PARA LEER Y RECORDAR
Por Romina Bianchini / Farmacéutica - Dra. en Cs. Químicas
La exposición solar inadecuada produce trastornos que pueden manifestarse a corto o largo plazo, entre los que sobresalen quemaduras solares, hiperqueratosis o engrosamiento de la piel, fotoenvejecimiento, alteraciones de la pigmentación, cáncer de piel y daño ocular.
El daño producido por el sol es acumulativo, y el 70 % de dicho daño se produce antes de los 18 años. Aún más, la mitad de la exposición solar que una persona debería tener durante su vida, hoy se recibe durante la infancia y la adolescencia.
El daño es consecuencia de malos hábitos de exposición, del desarrollo de actividades al aire libre sin la protección adecuada o bien, de una pasión desmedida por el bronceado. La prevención es posible y relativamente fácil, en la medida que se tome conciencia de los riesgos, se cambie el concepto de “bronceado saludable” y se pongan en práctica medidas simples de protección desde la primera infancia.
Medidas de protección
Es aconsejable no exponerse al sol cuando la sombra proyectada sea más corta que la propia altura. Usar ropa adecuada (ligera, holgada, de color claro y, en lo posible, de fibras naturales como lino o algodón). Usar sombrero de ala o gorra, considerando que esta no protege el cuello y las orejas. Usar protección aún en los días nublados. Tener especial cuidado con las superficies reflexivas (nieve, agua, arena, cemento), ya que pueden reflejar más de la mitad de los rayos solares. Para cuidar a los niños, la mejor protección es mantenerlos en la sombra y con ropa que cubra buena parte del cuerpo. Es imprescindible utilizar cremas protectoras con Factor de Protección Solar (FPS) superior a 30, y si el niño va a bañarse el protector debe ser resistente al agua.
Los niños menores de 6 meses NO deben de exponerse al sol. Deben situarse SIEMPRE a la sombra y, si permanecieran al aire libre utilizar protección solar de FPS superior a 30, con cremas solares especiales para bebés en la piel no cubierta por la ropa, ya que la sombra no elimina completamente la exposición a los rayos solares. Para elegir el protector adecuado siempre se aconseja la consulta médica.
Fotoprotectores tópicos
En lo referido a las cremas de protección solar, es aconsejable: adquirir protectores de calidad; constatar la fecha de vencimiento y no utilizarlos cumplida la misma; no exponer los envases al sol o al calor; aplicarlo por lo menos 15 minutos antes de exponerse al sol y reaplicarlo cada 2 horas y/o luego de una inmersión; aplicar una capa uniforme en las zonas expuestas, sin olvidar las orejas y pies, la piel debe estar bien seca; no reducir el FPS porque ya se bronceó ni tampoco usar FPS diferente para distintas partes del cuerpo.
El fotoprotector debe ser adecuado al tipo de piel, ya que no todas las pieles son iguales. Así, tenemos por un lado la piel blanca que siempre se quema y nunca se broncea y en el otro extremo, la piel intensamente pigmentada (negra) que nunca se quema. Cuanto más blanca la piel, más sensible es al daño solar y, por lo tanto, requiere mayor protección.
Fotodermatitis
La fotodermatitis es un proceso de dermatitis gatillada por la exposición solar, que puede ocurrir por el uso de una sustancia fotosensibilizante. Para evitarla, se recomienda no aplicar en la piel perfumes y colonias que contengan alcohol y/o esencias vegetales antes de exponerse al sol.
Hidratación post solar
Es casi tan importante como el uso de cremas fotoprotectoras antes de la exposición. Los efectos de la radiación sobre nuestra piel son: la deshidratación y la pérdida de nutrientes, lo que hace que la piel se reseque y pierda tersura, favoreciendo el envejecimiento celular y la aparición de arrugas.
Los productos post solares se encargan de devolver a la piel la hidratación y todos los nutrientes perdidos; permiten aligerar el efecto de los rayos del sol, otorgan sensación de frescura, pueden aliviar el comienzo de una quemadura solar, devuelven a la piel su elasticidad natural y ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. El mejor momento para su aplicación es después de la ducha y con la piel bien seca.
RECORDAR que no se trata de vivir sin sol sino de aprender a convivir con el sol.
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