Por
Romina Bianchini / Farmacéutica – Dra. en Cs. Químicas
La
congorosa es una planta originaria de
América del Sur que crece en climas subtropicales o templados, y puede llegar
hasta los cinco metros de altura. Es conocida también como concorosa, molle espinoso o maiteno.
Para
aprovechar sus propiedades medicinales se utilizan la corteza, las hojas y las
raíces. Puede ser empleada como diurética, antiséptica, bactericida y
analgésica. Sin embargo, lo más destacado de esta planta es su poderoso efecto
antiácido. Su extracto acuoso es capaz de
neutralizar efectivamente los ácidos gástricos, debido a ello las hojas
de esta planta se utilizan con mucho éxito para el tratamiento de la gastritis
y de la úlcera gástrica. Ayuda a regular la producción de ácido clorhídrico por
el estómago, siendo muy útil para el tratamiento de úlceras de origen nervioso,
presentando también actividad cicatrizante en el caso de úlceras estomacales.
Las
hojas de congorosa han sido utilizadas
desde hace siglos por las poblaciones indígenas adicionándolas a la yerba mate.
Antiguamente era común que la yerba contuviera entre 10 y 15 % de hojas de congorosa, lo cual ayudaba a evitar la
acidez y gastritis que el mate provocaba en algunas personas. Sin embargo,
tiempo después, a pesar del positivo efecto terapéutico que ello significaba,
esto comenzó a considerarse una “adulteración” de la yerba mate. Por lo que
actualmente la yerba ya no contiene hojas de congorosa.
Además,
las hojas de esta planta actúan como calmante, especialmente cuando los dolores
tienen su origen en úlceras gástricas, de garganta, o en las encías. En estos
últimos dos casos se utiliza en forma de buches.
Es
usada también como depurativo, especialmente en personas que están dejando o
dejaron el alcohol o el tabaco, puesto que la congorosa ayuda a eliminar los
residuos resultantes de su consumo. Se emplea también para reducir la
frecuencia de los calambres y para tratar problemas bronquiales, asma y
bronquitis.
En
algunas mujeres las infusiones de congorosa pueden reducir la fertilidad. Dicho
efecto ha sido empleado como método anticonceptivo, sin embargo esta
disminución no es total y en la actualidad se dispone de métodos mucho más
efectivos y seguros. También es importante destacar que este efecto desaparece
en cuanto se suspende la utilización de la planta.
Modo de empleo
Las
hojas y el tallo de esta planta pueden ser preparados en cocimiento, infusión,
o bien pueden ser agregados al mate en casos de enfermedades gastrointestinales
como úlceras sangrantes, dolor de estómago, de intestino y cólicos. También
resulta beneficiosa en casos de hipertensión arterial, dolores articulares,
para desintoxicar, para facilitar la salivación y para el alivio del asma. Por
su parte la raíz en cocimiento se recomienda como diurético.
La
infusión de las hojas aplicadas externamente se ha utilizado con muy buen
resultado como cicatrizante y antiséptico, en especial en casos de acné y
eczemas.
En
forma de emplasto también se recomienda en casos de cáncer de piel.
Precauciones y advertencias
Su
uso no está recomendado en niños, mujeres embarazadas, o en etapa de lactancia.
Tampoco se recomienda su uso en aquellas mujeres que estén planeando concebir
un hijo. De todas formas, siempre se recomienda consultar al médico y/o farmacéutico
antes de comenzar a utilizarla.
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