Lo que el tiempo me enseñó - Irma Lucciarini

ENTREVISTAS 2016

Por Alejandra Tenaglia

Gentil, dulce, predispuesta, nos recibió Irma María Lucciarini en su casa y aceptó la invitación a contarnos un poco, de lo que lleva aprendido en sus 75 años recién cumplidos (como remarca coquetamente). Así que aquí la tenemos, abriendo su corazón.

Preséntese en 3 oraciones, que resuman lo que usted cree que mejor la define.
Soy una persona simple y muy sensible. Me gustan mucho las manualidades, bordar, coser y pintar sobre vidrio. Me encantan las flores.

¿Qué es lo que primero recuerda, cuando piensa en sus padres?
De mi padre lo que más recuerdo es que estaba siempre trabajando, con mi tío en el taller o haciendo algunos trabajos del campo.
De mi madre recuerdo que era muy protectora y me daba mucho amor.

¿Estudió? ¿Recuerda a algún/a maestro/a en especial?
Estudié hasta 6º grado. Los primeros años me daba clase un maestro rural, se llamaba Ángel y siempre lo recuerdo. Terminé el colegio en Villada, en la escuela Nº 209 Florencio Ameghino; mi maestra era la señora Irene, una mujer muy dulce que también recuerdo con cariño.

¿Trabaja aún?
Mis trabajos ahora son pasatiempos, hago lo que me gusta: pintar mandalas por ejemplo, cuidar mis plantas y sigo cosiendo algunas cositas.

¿Qué trabajos ha hecho?
He trabajado desde muy joven haciendo delantales, baberitos y algunos bordados a máquina. También ayudé a mi esposo en tareas del campo, en tiempo de cosecha manejaba el tractor, etc. etc. Ya rondando los 50 años empecé a fabricar ropa de bebés y niños, iba a Rosario a comprar telas, cortaba las prendas y una chica (Adriana) me las remallaba; trabajé 15 años con eso.

¿Hay alguno de esos trabajos que, de poder volver el tiempo atrás, no volvería a hacer?
Volvería a hacer lo mismo, todo lo hice con mucha ilusión y en cada época fui feliz con el trabajo que hacía.

Si fuera posible, ¿cambiaría algo de su niñez?
No cambiaría nada de mi niñez, fue todo muy lindo. Vivíamos en el campo con mis padres, abuelos, tíos, primos y hermanos, tuve una niñez muy feliz (éramos una familia tipo los Campanelli).

Si pudiera elegir una habilidad con la que contar a partir de mañana al despertar, ¿cuál sería?
Me gustaría saber conducir un auto muy bien; nunca me gustó demasiado manejar, dejé un tiempo y ahora a mi edad, es difícil volver a empezar.

¿Qué características debe tener una persona para que usted quiera tenerla como amiga?
Tiene que ser honesta, que no me mienta y tener afinidad con ella.

¿Hay algo que mirando hacia atrás se reprocha no haber hecho?
No haber estado más tiempo con mis padres, en sus últimos años; era el momento que trabajaba mucho, y a uno le parece que los padres van a ser eternos.

Llorar, ¿sirve?
A mí me sirve mucho. Cuando estoy angustiada llorar me alivia el dolor, las lágrimas lavan el alma.

¿Hay temas con los que no le gusta que se hagan chistes?
No me gustan los chistes cuando hieren a alguien por sus defectos: “esa gorda”, “ese petiso”.

¿Ha deseado más de lo que ha tenido o ha tenido más de lo que ha deseado?
He tenido mucho más de lo que deseaba.

¿Qué es lo que señalaría como un gran logro en su vida?
Haber podido hacer un curso de computación, pasados ya mis 70 años. Para mí la notebook es una ventana abierta al mundo. Lo primero que hice cuando pude, fue buscar el lugar de donde era mi abuelo, él siempre nombraba la iglesia donde iba, San Nicolás de Tolentino, cuando pude verla me emocioné mucho, si bien fue refaccionada aún conserva partes originales. Además me permite ver las noticias de los diarios y revistas.

¿Cuál es el momento más difícil que le tocó atravesar?
Fueron varios y sin duda tienen que ver con la pérdida de mis seres queridos.

Mencione 3 cosas que le gusta hacer.
Andar en bicicleta. Pintar mandalas. Trabajar en el jardín.

¿Qué la maravilla?
Me maravilla la naturaleza, porque aunque digamos que todo cambió, en el mes de septiembre las plantas no se olvidan de mostrar sus primeros brotes y en marzo de darles ese color ocre a sus hojas, para que después vayan cayendo.

¿A qué le tiene miedo?
A las enfermedades.

¿Hay algo en particular que la emocione?
Me emociona mucho la calidez y la inocencia de los niños, la franqueza que tienen para decir las cosas.

¿Qué es lo que más le agradece a la vida?
La familia que tengo, que están siempre presentes cuando los necesito (en las buenas y en las malas).

¿Un consejo para los más jóvenes?
Que sepan equilibrar estudio, trabajo y diversión; que se ayuden entre ellos. La juventud es una etapa muy linda de la vida, que la disfruten, que no la desperdicien con peleas, odios, drogas. Todo pasa muy rápido.

A usted, el tiempo, ¿qué le enseñó?

El tiempo me enseñó que por más años que tengamos, todos los días se aprende algo nuevo.

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