Gente corriente II - Marzo 1a quincena


“EL QUE HA ROBADO 5 QUE DEVUELVA 6”




Por Ana Guerberof
ana.guerberof@gmail.com

Desde España
Angelita Narvión Millán nació en un pequeño pueblo de Aragón llamado Villaroya de la sierra. Tiene 90 años. Ha vivido la guerra civil, la inmigración, la prosperidad y la crisis. Tiene recetas para cualquier dolencia. No en balde Angelita se ha curado de casi todo gracias a su dieta vegetariana y a lo que leyó sobre medicinas alternativas, incluso se ahorró una operación de cataratas. Después de una larga enfermedad, se hizo vegetariana y desde entonces su vida cambió. Siguió las enseñanzas de varios maestros del naturismo pero afirma que su maestro fue el Dr. Capo, un italiano afincado en Barcelona que inició la práctica del “vegetarianismo científico” cuando aún no estaba de moda.

¿Por qué se traslada a Barcelona?
Decidimos probar suerte en el 58 con mi marido, Baltazar Vela Acón, y con mi hija Matilde. En el pueblo éramos labradores pero cuando mi marido volvió de la guerra estaba ya enfermo y aunque trabajaba mucho, era un gran trabajador y muy inteligente, acababa agotado.
¿Cómo era la ciudad entonces?
Barcelona era una capital admirada que ofrecía más posibilidades. Yo ya la conocía porque había venido de viaje de novios.
¿Cómo era la vida siendo mujer?
La vida era muy distinta, no había ni radio ni televisión. Con 13 años, durante la guerra, recuerdo que requisaron la única radio de un familiar y se la dieron a los curas. Al casarte, las tierras que heredabas ya se ponían directamente a nombre de tu marido y la mujer ponía la casa completa; el hombre, en cambio, aportaba un baúl con su ropa y punto. Las mujeres empezaron a votar durante la república y recuerdo que fue un día de fiesta.
¿Cuándo se hizo vegetariana?
Hace 44 ó 45 años. Me habían sacado un diente y me dejaron la raíz. Me sentía cada vez peor pero los médicos me decían que no tenía nada, que estaba trastornada. Tomaba 7 u 8 pastillas diarias y pesaba 96 kilos. Se me cayeron todos los dientes. Un día decidí que se habían acabado los médicos. Leí primero el libro del Dr. Vander y decidí comprar una licuadora que entonces nadie conocía. La encontré finalmente en una ferretería y allí me pasaron información sobre el Dr. Capo y así empezamos.
¿Qué me podría tomar si tengo la gripe?
Cada persona es diferente, pero quizás lo ideal sería 8 días de reposo en la cama tomando un caldo de cebolla y zumos de limón y de frutas.
¿Y si estoy cansada o decaída?
Es bueno tumbarse y hacer respiraciones. Hipócrates decía que el alimento sea tu mejor medicina y que tu mejor medicina sea tu alimento.
¿Cómo es su día a día?
Me levanto a las 5:30, me ducho con agua caliente y luego fría. Tomo un zumo de limón y luego unas semillas de lino. Hoy por ejemplo me he tomado unas castañas polongas para el desayuno, voy variando. Nunca tomo leche de vaca ni pan de trigo. Escucho la radio hasta la 10, salgo a caminar por la terraza y luego me pongo un rato con lo de los canales. Nunca me aburro.
(Me saca un papelito con una brújula y me explica un método de sanación a través de canales energéticos.)
Con su experiencia ¿qué le diría a alguien joven?
Lo principal es mirar las incompatibilidades alimentarias.
¿Cuál es su mejor recuerdo?
Los padres, mi casamiento. Mi padre decía que el mejor amigo del hombre era un libro, porque te enseña, te tranquiliza y lo puedes coger y dejar cuando quieras.
¿Y el peor?
La pérdida de los padres, los seres queridos. Yo creo que seríamos más felices hablando más de la muerte. Es sólo una transición pero claro, estamos educados en otra cosa.
¿Cómo solucionaría la crisis?
El que ha robado 5 que devuelva 6. Por ejemplo, la monarquía. Además, el tiempo siempre es peor cuando manda la derecha, como ahora.
¿Conoce Chabás?
No.
¿Y Rosario?
Algo me suena.
¿Y qué conoce de Argentina?
Por la radio he escuchado lo de las Madres de Plaza de Mayo, crímenes parecidos a los ocurridos en España. Aquí hubo muchos fusilamientos principalmente por envidia y por venganza. En mi pueblo, todos los fusilamientos se planeaban en la iglesia. Por eso soy cristiana pero si pudiera renunciar lo haría.
¿Qué les diría a los lectores?
Que sean valientes como las Madres de la Plaza de Mayo y que el que ha robado 5 que devuelva 6 u 8. Igual para Argentina que para España. Justicia para todos los pobres.

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