Actos, inauguraciones, lanzamientos, actividades varias, todo lleva desde que comenzó el 2010 el acompañamiento de la palabrita “Bicentenario”. En nombre de los doscientos años que cumple la llamada “Revolución de Mayo”, hasta se formó un fondo especial para pagar la deuda argentina, que armó un lío bárbaro. Repasemos un poco qué es lo que se festeja.
Dos centurias atrás
Parte del territorio que hoy pertenece a Argentina formó parte del Virreinato del Río de la Plata, junto con Paraguay, Bolivia, Uruguay, sur de Brasil y se cree que un pequeño sector de Chile. Este Virreinato pertenecía a España y tenía como autoridad máxima a un virrey, representante en estas pampas del rey español. Era por entonces virrey Baltasar Cisneros y rey Fernando VII, quien fue tomado prisionero por Napoleón Bonaparte y, gracias a la famosa maniobra que pasó a la historia como “La farsa de Bayona”, reemplazado por José I, es decir, el hermano de Napoleón. En cuanto a Cisneros, al ser francés, se comenzó a dudar si guardaría lealtad al gobierno español aun depuesto, o apoyaría a Bonaparte.
Acá
Esta inestabilidad política actuó como detonante final en el proceso que venía gestándose en tierra americana. Durante las Invasiones Inglesas al Río de la Plata (1806 / 1807) se habían constituido milicias criollas que actuaron sin apoyo de España y lograron repeler al enemigo. Estas tuvieron luego una gran importancia durante los sucesos de mayo, destacándose el Regimiento de Patricios que estaba liderado por Cornelio Saavedra, quien se convertirá en el Presidente del gobierno patrio surgido el 25 de mayo: la Primera Junta.
Se sumó a esta militarización y toma de conciencia del poder actuar independientemente: la pugna que había en Buenos Aires entre criollos y españoles, quienes ocupaban aquí los cargos más importantes, dominaban el comercio y se enriquecían sin pausa.
Allá
En lo internacional: España estaba invadida por Francia, quien, liderada por Napoleón, avanzaba en su proyecto expansivo. Inglaterra atravesaba la Revolución Industrial, por lo cual buscaba nuevos mercados en donde colocar sus productos y de donde obtener materia prima. Como por entonces América sólo podía comerciar con su Madre Patria, les convenía la rotura de lazos entre los citados. Por otro lado, las colonias inglesas de América del Norte se habían independizado de Gran Bretaña, constituyéndose los Estados Unidos de Norte América. Los principios que rigieron a su organización, conjuntamente con aquellos que se difundieron durante la Revolución Francesa (1789), influyeron notoriamente en el proceso que se llevaría a cabo en el hemisferio sur.
Semana de Mayo
Tuvo lugar del 18 al 25 de mayo y dio por resultado el surgimiento de la Primera Junta, primer gobierno patrio, que en realidad se declaró fiel al depuesto rey español Fernando VII. Se afirma que en realidad esto fue una especie de “máscara” que intentaba esconder la intención independentista que sobrevolaba estas tierras, independencia que recién se logrará seis años después en Tucumán, el 9 de julio de 1816.
Gobiernos patrios
A la Primera Junta la siguió la Junta Grande, cuando se incorporaron los representantes de los territorios que apoyaban la revolución. Luego surgirá el Primer Triunvirato seguido del Segundo Triunvirato, y finalmente arribamos al Directorio, llegando así al gobierno unipersonal que en la actualidad recibe el nombre de Presidente y junto al vicepresidente conforman el Poder Ejecutivo.
Desmembramiento
Mientras esos gobiernos se sucedían, también se sucedieron las declaraciones de independencia de lo que hoy conocemos como Chile, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, produciéndose así el desmembramiento de las entidades territoriales que constituían los virreinatos, recibiendo nuestro país el nombre de “Provincias Unidas del Río de la Plata”.
Surgimiento del Estado
No hay Estado si falta alguno de los siguientes elementos: población, territorio, ordenamiento jurídico. En nuestro país este último elemento se logró recién en 1853, cuando los representantes de las distintas provincias reunidos en Santa Fe, juraron en ausencia de los diputados de Buenos Aires (que terminó escindiéndose) la Constitución Nacional. Allí surgió la Confederación Argentina con capital en Paraná. La reunificación con Buenos Aires se logró recién después de la Batalla de Pavón en la que Mitre derrotó misteriosamente a Urquiza y se convirtió en Presidente de la República Argentina.
