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ENTRETELONES DEL CUARTO PODER

“THE NEWSROOM”

Por Lorena Bellesi

Últimamente la prensa ha sido tema de debate social, la ley de medios provocó discusión en todos los niveles, por ejemplo; se cuestiona su función, se le reprocha una total falta de objetividad a la hora de comunicar -sólo fiel a intereses monopólicos-, se la acusa de “militante”, y todo es un embrollo, casi un paso de comedia. Bastardeada y homenajeada con similar grado de apasionamiento, las retóricas supuestamente opuestas confunden y desorientan a espectadores incautos. Nada positivo resulta de todo esto. Entonces, enfocados desde el presente contexto, quizá resulte interesante dedicarle unas horitas a la serie estrenada este año por HBO, The Newsroom (en español algo así como “La Redacción”). En sólo diez capítulos, dicho programa televisivo nos invita a repensar el papel de los medios de comunicación. Obviamente no se trata de una declaración académica de principios éticos, aleccionadores, que se sube a un pedestal para autoproclamarse material impoluto. Pero, sin renegar de cierta inmodesta presunción, plantea claramente una fuerte pulseada entre el deber y el rating, entre su objetivo formador y el mercado (target).
El mundo de las noticias es recreado en The Newsroom desde el detrás de escena, se nos revela las peripecias de la producción de un noticiero televisivo del prime time estadounidense. La cámara recorre a gran velocidad los movimientos entusiastas de cada uno de los integrantes del staff, apremiados por convertir un hecho en primicia, un trascendido en noticia. Los diálogos –inteligentes- representan una de las mejores partes de la serie; argumentos y contra argumentos se sacan chispas, y los destellos iluminan al espectador, quien los agradece. Tampoco todo es tan formal, el humor combina justo con cada ocurrente réplica.
Un carismático Jeff Daniels interpreta al presentador de noticias Will McAvoy, una mente iluminada, algo huraño, quien decide entregarse plenamente al irrenunciable propósito de informar al ciudadano. Ya no hablamos de espectador o audiencia, acá todo pasa por “instruir” al más poderoso y decisivo elemento del futuro de un país democrático, el individuo votante. Indagar en las contradicciones de ciertas medidas políticas, económicas, discursivas, sin ánimo de generar concesiones, a veces no resulta muy fácil de implementar, ya que a muchos no les conviene dicho enfoque.
Aunque él es la cara visible del noticiario, el nuevo rumbo se produce gracias a la llegada de una nueva Productora Ejecutiva, MacKenzie McHale (Emily Mortimer). Ya no hay lugar a la imparcialidad, a lo tibio; el ferviente convencimiento sobre el contenido de un programa periodístico destilado por esta mujer, logra contagiar un entusiasmo casi desmedido en su prometedor grupo de jóvenes productores. De fondo suena un bolero, resulta que MacKenzie y McAvoy comparten una historia de amor con un abrupto final, la mujer le fue infiel, y éste nunca pudo perdonarla. Cierta tirantez confirma el refrán “donde hubo fuego, cenizas quedan”.
La interpretación precisa de la realidad no es el único frente que causa preocupación, los intereses de los dueños de la cadena no transitan por el mismo andarivel que el de los productores. Las bajas audiencias parecen ser las auténticas orquestadoras de los contenidos periodísticos; si el público está interesado por ver noticias al borde de la insustancialidad y el chisme pasajero, deben brindárselo. Si se quiere, tal gesto especulativo se convierte en una fuerte recriminación a una audiencia más ávida por empaparse de hechos banales que de sucesos directamente esenciales a su vida.
Cargada de tintes emotivos (bastantes) y románticos, con una amplia referencia a la realidad norteamericana (todas las noticias desarrolladas son verdaderas), a la idiosincrasia de ese país (al igual que la excelente “Homeland”), The Newsroom merece una oportunidad. En sitios tales como “Series911” o “Seriesyonkis” se pueden ver on-line. Quedan todos avisados.

1 comentario:

  1. Yo he visto un par de capítulos y me pareció pobre en comparación a las series que se pueden ver en la actualidad como Mad Men, Breaking Bad, Game of Thrones y hasta Homeland. Quizás deba darle otra oportunidad....

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