Ciencia y tecnología

¿DÓNDE ESTOY?

 

SISTEMA DE POSICIONAMIENTO GLOBAL

 

 

Por Alejandro Quadrelli

 

alejandroquadrelli@gmail.com

 

El Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning System) ha permitido una gran simplificación a la hora de transitar zonas totalmente desconocidas situadas en cualquier lugar del mundo. Lejos han quedado los llamados Mapas de Ruta que habitualmente se encontraban en cualquier vehículo. La evolución de la tecnología nos ha permitido en algunos casos incorporar a nuestro vehículo, incluso, aquellos grandes mapas de papel en una pequeña pantalla táctil con la que podemos interactuar a través de nuestra voz y  en diferentes idiomas.

A lo largo de los años, muchos de los grandes avances tecnológicos han sido consecuencia de investigaciones militares. El  Sistema de Posicionamiento Global no ha sido la excepción. A mediados de 1957 la Unión Soviética, mediante la emisión de un satélite y el trabajo sobre determinadas frecuencias, permitió pensar en la localización de objetos situados en diferentes ubicaciones. Luego en 1965 la armada estadounidense tomó parte de aquella idea, y mediante el perfeccionamiento de determinados aspectos pudo implementar un sistema de posicionamiento que fue denominado TRANSIT, el cual no resultó ser lo suficientemente eficaz debido a su lentitud. De allí en adelante siguieron infinidad de formas de mejorarlo, lo cual permitió alcanzar el poderoso Sistema de Posicionamiento Global que tenemos hoy en día.

El funcionamiento de este Sistema está basado en una red de aproximadamente 24 satélites posicionados en una órbita a unos 20.200 km de la Tierra. A pesar de que su funcionamiento parezca algo realmente complejo, podemos reducirlo a simples problemas matemáticos para comprenderlo. A la hora de la localización de un objeto se utiliza un mínimo de 3 satélites. Nuestro dispositivo envía una señal a cada uno de ellos, que luego será devuelta. Al mismo tiempo, este sistema posee un reloj en correcta sincronización con cada uno de los satélites. Una vez que la señal retorne a nuestro dispositivo, podremos saber con exactitud el tiempo que a la señal le demandó recorrer cierta distancia. Para complemento del cálculo sabemos que la señal se desplaza a una determinada velocidad; así podremos saber la ubicación de nuestro dispositivo con respecto a cada uno de lo satélites y por ende, nuestro punto de localización mediante la triangulación de las distancias.

A través de los años han existido infinidad de aplicaciones. Una de las más significativas ha sido el uso militar de las tropas norteamericanas debido a que el gobierno de los Estados Unidos decidió reservar su uso sólo a fines militares temiendo atentados. En el año 1984, a raíz de un accidente de una aeronave de pasajeros por errores de posicionamiento, el  Presidente de EEUU, Ronald Wilson Reagan, decidió convertir al Sistema de Posicionamiento Global en un sistema de uso civil, pero limitando su exactitud en aproximadamente unos 20 metros. El sistema al poseer una escasa precisión no brindaba grandes beneficios y sus aplicaciones se volvieron escasas.

La infinidad de aplicaciones empezaría a surgir en el año 2000 cuando el Presidente Bill Clinton decidió eliminar las restricciones en su precisión, con lo cual el sistema comenzaría a ser útil en un gran número de aplicaciones civiles. En la actualidad muchos países como China, Rusia, Japón y la India planean lanzar nuevos Sistemas de Posicionamiento Global que traerán aparejados grandes beneficios.

Hoy en día la mayoría de los vehículos modernos están equipados con GPS internos o externos que nos posibilitan transitar zonas totalmente desconocidas en cualquier horario del día, seleccionando las dimensiones de las distancias, el caudal del tránsito y una gran cantidad de opciones de selección. Su uso se ha difundido en casi todos los ambientes en los cuales la tecnología ha evolucionado. Podemos encontrarlos en dispositivos móviles, herramientas de trabajo, etc. Combinado con un dispositivo de localización GPS podremos encontrar variadas aplicaciones: cargas de fotografías, reproductores de música, bluetooth, etc. Por ello es que debemos elegir aquel dispositivo que mejor se adapte a nuestras necesidades, sin perder el objetivo que es guiarnos, y no distraernos.