El cómo del qué - Ambay, tos y más…

Por Romina Bianchini / Farmacéutica – Dra. en Cs. Químicas

¿A quién no le han sugerido pastillas o jarabe de ambay para la tos, los bronquios o el catarro? Es que estamos en presencia de una de las plantas medicinales más tradicionales, cuyo uso data desde antes del descubrimiento de América y cuyas bondades se extiende incluso más allá de las afecciones vinculadas con las vías respiratorias.

El ambay es un árbol que crece en las zonas selváticas en la margen de los ríos de Brasil, región amazónica de Bolivia, Paraguay y noroeste de Argentina.
Es una de las plantas medicinales más tradicionales. Desde tiempos inmemoriales se la emplea en el norte argentino con fines curativos y ha pasado a ser uno de los remedios populares más requeridos. Existen registros de su uso desde antes del descubrimiento de América, siendo considerado por los aborígenes de la región una planta curativa muy eficaz.
Entre las bondades de la hoja de ambay, puede decirse que se encuentra especialmente indicada para afecciones de las vías respiratorias en general, como ser en caso de resfríos, catarros comunes, tos del fumador, bronquitis, fatiga, y hasta en problemas cardíacos. Se ha comprobado que cumple funciones normalizadoras del ritmo cardíaco, con el uso regular de la infusión de ambay los latidos se vuelven más lentos y regulares.
Recientemente se demostró que las infusiones o inhalaciones con ambay son muy efectivas en pacientes con problemas pulmonares o afecciones cardíacas, mejorando su expectativa de vida y bienestar general. Además posee propiedades antiespasmódicas, diuréticas, astringentes y alivia la fiebre.
A pesar de todas las virtudes que se fueron conociendo a través de los años, su uso más difundido sigue siendo para el alivio de la tos. Sus hojas y corteza tienen propiedades expectorantes y antiasmáticas, siendo los brotes la parte farmacológicamente más activa.

Modo de empleo
Puede prepararse en forma de infusión, empleando a razón de 20 gramos por litro de agua. Como la preparación obtenida es muy amarga se puede endulzar con una cucharada de miel. Se pueden tomar tres tazas al día, la primera por la mañana, la segunda aproximadamente dos horas después del almuerzo y la tercera antes de acostarse.
También puede encontrarse en farmacias y dietéticas en forma de tintura, pastillas, y formando parte de la composición de algunos jarabes para la tos.
Otra alternativa para utilizar el ambay es haciendo inhalaciones. Para ello, se coloca en un recipiente alrededor de 20 g de hojas (en algunos casos una sola hoja puede pesar hasta 20 g), luego se agregan 2 litros de agua hirviendo, se revuelve con precaución y se aspira el vapor cubriendo la cabeza con una tela. Las hojas secas se usan de igual manera que las verdes, ya que conservan los principios activos.
En los niños puede ser utilizado a partir de los cuatro años de edad. Lo ideal es el jarabe o la tisana endulzada con miel.

Precauciones
Se han llevado a cabo una gran cantidad de estudios para evaluar la toxicidad y no se hallaron efectos tóxicos. Sin embargo, a pesar de no encontrar contraindicaciones relevantes, siempre se aconseja consultar al médico y/o farmacéutico antes de su utilización.
Por otro lado, es importante destacar que debido a que induce la menstruación, no debe ser utilizado en el embarazo y también se desaconseja su utilización durante la lactancia.


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