PROPIEDADES
MEDICINALES
Por Romina Bianchini / Farmacéutica – Dra. en Cs. Químicas
Originario de la India, el
jengibre ha sido ampliamente apreciado por sus propiedades medicinales y sus
aplicaciones en gastronomía. Se ha empleado en la antigüedad para conservar los
alimentos, como un auxiliar digestivo y como limpiador tanto físico como
espiritual. Según las creencias de ciertos pueblos, en los días previos a las
fiestas religiosas se evitaba el consumo de ajo y se consumía mucho jengibre
para oler dulce y estar en estado puro ante los dioses. Se utiliza la raíz, la
cual tiene un sabor picante y es muy eficaz a la hora de contrarrestar enfermedades
digestivas y del corazón.
APLICACIONES
Hoy
en día tiene una amplia variedad de aplicaciones medicinales:
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Para
patologías del aparato digestivo: es excelente en caso de problemas
intestinales, para favorecer la digestión después de las comidas y para
combatir las náuseas. El jengibre es carminativo, es decir que ayuda a eliminar
gases, previniendo la inflamación y aliviando el malestar. Consumir una
infusión de jengibre antes de las comidas, o masticar un trocito de la raíz
puede estimular la salivación, lo cual, ayudará a digerir mejor los alimentos.
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Refuerza
el sistema inmunológico:
se utiliza para combatir la gripe y el resfrío, ya que favorece el buen estado
del sistema inmunológico. Ayuda a paliar los síntomas del resfrío, la tos, la
sequedad y dolor de garganta. Posee además propiedades mucolíticas y favorece
la expectoración.
Posee efecto termogénico, por lo que
ayuda a entrar en calor, aumentando unas décimas la temperatura corporal. Esto provoca
sudoración y favorece la excreción de toxinas.
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Aparato
circulatorio:
mejora la circulación sanguínea, ayuda a disolver trombos y disminuye los
niveles de colesterol.
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Analgésico
y antiinflamatorio:
puede ayudar a reducir el dolor en casos de golpes, artritis, artrosis, dolores
musculares y articulares, y hasta dolores menstruales. Externamente se utiliza
para aliviar el dolor articular y de muelas.
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Para
el mal aliento:
ayuda a refrescar la boca después de las comidas e incrementa la saliva, por lo
que también será útil en aquellas personas que padecen sequedad de boca.
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Para
el tratamiento del síndrome de fatiga crónica, desgano y baja presión: el jengibre es un
energizante natural y puede hacer que la presión arterial aumente justo después
de haberlo tomado, por lo que las personas que tienen presión baja pueden tomar
cada mañana una infusión de jengibre para que esta suba a niveles adecuados.
PRECAUCIONES
Y CONTRAINDICACIONES
El jengibre es seguro para la mayoría
de las personas. Sin embargo, se aconseja consultar al médico y/o farmacéutico
antes de su utilización.
No debe emplearse durante el embarazo
y la lactancia. Mujeres con menstruaciones muy abundantes deben evitar su
consumo durante el período menstrual, debido a que podría aumentar la cantidad
y duración de la hemorragia. Además, debe evitarse el uso de jengibre en caso
de úlceras y gastritis; hipertensión, diabetes (ya que puede interactuar con algunos
medicamentos empleados en esta patología), niños pequeños,
fiebre alta y personas que usan anticoagulantes.
FORMAS DE
CONSUMO
En cuanto a la forma de uso,
dependiendo de la dolencia se emplean infusiones del tubérculo fresco o seco, licuado
de jengibre fresco, cataplasmas para uso tópico o, también para uso externo,
fricciones con mezclas de aceites que incluyan el aceite esencial de jengibre.
Para el dolor de muelas se aplica
directamente sobre la zona afectada un poco de líquido de té de jengibre o bien
se mastica una rodaja muy fina.
En farmacias y dietéticas puede
adquirirse la tintura, cápsulas o la raíz seca, entera o pulverizada para
preparar en forma de infusión.
La infusión es el modo más común de
consumir el jengibre, debe prepararse a razón de media cucharadita de café por
taza de agua, o bien 120 g de raíz seca por cada litro de agua.
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