Por Verónica Ojeda /
veronicaojeda48@hotmail.com
Hace un tiempo atrás buscando material e investigando a cerca de la agroecología,
descubrí algunos lugares y gente que trabaja basándose en estos principios, en
espacios que son llamados justamente: granjas ecológicas.
Sus propietarios comenzaron hace 25 años con un proyecto de mejorar la
calidad de vida familiar, en un lugar llano en donde prácticamente no existían árboles
(hoy existen entre 12 y 15 mil ejemplares entre frutales y forestales en su
mayoría autóctonos), cedros, chirimoya, leucaena. Allí, comenzaron a imaginar
espacios que hoy son una realidad, son un modo de vida la siembra, los
animales, el tambo, montes frutales plantados por ellos mismos. El hijo mayor
recuerda cuando salían al campo con su padre a tirar semillas, hoy
transformadas en frescos corredores verdes, con ese característico aroma a
cítrico en donde se han instalado innumerables especies de aves que anidan e
imprimen al lugar sus sonidos cálidos además de su aporte a la biodiversidad.
La agroecología permite desarrollar agrosistemas donde todos los
elementos de una granja crecen
bajo los fundamentos de la ecología, por lo que sus productos están concebidos
naturalmente, es decir, sin químicos ni sustancias contaminantes.
Naturaleza Viva no solo envuelve una
instancia de producción y comercialización, sino que en esa experiencia de
todos los días, se comparten los saberes y el trabajo con más de quince
familias de la zona que subsisten gracias a este proyecto de alimentación y
producción sano y natural.
Entre
las bondades de sus alimentos producidos sin contaminantes, puramente
naturales, orgánicos, ecológicos y como ellos mismos manifiestan, con mucha
vitalidad, se pueden encontrar, leche, queso, dulce de leche, dulces de frutas,
hierbas aromáticas, semillas, carne de cerdo, vacuna y derivados, panes, frutas
secas, harina de trigo y de maíz, miel, hongos, higos, etc. Con el sabor de lo
artesanal, son distribuidos y
comercializados en la misma localidad,
pero también en otros puntos del país. Todo absolutamente regulado bajo las
normas de higiene y seguridad.
La
vida en su integralidad es la base de este modelo de producción, todos y cada
unos de los actores que viven y coexisten tienen importancia, hasta las
mismísimas hormigas. Cuando se lleva a cabo la producción orgánica da como
resultado suelos fértiles, donde las plagas no existen, al no haberlas, no se
necesitan plaguicidas y he aquí, el derrumbe del mercado. Para pensarlo, ¿no?
Este modelo es posible, pero requiere de la organización de muchos. Las granjas
biodinámicas deberían reproducirse, generando trabajo y esperanza.
Naturaleza Viva está ubicada en Guadalupe
Norte, en el departamento General Obligado de la provincia de Santa Fe,
habitualmente es visitada por niños de las escuelas. Ojalá la semilla prenda en
alguno de los tantos chicos que hoy ven con fascinación ese paraíso. Ojalá se
contagien de las ganas de soñar con un futuro sano, lleno de vida. Porque se
puede. La prueba está ahí, para quien quiera verla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario