Por Carlos Bonino
carlosgbonino@gmail.com
Madre
hay una sola. Papá muchas… cuentas. Scioli también fue campeón mundial de off
shore. Los barquitos de papel, ¿se
mantienen más a flote si están plastificados? Dudas existenciales que uno
tiene. Si todo junto se escribe separado, ¿Adrián Suar vuelve con Araceli? Con
Netflix la televisión cambió. Aunque no lo veamos, Casado con hijos, siempre
está. El sol se parece a Jorge Rial, si te le pones enfrente te quema. Estoy muy
farandulero, como el gobernador de Salta. La langosta pasó por Egipto y el
faraón dijo: “ahí viene la plaga, me
gusta bailar”.
“Nadie se atreva, a tocar a mi vieja”. La
copa se mira y no se toca, dijo un árbol. Las flores asoman, el fruto de los plátanos
vuela y los alergistas facturan. Las boletas de gas se corrigieron, quienes las
aumentaron no. Cambiar para que nada cambie. No se aceptan devoluciones, me
dijo el obstetra cuando le llevé el pibe luego de un año. No hay manuales. Las
bicicletas son a pedales. El inconsciente me dicta borrachera. Patricia Bullrich
trajo a la Gendarmería. A los jefes capitalistas, no los tocan. Cortan las
ramas pobres, las raíces siguen chupando. ¡Cómo estoy con la botánica! Es que
extraño la columna de paisajismo.
“Esa flor que está naciendo, ese sol que brilla más”. Pará. El sol es amarillo, pocas flores son blancas. La madre del
chabón tenía dientes horribles. Una desilusión. Angelina está libre y yo busco
taxi. Esto me va a salir caro. Lo pago con el Ahora 12. Los regalos son como un
partido de la selección, siempre esperás algo mejor. Messi se lesionó, Tévez quiere dejar de jugar, solo falta que la AFA la ponga
a Lilita para las relaciones públicas. En Rusia no nos quieren, nacionalicemos
a Natalia Oreiro. No podrás faltarme cuando falte todo a mí alrededor le dijo la
Q a la U. Siempre pegados, me quedan los vasos cuando los apilo.
“Las manos de mi madre parecen pájaros en el aire”. El día que los chanchos vuelen. Es un ave de corral. Como Débora, que era
un rayo. Chiste para cuarentonxs. Soy lo que soy, le dijo la cebra a un tigre
daltónico y enamorado. Cuando se aparean, ¿harán el salto del humano? Me fui
hacia la zoología. De minería conozco poco. Las rocas se derriten con cianuro. El
veneno queda en el suelo. El oro en el cielo, se va en aviones. Las penas son
de nosotros, las vaquitas son ajenas. Hablábamos de minería no de ganadería.
Los dos terminan con ría. En nuestra cara. Upa, se puso picante le dijo un
pimiento a un ají.
“Mama sabe bien. Perdí una batalla”.
Lamentablemente la guerra. ¿Alguien sabe dónde está Maximiliano? Enterrando
cajas. Ese es Máximo. Una torta se parece al corazón porque tiene laT. La
harina engorda, la gaseosa hincha y al Diego le aparecen hijos. Lo cruzás con
Maru Botana y te pueblan la luna en cinco años. Los cohetes van al cielo a
buscar la crema. Se viene la época de los helados. Para mí de chocolate.
¿Bañado? No, pero me puse perfume. ¿Francés? No, colombiano. ¿El chocolate? No,
Carlos Vives.
“Menos tu vientre todo es confuso”. Aumenta
la luz – baja la luz. Aumenta el gas – baja el gas. Aumenta la nafta. Falta
algo. No entiendo el rugby. Son gordos que patean arriba del travesaño. El
Pipita Higuaín vuelve a la selección. ¿Para cuándo Icardi? Está con Wanda
poblando Marte. Los extraterrestres son como los dólares: verdes, de un lugar
lejano y cada vez se ven menos. En el fútbol para ciegos la pelota tiene un
cascabel. En la selva lo juegan pateando víboras. A mi suegra, a mi madre y a
Laura, ¡feliz día!
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