Por Sebastián Muape / sebasmuape@gmail.com
Por estos días, el Real
Madrid obtuvo de manera avasallante su duodécimo título de Champions League, al
vencer a Juventus de Italia por 4 a 1. Unas semanas antes se quedó con la liga española,
en un desenlace mano a mano con el Barcelona. Es el primer club que logra
consagrarse bicampeón de la competencia europea en su formato actual y está
monopolizando el fútbol con una inigualable suficiencia. Una nueva era está en
marcha, Barcelona junto a los grandes clubes de Europa, tendrán que poner en
marcha una ingeniería total, para ver de qué manera se puede vencer al Real
Madrid.
Con
106 goles, Cristiano Ronaldo es el máximo goleador histórico de la competición
más importante del mundo a nivel de clubes; no sólo eso, con los dos tantos
conseguidos ante el equipo italiano, se convirtió en el único futbolista que
marcó en tres finales (2008 con Manchester Utd, 2014 y 2017 con el Real), cabe
destacar que, en 2016 frente a Atlético de Madrid, hizo el penal definitivo que
significó la consagración “Merengue” anterior. Un monstruo absoluto, con
números que destrozan la estadística. Hizo diez goles desde la llave de cuartos
hasta la final; 5 al Bayern Munich, 3 al Atlético Madrid y 2 a Juventus. Goleador
de la edición 2017 con 12 gritos. “Sólo les pido a los hinchas que no me
silben” declaró en medio de la llave contra el equipo de Simeone. Desde estas
páginas al menos, jamás. Pero no sólo es Cristiano el Real Madrid, tiene un
equipo de enormes: el costarricense Keylor Navas, vital en momentos decisivos
de las grandes citas; Marcelo, el virtuoso lateral izquierdo brasileño que
tanto nos recuerda a otro crack, Roberto Carlos, también multicampeón
madridista. Carvajal, Isco, Varane, insustituibles; el doble 5 compuesto por el
alemán Kroos y Casemiro (una revelación absoluta este brasileño, que hasta se
dio el gusto de hacer un gol en la final). Luka Modric, un conductor de lujo,
un jugador de todas las épocas capaz de manejar con maestría los tiempos de su
equipo, vital en la circulación de la pelota y en la gestación del juego.
Cristiano y Benzema, temibles, voraces, imparables. Por último Sergio Ramos, un
baluarte histórico, no me pongo colorado al decir que desde Daniel Alberto
Passarella para acá, no he visto un central como él, impresionante marcando,
haciendo goles históricos, ordenando, imponiendo presencia.
Estamos
ante una era madridista. Esta gente supo esperar y bancarse los festejos y
alegrías del gran Barcelona; pero ahora están dispuestos a reescribir la
historia con sello propio. Destrozan rivales en minutos, rompen esquemas,
golean, ganan. Damas y caballeros, bienvenidos a una verdadera “Era Real”.
SELECCIÓN ARGENTINA
Ya
está en marcha el ciclo de Jorge Sampaoli al frente del seleccionado, en
Melbourne más precisamente. Allí, el viernes 9 de junio, su equipo se medirá
con Brasil, nada menos; 4 días más tarde visitará Singapur para enfrentar a la
selección local. Y ya entregó algunas certezas, el casildense. Después de hacer
las declaraciones para la tribuna del orden de: “esta selección no es de los
futbolistas”, “es el equipo de 40 millones de argentinos” y chamuyos de ese
estilo, el flamante DT deja entrever algunas cuestiones, a saber: limpió a
Lavezzi y Agüero, en una decisión festejadísima por este periódico. Considera a
Javier Mascherano como defensor central, ahí ya nos crispamos bastante. Hay
jugadores de sobra para esa posición, que son centrales naturales y se pueden
desenvolver mucho mejor que Mascherano. Paciencia. No simpatiza con el nivel
del arquero Sergio Romero, nosotros tampoco, y ve con buenos ojos respaldar al
“Patón” Nahuel Guzmán. Bien. Entre las novedades más importantes de la lista
que inicialmente estaría confeccionando, fuera del medio local: Guido
Rodríguez, Emanuel Mammana, Leandro Paredes, Joaquín Correa y finalmente Mauro
Icardi. De nuestro futbol dominical: Ignacio Fernández, Jonatan Maidana, Lucas
Alario, José Gómez, Javier Pinola y Nicolás Tagliafico. Sin dudas son nombres
que entusiasman y mucho, pero mucho.
Entonces,
desafío supremo para el tatuado Sampaoli: mantener contento a Messi y armarle
un equipo combativo, valiente, nuevo, joven, sanguíneo, purificado, alegre,
ganador. Celebramos enormemente la llegada de Jorge Luis Burruchaga como
manager, una palabra más que autorizada en materia de fútbol, bajo perfil,
mucho trabajo y sobre todo un sentido de pertenencia absoluto con esa casaca.
Justamente ese es el valor que anhelamos se le trasmita a las nuevas
generaciones, desde inferiores, todos en pos de recuperar el amor por los
colores y nadie mejor que “Burru”, un campeón mundial, para ser el vehículo de
esa idea y para aconsejar al DT respecto de las realidades de los futbolistas
no tan conocidos.
Vea
Jorge, desde acá le aconsejamos, borre de la agenda de su celular los apellidos
siguientes: Di María, Higuaín, Biglia, Mascherano, Banega, Romero, Zabaleta y
verá cómo se oxigena ese vestuario. Trabaje a conciencia, asesórese, meta
bisturí hasta el hueso y revolucione al seleccionado, hágalo ya, el tiempo es
poco y su equipo está comprometido en la eliminatoria, no hay lugar para
ilustres con cara de culo, no hay espacio para estrellas que le erran al arco
en las finales, no hay camisetas para farsantes que se bajan de esas finales,
porque sus clubes los presionan. Desde acá, le deseamos lo mejor.
FÚTBOL NUESTRO
Por
estas horas, el torneo local está entrando en su etapa definitiva. Boca decidió
animar a sus rivales, al punto de poner en riesgo algo que en marzo, cuando se
reanudaron las acciones, parecía cosa juzgada; pero ahora todo puede pasar. San
Lorenzo venció a River sobre el cierre de esta edición y Boca hizo lo propio de
local contra Independiente, tomando asi la bocanada de aire final, que le
permitiría quedarse con el campeonato.
ROLAND GARROS
Encendido
Rafa Nadal en París, intratable, arrollador, potente. Un Nadal en estado puro,
busca consagrarse por décima vez -sí, por décima vez- en el polvo de ladrillo
francés. La aparición del español Pablo Carreño Busta (21 del ranking ATP), su
rival en cuartos, asegura un español en semis, él o Rafa. Juan del Potro perdió
con el número 1 del mundo, Andy Murray y acusó las molestias físicas de
siempre. Genera gran expectativa el austríaco Dominic Thiem, quien ya venció
dos veces a Nadal en arcilla este año y
se medirá con Djokovic por otro lugar en semifinales. Arde Roland Garros, se
busca rival para el mallorquín, a la vista, pareciera no haber.
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