El cómo del qué / La pulmonaria

USOS MEDICINALES

Por Romina Bianchini / Farmacéutica – Dra. en Cs. Químicas

La Pulmonaria officinalis, también llamada roseta, savia de Jerusalén, hierba de los pulmones, hierba de la Virgen o más comúnmente Pulmonaria, debe su nombre al uso tradicional de esta hierba en el tratamiento de las enfermedades pulmonares.
A principio del 1600 existía una teoría conocida como la “Doctrina de las Signaturas”, según la cual las plantas que tenían cierto parecido con determinada característica humana, eran beneficiosas para la parte del cuerpo a la cual se parecían. En ese tiempo se descubrió que la pulmonaria es efectiva para aliviar afecciones respiratorias, ya que se parece al tejido interior de los pulmones. Desde entonces ha sido empleada para combatir la tuberculosis, catarro, tos, asma, entre otras afecciones pulmonares.
Con el paso del tiempo se desacreditó la veracidad de muchos de los remedios utilizados por la “Doctrina de las Signaturas”. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que la pulmonaria posee determinadas propiedades beneficiosas para la salud del pulmón.
Es una especie originaria de las zonas templadas de Europa, también se la puede encontrar próxima a ríos, arroyos y zonas húmedas en general. Es muy sensible a las toxinas medioambientales, por lo tanto, las áreas en las cuales se puede encontrar por lo general son bosques libres de contaminación. La presencia de la pulmonaria es un buen indicador de la salud de un ecosistema.

APLICACIONES TERAPÉUTICAS
Tiene propiedades emolientes, expectorantes y antioxidantes, lo cual explica por qué ha sido tan utilizada para el tratamiento de problemas respiratorios. También se cree que los ácidos que posee la hacen poderosamente efectiva contra los organismos nocivos que afectan el funcionamiento de los pulmones. Además es astringente, antiinflamatoria, levemente diurética y sudorífica; esto último hace que sea útil para bajar la fiebre.
Puede emplearse para calmar la tos y tratar afecciones respiratorias como bronquitis, catarro, asma, etc. Su actividad se debe, principalmente, a una saponina que actúa fluidificando las secreciones mucosas y facilitando la expectoración de la flema bronquial.
También es eficaz en casos de: afonía, ronquera y otras inflamaciones de garganta y laringe. Tradicionalmente se la ha empleado para tratar la tuberculosis, ya que actúa encapsulando los focos tuberculosos, paralizando y limitando la propagación de la enfermedad.
Además puede usarse como antidiarreico y antihemorroidal.

¿CÓMO PREPARARLA?
USO INTERNO
Puede elaborarse en forma de infusión, para tratar la bronquitis y la tos, gracias a sus virtudes expectorantes. Puede endulzarse con miel de abejas. Puede emplearse sola o asociada con Ambay en caso de inflamación de los bronquios y catarros en general.
Como alternativa, puede adquirirse la tintura en farmacias o dietéticas.
Otra aplicación es en el tratamiento de diarreas y enfermedades de las vías urinarias.
USO EXTERNO
La decocción se emplea en forma de compresas en la curación de heridas, para desinflamar y ayudar en la cicatrización y para realizar baños de asiento en el caso de hemorroides.
Además, tiene aplicaciones cosméticas para el tratamiento de inflamaciones de la piel y para las arrugas.

CONTRAINDICACIONES
No tiene características tóxicas, por lo tanto puede tomarse con tranquilidad. No obstante, puede traer algunos problemas hepáticos si se ingieren altas dosis. Siempre es conveniente consultar al médico y/o farmacéutico antes de su utilización.

Está contraindicada en niños, en embarazo y lactancia.

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