Desde entonces
Recordar todos los nombres y en su debido orden de los presidentes argentinos, no es tarea sencilla. Muchos han renunciado, otros fallecido en el mandato (siendo sucedidos por el vicepresidente), hasta que en 1930 se suma la modalidad del golpe de estado, realizado en este primer caso contra Hipólito Yrigoyen, y siendo el último el ocurrido en 1976 que desplazó del poder a María Estela Martínez de Perón e instauró el Proceso de Reorganización Nacional a cargo de las Fuerzas Armadas representadas por Videla, Massera y Agosti, que con nombres que fueron variando concluyó en 1983. Desde entonces y comenzando con Raúl Alfonsín, los presidentes han sido elegidos por votación popular en un marco democrático.
Buenos Aires y el Interior
Si se observa un mapa de las rutas y ferrocarriles argentinos puede notarse a simple vista que todo converge hacia el Río de la Plata. Así fue organizado este país desde sus inicios y hasta la actualidad, siguiendo en aquellos momentos las sugerencias de Inglaterra, que dominaba el comercio mundial y fue quien instaló aquí locomotoras y rieles rumbo al puerto de Buenos Aires. En ese puerto sus barcos esperaban para cargar las materias primas que todo país industrializado necesita.
Es decir que nuestro sistema de comunicaciones se estableció en función del comercio exterior, no para interconectar ciudades. Estas ciudades del interior, con necesidades que se multiplicaban cuanto más lejos se estaba de Capital Federal, recibían el protectorado de los llamados “caudillos”. La lucha entre “unitarios” (partidarios del centralismo) y “federales” (reclamaban autonomías provinciales), dio lugar a muchas y cruentas batallas entre nacionales.
Coparticipaciones
Las coparticipaciones obedecen al sistema de distribución de recursos dentro de un país federal. Hay impuestos coparticipables que se distribuyen entre Nación y provincias y otros que se distribuyen sólo entre las provincias. Lo ampliamente reclamado por el llamado Interior es que justamente, siguiendo el camino trazado por las rutas y ferrocarriles a los que nos referimos más arriba, mucho dinero va hacia la ciudad Capital en concepto de coparticipaciones, y poco vuelve. De este modo la gran cabeza sigue creciendo a expensas de su largo cuerpo enflaquecido.
Deuda interna
Organizar una casa requiere conocer todos sus recovecos, así como las virtudes que ofrece y los defectos que posee. Lo mismo ocurre con un Estado y aquellos que lo dirigen. Muchas veces oyendo discursos se advierte el desconocimiento que tienen los políticos, de aquel territorio sobre el que toman decisiones. Pareciera que el arte del baquiano ya no se estila, con las consecuencias que de ello derivan y los fracasos ha que da lugar. No obstante la deuda más importante es con la mayoría de la ciudadanía, que no cuenta con seguridad, estabilidad ni organización suficiente como para hacer de su vida algo más que un correteo detrás de la odisea diaria de cubrir las necesidades primarias sin perder en el camino la cartera, el auto, los elementos de trabajo y hasta la propia existencia. Fuera de esta gran mayoría quedan, claro está, aquellos empresarios a quienes la riqueza ha convertido en poderosos y escapan a esa problemática diaria, con caminitos para ingresar a sus casas tanto por derecha como por izquierda del pedestal que se han sabido procurar.
En cuanto al Bicentenario
Muchos preguntan aún ¿qué es el bicentenario?, pero trascendiendo ese desconocimiento inicial, surgen otros cuestionamientos. Claro que es importante hacer honor a esos hechos ocurridos hace dos siglos, que implicaron años y sangre para la formación del Estado Nacional y que encarnan el reconocimiento a los hacedores de la patria y la valoración y difusión de nuestra historia. Ahora, cuando uno lee tanto alarde sobre los festejos e intuye el dinero que eso implicará, más aún siendo casi un hecho que el 24 de mayo también será declarado feriado, algo molesta por dentro. Y en ese momento uno se pregunta cuál es la escala de valores que como país acuñamos.
El preámbulo de nuestra Constitución, enumera los siguientes fines: constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad.
Este texto entró en vigencia en 1853, junto a un largo articulado que ha ido sufriendo reformas y agregados necesarios para abarcar nuevos problemas y cuestiones que han ido surgiendo. Ojalá, en honor a la justicia que allí reza, se lograra el bienestar lo más general posible, utilizando una escala de valores algo más similar a la jerarquía que ellos tienen por sí mismos, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran pisar suelo argentino.
Por Alejandra Tenaglia
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