Por Romina Bianchini / Farmacéutica – Dra. en Cs. Químicas
La Graviola
(o guanábana) es una planta oriunda del centro y sur de América que cuenta con
una gran cantidad de propiedades, tanto nutritivas como medicinales.
El
principal interés en la Graviola radica en su capacidad para destruir a
las células cancerígenas. Está constituida por una gran cantidad de agua y
su pulpa ofrece decenas de nutrientes, entre ellos, altas dosis de vitamina C
que ayudan a mantener equilibrados y saludables los niveles de antioxidantes en
el cuerpo.
Es
un potente regulador de las funciones corporales; sus hojas poseen actividad
vasodilatadora ayudando a disminuir la presión arterial, resulta útil para
tratar enfermedades en las vías respiratorias, contribuye a depurar y mantener
la salud del hígado y a regular los niveles de azúcar en sangre. Además combate
los parásitos intestinales, es antidiarreica, facilita la cicatrización de
heridas, resulta de gran utilidad para cicatrizar úlceras y para la gastritis.
Se
pueden aprovechar todas las partes de la planta; hojas, frutos, tallos, raíces
y corteza, siendo todo medicinal; aunque las hojas son las que poseen la mayor
actividad. Debido a su alto poder sedativo, las hojas pueden consumirse para el
nerviosismo e insomnio, para disminuir el estrés y para mejorar la calidad del
sueño.
En
la época moderna, las formulaciones de Graviola
se utilizan para prevenir o tratar
el cáncer. Disminuye en gran medida la reproducción de las células tumorales,
sin tener los efectos adversos de la quimioterapia. Es una terapia natural que
puede ser utilizada en conjunto con la quimioterapia tradicional (siempre con
la aprobación del médico), no causa náuseas extremas, pérdida de peso o de
cabello y protege al sistema inmunológico. Así, el paciente se siente más
fuerte y saludable a lo largo del tratamiento, mejorando sus expectativas de
vida.
Las
primeras investigaciones científicas fueron realizadas en 1976. Los resultados
mostraron que las hojas y tallos de Graviola son eficaces para atacar y
destruir células malignas dejando intactas a las células sanas. Es por ello que
no presenta efectos colaterales sobre el cabello y el aparato digestivo.
Se
realizaron investigaciones sobre células malignas en doce tipos de cáncer,
incluyendo entre ellos colon, pecho, próstata, pulmón y páncreas.
En varios cultivos la Graviola demostró poseer mayor capacidad para retardar el
crecimiento de las células tumorales que una droga quimioterapéutica muy
utilizada tomada como referencia. Siendo estos resultados muy prometedores.
Formas de usar la Graviola
ü
Las hojas pueden
prepararse en formar de infusión, aprovechando sus propiedades
antiespasmódicas, sedativas, antidiabéticas y vasodilatadoras, además de
anticancerígenas. Se emplean también por vía tópica para acelerar la curación
de heridas.
ü
El jugo
de la fruta madura es bueno para el hígado y tiene efecto diurético.
La fruta fresca de Graviola no es fácil
de obtener por fuera de los países de origen, pero sí lo es la fruta
disecada en forma de cápsulas.
ü
Las semillas se utilizan trituradas o pulverizadas, como repelentes de insectos.
ü
Cápsulas:
elaboradas a partir del extracto seco de Graviola, resultan eficaces para el
tratamiento de tumores, se emplean además como antioxidante, como suplemento
vitamínico, para el asma y para mejorar los valores de diabetes. Existen en el
mercado varios suplementos, siendo la ingesta diaria recomendada una dosis de
500 mg.
ü
Las flores, frutas y semillas se convierten
generalmente en extractos o tinturas, que pueden tomarse oralmente o aplicarse
sobre la piel.
ü
El
té de Graviola es generalmente la forma menos costosa de consumir la hierba. Es
simplemente una forma más diluida de los extractos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario