El amor en los tiempos de hoy - Septiembre 2º



VARIEDADES

¿Qué es el amor? ¿Cómo se lo vive hoy? ¿Cuáles son los problemas que más aquejan a las parejas? ¿De qué modo se conforman los vínculos? De todo eso, más la definición aportada por los entrevistados, de este sentimiento que desvela al humano desde el comienzo de los tiempos, siendo eje central de estudios filosóficos, hechos históricos, páginas literarias y de la vida misma de todos nosotros, es de lo que trata la presente nota. En vísperas del día de los novios y de la estación con la que se emparenta al amor, agárrese fuerte el corazón, que el romanticismo ha dicho presente en El Observador.

Entrevistas / Alejandra Tenaglia – Carlos Bonino

ALEJANDRA Y DANIEL
Ella tiene 41 años, hace 7 que está divorciada y tiene 3 hijos (21, 19 y 15 años). Él tiene 28, es soltero y sin hijos. Hace 3 años que son pareja y 2 que viven bajo un mismo techo.
Alejandra: Con Daniel éramos amigos, porque él es a su vez, amigo de un primo de mis hijos, así que ya nos conocíamos. Hace 3 años que estamos desde este otro lado… Costó justamente por el hecho de ser amigos, porque nosotros no queríamos dejar de serlo y una vez que pasás esa barrera… En él, más allá de todo lo que siento, encuentro también a un amigo. Siento lo que no sentí nunca con nadie, porque me siento en libertad de expresión, acompañada… Hoy por hoy, a esta edad, con 3 hijos adolescentes, encarar una relación con alguien menor, que tiene una edad más cercana a la de mis hijos que a mí, yo al amor lo identifico con el compañerismo. Hay otros sentimientos, por supuesto, porque no voy a estar con alguien a quien no ame o con quien no pueda tener proyectos, pero si yo te tengo que decir amor = a qué, digo compañerismo. A eso y a la libertad que siento, además de que Daniel es bueno y que nos llevamos bien, y eso que somos totalmente distintos, en todo, no nos gustan las mismas cosas, él es más bien tímido y yo lo contrario, a mí me gusta salir, exponerme, a él no, es más callado, más de la casa. Pero nos hemos complementado.
En eso llegó él al lugar de la entrevista, y aportó su definición del amor.
Daniel: En este momento el amor es para mí el compañerismo y la incondicionalidad de una persona, que me permite ser yo mismo con toda libertad. Y me parece que perder el prejuicio, tanto en el amor como en otros aspectos de la vida, es fundamental. Se disfruta mucho más cualquier cosa que uno hace. En el amor es importantísimo perderlo porque te puede truncar una relación. Yo nunca lo tuve… Fijate que ella es más grande, es divorciada, tiene 3 hijos y yo no, y sin embargo nunca noté diferencias en el trato, o que deba manejarme con cierta diligencia.
¿Notan en algo la diferencia de edad?
Ambos al unísono contestan: no. Y Daniel agrega: Yo soy el viejo. Yo por ejemplo, si no fuera por ella, no salgo. A ella le gusta hablar con la gente, yo soy más bien hosco. Y así un montón de cosas…


ANTONELLA Y MARCELO
Antonella Yocco tiene 26 años y es de Chabás. Hace nueve meses que convive con Marcelo Jaccuzzi, de 30, que dejó su Rosario natal para estar al lado de su novia y vivir más cerca de la naturaleza, algo que desde chico comenzó a buscar. En noviembre se casarán poniéndole una firma al amor que se tienen.
Se conocieron en un bar de Rosario, Támesis, al que los dos, iban seguido. Esos primeros acercamientos fueron en 2007, pero cada uno siguió su vida aunque nunca perdieron contacto (incluso cuando ella volvió a vivir a Chabás), porque una amiga de ella se puso de novia con un amigo de él. Pero el noviazgo oficial comenzó en noviembre de 2011, y luego vino la convivencia.
Marcelo: Yo estaba trabajando en Salto (Bs. As.) y ella vivía acá, así que fue bastante complicado. Nos veíamos sólo unas horas los fines de semana en Rosario. Después yo empecé a trabajar en Rosario y nos empezamos a ver un poco más. Eso fue durante todo el año pasado, hasta que en diciembre conseguí trabajo en Murphy y me vine a vivir a Chabás.
¿Cómo fue la propuesta de casamiento?
Antonella: Nunca esperé que me lo proponga, yo quería casarme pero él le esquivaba un poco al tema. La propuesta fue re linda, que la cuente Marcelo.
Marcelo: Yo ya estaba decidido y no sabía cómo decírselo. Nosotros tenemos una gata que se llama Greta. Así que un día, la fui a buscar al trabajo con Greta y colgada del  collar le puse una cartita. Ella estaba contenta porque le llevé la gata, cuando abrió el sobre decía: Anto, ¿te querés casar conmigo?
Antonella: No le podía responder de la emoción y el llanto. Obvio que dije que sí.
¿Qué es el amor?
Antonella: Para mí el amor es todo y está en todos lados. Soy muy romanticona en ese sentido. Para mí es lo más importante, no sólo el amor de mi pareja sino de la familia, los amigos. Necesito estar siempre rodeada de mis afectos y fundamentalmente de Marcelo. Él termina de completarme como persona. Yo creo que la persona correcta, es aquella a la cual te amoldás, te hace sentir bien; y con él yo siento todo eso.
Marcelo: Creo que el amor lo estoy sintiendo desde que estoy con ella. Yo trabajo todo el día, viajo, llego cansado, con problemas. Pero llego acá, abro la puerta y me doy cuenta que es la mujer de mi vida. El amor, es Antonella para mí. El amor es sentirse bien y yo estoy bien, por eso quiero casarme y formar una familia.

