Como ocurre con cada competencia
futbolística a nivel de selecciones, Brasil es el rival a vencer. 7 finales disputadas con 5 títulos así lo
demuestran. Asistencia perfecta en los Mundiales y por si fuera poco, además,
el gigante sudamericano es anfitrión. ¿Quién podrá vencerlo?
Por Sebastián Muape
sebasmuape@hotmail.com
La diferencia entre favorito y candidato es que éste
último no se autoproclama como tal, llega a esa condición sin solicitarlo,
mientras que el primero asume ese status, logra el consenso general y es el que
suma mayores posibilidades de éxito.
De acuerdo a este concepto El Scratch, tal como se conoce al seleccionado brasileño, es más
favorito que candidato; dado que su inmenso palmarés lo sitúa como principal
aspirante a la vuelta olímpica de julio. El mundo del fútbol acuerda en este
punto.
Para ello, a fines de 2012 se armó un cuerpo técnico con
Luis Felipe Scolari (campeón en Corea – Japón 2002) que además tiene como
ayudante a Carlos Parreira, quien lograra el tetra campeonato en EEUU ‘94.
La nueva conducción logró resultados de inmediato,
quedándose en junio de 2013 y de local con la Copa de las Confederaciones. Allí
venció a Italia en fase de grupos por 4 a 2 y vapuleó a España en la final con
un 3 a 0 contundente. Neymar fue elegido como la figura del certamen y si bien
había debutado en el seleccionado mayor en la Copa América de Argentina 2011,
fue aquella competencia su gran carta de presentación.
En ese momento quedó claro que, el hecho de no competir
oficialmente en las eliminatorias sudamericanas por ser el organizador del
Mundial, de ninguna manera afectó el funcionamiento buscado, ni apartó al
Técnico de su idea futbolística para la puesta a punto.
Scolari trabajó en lo que a priori entendió como el
principal déficit de sus dirigidos, la defensa. Con centrales de categoría
internacional como Thiago Silva o David Luiz, logró solidez y eficacia. Del
medio hacia adelante, acelera de forma vertical desde la movilidad de jugadores
como Ramires u Oscar, ambos con gran presente en el Chelsea inglés.
En ataque tiene variantes temibles: el mencionado Neymar,
quien brilla con luz propia en el Barcelona y que tendrá su debut mundialista; o
la aparición de jóvenes como Lucas Moura del París Saint Germain, por nombrar
algunos.
Sin grandes novedades tácticas, muestra practicidad en el
juego, donde prevalece la necesidad de recuperar la pelota en el medio y
aprovechar la velocidad de los delanteros en contragolpe. Cambió lirismo por
funcionalidad. El “jogo bonito” le
dejó lugar a la velocidad y sobre todo a la verticalidad, la transición de
defensa a ataque se da en cuestión de segundos.
Brasil abrirá el Mundial enfrentando a Croacia el 12 de
junio en Sao Paulo. Cinco días después se medirá con México en Fortaleza y en
Brasilia cerrará el grupo el 23 frente a Camerún.
Con la salvedad de lo impreciso que puede ser un
pronóstico, se puede decir que tiene un cruce probable en octavos con Holanda o
España y que con Argentina sólo se enfrentaría en una final, soñada por cierto.
También es real que va de menor a mayor en las competencias mundiales, que puede
aparecer sin brillo en primera fase ganando con lo justo, pero conforme avanza el
torneo suele mostrar lo mejor. Tendrá que convivir con la presión lógica de
llegar al sexto título nada menos que en su casa, para quedar a mano con viejas
páginas y saldar la cuenta pendiente del 50.
Damas y caballeros hay Cuco, se lo podrá ver vestido de
amarillo en los campos de juego. Con ganas de revancha, con alegre filosofía y música
de carnaval, sambando en las tribunas, listo para derramar prestigio en la
cancha, llevando el brillo de su historia como emblema. Historia en la que, no
obstante, ese Cuco no logró asustar a Caniggia y a Diego; el reto sería
arriesgar qué pasaría, de tener que enfrentar (en la hipotética final antes
mencionada) a Messi y compañía…
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