HERBÁCEAS PERENNES
EL JARDÍN DE LA ABUELA
Son gráciles, aportan color, movimiento, contraste, es lo que cualquiera quisiera ver, dando una vuelta por el jardín. Particularmente las asocio con los jardines de las abuelas, todo un arte, desde la recolección de las semillas, la limpieza de los yuyitos, el riego, la sincronización de los trabajos para obtener el mejor resultado y flores todo el año.
Estas especies son de consistencia no leñosa, en cambio los arbustos y árboles tienen tallos que forman un leño bastante desarrollado.
A diferencia de las anuales, crecen y florecen sin demasiado requerimiento y cuidado. Hay gran variedad de texturas y tonalidades de flores y follajes, y si planificamos podremos obtener color y vida en nuestro jardín durante todo el año, produciendo distintos efectos según la estación. Tienen la ventaja de multiplicarse con rapidez, muchas de ellas pueden perder su follaje en otoño e invierno pero resurgen con la estación cálida. Otras pueden conservar siempre el follaje. Las de menor altura se utilizan como cubresuelos, así protegen de la erosión a la vez que cumplen una función estética.
Podremos lograr borduras importantes trabajando con colores muy contrastantes entre sí, por ejemplo bordó en berberis y gris en cineraria marítima; o utilizando colores diametralmente opuestos en el círculo cromático, como violeta y amarillo. Otra opción sería la monocromía, es decir, utilizamos el mismo color en distintas tonalidades.
En cuanto a la multiplicación y reproducción se puede lograr a través de la división de matas, esto es, sacar la planta con un poco de tierra y con cuidado ir limpiando las raíces; luego con tijera o cuchillo se separan los tallos, cada grupo con sus raíces; por último de reduce el follaje a un tercio, a veces las raíces suelen romperse por lo que procederemos a cortarlas un poco; plantamos y regamos. Por división de rizomas, en el caso de agapanto se corta el rizoma que puede o no llevar follaje. Estolones: se sacan una vez enraizados y se plantan, el caso de violetas, ajuga, lamiun. Hijuelos: algunas especies (ej. hemerocallis) pueden reproducirse cortando los tallos florales, puesto que de los nudos pueden nacer otras. Se desprenden y se ponen a enraizar.
Algunas herbáceas perennes son: acanthus o cucaracha, agapanto, alstroemeria, armería, aster, bulbine, clivia, convólvulus, coreopsis, gazanias, gaura, hosta, iris, hipérico, lilium, hemerocallis, stachys, vinca, calas.
Si quieren ver un jardín de herbáceas pasen por lo de Margarita, es una explosión de color y un regocijo para el alma.
Desde acá
La veo al pasar todos los días con esa paciencia y la entrega de quien vive para eso. La veo en otoño, invierno, primavera. Hasta nombre de flor tiene ella. Es imposible pasar por su casa sin girar la vista hacia ese jardín secreto, encantado, porque seguro debe estar plagado de recuerdos, de su infancia quizás, de allá lejos de donde un día vino.
Aún conserva la frescura y la picardía de la juventud, añorando a sus seres queridos me abrió la puerta de su casa y de su corazón, y con una emoción inenarrable confesó que vive por y para sus flores.
Allí están como en una postal, las flores de Margarita, ese universo que ella creó para sí, pero que a la vez nos permite conocerlo aunque sea de pasada.
Agradecimiento: Margarita Kovacevic.
Infoverde
En octubre se realizó en el Vivero Les Vivaces de Venado Tuerto el curso de “Jardines Rurales” y tuve la suerte de asistir. La belleza del lugar es indescriptible y maravillosa la amabilidad y hospitalidad que nos brindaron sus dueños. Quiero destacar y agradecer al Ing. Agr. Mario Huber y a su hija Otilia por aportarnos sus conocimientos con una generosidad extraordinaria, haciendo docencia de su trabajo, dándonos un nuevo concepto en el diseño y uso de la especies.
Durante el mes de noviembre en Chabás se llevó a cabo un Taller de Jardinería y Paisajismo en el que se desarrollaron temas como árboles, arbustos, herbáceas y diseño de canteros. A todos mis alumnos ¡gracias! Y hasta el año que viene.
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