Laburantes / Facundo Gómez - Junio 2º



DE A UNO – DE A POCOS – DE A MUCHOS

Por Alejandra Tenaglia

Facundo Gómez llegó a El Solar Supermercados como albañil en el año 1989, y allí se quedó trabajando pero como carnicero. Con una broma siempre disponible para hacer sonreír a los clientes, 66 años y su delantal blanco, se lo puede encontrar detrás del mostrador de esta empresa que alberga alrededor de 120 empleados.

¿En qué consiste tu rutina de trabajo?
Cada día comienzo preparando todo para que cuando se abra el negocio y llegue la gente, estén las cosas en orden.
Cuando comenzaste con el presente trabajo, ¿tuviste la posibilidad de elegir entre este y otro/s? ¿Por qué elegiste este?
Antes yo trabajaba en la construcción, fui a El Solar a hacer reformas y seguí trabajando con ellos.
Cuando eras chico ¿qué soñabas con ser o hacer de grande?
Cuando era chico me gustaba mucho el fútbol y seguramente me hubiera gustado ser jugador.
¿Cuál es el motor que te pone en movimiento cada mañana, para salir a trabajar?
El motor de cada persona pienso que es la familia, y en mi caso más todavía, porque tengo una gran familia.
¿Qué sentís que aportás con tu trabajo?
Todos los que trabajamos en esta empresa sabemos que nos debemos a la gente, es como una vocación de servicio.
Además de un sueldo ¿tu trabajo te aportó algo más?
Todo ser humano trabaja para ganarse el sustento, y en mi caso, además, me hizo ganar muchos amigos y afectos.
¿Sin qué objetos te sentís “desarmado” a la hora de trabajar?
Desarmado me siento cuando alguna vez, me siento cansado, eso es lo más difícil que me ocurre; entonces trato de estar alegre y contagiarlo.
¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo?
Lo que más disfruto del trabajo es el estar con mis compañeros y estar siempre de buen humor.
¿Qué es lo que menos te gusta de tu trabajo?
Lo que no me gusta es que alguien, cualquiera que sea, me trate de mal modo, sin amabilidad.
¿Qué cosas te preocupan?
De la vida me preocupan muchas cosas, pero en especial una: que no ayudemos a los que más les hace falta; hay mucha gente que gasta fortunas en cosas innecesarias.
¿Le temés a algo? ¿A qué?
No tengo temor, me gusta dejar las cosas en manos de Dios, que él disponga de mi vida y mi destino.
¿Tenés alguna frase de cabecera?
En la vida me parece que debemos tener una conducta, por lo que la frase podría ser: “cada uno cosecha lo que siembra”.
¿Cuándo te gustaría “bajarle la persiana” al trabajo?
En cuanto a dejar de trabajar, es inevitable que llegue el momento; pero mientras mi trabajo sirva de algo, voy a seguir siempre que pueda.
¿Qué te gustaría hacer en ese tiempo que te quedaría disponible?
Me gustaría dedicarlo más a la familia, porque a veces no le damos el lugar que merece tener.
¿Qué es la vida?
La vida para mí es un regalo, y los regalos hay que disfrutarlos. Yo en mi caso soy un agradecido de la vida, de Dios que me dio una familia que es mi mayor tesoro, y soy un agradecido también de tener salud, que es lo que me permite seguir.


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