Le
reviso el celular, Facebook, estoy atenta/o a si lleva el aparato al baño, me
fijo cuándo fue su última conexión en Whatsapp. Todos estos son “recursos” para
“controlar” al otro y suponemos que si lo hacemos, estamos exentos de que nos
engañen. ¿Qué pasa en nosotros cuando actuamos de ese modo?
Laura
Diaz
Psicóloga
/ Sexóloga
La posibilidad de la
infidelidad atormenta a hombres y mujeres. Mucho tiene que ver con
inseguridades propias y baja autoestima, no necesariamente con la conducta del
otro. En la actualidad, frente al avance tecnológico, en casos en los que ya
hay de base inseguridad y baja autoestima, esto se acrecienta ya que la tecnología
nos posibilita tener más “métodos de control” sobre el otro. Suponemos que si
tuvo su última conexión a las 3 am y habló conmigo hasta la 1 am, es que me
está engañando. Si demora al volver de la oficina, le puso “me gusta” a la foto
de una compañera del trabajo o tiene un nuevo amigo en Facebook, es el/la única
que de su grupo tiene novio/a, creemos que todas estas situaciones nos brindan
la certeza de que nos está siendo infiel y olvidamos tener en cuenta que
estamos lejos de poder controlar la conducta del otro y lo único que generamos
es malestar de pareja.
Fidelidad
/ Infidelidad
Se trata de un acuerdo de
partes, que se genera de manera implícita en una pareja. El significado de
fidelidad / infidelidad es particular de cada uno y en el vínculo de pareja lo
que se realiza es un convenio en conjunto. Hay distintos niveles de
infidelidad, desde una amorosa a una sexual. Por ejemplo, hay personas para las
cuales un chat erótico, contactos virtuales o besos no serían infidelidad o en
algunos casos, pueden vivir con mayor gravedad una infidelidad de tipo amorosa /
afectiva, aunque no haya contenido sexual de por medio.
Son múltiples las causas
que pueden llevar a alguien a ser infiel, a diferencia de lo que se cree, no
siempre es por problemas de pareja, a veces puede ser por una búsqueda de
adrenalina o de sentirse deseado, lo cual tendría una causa más a nivel
individual que vincular.
Ansiedad
Hipotetizamos desde nuestra
inseguridad que no le somos suficiente al otro, y que seguro buscará afuera de
la relación lo que no encuentra en mí. Esto no significa que el engaño no
exista, por supuesto que hay muchas parejas que son infieles, pero en ciertos
casos, hay una constante que se repite y tiene que ver con la propia fantasía.
Cuando nos ponemos a pensar
sobre la posibilidad de que el otro nos esté engañando, nos genera un disparo
de ansiedad, las dudas comienzan a aparecer y no podemos dejar de pensar en la
idea, afecta nuestro estado de ánimo e intentamos corroborar la hipótesis,
¿será verdad o no? La tecnología en este caso encuentra un gran lugar, por
ejemplo si controlamos el Whatsapp y vemos que su última conexión de la noche
fue cuando dejó de hablar conmigo, me tranquilizo (por lo tanto baja la
ansiedad). Esto genera que cada vez dependamos más de la tecnología tratando de
saber todo el tiempo qué está haciendo el otro para que me disminuya la
ansiedad.
¿Pero qué sucede si vemos
que siguió conectado dos horas más? La ansiedad se sigue disparando, en algunos
casos puede afectarnos a nosotros mismos, por lo tanto, nos cuesta dormir,
concentrarnos, nos angustiamos. Por otro lado, seguimos suponiendo tanto, que
cuando nos encontramos con él / ella estamos enojados, lo interrogamos, cuestionamos
y terminamos generando un conflicto en la pareja.
Al mismo tiempo, el
obsesionarnos con estas hipótesis de ser engañados genera que nuestra
percepción se vuelva selectiva y estamos tan atentos ante los supuestos
indicadores de infidelidad, que no podemos conectar con nuestra pareja, no
vemos las muestras de afecto del otro porque estamos distraídos buscando
indicios de su mal comportamiento.
Sano
equilibrio
Si reconocemos que esto está
afectando nuestra intimidad y vida de relación, es importante consultar con un
terapeuta y no dejar que continúe trayéndonos problemas.
Para conservar un sano
equilibrio en la pareja es necesario abandonar la creencia de que puedo tener
el control total de la situación, en definitiva si uno no tiene indicadores
certeros de que algo está sucediendo, es preferible confiar en el otro y poder
sacar el foco del papel de “investigador” disfrutando de la relación que se
tiene. Los celos obsesivos perjudican a la pareja tanto o más que una
infidelidad. Por lo cual, la próxima vez, ¿vas a hacer un interrogatorio sobre
qué hizo con los amigos/as el sábado a la noche? ¿O vas a disfrutar de la linda
cena que están teniendo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario