¿De qué hablamos cuando hablamos de corrupción? - Mayo 1º


SONDEO EXISTENCIAL

Por Alejandra Tenaglia

En la panadería, la carnicería, la farmacia, la librería, las salas de espera, las colas de los Bancos, los bares, las reuniones de amigos y/o familiares, las esquinas y los interiores de hogares, esto es, en todos los lugares todos, el caso presentado por el programa PPT de Canal 13, en el que Lázaro Báez aparece como supuesto “cabecilla” de una red de lavado de dinero, instaló el debate sobre la CORRUPCIÓN. Entre tantas otras investigaciones y/o denuncias que se realizan a menudo, ésta logró convertirse en tema central de discusiones, planteos, replanteos, chistes, chicanas y reflexiones. Hagamos juntos un sondeo por varios rincones del tema.

FAMILIA DE PALABRAS
Corromper según el diccionario de la Real Academia Española (RAE) es “sobornar a alguien con dádivas o de otra manera”. En argentino básico: coimear. Corrupto/ta vendría entonces a ser, quien “se deja o ha dejado sobornar, pervertir o viciar”. O sea, el que agarró viaje en un negociado que sabe que es ilegal. En cuanto a la Corrupción, su significado en materia legal también aportado por la RAE, es el siguiente: “en las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”.
Esta oscura familia de palabras puede abarcar varios ámbitos de la vida, podemos hablar de corrupción sexual, empresarial, tributaria, policial o política, siendo los denominadores comunes en todos los casos, ciertos elementos que podríamos resumir en: el aprovechamiento de algo o alguien, con el fin de obtener un beneficio propio, provocando en todos los casos un daño del cual hablaremos más adelante.

CORRUPCIÓN POLÍTICA
Varios han sido los teóricos que aportaron conceptos más o menos complejos sobre este tema. De un modo sencillo podemos decir que la corrupción política vendría a ser el uso indebido del poder para enriquecimiento o beneficio propio, de parientes y/o amigos.
Todos los tipos de gobierno (democracias, monarquías, dictaduras, etc.) de todos los tiempos, han llevado distintas formas de corrupción en su seno, tales como: sobornos, extorsiones, fraudes, malversaciones, o facilitando otro tipo de delitos como el tráfico de drogas, la trata de personas, etc. En medio de toda esta ensalada, se encuentra también el “lavado de dinero”, al cual nos referiremos específicamente.


NIVELES DE CORRUPCIÓN

“Transparencia Internacional” es un organismo internacional con base en Berlín (Alemania), que monitorea el nivel de corrupción y transparencia en 180 países del mundo y presenta un informe anual, cuyos datos hemos ido publicando en este periódico.
En ese informe coloca puntajes del 0 al 10, en razón de la transparencia, esto significa que más alta es la calificación, menor es el nivel de corrupción (véase mapa adjunto).
Desde 1995 se cuenta con este paneo que establece los Índices de Percepción de la Corrupción (ICP), midiendo los niveles de percepción de corrupción en el sector público en un país determinado, basándose anteriormente en encuestas de opinión, lo que actualmente fue reemplazado por análisis de expertos. Se exige que se dispongan de al menos 3 fuentes para poder evaluar un país.
En Argentina la organización trabaja mediante la Fundación Poder Ciudadano.



EFECTOS
Las consecuencias que genera la corrupción, son de lo más variadas, pero en definitiva y siguiendo un titular muy utilizado que no por ello es menos cierto: la corrupción a la larga o a la corta, mata.
Un servicio ineficiente, un trámite cajoneado, fondos desviados, precios inflados, funcionarios encargados de hacer respetar reglas fácilmente sobornables, ayudas que no llegan a su destino real, acomodos, fraude en la calidad de mercaderías, compra de títulos habilitantes para profesiones u oficios,  y cualquier otro que usted pueda sumar a esta lista, ya sea ejecutado por el sector público o privado, redundan siempre en beneficio de algunos y en detrimento de otros. Tan lejos llega el brazo de la corrupción, que hasta han existido procesos judiciales contra miembros de organizaciones sin ánimo de lucro y ONGs, sin olvidarnos de las religiosas.

LÁZARO, FARIÑA Y ROSSI
La investigación realizada por el programa PPT de canal 13 que presentó a Lázaro Báez, empresario santacruceño que fue amigo del ex presidente Néstor Kirchner, como supuesto “cabecilla” de una red de lavado de dinero en cuyo entramado aparecen también los nombres de Leonardo Fariña, marido de Karina Jelinek, y Fabián Rossi, esposo de Iliana Calabró, podríamos decir que “socializó” el tema de la corrupción por estos días en Argentina. Al ser partícipes del caso personajes ligados a la farándula, el debate pasó de ocupar su lugar antes reservado a noticieros y programas de análisis político, a aquellos otros ligados al mundo del espectáculo, que tuvieron tardes enteras comidilla gratuita. De este modo se centró la atención en: el muchacho Fariña, quien habiendo narrado frente a cámaras el modo en que se cometían una seguidilla de delitos que van del lavado de dinero hasta la insinuación de personas que habrían sido asesinadas por “errores” cometidos en medio de los negociados, dio luego marcha atrás, diciendo que todo había sido mentira y tratando de justificar ese ir y venir con argumentos de una inconsistencia insultante para cualquier espectador. Lo mismo hizo el financista Elaskar que declaró en el citado programa PPT, que reconoció haber armado más de 40 empresas de ficción en otras tierras, para sacar así el dinero del país. También él luego dijo que mintió, pero su nombre no sonó tanto porque no está casado con ninguna vedette. Rossi prefirió ni hablar, se fue de su casa, según dijo, “para preservar a su familia”, sin embargo pudo verse a las hermanas Calabró peleándose en esos programas de la tarde en los que despedazan indistintamente a uno u otro según las necesidades del rating y de los empresarios a cargo del canal.
Lázaro Báez por su parte leyó un comunicado diciendo que iba a ponerse a disposición de la justicia.
Ya hay causas tramitándose, contra todos los nombrados.