NORMA Y NURI
Norma Mian tiene 68 años y hace casi cincuenta que está casada con Nur Eddin Hallak, conocido como Nuri. Él tiene 75 y desde joven supo que Norma era la persona con la cual quería pasar toda su vida.
¿Cómo y cuando se conocieron?
Norma: Nos conocemos de toda la vida, yo tenía un hermano mayor y él frecuentaba mi casa porque eran amigos. Con 13 años, yo ya le había echado el ojo. Pero él tenía 20, ya salía y tenía novia. Cuando cumplí 15, ya sentíamos que había algo especial. A todo esto yo hice la secundaria en un colegio pupila en Rosario. Así que venía tres veces al año, nos veíamos muy poco, a escondidas con la complicidad de algunos amigos. Sumado a una oposición familiar por la diferencia de edad y religiosa.
Cuando terminé la secundaria empecé el profesorado en Casilda y nos empezamos a ver un poco más. Ahí decidimos casarnos porque era una situación dura y nosotros queríamos reafirmar nuestra intención de estar juntos. Fue el 17 de enero de 1964, tenía 19 años y él 26. Así fue pasando la vida, con problemas familiares, económicos, un poco de todo. Pero nos mantuvimos unidos a pesar de los avatares.
Nuri: Nunca quisimos ocultar nada, por eso nos casamos. Vino el Juez a nuestro domicilio con la presencia de algunos familiares y amigos. Ahí nos casó y después sí, nos fuimos de viaje de bodas.
¿Cómo fue el tema de la diferencia religiosa?
Norma: Eso en su momento fue un tema muy importante. Al principio fue duro, porque yo salía de un colegio religioso. El casamiento fue solamente por civil. Luego de unos años, hablamos con el Padre Penessi y entonces hicimos una “sanación in radice”, que sería un matrimonio mixto. Yo estoy casada por Iglesia y él no.
Por el lado musulmán, ¿hicieron algún rito?
Nuri: No, mi padre era musulmán practicante, muy religioso, con ayunos y rezos de acuerdo a lo que manda el Islám. Me crié en ese ambiente pero en un país mayoritariamente católico. Nunca tuve oposición familiar por tener una relación con una católica.
A raíz de las diferencias y enfrentamientos que veía en la sociedad por cuestiones religiosas, me volví agnóstico. Podría haberme casado por Iglesia, pero no hubiera sido sincero con mi manera de pensar. Y quería vivir mi matrimonio sin restricciones y honestamente.
¿Hijos, nietos?
Nuri: Tenemos dos hijas, una vive en La Plata y es socióloga, tiene un hijo que está por cumplir 13 años. La otra vive en Arequito y tiene un nene de 3 años.
¿Cómo definirían al amor?
Norma: Con el paso de los años, te das cuenta que el amor sigue estando. Definir el amor es difícil porque hay amor para la persona que uno elige, el amor hacia los padres, los hijos, los nietos, son distintas clases de amor.
El hecho que estemos juntos, significa que hay un sentimiento que perdura, y en la edad adulta el amor también existe. La tolerancia, la comprensión, la charla, la contención, todo eso es parte del amor.
Nuri: Para mí el amor, es tal cual lo dijo ella. Por algo hace tanto tiempo que estamos juntos, porque tenemos una concepción similar del amor. También el sexo es parte del amor, es un ingrediente más a todo lo que nombraba Norma.


