Por Carlos Bonino
carlosgbonino@gmail.com
Si alguna vez, dije en esta columna que el mes de
marzo era como el lunes de los meses; hoy quiero agregar que noviembre es, sin
dudas, como un viernes. Aunque en diciembre seguiremos trabajando, lo haremos a
media máquina y dormidos, como un sábado a la mañana. Por lo tanto, a juntar
energías y sacacorchos, que pronto empezamos a despedir el año.
Para arrancar bien arriba, el dos de noviembre tenemos
el Día de Todos los Muertos. No señora, no se vaya que no vamos a hablar de los
jugadores de Boca. En realidad, tampoco vamos a hablar de los otros muertos, porque
sería un bajón. Y para deprimirnos ya es suficiente con el regreso de los
Locomía a los abanicos. Primero fue el re-estreno de Tango Feroz, al que fue
menos gente que los políticos que junta Boudou para sacarse una foto. Ahora, la
vuelta de los abanicos gigantes. ¿Me parece a mí o hay gente que quiere que
vuelvan los noventa?
Hablando de chupasangre (digo por aquel Presi), ¿sabía
usted que el nueve de este mes, es el
Día del Donante Voluntario de Sangre? Me pregunto, ¿qué será del no voluntario?
Me parece que ese, está dentro de la celebración anterior. Con este despilfarro
de glóbulos, ya me lo imagino a Drácula pasando la gorra o mejor dicho los
colmillos, diciendo: estimado público, el
arte de morder cuellos no tiene precio. Cada uno, sabrá valorar mis cualidades de
vampiro. Por eso les digo, que hoy la succión es a voluntad. Si quiere ponga la
yugular y dóneme su sangre, si no, lo iré a buscar otro día pero por la fuerza.
Muchas veces la vida, se entiende no sólo por lo que
somos; sino, por lo que no queremos ser. Si soy Lagunero no quiero ser
Zapatudo. Si me gusta Lali Espósito no me gusta Tini Stoessel. Del mismo modo,
si el 10 de noviembre celebro el Día de la Tradición es porque el 31 de octubre
no festejé Halloween. Es así, corta la bocha, dijo Ivo. Y disparó tres tiros al
aire, por las dudas. Pensar que hace un tiempo creíamos que su peor defecto era
ser de cartón para actuar.
La verdad, no es cierto que las cosas sean tan
tajantes. Nada es negro o blanco, con perdón de los ajedrecistas. Tampoco es real,
que en el medio haya grises. En el medio hay un abanico de colores (y dale con
los Locomía) que nos permite leer el Martín Fierro y si se nos canta, en
paralelo, espiar la Biografía no autorizada de Justin Bieber. Como dice la
chacarera de Ica Novo: “y no es para
comparar, porque el gusto está en la variedad. Sólo sepan que por mi pago”,
golosinas no vamos a manguear.
Desde el 2010, en noviembre tenemos un nuevo feriado:
El Día de la Soberanía Nacional. Sinceramente se hacía un poco largo el periodo
entre el 12/10 y el 08/12, era necesario un feriado en el medio para empezar a
remojar las patas en la Pelopincho. Volviendo al 20 de noviembre, en esta fecha
recordamos la Batalla de La Vuelta de Obligado. Ese día de 1845, sobre el río
Paraná, las tropas argentinas le dijeron a la flota anglo-fancesa: peguen la vuelta por las buenas o si no van a ser obligados por las malas.
¿Cómo recordará la historia, a la batalla entre Scioli
y Massa por contar con los servicios de Martín Insaurralde? Acá no está en
juego la soberanía nacional, pero sí varios minutos de publicidad en Show Match,
y ese programa para algunos, es la Patria misma. Son otros tiempos y otras
cuestiones las que se dirimen. Pero todo tiene que ver con el pasado. Acaso,
para juntar votos, ¿el rubio político no se verá obligado a dar vueltas por
todos los canales con su famosa novia, para
que esta vez la gente por lo menos sepa quién es? Y así, lejos de expulsar
enemigos, atraer votos amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario