PREVENCIONES EN SALUD BUCAL
¿A qué edad se debe realizar la primera visita al
odontólogo? ¿Qué implica la prevención en materia de salud bucal? ¿Qué son las
caries, cuáles son sus posibles consecuencias y cómo prevenirlas? Dientes
desalineados o retenidos, ¿qué los origina y en qué momento debemos prestarle
atención al tema?
Por Martín Borga - Brenda Villegas /
Odontólogos
Desde que los niños
son muy pequeños, debemos intervenir para prevenir la enfermedad de la cavidad
bucal, ya sea con terapéuticas concretas de inherencia profesional así como las
técnicas básicas de higiene que debe realizar el niño siempre asistido por un
adulto para reforzar la eficiencia de la misma.
Las primeras
consultas deben realizarse alrededor de los 2 años, cuando finaliza de
completarse la dentición temporaria (dientes de leche) En este momento, lo que debemos lograr es un
contacto con el niño motivacional, que él conozca a su odontólogo, le tenga confianza,
de manera que se pueda realizar el primer examen. En esencia, lo que debemos prevenir es la
enfermedad de caries y las maloclusiones.
La caries es la
enfermedad de los tejidos duros del diente que comienza con la desmineralización
progresiva del esmalte y la consiguiente cavitación. La misma puede llevar a la
pérdida prematura de las piezas dentarias generando maloclusiones.
La prevención de la
caries dental se realiza eliminado la placa bacteriana mediante la técnica de
higiene (técnica de cepillado). También se puede disminuir la incidencia de
caries reforzando la estructura del esmalte dentario. Esto se consigue
aumentando la concentración de flúor en la superficie dental. Para lograrlo se
pueden utilizar suplementos prescriptos por el odontólogo si es que el agua de
consumo corriente no contiene la cantidad necesaria de flúor.
Otro factor a tener
en cuenta es el tipo de alimentos que consumimos, debido a que los mismos son
el sustrato que utilizan las bacterias que conforman la placa bacteriana para
producir la caries. En la actualidad se consumen cada vez más alimentos con azúcares
altamente refinados y muy adhesivos tales como galletitas, caramelos,
chupetines, etc., y pocos con azúcares pocos refinados y ricos en fibras como
las frutas y verduras que ayudan a la limpieza de las piezas dentarias.
En cuanto a las
maloclusiones, estas se pueden originar por: pérdida prematura de las piezas
dentarias temporarias, causas funcionales, factores hereditarios. Al perder las
piezas dentarias primarias de manera temprana y no por su exfoliación natural,
el 1° molar permanente (el que erupciona a los 5 años, por detrás de las
muelitas de leche) migra hacia delante, de manera que se consume el espacio en
el que deberían entrar las demás piezas permanentes. Esto originaría la aparición
de dientes desalineados e incluso puede llegar a ocurrir que estos dientes
nunca erupcionen y queden dentro del hueso permaneciendo retenidos.
La alteración de las
funciones de la cavidad oral, tales como deglución atípica, la imposibilidad
del cierre sin esfuerzo de los labios y la respiración bucal, son factores que
alteran el normal desarrollo de los huesos maxilares donde se alojan las piezas
dentarias ocasionando desarmonías en la oclusión.
Por todo esto es que
se recomienda una visita temprana y periódica al odontólogo, para diagnosticar
y tratar precozmente cualquier indicio de enfermedad.
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