Por Cecilia A. Ciciliani / Lic. en Fonoaudiología
Respiración normal es aquella realizada por la nariz: allí
el aire es filtrado de sus impurezas, humedecido y adecuado en temperatura,
para que al ingresar a los pulmones se encuentre en óptimas condiciones.
La respiración bucal es una alteración de la función
respiratoria en la cual el aire entra directamente por la cavidad bucal. Esta
modificación puede ser producida por causas orgánicas o funcionales. Las
primeras pueden ser resultado de factores obstructivos del paso del aire por la
cavidad nasal (alergias, desviaciones del tabique nasal, cornetes inflamados,
crecimiento de las vegetaciones adenoideas o de las amígdalas, infecciones
periódicas, etc.) Las causas funcionales son debidas a un mal hábito.
Las
dificultades que se pueden presentar en las vías aéreas superiores obligan al
cuerpo a respirar por la boca. Cuando ésta adaptación se vuelve crónica, trae
como consecuencia una serie de cambios faciales, craneales, dentales,
posturales y fisiológicos.
Consecuencias
- Se alteran el volumen, la cantidad y la calidad del aire que ingresa.
Este entra a los pulmones en menor cantidad, seco, frío e impuro, repercutiendo
en la salud general de la persona. Por lo cual suele generar antecedentes de
resfríos, anginas y otitis a repetición.
- Al
no tener actividad, los músculos de las orificios nasales se van atrofiando y
se altera el estado muscular de los labios, los cuales al estar permanentemente
abiertos, pierden su fuerza y se ven secos y agrietados. Generalmente se
observa el labio superior corto y el inferior evertido.
- La
lengua se ubica en una posición baja para permitir la entrada del aire, deja
así de ejercer presión contra el paladar y no genera el estímulo necesario para
su desarrollo, por lo cual el paladar se deforma y se profundiza, produciéndose
trastornos en la implantación y oclusión dentaria.
-
El aire deja de penetrar en ciertas cavidades que contribuyen al crecimiento
del esqueleto facial, el respirador bucal adopta entonces un aspecto
característico de cara larga.
- También puede haber
trastornos digestivos y perturbaciones de la nutrición, puesto que al respirar
por la boca el paciente tritura deficientemente sus alimentos y traga antes de
tiempo.
- La respiración,
succión, masticación y deglución son funciones que preparan la coordinación, la
fuerza y la agilidad necesarias para la adecuada articulación del lenguaje y se
sirven de la misma neuromusculatura. Cuando se altera algunas de estas
funciones, posiblemente se vea alterada la articulación de fonemas.
- La mala posición lingual y mandibular aumenta las posibilidades de
desarrollar un patrón deglutorio anormal y, consecuentemente, de producir alteraciones
en la articulación del habla.
- Respiración superficial que pone en juego músculos que no deberían
tener participación. Tal esfuerzo produce mucho cansancio a la hora de la
actividad física.
- Bajo rendimiento en las tareas intelectuales, pues la mala técnica
respiratoria impide una buena oxigenación de la sangre a nivel de circulación
cerebral.
- El desequilibrio que genera la respiración bucal en la
neuromusculatura puede causar trastornos posturales generales (hombros caídos,
pie plano, curvaturas anormales de la columna, etc.)
Cuando se detecta alguno de los síntomas y signos de
respiración bucal descriptos, es indispensable consultar a un especialista. Cuanto
más temprana sea su detección y corregida la causa por el médico
otorrinolaringólogo, la reeducación fonoaudiológica se verá facilitada.
Cuanto más tiempo de evolución lleve, mayores serán
sus problemas, en algunos casos desafortunadamente irreversibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario