Una vueltita más

SE VIENE EL BALOTAJE

Por Carlos Bonino

En las elecciones generales nacionales del 25 de octubre elegimos cinco categorías de candidatos. Pero sin dudas, la categoría que más acaparaba la atención de la ciudadanía era la de Presidente de la Nación y, es la única que no ha quedado definida. Los porcentajes reñidos plantearon un escenario de balotaje, que tendrá lugar el 22 de noviembre. Lo que sí ya ha quedado determinado es quiénes ingresarán al congreso, ya sea como diputados o senadores, y los parlamentarios que nos representarán en el Mercosur.

En una elección mucho más ajustada de lo que se pronosticaba, los candidatos del Frente Para la Victoria y de Cambiemos se consagraron como los más votados. Para determinar quién gobernará el país a partir del 10 de diciembre, deberemos volver a votar entre sólo dos candidatos: Daniel Scioli y Mauricio Macri.
Esa sería una síntesis fría de lo que pasó y de lo que pasará. Pero la realidad es mucho más caliente. Los porcentajes son objetivos, simples números, pero en el voto cada argentino puso su parecer, su alegría, su bronca, sus sueños, sus temores; su futuro deseado.

¿Qué dijeron los votos?
Lo primero que parecieron decir, los resultados arrojados el domingo 25 a la medianoche, es que las encuestas son una mentira. ¿Por qué fallaron los pronósticos? Posiblemente porque, adentro del cuarto oscuro, frente a las boletas, somos por un instante los soberanos del país.
Entonces, ¿qué dijeron los votos? Sin dudas, los porcentajes repartidos entre los distintos candidatos han demostrado que no hay una mayoría de la ciudadanía volcada hacia uno de los lados. Ese reñido resultado es lo que nos volverá a poner dentro de un cuarto oscuro el domingo 22 de noviembre. Esta vez, sólo frente a dos boletas. Ahora sí deberemos definir quién será nuestro próximo Presidente. Ya no habrá margen para dudar, es naranja o amarillo; Scioli o Macri; continuidad con algunos cambios o cambios con algo de continuidad. Y sí, por supuesto, también está la opción de votar en blanco, a la que convoca por ejemplo Del Caño, quien fue candidato a presidente por el Frente de Izquierda.

Distritos importantes
En la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más grande del país, territorio de Scioli y donde el peronismo parecía manejar a control remoto las elecciones, el candidato oficialista perdió.
Aníbal Fernández es uno de los funcionarios con peor imagen del gobierno y sin embargo fue puesto como candidato en la provincia más importante electoralmente. En paralelo aparece María Eugenia Vidal, actual vicejefa de la ciudad de Buenos Aires, quien llevó adelante una intensa campaña para hacerse conocida en el resto de la provincia, y según muestra el resultado, lo logró.
El batacazo bonaerense tuvo un fuerte efecto de arrastre en la elección nacional. Al parecer la performance de Vidal sirvió de propulsor para su jefe político y el rechazo hacia Aníbal fue como una piedra atada a los pies de Scioli.
La primera gobernadora mujer de la provincia más poblada del país, obtuvo el triunfo con 3.478.505 votos (39,49 %). El dato curioso es que sacó casi 450.000 sufragios más que Mauricio Macri en la misma provincia de Buenos Aires.
Por otro lado, Aníbal Fernández obtuvo 3.098.900 votos (35,18 %), unos 320.000 menos que Scioli.
A la excelente elección en Buenos Aires, se sumó la contundencia opositora de Córdoba y el sur santafesino. La muy buena elección del PRO en Entre Ríos y el triunfo de Cobos en Mendoza. Si a esto sumamos Capital Federal, la fortaleza de Macri, el Frente Cambiemos se llevó la mayor parte de los votos de las provincias más pobladas.


