Por Sergio
Galarza
sergiogalarza62@gmail.com
Durante mucho tiempo el pensamiento
científico se aferró a la idea de que nuestro mundo era el centro del Universo.
Luego creímos que el Sol lo era. Nos hubiéramos conformado con que nuestra
Galaxia fuera la única pero ninguna de estos conceptos se reveló verdadero. Sabemos
ahora que podría haber múltiples Universos, incluso, similares o no al que
habitamos.
La grandeza de este concepto es
difícil de asimilar, voy a escribirlo despacio para que usted lo lea despacio:
múltiples Universos, cada uno con miles de millones de galaxias; cada una con
miles de millones de soles, cada uno rodeado por ¿8 planetas?
En 1992 se anunció el hallazgo de un
Planeta Más Allá del Sol, un exomundo. Tres años después se encontraron
exoplanetas alrededor de un astro en la bella constelación del Caballo Alado
(G51 Pegasi). A partir de entonces, cada mes se anunció el descubrimiento de
exoplanetas, gira que gira en derredor a algún tipo de estrella: Rojas, Enanas,
Gigantes, Púlsares, otras similares al Sol.
El Universo es un guiso al cual no le
faltan ingredientes ¡y cada uno de ellos dice presente a la hora de sumar
compañeros!
Que existan planetas más allá del Sol,
encontrarlos y estudiarlos desde casa, nos coloca frente a la posibilidad
increíble de dar al fin con un tipo de vida distinta de la terrestre, y tal vez
con su tecnología.
Saber que cada estrella posee a su
alrededor planetas, grandes y pequeños, de gas y de roca (terrosos) como la misma
Tierra que pisamos, conocer si en esos mundos se dan las condiciones para que
haya agua líquida… Mares, lagos, ríos acaso con vida que bulle y salpica,
conmueve en lo más hondo a todos aquellos que nos permitimos suspirar con el
cielo estrellado, con la Luna
perfecta, con un atardecer rosado.
Los astrónomos observan las estrellas,
las fotografían y toman de ellas su luz y la analizan con un prisma o malla de
CD. Logran su espectro –puedes jugar en casa con un CD, verás el espectro de
cualquier lámpara, es muy bello, aparecen y desaparecen los 6 colores del arco
iris-.
Mediante el espectro de las estrellas
se puede buscar y encontrar planetas extrasolares y deducir sus atmósferas, saber
si en ese planeta hay agua líquida o hielo, si hay monóxido o dióxido de
carbono; en fin, cada elemento y su estado (sólido, líquido, gaseoso). Esto es fácil
aunque lo creas difícil, el pensamiento puede detenerse, como en el caso de la
edad media, o avanzar a los saltos como en la época que vivimos.
Cuando empezamos a encontrar estos
planetas extrasolares pensamos que muy pocos de ellos se ubicaban a la
distancia necesaria de su sol como para tener H2O líquido. Recuerda que el agua
sólo existe entre los 0 y 100ºC,
y bajo determinada presión atmosférica. Temperatura y presión que en nuestro
sistema sólo se halla en un planeta: el nuestro. Venus está muy caliente y
Marte no posee la densidad gaseosa suficiente, hay hielo en Marte. En el resto
de los planetas tampoco hemos dado con agua (aunque podría haberla bajo
superficie en Europa, luna de Júpiter).
A la región de un sistema planetario
donde puede haber agua se le llama zona de habitabilidad. La última y fenomenal
noticia es que en torno a una estrella triple de Escorpio, se encontraron ¡3
exoplanetas en dicha zona! Imaginen: 3 mundos con posibilidad cierta de
contener agua, con las perspectivas que ello conlleva.
Son mundos terrosos y están próximos a
su sol carmesí. Atraídos por la potente gravedad, sus años apenas son de días o
meses. Parados sobre ellos, mirando el cielo, veríamos al resto de soles del
triplete brillar con la fuerza de nuestra Luna llena por las noches. Y en el
día… en el día un sol ubicuo pintaría todo de rojo.
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