedad de sus arterias.
Tratamiento
Por suerte existe tratamiento para evitar estos cuadros extremos de la Diabetes Mellitus. El mismo consiste primero en los cambios de estilo de vida, esto significa que quien padezca la enfermedad y tenga componentes del síndrome metabólico descripto más arriba, debe tratar de bajar de peso, reduciendo las calorías que ingiere y aumentando en forma progresiva el ejercicio, lo cual aumenta la sensibilidad del organismo a la glucosa y es muy beneficioso. También existen muy buenos medicamentos antidiabéticos orales, que en general hay que asociar a estatinas, que son otros medicamentos para controlar los lípidos elevados. Por último la insulina, cuando todo lo anterior no funciona es también un escalón en el tratamiento.
No deje de controlarse con su médico de cabecera, para no llegar tarde al diagnóstico y al oportuno tratamiento.
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