Por Ana Guerberof
Desde España
El 1 de julio de
2002, Vitaly
Kaloyev,
arquitecto de la república de Osetia del Norte, espera en el aeropuerto de
Barcelona la llegada de su mujer e hijos. Ha pasado los
últimos dos años cumpliendo un contrato de construcción y los espera con
impaciencia para pasar un mes de vacaciones. Quiere recuperar el
tiempo perdido. Diana, de 4 años, casi no lo
conoce y Konstantin, de 10, extraña sus paseos por las calles de
Vladikavkaz.
Peter
Nielsen, controlador aéreo danés, está solo en la torre de control del
aeropuerto de Zúrich mientras su compañero descansa. Es una práctica habitual
de Skyguide como parte de su política de recortes económicos. También, esa
misma noche, se han cortado el sistema telefónico y el sistema anticolisión de
tierra para realizar tareas de mantenimiento. Por tanto, Nielsen tiene que
atender a varios monitores y lecturas.
Ahora mismo, está
atento a la llamada de un Airbus 320 retrasado que pide instrucciones de
aterrizaje. Al mismo tiempo, observa el radar y nota que dos
aviones vuelan a la misma altura cerca de la zona del Lago Constanza. Mientras atiende al
Airbus, se da cuenta de que los otros dos aviones se aproximan peligrosamente.
Decide avisar a los pilotos del avión Tupolev 154 de Bashkirian Airlines,
procedente de Moscú, que desciendan para evitar un choque. Aunque el sistema anticolisión
del avión (TCAS) les indica un ascenso, los pilotos siguen las
instrucciones de Nielsen. Los pilotos del avión Boeing 757, propiedad de DHL,
en cambio, siguen las instrucciones de su sistema TCAS y descienden.
El piloto del Tupolev
se da cuenta en los últimos segundos que va chocar con el Boeing y cambia el
curso del avión. Aun así no logra evitar el accidente que se produce en la
localidad alemana de Überlingen. Nadie sobrevive: ni los pilotos de DHL ni las
69 personas del avión de Moscú, en su mayoría adolescentes que iban de
vacaciones a España por iniciativa de la UNESCO.
Vitaly Kaloyev,
consternado, viaja al lugar del accidente y participa en las tareas de rescate.
Encuentra el cuerpo casi intacto de su hija y los restos de su mujer e hijo. A
su regreso a Rusia, se sume en una gran depresión. Visita con frecuencia
el cementerio y llora frente a la enorme lápida con tres retratos. Inicia un
vía crucis para descubrir quiénes son los responsables. Exige respuestas a
Skyguide durante el acto de conmemoración que se celebra un año después del
accidente, pero no obtiene ninguna. Tras dos años de vanos intentos, recibe una
carta donde la compañía le ofrece unos 60.000 euros de indemnización. Kaloyev
se siente insultado.
El 24 de febrero de
2004, Peter Nielsen está en su casa de Kloten, cerca del aeropuerto de Zúrich.
Su mujer, Mette, acaba de regresar del colegio con sus tres hijos. Alguien
grita en el jardín de atrás. Nielsen sale y se encuentra con Kaloyev que le
muestra las fotografías de su familia. Nielsen, sorprendido y aturdido, aparta
a Kaloyev y las fotos caen al suelo. Kaloyev saca una navaja y apuñala a
Nielsen repetidamente. A pesar de las llamadas de auxilio de Mette, el ex
controlador muere desangrado.
Kaloyev huye de la
escena del crimen, pero es detenido dos días más tarde y sentenciado a 8 años
de cárcel por homicidio premeditado. Cumple 3 años de
condena y al salir es tratado como un héroe en su ciudad natal. Dice no
sentir remordimientos por el asesinato del controlador, pero confiesa que
tampoco le ha ayudado a superar la trágica muerte de su familia.
En la actualidad,
Kaloyev vive entregado a su trabajo de viceministro de Construcción en Osetia
del Norte-Alania. La familia de Peter Nielsen vive su luto en la más estricta
privacidad.
En 2004, cuatro
responsables de la compañía Skyguide fueron declarados culpables de homicidio
múltiple por negligencia.
En 2012, un tribunal
de Barcelona condenó a las empresas Honeywell y ACSS a pagar indemnizaciones
millonarias a los familiares de los fallecidos al considerar que los manuales del
sistema TCAS no especificaban claramente que, ante un
conflicto entre este y la torre de control, se debían seguir siempre las
instrucciones del primero.
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