EL KIRI
UN ÁRBOL SALVADOR
Por Verónica Ojeda /
veronicaojeda48@hotmail.com
INUNDACIONES
Como es de público
conocimiento, las últimas inundaciones que afectaron a nuestra localidad y zona,
han traído consigo varias consecuencias que en mayor o menor medida, afectaron al
total de la población. Los excedentes hídricos como también la frecuencia con
que han sucedido, provocaron pérdidas materiales, en la zona rural como en la
urbana, además del impacto que pudo haber significado con respecto a la salud.
EFECTOS POR CASA
Haciendo un zoom
dentro del plano local, veamos qué sucede en los pocos metros cuadrados que
habitamos: sí, en casa. La degradación del suelo, la elevación de las napas de
agua hace que el suelo pierda capacidad de absorción; no sólo las calles
resultan anegadas sino también los fondos de las casas se ven afectados,
saturando y encharcándose o en el peor de los casos sumergiéndose toda la
superficie, lo que muchas veces implica el ingreso de agua a la vivienda y la
pérdida de especies plantadas por pudrición de raíces o aparición de
enfermedades causadas por hongos propiciados por las altas temperaturas y la
humedad.
¿CÓMO AYUDAR?
Desde nuestro lugar
podemos realizar pequeños aportes para el cuidado del medio ambiente,
obteniendo así beneficios que nos ayuden a ir resistiendo las consecuencias de
los cambios climáticos y el impacto ambiental que nos afecta a todos, teniendo
además en cuenta que ese impacto no sólo depende de factores naturales sino que
también se conjuga con la acción del
hombre.
Ya lo sentencia el
dicho, “La naturaleza es sabia”; ella nos sigue brindando recursos para
utilizar y generar con el tiempo grandes cambios. Existen especies de árboles
que podemos plantar para la parquización en patios, jardines y arbolado
público. Estos nos representarán beneficios a largo plazo ya que poseen
características que a esta altura del partido, nos prometen grandes esperanzas.
CON USTEDES, EL KIRI
El Kiri o Paulownia
es un árbol originario de China, se lo define como el árbol más fuerte del
mundo, es capaz de crecer en suelos infértiles y transformarlos en aptos, puede
absorber diez veces más dióxido de carbono que cualquier otra planta, lo que
significa que realizará un gran aporte en cantidad de oxígeno. Los expertos lo
definen como el árbol que puede salvar al mundo.
Su porte es mediano
ya que alcanza una altura de 20 metros, sus hojas son grandes y ricas en
nitrógeno lo que significa que al caer suman nutrientes naturales al suelo. Son
de crecimiento rápido, por lo que brindan sombra con pocos años de vida. Sus
raíces son profundas y previenen la erosión, además de ser resistentes a
agresiones extremas como el fuego, ya que pueden regenerarse y reiniciar su
crecimiento. Posee una floración en racimos muy llamativa de color celeste liláceo,
semejante al jacarandá. Es utilizada como ornamental y arbolado público en
grandes espacios verdes. Su madera también es muy preciada por la cantidad de
usos.
El Kiri también es
utilizado en la recuperación de suelos contaminados, ya que puede
transformarlos en aptos para el crecimiento de otras especies.
En nuestro país ya se
está implementando su uso y crecen los primeros ejemplares. A través del
Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción de San Luis se evalúa el
desarrollo y la adaptación de la planta a esa provincia, para convertirla en
pionera en la producción de la especie para la venta en todo el territorio.
Actualmente se comercializa
en viveros de Buenos Aires, San Juan, Mendoza y el norte argentino. Podríamos
sumarnos ¿no?
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