El aprendizaje escolar



Por Flavia Hernández / Lic. en Fonoaudiología

El Fonoaudiólogo no sólo puede aportar sus conocimientos en los casos de patologías graves y/o discapacitantes, sino que interviene también en el acompañamiento de las dificultades que entorpecen el aprendizaje, puede ser de forma autónoma (en un consultorio) o como integrante de un equipo interdisciplinario.

El proceso del aprendizaje
El aprendizaje pedagógico es un proceso absolutamente complejo, integral y singular que implica el tránsito de un niño por la institución escolar, a los fines de adquirir herramientas intelectuales tales como la lecto-escritura, las nociones matemáticas, el cálculo y otros conocimientos relativos a las distintas áreas curriculares que la escuela propone.

El lenguaje
En el proceso de aprendizaje interviene el lenguaje, ya que desempeña distintas funciones:
·         Constituye el instrumento de comunicación con el que el docente ofrece los conocimientos al niño, al mismo tiempo que es el sistema a través del cual el pequeño podrá dar cuenta de esos saberes aprendidos.
·         Es el material elemental e imprescindible para el aprendizaje del sistema lecto-escrito y el consecuente logro de la alfabetización.
·         Es la base material del pensamiento, por eso es inherente a cualquier tipo de aprendizaje propuesto por la escuela, porque “pensamiento y lenguaje” están interconectados  de tal forma, que no son posibles uno sin el otro.

Su desarrollo
El desarrollo del lenguaje en el niño comienza a partir de las relaciones interpsicológicas o sociales que establece con el mundo exterior para luego transitar por relaciones intrapsicológicas, yendo de lo social a lo individual. De este modo, el lenguaje primero se exterioriza y luego se interioriza a los fines de dar cuerpo al pensamiento. Así, es como el lenguaje se vuelve intelectual y el pensamiento verbal. Es decir, el desarrollo del pensamiento está determinado por el lenguaje y por la experiencia social-cultural del niño. El progreso en el desarrollo lingüístico es el que le permite alcanzar la abstracción, la generalización y la categorización, moldeando así la conciencia humana.

Tarea del fonoaudiólogo
El fonoaudiólogo se encuentra habilitado para abordar la compleja trama del lenguaje, el pensamiento y el aprendizaje. Es importante destacar que para que el aprendizaje pueda llevarse a cabo es necesario que estén presentes en el niño: la motivación (el deseo), la atención, la memoria y la sensopercepción, sin ellos no hay aprendizaje significativo posible.
Si bien las causas de dificultad en el aprendizaje escolar son múltiples y diversas, hoy en día con mucha frecuencia llegan a nuestros consultorios muchos niños que, luego de una evaluación, nos encontramos que en realidad se trata de un “trastorno del aprendizaje escolar de causa psicológica o emocional”, y es lógico que en estos casos debamos trabajar conjuntamente con los psicólogos, tendiendo a la resolución del obstáculo que obtura dicho aprendizaje y acompañando al niño en su paso por la escuela, ya que el aprendizaje es en sí mismo un problema, porque requiere poner en juego niveles de complejidad cada vez mayor y muchas veces se carga sólo sobre las espaldas de los alumnos, estigmatizándolos o rotulándolos. Para que quede claro, un problema = obstáculo, pero un problema no es un impedimento para aprender. Los aprendizajes más significativos son aquellos logrados a través de la “problematización” o gracias a circunstancias en las que el alumno descubre que el aprender entraña problematicidad y que con su propio esfuerzo puede ir superando los niveles de dicha problematicidad, lo que a su vez trae aparejada una mayor conciencia respecto del propio saber, y refuerza su autoestima.
Nuestra tarea también consiste en acompañar a los docentes de la institución escolar en lo que respecta a:
·         Integración escolar de niños con discapacidad.
·         Conformación de equipos interdisciplinarios que acompañen tanto a los niños como a los docentes en el proceso del aprendizaje escolar.
·         Asesoramiento a docentes a fin de ofrecerles estrategias de intervención pedagógicas que promuevan efectos positivos en el proceso de aprendizaje pedagógico de aquellos niños que tengan obturada su posibilidad de aprender.

Principales motivos de consulta
Las consultas más frecuentes resultan de la sugerencia y demanda del docente, quien nos envía un informe indicando cuáles son los motivos de la derivación, y siempre que el caso lo requiera trabajamos acompañando y brindando estrategias al docente para que las pueda poner en práctica dentro del aula. Además es fundamental trabajar conjuntamente con la familia, sin el acompañamiento y compromiso de los padres, cualquier tratamiento resulta inviable y por ende fracasa... Esto lo recalco porque ocurre muchas veces que los padres consultan por las dificultades de su hijo dos meses antes de que finalicen las clases, y pretenden que en unas pocas sesiones el niño logre adquirir los contenidos de todo un año, lo cual es imposible; siendo que el docente sugirió interconsulta con profesionales en reiteradas oportunidades, sin obtener respuesta positiva de parte de los adultos que son los responsables de la educación de ese niño.
También es bueno señalar que muchas veces nos encontramos con niños que vienen rotulados desde la escuela o desde la casa, y a partir de la entrevista con los padres y la evaluación del niño nos damos cuenta que en realidad ese niño no tiene ningún problema para aprender, sino que se trata de problemas de los adultos. Familias disfuncionales y el niño como rehén de la situación que vive en su casa, haciendo síntoma en la escuela; hoy en día hay muchos niños sentados en consultorios, sometidos a evaluaciones y tratamientos, y no deberían estarlo... A veces resulta más cómodo y fácil exponer al niño frente a un profesional, en lugar de ponerse el adulto al frente del problema y hacerse cargo de la situación.
No existen niños que no puedan aprender, “todos los niños aprenden”, sólo que cada uno tiene su maduración y sus tiempos para lograrlo.

El diagnóstico
Debemos intentar pensar el diagnóstico como una herramienta que permita, por un lado ofrecer estrategias adecuadas y por otro sostener las preguntas: ¿qué le pasa a este niño? ¿Hay algo que no se sabe de él?  Por eso es importante el real compromiso de la familia con el tratamiento del menor.

El desafío
La premisa es pensar siempre en el niño y no en el problema, más allá de las clasificaciones y de los diagnósticos. Ese es el desafío de estos tiempos.


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