El balotaje
El próximo 22 de noviembre, asistiremos por quinta vez en el año a las urnas. Ese día no habrá tijeras, ni largas listas de candidatos de diversas categorías. Sólo dos montones de boletas: una azul y blanca con la foto de Daniel Scioli y la otra blanca con guardas multicolores con la foto de Macri y Michetti.
Esta vez no hace falta ningún porcentaje máximo, ni mínimo, ni determinados puntos de diferencia entre uno y otro, lo único que vale es tener por lo menos un voto más que el adversario. O sea que ese día sí o sí, sabremos quién nos gobernará a partir de diciembre.
Al igual que en el resto de las elecciones, los votos en blanco y nulos, no se tendrán en cuenta para el porcentaje final.

LO QUE SÍ SABEMOS
Santa Fe
No todo quedó pendiente, las categorías legislativas sí se definieron el 25 de octubre. En Santa Fe elegimos senadores, diputados nacionales, y parlamentarios al Mercosur.
Diputados Nacionales por Santa Fe
Para integrar la Cámara baja, fueron electos:
4 por el Frente para la Victoria: Marcos Cleri, Silvina Frana, Alejandro Ramos y Lucila De Ponti.
3 por Cambiemos: Ana Laura Martínez, Lucas Incicco y José Núñez.
2 por UNA: Alejandro Grandinetti y Vanesa Massetani.
1 por el Frente Progresista Cívico y Social: Hugo Marcucci.
Senadores Nacionales por Santa Fe
Para incorporarse al Senado, nuestros representantes serán:
2 por el Frente para la Victoria: Omar Perotti y María de los Ángeles Sacnún.
1 por Cambiemos: Carlos Reutemann.
Parlamentarios del Mercosur
Al Parlamento del Mercosur viajarán diecinueve representantes por el distrito nacional: 8 del Frente Para la Victoria, 7 de Cambiemos y 4 de UNA.
Para completar los legisladores argentinos ante la asamblea continental, se sumará: Diego Mansilla, del Frente Para la Victoria, electo como parlamentario por Santa Fe.

¿Cómo quedaron las Cámaras Legislativas?
De acuerdo a los resultados en todo el país, el Frente para la Victoria perdería la mayoría en la Cámara de Diputados. A pesar de ello, seguiría siendo el partido con más legisladores. Esta definición es válida hasta que los congresales asuman su banca. Porque nadie puede garantizar que a la semana que empiece a funcionar el nuevo Congreso, los diputados no “rompan” con el sector político por el cual llegaron al recinto, como ha sucedido tantas veces.
Sin olvidarnos de los posibles cambios de camiseta, la conformación de la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre sería:
Frente para la Victoria y Aliados: 114 bancas.
Cambiemos (PRO, UCR y Coalición Cívica): 92 bancas.
Frente Renovador: 27 bancas.
Peronismo Federal: 13 bancas.
Progresistas: 7 bancas.
Frente de Izquierda: 4 bancas.

Con la misma posibilidad de mutaciones, el Senado seguirá con mayoría propia por parte del Frente Para la Victoria. Desde el mes que viene la Cámara de Senadores estará compuesta por:
Frente para la Victoria y Aliados: 42 bancas.
Cambiemos (PRO, UCR y Coalición Cívica): 15 bancas.
Peronismo Federal: 10 bancas.
Progresistas: 2 bancas.
Partidos Provinciales: 3 bancas.

Gobernaciones
Sin dudas que la elección de María Eugenia Vidal, como Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires es la nota saliente de las elecciones provinciales. Pero no fue la única gobernación que se definió el 25 de octubre, veamos los otros casos:
CATAMARCA: Lucía Benigna Corpacci (Frente para la Victoria).
CHUBUT: Mario Das Neves (Frente Unión Chubut Somos Todos).
ENTRE RÍOS: Gustavo Bordet (Frente para la Victoria).
JUJUY: Gerardo Morales (Frente Cambia Jujuy).
MISIONES: Hugo Passalacqua (Frente Renovador de la Concordia – Frente para la Victoria).
SAN JUAN: Sergio Uñac (Frente Para la Victoria).
SAN LUIS: Alberto Rodríguez Saa (Compromiso Federal).
SANTA CRUZ: Alicia Kirchner (Frente para la Victoria).


