EL FRÍO Y LAS MANOS
El rostro y las manos en especial, son las zonas cutáneas que más sufren durante el invierno.
Cuando pasamos de ambientes cerrados con calefacción al frío de la calle, la piel se deshidrata y reseca mucho más, afectando su elasticidad.
Las manos merecen protección doble:
- Incorporar al régimen alimenticio vitaminas de frutas frescas de temporada invernal, preferentemente con su piel, porque es el principal reservorio de propiedades.
- El viento en esta época incrementa aún más el efecto de congelación de la piel. Por esto es muy importante rehidratar la piel las veces que sea necesario.
- Es importante la protección solar, fundamentalmente para aquellas personas que realizan actividades al aire libre durante un tiempo prolongado, o para aquellas que están realizando tratamientos cosméticos o dermatológicos.
- Es fundamental disminuir el consumo de alcohol y de tabaco ya que ayudan al enrojecimiento y la deshidratación de la piel.
Por Guadalupe Donés
Cosmetóloga
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