INSTANTES II
Por Ariel Nicassio
Nada hay en el misterio escondido tras generaciones; impotencia, ese es su secreto.
Nada en la voz del pasado que se levanta para machucar el presente.
Nada en esos perdidos cartógrafos metafísicos del reposo.
Un pedazo de mate sobre el escritorio, la ventana a medio abrir y la tarde de otoño, la parte que te queda y sus defectos.
Aquello que se aleja cuando se va acercando, los huecos que se ven con un microscopio.
El viento que te cierra el cuenco de los ojos.
Una lágrima de tu madre, una sonrisa sincera, tus dedos entre los dedos de otra mano.
"La esfera cuyo centro está en todos los puntos del universo".
Un cacho de pan y otro mate.
Las ocho menos cuarto. Le sonríes a la nada... Y te vas a trabajar.
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