Música


 “AQUEL” GUSANO ASMÁTICO

DI FILIPPO Y EL BANDONEÓN


Por Lic. Ma. Florencia Larrambebere*

El día 11 de julio es por Ley, “Día Nacional del Bandoneón” en Argentina, coincidiendo con el nacimiento del ilustre maestro del bandoneón, Aníbal Troilo, “Pichuco”.

Con sus nombres y apellidos estos son y fueron los más reconocidos portadores de aquella vocación por el fuelle, por aquel “gusano asmático” como metafóricamente lo llamó en varias ocasiones el periodista porteño Jorge Göttling.
Hoy detenemos la mirada y la memoria en uno de esos genios de la música que se llamó Roberto Di Filippo, un hombre que el pasado 12 de junio hubiera cumplido 88 años.
Santafesino, más precisamente de la localidad de Peyrano. Su historia musical dice que con sus hermanos Dominga (piano y violín) y Lucio, Vicente y Juan (todos bandoneonistas), formó una orquesta que era el orgullo en cuanto baile y reunión había. De los nueve hijos que tuvo el matrimonio de Antonio Di Filippo y Ángela Colonna, cinco estudiaron música.
Cuando integraba esa orquesta infantil, Roberto tenía 6 años y ya había decidido ser profesional.
Aunque aquí tocó con las agrupaciones de prestigiosos como Orlando Goñi, Julio De Caro, Joaquín Do Reyes y Horacio Salgán, su esplendor llegó con Piazzolla. El marplatense fue clave en su vida porque no sólo compartieron escenarios y grabaciones, también fue quien le sugirió dedicarse a estudiar y tocar el oboe, un instrumento tan difícil como el bandoneón. Era el tiempo en que Di Filippo quería vincularse a la música clásica como un reaseguro profesional. Así pasó nueve años tocando en la Orquesta de Radio Splendid.
Su talento hizo que en 1961, y por concurso, ingresara a la Orquesta del Teatro Colón, donde tocó el oboe hasta 1980.
Con la jubilación, volverían las ganas de ponerse otra vez el bandoneón sobre las rodillas. Y fue en ese tiempo cuando, en grabaciones caseras, registró unos solos memorables, entre los que se destacan versiones de joyas tangueras como “Flores negras”, “Recuerdos de bohemia” o “Divina”.
Cuentan que uno de esos cassettes le llegó a Piazzolla en París. Cuando Astor escuchó aquello, le envió otro casete diciéndole: “Gordo Di Filippo, me asombró cómo tocás; algún día volveremos a tocar juntos y yo seré tu segundo bandoneón”. Y remató: “Después de escucharte, me dieron ganas de cortarme los dedos y tirarlos al Sena”.
Di Filippo, murió en febrero de 1991. Muchas veces se lo escuchó a Astor repetir: “Nunca escuché a nadie tocar el bandoneón como él... cada vez que lo veo le beso las manos”. Y dicen que era tanta su admiración que el día que Di Filippo decidió dejar la agrupación de Astor, él le dijo: “Te voy a extrañar, pero ¿con quién voy a reemplazarte?; necesito a alguien con mucho talento”. Parece que Di Filippo ya había pensado la respuesta: “Quedate tranquilo, te recomiendo a un fenómeno llamado Leopoldo Federico”. 
El próximo 11 de julio a las 18 hs, su pueblo natal Peyrano, junto a la “Agrupación La Ríos” de la ciudad de Rosario -agrupación tanguera dedicada  al estudio, la difusión, el estímulo, el apoyo a las nuevas generaciones de artistas; así como a la publicación de material analítico, crítico e historiográfico- conformada entre otros por Gerardo Quilici, Raúl Gallardo, Lautaro Kaller y Juan M. Ferrero, celebrarán a este hijo del pueblo, con poesía, música, documentales y el mismísimo bandoneón que le perteneciera cuando entre sus dedos caía rendido, e inmortal.

* Asistente de prensa y producción - Secretaría de Cultura y Educación - Municipalidad de Rosario - flarram0@rosario.gov.ar



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