YANINA Y LAURA
Yanina tiene 36 años y Laura 37, ambas son rosarinas pero viven actualmente en un pueblito de las sierras cordobesas. Hace 12 años que están juntas. Así narran su situación, además de también definir al amor.
Yanina: Nosotras en la calle somos dos grandes amigas… Tratamos de estar tranquilas y ser lo menos hipócritas posible, pero desde ya que este tipo de amores transitan siempre muy finito la línea de la verdad. Con Laura nos hicimos un concubinato por temas del local (tienen un comercio), no es que ocultamos nada, pero no creas que existe un marco común con las parejas heterosexuales. A cada instante sabemos que de un momento para otro cualquiera te puede amargar el día. En ocasiones llega una a sentirse muy incompleta. Hace 12 años que vivimos una hermosa historia de amor… Pero somos concientes de que en nuestro país, demostrarlo, es casi un acto revolucionario. Uno quiere que esto se vea en un marco lo más natural posible, pero no es así, ni aún en estos tiempos en donde todo pareciera estar tomando otro color respecto a ciertos temas… Para que te des una idea, por ej. en el Registro Civil de acá, si te querés casar te casa la secretaria, porque quien habitualmente lo hace con parejas ‘ortodoxas’, se niega con las de un mismo sexo.
Laura: Nosotras tratamos de desdramatizar, pero por más historia de amor que le contemos al mundo, este siempre nos mira con desconfianza…
Yanina: Históricamente contarle a alguien que sos homosexual implica atravesar un silencio milimétrico que lo transforma todo… En nuestro caso es gracioso ver a la gente que también se transforma al escuchar que hace 12 años que estamos juntas, es como si eso sacara una chapa extra de autorización. Se ve en la gente como que te aprueban por la duración…
Laura: De tanto en tanto te toca escuchar chistes o agravios utilizando palabritas fuera de lugar, el que te conoce y se le escapó, quiere arreglarla y vos lo perdonás porque en el fondo sabés que en la mala educación está la falla y no en él… Los años te dan la experiencia del silencio y la tolerancia… Igualmente, de tanto en tanto se le escapa a alguna un grito o una bronca, pero después es precisamente ese amor no comprendido del todo, el que te calma y te cura.  
¿Qué es el amor?
Yanina: Una vibración elevada que te hace ver todo de otra manera. Está muy ligado con la pasión. Con todo lo que nos eleva, nos armoniza… Yo casi que soy una enamorada del amor. Creo y defiendo al amor por sobre todas las cosas. No sé si sé definirlo muy bien, pero de lo que sí estoy segura es que ya sea con una pareja, un perro o un oficio, el amor es definitivamente una experiencia que no debería perderse ningún ser sobre la tierra.
Laura: Yo encuentro al amor, ligado a la felicidad y a la pasión. Compartir mi vida con alguien y sentir que en la otra persona encontrás esas cosas que te hacen bien... No sé cómo definirlo, calculo que es esto inexplicable que siento por esta aparata…


PROBLEMAS DE PAREJA

Existe en la actualidad la posibilidad de abordar los problemas que aquejan a una relación, haciendo terapia de pareja. Natalia Polo, psicóloga, narra de acuerdo a su experiencia profesional, cuál es la principal causa de consulta, y algunas otras cuestiones propias del vínculo amoroso, que hoy nos ocupa.

Natalia Polo / Psicóloga

Principalmente consultan porque sienten que “algo no anda bien”; en la experiencia ese algo nombra aquello que ya a esa altura no forma parte del vocabulario cotidiano de la pareja. Hablo del deseo, deseo perdido, deseo olvidado. Esa falta es lo que transforma a la pareja en una rutina asfixiante. Se ve reflejado en la falta de intimidad, en la falta de proyectos comunes, el círculo se va cerrando y nosotros mismos también, en torno al otro. Pensamos que él o ella debería cambiar, debería hacer o decir “lo que queremos” o “creemos necesitar” y eso es casi imposible… ¿Que el otro cambie por mí? Si ese otro también está esperando lo mismo, entonces nunca llegaremos a buen puerto o por lo menos juntos.
La propuesta en terapia de parejas está basada en intentar modificar la perspectiva de cambiarnos mutuamente, planteando cuánto más importante aún sería mirarnos a nosotros mismos; es decir, ¿cómo pretendo que el otro me valore si yo mismo no lo hago? ¿Cómo espero que el otro me dé un lugar si yo mismo no me lo doy? ¿Cómo pretendo que el otro me desee si yo mismo no me gusto? Y así la idea es transformar el concepto de que el otro debería…, a verme en mi propio espejo. ¿Cuánto tiempo dedico a hacer lo que me gusta, lo que deseo? ¿Cuánto doy de mí a esta pareja?
En la actualidad existen parejas disfuncionales, que sólo se mantienen unidas porque se necesitan, pasan a vincularse porque hay que hacer esto, lo otro, y no queda tiempo ni resto para la pasión, para el erotismo, se encuentran ocupados en hacer, pedir y cumplir.
Otras parejas se encuentran unidas por el deseo y la “pura química”, pero escasean los proyectos comunes; la libido sólo está puesta en el encuentro amoroso.
También existen parejas que sólo perduran por algún motivo o propósito familiar y/o social. Por mandatos.
Si podemos responder a la siguiente pregunta, nos acercaremos a un tipo de pareja no mejor, sino más saludable: ¿En qué momentos siento que mi pareja me resulta más atractiva/o? Ej.: cuando hablamos más, cuando lo veo jugar con los niños, cuando veo sus logros, etc.
Es justamente cuando el otro “no me necesita”. Ese no necesitarme me ubica a cierta distancia, que me permite poder verlo independientemente de mí, no frente a mis narices. Ese espacio hace que pueda observar cómo el otro se desarrolla, se desenvuelve, y eso genera en mí lo novedoso, lo espontáneo, condimentos indispensables para hacer a la pareja más dinámica.
No existen parejas ideales sino parejas que se nutren e intentan superar obstáculos. Es indispensable que exista el real amor, el auténtico amor, el amor como estado del ser que impulsa entre los que se aman.
Siembra y cosecha se dan en el mismo acto, todo el tiempo.


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