LA HERMOSURA DE LO SIMPLE
“PATERSON”
Por Lorena Bellesi / bellesi_lorena@hotmail.com
Para
los fanáticos de la adrenalina, de las tramas complejas o de las
superproducciones con presupuestos obscenos, definitivamente, “Paterson” no es su película. Con una
sutil belleza, como ya nos tiene acostumbrados, el director Jim Jarmush retrata
siete días en la vida de un introvertido
chofer de colectivo urbano en la ciudad de Paterson, New Jersey. En ningún
momento altera la rutina del protagonista con circunstancias forzadas o
eventualidades insólitas, todo sigue el cauce de la intrascendente
cotidianeidad. El lunes es muy parecido al martes, el sábado, no madruga. En
este transcurrir no hay tedio ni hastío, la monotonía del despertar al lado de
la mujer amada, quien le cuenta lo que soñó, es suficiente envión para arrancar
la mañana. El cotizado actor Adam Driver le pone el cuerpo a este singular
personaje llamado, no casualmente, Paterson.
Su nombre se replica en las calles, en los ómnibus, en las paredes, como si
fuera el anuncio rutilante de su insignificante presencia allí. El treintañero
chofer no tiene celular, ni siquiera usa internet, alejado de la virtualidad se
enfoca en todo lo que lo rodea, en la charla de sus pasajeros, en su yo íntimo
y monumental. En un cuaderno de hojas en blanco escribe poesía, no es un hobby,
es parte de su ser, una urgencia de expresión encantadora que necesariamente
debe fluir. Al igual que su admirado William
Carlos Williams, una vez más la duplicidad, los versos de Paterson emanan con naturalidad, con
palabras simples, reflejan una vida plena sin artificios ni pose. Camina,
aparentemente en silencio, pero su propia voz en off repasa un lírico sentir
que no lo abandona nunca. No hay vacío, la banalidad es una musa fascinante.
La
existencia del joven no sería la misma sin la presencia de su soñadora novia, Laura (Golshifteh Farahani), una
muchacha optimista, con una sonrisa cautivadora, que cree fervientemente en él,
en la potencia de sus palabras. A la parejita se suma otro integrante mudo, un
carismático bulldog francés que no solo aportará ternura. Cine para dejarse
llevar, para apreciar la hermosura de lo simple, de la felicidad de vivir con
lo que verdaderamente necesitamos.
ESTRENOS DE NOVIEMBRE
El
cine de acción se impone con títulos esperados y otros sorprendentes. El drama
y la comedia enternecen o sobresaltan la cartelera.
1.
Paterson de Jim Jarmusch;
Estados Unidos, Francia y Alemania; drama.
2.
La
villana
(Ak-Nyeo) de Jung Byung-Gil; Corea del Sur; acción.
3.
The
Square
de Ruben Östlund; Francia, Alemania, Suecia y Dinamarca; drama.
4.
Loving
Vincent
de Dorota
Kobiela y Hugh Welchman; Reino Unido; animación.
5.
Barry Seal: sólo en América (American Made) de Doug Liman; Estados
Unidos; acción.
6.
Extraordinario (Wonder) de Stephen Chbosky; Estados Unidos; comedia dramática.
7.
Thor:
Ragnarok
de Taika
Waititi; Estados Unidos; acción, superhéroes.
8.
Asesinato
en el Expreso de Oriente (Murder on the
Orient Express) de Kenneth Branagh; Estados Unidos y Malta; policial.
9. Melanie:
apocalipsis zombi (The Girl With
All the Gifts) de Colm McCarthy; Reino Unido; acción.
10. La batalla de los sexos (Battle of the Sexes) de Jonathan Dayton
y Valerie Faris; Estados Unidos y Reino Unido; basada en hechos reales.
BIG LITTLE LIES
SERIES - HBO
Con
solo siete capítulos, la miniserie estadounidense Big Little Lies se impuso en cuanta entrega de premios participó en
este 2017. Parte de su éxito, quizá, se deba al reparto femenino, protagonistas
absolutas y extraordinarias del programa. Actrices del “mundo del cine”
aparecen en la pantalla chica con
determinación: Nicole
Kidman, Reese Witherspoon, Laura Dern y Shailene Woodley interpretan mujeres
poderosas, apasionadas, independientes e imperfectas. Sus personajes son
evidentemente diferentes, sin embargo hay una circunstancia natural que las
hace coincidir: todas son madres, tienen niños de la misma edad, así, un
prestigioso colegio público será el lugar de encuentro y de conflicto entre las
damas. El primer capítulo termina con una muerte dudosa en una fiesta a
beneficio de la escuela. Desde el comienzo se ignora la identidad de la
víctima, como así también las circunstancias de su deceso. En los capítulos sucesivos
los testigos comparten su opinión respecto de las sospechosas. Entonces, la
historia retrocede hasta el momento exacto donde comenzó todo, en la puerta del
colegio. La aparición de una madre soltera con su pequeño altera el tablero,
acusaciones cruzadas de bullying escolar obligan a tomar partido a estas
“leonas”. La violencia de género, la infidelidad, el trato obligado con los ex,
son material relevante de la trama, además de la intriga por saber qué sucedió.
La magnífica dirección de Jean-Mar Vallé circunscribe la telaraña de relaciones
en un microcosmos californiano, claramente delimitado, la ciudad de Monterrey.
Aquí las apariencias no siempre coinciden con la realidad, la fragilidad, la
vulnerabilidad o el arrepentimiento son parte de la naturaleza femenina, pero
puertas adentro.
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