Por Lorena
Bellesi / bellesi_lorena@hotmail.com
DE ATAR, DE AMAR
“LOCA
ALEGRÍA”
El
director italiano Paolo Virzi propone una mirada agridulce sobre un tema tabú,
complejo, de fuerte repercusión social, familiar: la salud mental. En estos
días abundan las nóveles teorías, las patologías proliferan con nuevos
epítetos, las terapias se debaten entre lo tradicional versus lo alternativo; permanece
inmutable la incomprensión, el aislamiento, el desamparo que cada paciente
afronta, lo difícil que es “encajar” en el mundo de los “normales”.
“Loca alegría” (La pazza di gioia) está protagonizada por dos peculiares mujeres (Beatrice y Donatella) muy distintas
entre sí en cuanto a personalidad, pasado, incluso clase social, sin embargo
ambas sufren el abandono de sus seres queridos, están solas, no tienen lugar de
anclaje por fuera de la institución psiquiátrica donde están internadas. Villa Biondi se llama el lugar de
residencia, está emplazado en la región de la Toscana, por ende la naturaleza
pigmenta bellamente todos los rincones de lo que supo ser una casona
tradicional. Es más, según Beatrice
Morandini Valdirana (Valeria Bruni Tedeschi) fueron sus antepasados quienes
donaron ese lugar. Ella se pasea entre las demás pacientes sin parar de hablar,
dando órdenes, cuestionando su internación con los mismísimos médicos o jueces,
haciendo gala de su alcurnia; sus aires de nobleza devenida en demencia hacen
dudar de sus aseveraciones; inmutable, Beatrice
pasea con sus vestidos ceñidos, sus floreadas pashminas, su coqueta sombrilla. Sobresale.
El arribo de Donatella (Micaela
Ramazzotti) a la Villa es crucial, inmediatamente la más veterana se siente
atraída por la apariencia descuidada de la recién llegada, cuyo cuerpo luce
múltiples tatuajes, un espanto a los ojos de Beatrice. Pero hay algo que las hermana, un sentimiento inocultable
de profundas raíces, el dolor, un corazón roído consume la integridad de una
persona. Donatella sufrió y sufre a
mares, es un ser atormentado, con inclinaciones autodestructivas, parece ser
una figura que se coloca a 180 grados de la alegre, carismática, verborrágica Beatrice. Se sabe, no todo lo que reluce
es oro.
Las
dos emprenden un espontáneo viaje, o sea, se escapan con un propósito en mente,
de esta manera se unen, se sinceran entre ellas ante nosotros. La fragilidad de
estos seres desvalidos enternece, nos conmueve.
“Loca alegría” no goza de una
originalidad terminante pero ofrece la dosis justa de emoción y entretenimiento
como para pasarla bien.
PRINCIPALES ESTRENOS
Principales
estrenos de noviembre y primeros días de diciembre. Muchos títulos nacionales
sin tanta prensa a sus espaldas pero con un muy buen recibimiento por parte de
la crítica especializada. Así mismo, se empieza a sentir la temporada de
premios.
1.
“Doctor Strange: Hechicero supremo” (Doctor
Strange) de Scott Derrickson; Estados Unidos; aventuras.
2. “Sully: hazaña en el Hudson” (Sully) de Clint Eastwood; Estados Unidos;
drama basado en hechos reales.
3. “Fuga de la Patagonia”
de
Francisco D’Eufemia y Javier Zevallos; Argentina; western.
4.
“Corazón silencioso” (Stille hjerte)
de Bille August; Dinamarca; drama.
5.
“Después de nosotros” (L’économie du
couple) de Joachim Lafosse; Francia y Bélgica; drama.
6. “El
sacrificio de Nehuén Puyelli”
de José Campusano; Argentina; drama.
7.
“Animales
fantásticos y dónde encontrarlos” (Fantastic
Beasts and Where to Find Them) de David Yates; Estados Unidos y Reino Unido;
aventuras.
8.
“Capitán Fantástico” (Captain Fantastic)
de Matt Ross; Estados Unidos; drama.
9.
“Anthropoid”
de Sean Ellis; Francia, Reino Unido y República Checa; thriller político.
10.
“Corazón muerto”
de Mariano Cattaneo; Argentina; terror.
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BLACK MIRROR
SERIE
BRITÁNICA – CHANNEL 4 - NETFLIX
Un
futuro no tan lejano cuya dinámica social está determinada por el uso
omnipresente de la tecnología, con su consecuente impacto en el individuo, es
el tema central de la excelente serie británica “Black Mirror” (2011). La tercera temporada se acaba de estrenar
completa en Netflix, sumando así un
total de trece capítulos; cada uno de ellos representa una historia
independiente, autárquica y provocadora, algo así como cortos cuyo hilo
conductor tiene que ver con cuestionar o hacernos reflexionar acerca de un
mañana donde los seres humanos tienen una relación dependiente con la
tecnología, con máquinas, por ejemplo, capaces de simular la personalidad de seres queridos
fallecidos en base a lo que este escribió en las redes sociales o mails, como
así también anticipan un mundo de hipócritas y superficiales cuyo valor
individual está dado por los puntos que los demás les otorgan. La justicia, la
solidaridad, son valores que se oxidan en una sociedad pendiente únicamente de
lo que reproducen las pantallas.
“Black Mirror” tiene una producción
impecable, actuaciones extraordinarias y una coherencia argumental sólida. No
se puede pedir más.
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