Por Lorena Bellesi / bellesi_lorena@hotmail.com
“AMY: LA CHICA DETRÁS DEL
NOMBRE”
La
corta e intensa vida de la artista británica Amy Winehouse se retrata de manera
estremecedora en el documental dirigido por Asif Kapadia, “Amy: la chica detrás del nombre” (Amy: The Girl Behind the Name).
En ciento veintiocho minutos el director nos lleva detrás de bambalinas, al backstage personal de una existencia
fulgente que poco a poco se apaga. El testimonio únicamente se oye, el tono en off de las opiniones de sus colegas,
amigos, familiares, permite advertir el dolor, la felicidad o la angustia de lo
dicho. No hay imagen actual e individual de ninguno de los testigos, a no ser
que aparezcan a la par de Amy, alma
vital de la historia. Absolutamente todo se trata de ella, de su maravillosa
voz, un don que fluye naturalmente cautivando a cuanto se detenga a escucharla.
Su interpretación del tradicional happy
birthday a los catorce años deja boquiabiertos a sus amigos.
El
material del documental se compone mayoritariamente de grabaciones caseras,
fragmentos de reportajes en televisión, radio o revistas, la cámara juega con
el ralentí para recalcar, si se quiere, un gran pozo que parece abrirse a los
pies de la muchacha. Hija de padres divorciados, padeció depresión y bulimia
durante su adolescencia, la música fue su desahogo, su refugio, el lugar donde
era libre y feliz. Es alarmante reparar en el cambio físico de Amy, no parece ser la misma persona la
joven que subía a los escenarios con una frescura contagiosa en los primeros
pequeños conciertos, y aquella otra que no se tiene en pie ante miles de fans,
como si estuviera extraviada. Sus enormes ojos verdes, expresivos, terminan
siendo cuencas vacías que acompañan un cuerpo extremadamente huesudo, aunque
mundialmente famoso. En el medio está la presión de la prensa, la persecución
incesante de los paparazzi, una relación tóxica con “su” chico –ambos
prisioneros de una adicción desenfrenada-. En un momento de reposo le reprocha
a su propio padre haberla convertido en un souvenir, o sea, en un objeto,
inclemente declaración.
Kapadia nos conmueve con
el retrato íntimo y extremo de una cantautora única que se fue demasiado joven,
no pudiendo resistir las embestidas del éxito. La pintura de su desmoronamiento
entristece, nos revela la vulnerabilidad de personas convertidas, paradójicamente
por amor, en marionetas.
ESTRENOS
DESTACADOS DE MAYO
Mayo
resultó ser un mes bastante tibio con respecto a los estrenos, acá van algunos
de los films más aclamados o vistos:
1. “Francofonía”, de Alexandre Sokurov;
Francia; drama.
2. “45 Años”, de Andrew Haigh; Reino
Unido; drama.
3. “Algunas chicas”, de Santiago Palavecino;
Argentina; thriller.
4. “Angry Birds”, de Clay Kaytis y Fergal Reilly;
Estados Unidos y Finlandia; animación.
5. “Hijos nuestros”, de Juan Fernández Gebauer y Nicolás
Suárez; Argentina; drama, comedia.
6. “X-Men: Apocalipsis”, de Bryan Singer; Estados
Unidos; ciencia ficción.
7. “Tiempo de revelaciones”, de Catherine Corsini;
Francia y Bélgica; drama.
8. “Mente implacable”, de Ariel Vromen; Estados
Unidos y Reino Unido; policial.
9. “The Lady in the
Van”, de Nicholas Hytner; Reino Unido; comedia.
10. “Just Jim”, de Craig Roberts; Reino Unido; drama
adolescente.
EL ÚLTIMO HOMBRE
SOBRE LA TIERRA
SERIE YAQNUI, FOX
Un
virus mortal terminó con la vida de todos los humanos. En la primera escena de
la serie “The last man on Earth” aparece
Phil Miller (Will Forte, protagonista
y creador) recorriendo Estados Unidos, queriendo encontrar algún otro
sobreviviente. No obstante, un silencio enloquecedor recorre las calles
desiertas de gigantescas ciudades desoladas. La libertad, entonces, es plena, Phil es el dueño del mundo. Se viste
como quiere, usa armas de fuego para destapar gaseosas, se baña, a la vez que
bebe, en piletas repletas de alcohol. Sin embargo, la soledad lo desanima, lo
aflige, empieza a mirar con cariño los maniquíes femeninos de las vidrieras.
Cuando menos lo espera, y más lo desea, una mujer real aparece en el horizonte.
De a poco nota que no es lo soñado, Carol
(Kristen Schaal) tiene su temperamento, una particular apariencia, es una
pesadilla. Otros personajes se irán sumando, embrollando hilarantemente la
trama.
El último hombre sobre la
tierra es
una sitcom, una comedia de veinte minutos por episodio que va por su tercera
temporada. Tiene un humor incómodo, el protagonista no pega una, es una máquina
de mentir y quedar en obscena evidencia, probablemente algunos sientan
vergüenza ajena ante su conducta. No escarmienta ni recapacita, es un atrevido.
Serie para relajarse y no pensar demasiado.
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