¿QUÉ ES EL LAVADO DE DINERO?
Son operaciones por las cuales se ingresa al sistema financiero dinero obtenido a través de actividades ilícitas. Puede tratarse de “dinero negro” que es fruto de delitos como el tráfico de drogas, de armas, de personas, de bienes, etc. o producto de la evasión de impuestos. A los modos que se utilizan para “blanquear” este dinero, es decir, hacerlo circular dentro del sistema como obtenido legalmente, es lo que se llama “lavado de dinero”. Los interrogantes básicos que debería generarnos son: ¿De dónde salió ese dinero? ¿Quién participó en la operatoria? ¿A dónde fue a parar?

LO QUE SE DIJO
De todo. Tanto es lo que se dijo/dice/dirá y tan dispar, que la pregunta más escuchada por estos días es: ¿a quién hay que creerle? Los seguidores del gobierno ponen su mayor esfuerzo en desacreditar a Jorge Lanata, a quien consideran un golpista/vendepatria/traidor/empleado de Clarín. Los que están en contra del gobierno no dejan de repetir que son todos unos ladrones. También hay en el medio gente desencantada, que, por ejemplo, al recibir el periódico anterior en el que se informaba sobre las elecciones que tendrán lugar este año, decían: ¿para qué ir a votar? La cosa no termina ahí, podemos agregar: Lilita Carrió ha sido reivindicada por sus denuncias y profetizaciones, hay quienes aún claman por los militares, otros que están realmente confundidos e interesados por entender miran desde “6, 7, 8” a “TN”, pasando por los programas de Rial/Viale/Casella/etc., sin solucionar su problema. Porque, lamentablemente, los dos primeros llevan adelante lo que llaman “periodismo militante”, mostrando una sola cara del asunto; y los programas faranduleros buscan rating a través de cualquier desvarío, pero además fundándose sobre todo en chimentos, le dije-me dijo-nos dijimos, que van corriendo el eje del tema central que hoy nos convoca: ¿hubo o no hubo corrupción? Y si la hubo ¿quiénes son los responsables?

Y AHORA, ¿QUÉ PASARÁ?
Es la pregunta del millón. Hay causas tramitándose, como antes dijimos. Lo que podemos recordar, como precedente, es que hace poco fue condenado Carlos Menem como coautor de contrabando agravado; la denuncia había sido presentada por Monner Sans a raíz de una investigación periodística en 1995. Es decir, estos asuntos suelen llevar mucho tiempo para resolverse. Y es difícil saber si los resultados a los que se arriba, son “justos”.

¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA QUE ESTAS COSAS NO SUCEDAN?
Por supuesto que quienes integran el sector público tienen a su cargo las máximas responsabilidades, tanto porque administran el dinero de todos como por las cifras cuantiosas que se manejan. Pero la corrupción no sería posible sin “Fariñas”, “Elaskars”, y tantos otros que se enganchan en la movida desde el sector privado.
Y ahí es donde quizás, la pena desplace un poco a la bronca que la corrupción genera. En ver, por ejemplo en el presente caso, cómo pibes de veintipico de años han decidido poner sus inteligencias al servicio de la chantada impulsados por ambiciones de tantos ceros que ni usted ni yo podemos medir sin perdernos. Porque más allá de lo que se decida respecto a ellos, su sola presentación en los medios con lo que han dicho, desdicho, recontradicho, muestran un actuar oscuro y lastimoso.
Y ahí es donde uno se pregunta, ¿qué se puede hacer para que estas cosas no sucedan? Tal vez, la respuesta se halle mucho más a mano de lo que creemos, en nuestro comportamiento diario con la consecuente transmisión de esos valores a hijos/nietos/etc. Porque más allá de nuestra responsabilidad ciudadana a la hora de votar, cuenta el cómo nos manejamos en el día a día, qué objetivos perseguimos con nuestra labor, cuáles son nuestras prioridades, el modo que elegimos para llevarlas adelante, los principios que nos guían, las elecciones que hacemos y la reflexión que estamos dispuestos a realizar sobre nuestros actos. Parece pequeño y quizás ingenuo este razonamiento, frente a estructuras que aparecen como inmensas e inmodificables. Sin embargo, cada uno de nosotros ocupa en esta sociedad un lugar, un lugar que si cultivamos como corresponde, sumará honestidad y evitará la extensión de los tentáculos de la corrupción que hay que eliminar, para hacer de la vida una vida digna, y del mundo un mejor lugar.

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