Con la mano en el pecho / Esteban Bakota - Septiembre 1º



CANDIDATOS A PTE. COMUNAL

“ME GUSTA HABLAR CARA A CARA CON LA GENTE”

Por Luciano Deluca

Penúltima parada dentro de este recorrido por los candidatos a Presidente Comunal de Chabás, pero refiriendo a cuestiones ajenas a la política. En este caso estuvimos con Esteban Bakota, quien encabeza la lista “Por el Gran Cambio”, por el Frente para el Cambio. Compactado, aquí les dejamos el material obtenido en la entrevista con otra de las opciones que estará presente el 27 de octubre, intentando alcanzar la gobernación local.

Contanos sobre tus padres y a qué se dedicaban…
Mi viejo vino de Croacia, de un pueblito que está a 50 km de Split, se llama Imotski. Él era panadero, estuvo haciendo eso y otras cositas más en Split, donde había guerra. Y bueno, mientras estaba ahí se enteró que había un barco carguero que se venía para la Argentina, y se vino. Demoró un montón en llegar, navegó como 5 ó 6 meses. Cuando llegó a Buenos Aires le dieron a elegir entre varias provincias, y dijo Santa Fe porque le resultó más fácil decirlo, le daba lo mismo decir Córdoba o cualquier otra… Llegó sin saber leer ni escribir, con un frío bárbaro, y le dieron un papelito con el destino de él: Villada. Ahí lo bajaron como un perro, caminó unos 2000 metros y se encontró con el campo de la familia Pujal y ahí, sin hablar ni una palabra ni tener un centavo ni ropa ni nada, le dieron para juntar maíz. Para taparse le dieron bolsas, y dice que cuando llegaba la noche era tan grande el frío, que los santiagueños que estaban con él le sacaban las bolsas, así que se iba al campo a taparse con chala. Mi mamá también era paisana, sus padres eran de un lugar no muy lejano de donde venía mi papá, pero ella nació acá. Se conocieron en Berabevú, y se casaron.
Mi papá ahora tendría 113 años. Renegó un montón, toda su vida. Alquiló un campo en Berabevú, trabajaba allá, y acá compró un campo en la época de Perón, a los dos años lo terminó de pagar.
Bueno, además tengo dos hermanas mayores, yo soy el menor.
¿Viviste siempre en Chabás?
Soy nacido y criado en la chacra que tengo actualmente. Te voy a contar una anécdota de mi papá. Como te dije, no sabía leer ni escribir. Y le llevaba los papeles y la documentación el “Coki” Busilachi y Arturo Cicarelli, para él no había nadie en el país de confianza como ellos. El Coki me ha dicho que era un compromiso bárbaro, imaginate, era un hombre que no sabía ni el idioma ni nada. Por eso yo le voy a estar agradecido toda la vida…
Fuera de lo laboral, ¿qué te gusta hacer? ¿Deportes?
Cuando éramos chicos jugábamos en el campo. Y acá en el pueblo íbamos a jugar al campito de Urquiza y Moreno, nos dirigían el Cholo y el Negro. Veníamos en bicicleta por el camino del cementerio. Y ahora, todo lo que hago me gusta, yo siempre le digo a mi familia y mis seres queridos, que a uno todo lo que hace le debe gustar, si no, no tiene sentido. Como esparcimiento te puedo decir la carneada, eso lo hice toda la vida; hago la quinta; me gustan mucho las cosas del campo.
¿Y correr en auto? (Esteban participó en el Rally que tuvo lugar recientemente en Chabás)
Eso siempre me gustó. Pero nunca quise correr porque había uno que manejaba mucho mejor que yo, que era Alberto Palmieri. Era un capo. Hacíamos siempre picadas con él, Pichirica, Adán Furlanito, el Negro y Alberto Martinángeli, Horacio Zamponi, Emir Omar, Miguel Gentilli, y algún otro más… Traverso (José María, el corredor) me decía: pibe si vos manejás en el barro, corré que podés ser un muy buen volante, porque el que sabe manejar en el barro lo puede hacer en cualquier lado. Pero ahora estamos grandes, no es tan fácil.
¿Cómo te llevás con la tecnología?
Tengo este celular (Nokia 1100), que lo uso nada más que para llamar y atender. No estoy de acuerdo con tanta tanta tecnología. Me gusta hablar cara a cara con la gente.
¿A dónde te gusta viajar?
Yo soy fanático de la costa, y soy medio gringo, tradicional, me gusta Mar del Plata. He ido también a Córdoba, al Norte, pero me gusta Mar del Plata. El anteaño tuve la posibilidad de ir a Croacia, con dos hermanas, dos hijos y una traductora; fuimos a Split y también a la aldea donde vivió mi papá, está todavía su casa de piedra. Fuimos también a Alemania, Francia, pero lo que más me gustó fue Croacia.
¿Por qué?
Y porque si no hubiera sido por Croacia yo no iba a Europa ni loco. Fui porque de ahí era mi familia, por eso me gustó mucho también. Lo demás lo fui mirando, claro, pero me quedo con Argentina.
Y de Chabás, ¿cuál es tu lugar favorito?
Chabás me gusta todo.
¿Alguna anécdota que te haya pasado como habitante de Chabás?
Anécdotas tengo miles… Me inicié comprando caballos, tenía 10-11 años. Los compraba por acá por la zona, los llevaba a la estancia La Luisa y se los vendía a un primo mío que los venía a buscar ahí. Antes todo el mundo usaba los caballos -pobrecitos, no me quiero ni acordar-, porque se trabajaba con eso. Y el primer tractor que tuve me lo vendió, recontra financiado, el “Lalo” Fortuna, que tenía una agencia. Yo tenía 12 años, me lo dio y me dijo que se lo pague como pueda. Yo tenía familiares en Berabevú –todavía los tengo-, y me dijeron que alguien quería comprar un tractor, era el boom de ese momento. Me tomé el tren en Chabás, en Firmat hacían el traslado, y me fui a Berabevú. Después a pie hasta el campo de mi tío, que está a 10 km; ellos me prestaron un caballo, me fui otros 7-8 km hasta un campo a hablar con el hombre que estaba interesado, y al final vino y lo compró. El Lalo me dio una comisión que valía más que el trigo que había cosechado mi viejo en esa época… Así que imaginate la alegría.
¿Y qué hiciste con esa plata?
Yo creo que se la di a mi papá, no te digo que había ganado más que él…
¿Ibas a los bailes de campo?
Sí, a los bailes de campo, de ciudad, a todos. Hasta el día de hoy me gusta el baile.
¿Usabas traje?
No, yo andaba siempre con lo mismo, una camisa, un pantalón… Yo siempre les digo a los chicos míos, que uno no vale por lo que lleva puesto.
¿Alguna otra cosa te gustaba hacer?
A mí me gustó hacer negocios, toda la vida. Con decirte que cuando era pibe, vinieron en un momento los húngaros, y me fui con ellos. Estuve un par de años por ahí. Hoy por hoy todavía los veo. Compraban y vendían vehículos, pero a mí eso no me gustó.
Lo que me gustó mucho fue cuando trabajé con la firma Texa, estaba en lo que después fue del Vasco Alday (San Martín 1800). Habré tenido 15-16 años. Poníamos la línea de la luz, los palos y los cables. Hicimos la línea de Chabás a Firmat, de Firmat a Melincué, en Álvarez, de María Teresa a Cristophersen, estuvimos en Charata, en Resistencia (Chaco); trabajando conocí un montón de lugares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario