Editorial

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en un fallo dividido (3-2) habilitó el 2x1 para quienes han cometido delitos de lesa humanidad. Se trata de un cómputo que permite reducir las penas: por cada día de prisión preventiva que cumplió el reo, se le cuentan 2 de prisión, así es como se benefician con una disminución notable del tiempo de condena. Dicha ley, dictada en 1994, ya era en sí una vergüenza, pues no hacía más que demostrar la inoperancia de la justicia que mantenía a una persona detenida sin sentencia firme, por años. Es decir, un parche que se pensó, instaría a una mayor celeridad que no sucedió, y por eso ya no rige la norma, fue derogada en 2001. Sin embargo, ha reaparecido en escena por una herramienta legal que es la “aplicación de la ley más benigna”, que permite aplicar la ley más favorable al reo, con tal que haya existido en cualquier tiempo intermedio del proceso. Lo que es inaceptable, es que ese beneficio se aplique en casos de delitos de lesa humanidad, que por su gravedad, han sido declarados como imprescriptibles por el derecho nacional e internacional. Elena Highton de Nolasco, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, son los nombres de quienes votaron a favor de los genocidas.

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