EN BUSCA DE UN LUGAR
“EL
OTRO LADO DE LA ESPERANZA”
Por Lorena Bellesi / bellesi_lorena@hotmail.com
Las
primeras palabras que se oyen en El otro
lado de la esperanza (Toivon tuolla
puolen) no provienen de los personajes, sino que un cantante callejero
repone la letra que la escena requiere. Este recurso será utilizado, de manera certera,
en más de una oportunidad. Los parlamentos en el film son escasos, adustos como
sus intérpretes. En la gélida capital finlandesa, Helsinki, la vida estropeada
de dos seres anónimos se cruzan de casualidad. Wikström (Sakari Kuosmanen) es un sexagenario vendedor de camisas, quien
abandona a su esposa sin discurso, cambia de negocio -compra un restaurante-
con firme y mudo convencimiento de lo que hace. Es un sujeto de solemne
presencia, dueño de una profunda mirada y con una apariencia impoluta, casi anacrónica. Cuando
conoce a Khaled (Sherwan Haji) se
compadece ante la dura historia de este joven proveniente de la lejana Siria,
está ahí, tirado en la basura, una figura descartable. El director, Aki Kaurismaki,
utiliza el plano fijo para darle hondura al relato, así las peripecias del
inmigrante contadas en primera persona, plagadas de un inhumano horror, generan
una inmediata empatía. Su arribo a este país es la consecuencia de un largo
viaje lleno de violencia e indiferencia, para Khaled fue fácil moverse a través de gran parte de Europa ya que “nadie nos ve”. Sin hogar al que volver,
sin familia a quien recurrir, deambula buscando a su hermana en los diversos
centros de refugiados. La ayuda no viene del Estado, todo lo contrario, la
gente buena, una vez más, la que se conmueve ante la injusticia o el dolor
ajeno hace la diferencia. Son los vecinos, los que viven en la calle, aquellos
ignotos ciudadanos, los que toman partido, los solidarios y los que no admiten el
atropello. El resurgimiento impune de ideas radicalizadas, cargadas de un
fanatismo nacionalista feroz, repudiable, también circula a contramano de la
tolerancia. El rechazo persigue al sirio sin tregua ni explicaciones. El ataque
que sufrió en Alepo aún no tiene responsable, una bomba cayó sobre su antigua
residencia lanzada por “alguien”.
A pesar de lo dramático del planteo argumental, en El otro lado de la esperanza el
espectador quizá pueda llegar a esbozar una tímida sonrisa. Los empleados del
restaurante forman un simpático trío, son los encargados de descomprimir con
absurdidad la tensión de la historia. En ese sitio decadente, atemporal, surge
la ternura gracias a una eficaz puesta en escena y una cuidada dirección. La
película resulta ser una melancólica mirada sobre hechos contemporáneos,
globales, pero no originales. Distintos escenarios aunque una constante: huir
de la Patria querida en busca de un futuro.
CARTELERA DE CINE
Los títulos
nacionales, comerciales y de los otros, copan la nueva cartelera
cinematográfica de las últimas semanas.
1.
La
cordillera,
de Santiago Mitre; Argentina; drama.
2.
El
planeta de los simios: La guerra (War
of the Planet of the Apes) de Matt Reeves; Estados Unidos; aventura/ciencia
ficción.
3.
El otro lado de la esperanza (Toivon tuolla puolen) de Aki Kaurismaki;
Finlandia; drama.
4.
Las aventuras del Capitán Calzoncillos (Captain Underpants) de David Soren;
Estados Unidos; animación.
5.
Hermia y Helena de Matías Piñeiro; Argentina; drama.
6.
Una
mujer, una vida
(Une vie) de Stéphane Brizé;
Francia y Bélgica; drama.
7.
Salvadora de Daiana Rosenfeld;
Argentina; documental.
8.
El pampero de Matías Lucchesi; Argentina; drama.
9.
Por siempre jóvenes (Per sempre giovane) de Fausto Brizzi; Italia; comedia dramática.
10. Conjuros del más allá (The void) de Jeremy Gillespie y Steven Kostanski; Canadá; terror.
THE FALL
SERIE - BBC
En
la televisión española, la serie proveniente del Reino Unido The fall, fue bautizada específicamente con
el nombre de La cacería, título que
sintetiza indiscutiblemente el nudo del programa. Una experimentada detective
londinense, especializada en el comportamiento humano, se muda a la ciudad de
Belfast (Irlanda del Norte) con el
propósito de capturar a un desalmado asesino de mujeres. El thriller atrapa inmediatamente ya que el
guión es efectivo, lúcido y mordaz, casi cínico. Además, la lograda
interpretación de los actores conquista al público. Paul
Spector es un hombre de familia, cálido, amoroso con sus hijos y esposa, pero
lleva una doble vida aterradora. Por las noches, persigue, marca a sus
potenciales víctimas femeninas. Su desempeño como psicólogo, su atlética
apariencia, hacen de él una seductora “carnada”. El actor Jamie Dornan, el Grey de las cincuenta sombras, interpreta
a este perturbado homicida, cuyo carisma, incluso, hace tambalear la integridad
mental de su “cazadora”. Entre Spector
y la oficial, Stella Gibson (Gillian
Anderson, Scully de los Expedientes
X) se teje una sutil, inquietante, cadena de atracción y rechazo. Al mismo
tiempo, Gibson es una mujer poderosa
intentando derribar conceptos machistas en el mundo masculino donde trabaja. Durante las tres temporadas
que dura la serie el suspenso o la conmoción del relato jamás decaen.
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