LA CRISIS ES MÁS DULCE CON ALBERT LLOPART
Por
Ana Guerberof
Desde
España
Albert Llopart
Figueras es el propietario del Bar Gelida que se encuentra en uno de esos
chaflanes tan emblemáticos de Barcelona. Este bar “de tota la vida” todavía ofrece comida casera a un precio
inmejorable. A menudo me acerco a comer un plato de lentejas: el mejor de la
ciudad. Llama la atención el buen hacer y la tranquilidad con que atiende
Albert, como si no estuviera apurado a pesar de que su bar es un hervidero de
gente durante el almuerzo. Van quedando menos lugares como éste en una ciudad que
se ufana de contar con los bares y restoranes de diseño donde se compite por no
sé cuantas estrellas Michelin. Me siento una tarde con Albert en una mesa de formica
tan típica de los bares sin pretensiones mientras junto a nosotros se inicia un
torneo de dominó.
¿En
qué año y quién fundó el bar?
El bar lo
abrió mi padre, Joan Llopart Pujó, en 1946, después de la guerra. Era una
bodega que vendía vino y hielo a granel porque en esos tiempos se vendían muchos
productos a granel. Él traía vino de Gelida (un pueblo que se encuentra en una
comarca célebre por su producción vitivinícola y de cava). Mi madre, Ramona
Figueras, trabajaba aquí al lado vendiendo leche de la Granja Vidalet (hoy
Granja La Pallaresa, una de las chocolaterías más conocidas de Barcelona). Se
casaron y nos tuvieron a mi hermana, María Teresa, y a mí.
¿María
Teresa también trabaja en el bar?
Sí, sí,
trabajó aquí hasta que se jubiló.
¿Y
usted siempre trabajó aquí?
¡Hombre! No me
trates de usted. ¿Tan mayor me ves? (Risas). Yo estudié ingeniería industrial y
como en principio no encontraba nada, me puse a trabajar aquí porque iba bien.
¿Y
por qué cree que funciona? (No logro tutearlo aunque hablemos en catalán.)
Porque es una
empresa familiar, el bar está bien situado y ofrecemos un trato personal. Mi
padre era un hombre de muy buen carácter.
¿Como
usted?
(Me mira unos
segundos entre halagado y pensativo.)
Pues sí, como
yo. Ramona era la que tenía genio, era la que si había que decir cuatro cosas,
las decía…
¿Y
queda alguien así ahora?
No.
(Risas.)
¿Cuál
es su filosofía de negocio?
Creo que lo
más importante es brindar un trato sencillo y cercano ofreciendo siempre cocina
casera catalana.
¿Y
la crisis? ¿Cómo ha afectado al bar?
Se nota que
han bajado los gastos más superfluos: la cerveza o el cortado de la tarde, lo
que es extra, pero después ha subido el gasto esencial, el de las comidas. Más
o menos me mantengo igual.
¿Qué
diría a otra persona que quisiera abrir un negocio de este tipo?
Que se olvide
de lo fácil y que trabaje con ahínco. Siempre trabajas más horas de las que
pensabas.
¿Cuál
es la relación con el Barça?
(El local está
decorado con fotografías de equipos del Barça de distintas temporadas.)
Ramona era
fiel al Barça y entonces mi padre también se hizo socio. En mi familia, los
cuatro somos socios con asiento.
¿Y
esa fotografía?
(Señalo una
gran fotografía en blanco y negro que preside el lugar.)
Es el equipo
del año 51, el año de las “Cinc Copes”,
cuando el Barça lo ganó todo.
¿Como
ahora?
Pues sí, como
ahora. Este bar fue la sede de la Peña Cinc
copes durante casi cuarenta años.
¿Y
aquél?
Es Ramallets,
el portero, que no llegó para la foto y lo pegaron encima.
¿Cuáles
son los platos más populares?
El Cap i pota (una especie de mondongo), la
Escudella (la sopa tradicional) y Meli Mató (un queso fresco con miel).
Mi
preferido es el flan de Mató.
Pues, pon ese
si quieres.
¿Conoce
Chabás, en Argentina?
No.
¿Y
Rosario?
Sí.
¿Y
eso?
Por Messi y
porque mi hijo estuvo en Argentina de visita. Me mostró fotos.
¿Qué
opina de Messi?
Pienso que es
el mejor. El mejor de todo lo que he visto. Y mira que soy socio desde el 57,
con 6 años. Tengo la medalla de oro, la que dan cuando cumples los 50 años de socio
y voy al Camp todas las semanas.
Si
fuera President ¿qué haría?
Yo soy
soberanista. Haría un referéndum para conseguir la independencia.
¿Y
qué haría con la crisis?
Si fuéramos
independientes, la crisis sería más dulce.
Me gusta tu nuevo estilo "periodista" Ana. Sigue, sigue. Cuéntanos más de esas peculiaridades de España y Catalunya.
ResponderEliminarAgradable y dulce conversación. Me gusta la gente "a tocar". Estas entrevistas son tan ricas como el "flan de Mató". Gracias, Ana, por explicar cosas bonitas de Catalunya que no salen en las guías.
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