Editorial

¿Vio que a esta altura del año, los latiguillos trillados llegan como pertenecientes a una marea que opera con exacta periodicidad? Aún cuando andemos siempre, lanza y escudo en mano para defendernos de ellos, aún cuando nos aburran hasta el hartazgo saliendo de bocas ajenas, aún cuando nos hagan sentir tontos al emitirlos con la propia voz. Hábitos, con sus fuertes garras. Cambiarlos es tan difícil que a veces hay que dinamitar un departamento entero para luego sí, al reconstruirlo, pintar la pared del color que queríamos. Qué complejo es ser humano, ¿vio? Y las emociones, ¡qué difíciles de manejar! Lidiamos con las efervescentes, que nos rebalsan y aligeran el cuerpo. Lidiamos con las cementicias, que nos aplastan hasta el alma. Lidiamos con las que irritantes y la violencia que tanto cuesta amansar. Lidiamos con las que nos confunden, nos hacen dudar y trastabillar. Lidiamos con la pereza, que todo lo ralentiza y nos obstaculiza el andar. Lidiamos con los otros, cuya existencia sin embargo, nos define por identificación o contrariedad. También lidiamos con las Fiestas, es bueno reconocerlo aunque suene incorrecto. Así que amigos, les deseamos suerte, paciencia, ¡esto también pasará!

No hay comentarios:

Publicar un comentario