Antro Musical / Las raíces del rock


Por Nico Raterbach


Las raíces del rock llegan hasta no muy lejos, en tiempos humanos. Si ahondamos en su genealogía, podemos ir hasta sus primeros pataleos en la década del ‘50. Claro que podemos seguir hacia atrás, hasta el góspel, el abuelo, esa forma de adorar a dios cantando; y el blues, el padre; y si lo llevamos al exceso, podemos llegar hasta África, donde nacieron los ritmos precursores de todo esto. Pero no es esa la intención de esta columna. Vayamos a la historia del género, que mutó y devino en otras cosas, y no fue solo eso, música, sino que también en muchos casos tuvo componentes filosóficos, compromiso político y bases ideológicas fuertes. Como cualquier fenómeno cultural, fue y es algo dinámico que trasciende fronteras, y no puede eliminarse el componente social de sus ejecutantes. Hasta el hartazgo, repetiré que cada búsqueda impone romper con la geografía, y así lo haremos. Allá vamos. Estados Unidos, fines de los ‘40. La música tiene color. Los blancos, tienen la suya; los afroamericanos, varias. La inmigración negra (en realidad los esclavos traídos de África para trabajar en las plantaciones de algodón del sur), tenía no solo su música sino su forma particular de practicar la religión. En las iglesias de Louisiana, Alabama y Mississippi, el coro y la música góspel, eran y aun son, elementos infaltables. Con un componente devocional, estaba a un paso de convertirse en otra cosa. El blues, el lamento del esclavo, tocado en compás de góspel.  Allí, en forma de broma, un compositor afroamericano, Wynonnie Harris, en 1947, sin ser el primero en hacerlo, se convirtió en el primero en grabarlo, en un país donde la bonanza de la post guerra había puesto una radio en cada casa. La revolución comenzó en ese año. Aun no sabemos quién creó el término rock and roll -que tiene cierto sentido sexual en “rock”-, podría haber sido alguno de los primigenios autores, otros apuntan a un dj de radio de Cleveland. Lo cierto es que para principios de los ‘50 el rock estaba aquí. El estilo se expandió por todo el país del norte, adoptando variantes; y en otros países de habla inglesa, entre ellos por supuesto Inglaterra, y Jamaica, donde adoptó un estilo peculiar que abordaremos en algún momento, el ska.  Con Elvis Presley, el rock llega a Hollywood y se hace masivo. Elvis tenía varias a su favor. La industria entendía que el género podía ser comercialmente muy rentable. Este muchachito era blanco y las cámaras lo adoraban. En una sociedad racista y conservadora como la estadounidense, un nuevo género musical, provocador y revolucionario, que atentaba contra lo establecido, era demasiado como para que además, sus principales estrellas, sean negros. Así y todo, Chuck Berry, Little Richard, Bo Diddley, Fats Domino, permanecen en el Olimpo del Rock. Esta generación de músicos fue la primera que cruzó el charco. Afortunadamente para los que vinimos después, entre el público de los primeros “bluesman” que se presentaron en Inglaterra, estaban unos adolescentes a quienes la BBC, no convencía demasiado: Jhon Lennon, Keith Richards, Paul McCartney, Jimmy Page, y allí sucedió el milagro. Lo que años mas tarde se conocería como la invasión británica, tuvo su germen en esos auditorios. Ese rock primitivo y genial de contrabajo, piano y hasta maracas, iba a tener que adaptarse a los tiempos y a las tragedias. Ritchie Valen y Billy Holly murieron en un accidente aéreo en 1959. Elvis cumplía con el servicio militar y el mandato social, Jerry Lee Lewis era enjuiciado y apabullado por la prensa por casarse con su prima de 14 años. El escándalo “Payola” (en lunfardo inglés “soborno”) por el cual las grandes compañías disqueras acusan a las pequeñas que patrocinaban a los rockeros estrella, de sobornar a disc jockeys para que el rock se escuche, cobra cientos de víctimas y destruye a muchísimas compañías grabadoras artesanales. En América Latina aun afinaban los instrumentos para lo que vendría una década después. Todo parecía acabado o cuanto menos digerido por el sistema. Pero en julio de 1957, un pibe de 15 años conoce a otro de 14 años en una fiesta, en la hedionda ciudad portuaria de Liverpool, Inglaterra. La pregunta del flaquito y desgarbado adolescente, cambiaría para siempre la historia de la música. ¿Te gusta el rock? La cambiaria casi tanto como la  respuesta: ¡Sí, claro!  

No hay comentarios:

Publicar un comentario