FOLKLORE Y BOCHORNO

Por Alejandra Tenaglia

La política también tiene su folklore o universo propio, que abarca tanto los debates, opiniones y hasta chicanas de por medio en una mesa cualquiera de ciudadanos de a pie, pasando por la creatividad (o la falta de ella) en las campañas electorales, los discursos y actitudes de los candidatos en cuestión (que suelen ir mutando de acuerdo a cómo se mueve la aguja de la repercusión), las “charlas” que deben estar dándose entre los dos sectores más votados y Massa, quien salió tercero en la elección y cuyos votos obtenidos son en este momento el botín más deseado por Scioli y Macri. Todo esto, es parte del juego. A usted puede gustarle o no, importarle con mayor o menor densidad el proceso y el resultado, llegar al llanto agrio, al festejo exacerbado o reaccionar con moderación y hasta con dubitación, es su decisión y mientras con ella no afecte a nadie más, está en todo su derecho. Es también su derecho, y yo diría, además un deber, estar informado. No hay modo de ejercer responsablemente nuestro lugar de ciudadanos, si no contamos con los datos que nos permiten ir formando una opinión. Por suerte, todos tenemos otras herramientas para informarnos, además de los multimedios nacionales manejados por empresarios que bajan línea para uno y otro lado, con abundante descaro. La realidad diaria, con todos sus hechos, es una gran fuente de datos; y luego, la gente que le resulta creíble, tanto desde un micrófono como sin él, lejanos al mundo donde la información es más una mercancía que muta según quién paga, que un producto que merece en su exposición la misma honestidad que debe tener usted en su laburo, porque caso contrario, lo rajan.
Entonces, hay cosas que sí y cosas que no, incluso en el mundo de la política, donde como en todos los demás, no “vale todo” como muchos afirman. Y si vale todo, es porque usted y yo no estamos haciendo lo suficiente para que eso no suceda. Por ejemplo, no es parte de ningún folklore el bochorno que ocurrió el domingo 25 a la noche en algunos programas televisivos, teóricamente “noticieros”, como fue el caso de C5N. Todo lo que hicieron ese día, titulando con un resultado antes de que termine el horario de votación, e insistiendo con ese titular, encima erróneo, tantas horas, es en primer lugar una falta de respeto a usted y a mí, que no teníamos otro modo de informarnos que haciendo zapping, ya que los datos en la página oficial se comenzaron a cargar recién cerca de medianoche. Y además de faltarnos el respeto a nosotros, es una muestra clara de a lo que se llega con el llamado “periodismo militante”, un invento (que lamentablemente siempre existió) que hace que un tipo acepte tirar al aire una afirmación que no chequeó, que sabe que no sabe, y que eso no le preocupe porque está ahí no por el prestigio y la credibilidad que lo sostienen, sino porque hay un productor que lo utiliza de operador político, se sirve de él y entre los dos nos quieren servir la mesa a los demás. Ojo que esto también sucede para el otro lado, hemos visto mentiras publicadas para todos los costados. Pero lo del domingo fue, a mi humilde entender, algo que no debemos dejar pasar por alto. Nadie. Ni los k, ni los anti k, ni los macristas, ni los seguidores de otros partidos, ni siquiera los que no votan o impugnan o lo hacen en blanco. A todos nos perjudicó y perjudica ese modo de “trabajar”. Y la condena social, es la principal arma que tenemos. Ahí, uno pone en evidencia sus propios valores y premia o castiga de acuerdo a ellos.
En cuanto al balotaje que se viene, será el primero en la historia argentina, ya que desde la reforma de 1994, que lo incorporó a nuestra constitución, sólo se dio en el año 2002, entre Carlos Menem y Néstor Kirchner, pero el primero decidió “bajarse” y por ello no se llevó a cabo, convirtiéndose el último en el presidente de los argentinos.
Vamos a probar entonces el 22 de noviembre, una herramienta más de las que nos provee la democracia. Disfrutémosla, que mucho costó alcanzarla.


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