ENTREVISTAS
2016
Por Alejandra Tenaglia
Presentamos en esta
ocasión, al primer caballero de nuestra sección dirigida a quienes han pasado
la barrera de los 70 años. “El tiempo se va para no volver”, ha escrito el
poeta romano Virgilio; veamos las enseñanzas que le ha ido dejando antes de ese
constante partir, al presente entrevistado.
Amable, bromista, responsable; no
hicieron falta más de dos encuentros, para ver con claridad esas características
en el señor Héctor Antonio Donés. Este
chabasense de 81 años, es quien
responde a las preguntas de este rincón de entrevistas que hemos dado en
llamar: Lo que el tiempo me enseñó.
Preséntese
en 3 oraciones, que resuman lo que usted cree que mejor lo define.
Siempre
me gustaron las cosas justas.
Trabajo
desde los 9 años.
Soy
madrugador.
¿Qué
es lo que primero que recuerda, cuando piensa en su padre? ¿Y cuando piensa en
su madre?
De
mi padre recuerdo que era un padre extraordinario.
De
mi madre recuerdo que era la reina de la cocina.
De
todos sus familiares, excluyendo a sus padres (es decir abuelos/as,
hermanos/as, primos/as, tíos/as, etc.) ¿hay alguno con quien haya tenido o
tenga especial afinidad?
Sí,
mi abuelo paterno, Antonio Donés. Él me ayudaba a conocer clientes nuevos a
quienes yo les vendía huevos en Rosario, era por entonces el año 1948.
¿Estudió?
¿Recuerda a algún/a maestro/a en especial? ¿Qué recuerda de ella/él?
Estudié
hasta sexto grado en la Escuela Nº 208 con un Director muy especial, Tombolini,
era un hombre muy recto, imponía mucha disciplina.
Y
en cuanto a maestra, me acuerdo de Celia de Garello, me dio en sexto grado,
siempre me guió por el buen camino.
¿Trabaja
aún? ¿De qué trata su trabajo?
Trabajo
de jubilado; tengo un zoológico de gallinas, patos, conejos y gatos; y además
algo de quinta.
¿Ha
tenido otros trabajos en su vida?
Sí,
tuve muchos. A los 9 años comencé en la Tienda de Ominetti, ganaba 1 peso por
semana, barría la tienda y llevaba los pantalones a coser que cortaba
Temperini.
Después
trabajé en la mayoría de los almacenes del pueblo, repartiendo.
Además
vendí pescados durante 5 años, fui verdulero por 15 años, y vendí hielo desde
1950 a 1960.
Finalmente
tuve camión y trabajé de fletero hasta el año 2013.
¿Hay
alguno de esos trabajos que, de poder volver el tiempo atrás, no volvería a
hacer?
Yo
junté maíz con maleta cuanto tenía 12 años, junto con mi mamá. A eso no lo
volvería a hacer, era un trabajo muy duro. En 4 meses ganamos 168 pesos (mi
papá trabajaba de gallinero).
Si
fuera posible, ¿cambiaría algo de su niñez?
Mi
niñez comenzó en el campo y fue muy buena, no cambiaría nada.
Si
pudiera elegir una habilidad con la que contar a partir de mañana al despertar,
¿cuál sería?
Me
gustaría tener la habilidad de hacer dejar de fumar a todo el mundo.
¿Qué características
debe tener una persona para que usted quiera tenerla como amiga?
Que sea sincera y que no fume.
¿Hay
algo que mirando hacia atrás se reprocha no haber hecho?
Sí.
A los 18 años tendría que haber ido a España para cobrar una herencia de mi
abuelo y no fui porque a mi papá le parecía que yo era muy joven. De eso me
arrepiento, de no haber ido igual.
¿Qué
le da vergüenza?
Nada
me da vergüenza.
Llorar,
¿sirve?
Creería
que sí…
¿Hay
temas con los que no le gusta que se hagan chistes?
Me
gustan los chistes, pero siempre que sean sanos.
¿Ha
deseado más de lo que ha tenido o ha tenido más de lo que ha deseado?
Tengo
más que lo que he deseado siempre, y todo gracias al trabajo.
¿Qué
es lo que señalaría como un gran logro suyo?
La
familia que tengo, llevamos con mi esposa 55 años de matrimonio; y tenemos dos
hijas, Moni y Fabiana.
¿Cuál
es el momento más difícil que le tocó atravesar?
Cuando
nació mi hija Mónica y todo lo que vino después.
Lo
que paso fue que, por una deficiencia de la partera, Moni quedó con problemas
psicomotrices. Con mucha ayuda logró desarrollar casi todas sus capacidades, lo
único que más le cuesta es hablar correctamente. Hoy ya tiene 54 años.
Mencione
3 cosas que le gusta hacer.
Estar
en la quinta y con los animales.
Leer
mucho el diario.
Conversar
del mal fútbol que tenemos ahora.
¿Qué
lo maravilla?
Me
maravilla ver la crianza de los animales, especialmente en estos momentos, los
patitos chiquitos.
¿A
qué le tiene miedo?
A
nada.
¿Hay
algo en particular que lo emocione?
Sí,
me emociono cuando voy al Hogar de Ancianos a ver a mis amigos y parientes.
¿Qué
es lo que más le agradece a la vida?
Vivir
todavía y así como estoy de salud.
¿Un
consejo para los más jóvenes?
Que
tomen menos alcohol y que cuiden más la vida.
A
usted, el tiempo, ¿qué le enseñó?
Que
todo se consigue trabajando.
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